Cri­sis de Iden­ti­dad Sexual

TOM­BOY. Fran­cia, 2011. Un film escri­to y diri­gi­do por Céli­ne Sciam­ma. Elen­co: Zoé Héran, Jean­ne Dis­son, Sophie Cat­ta­ni, Matthieu Demy

La orien­ta­ción sexual de una per­so­na que­da deter­mi­na­da en los años de infan­cia y eso se mani­fies­ta a tra­vés de cier­tos ras­gos que los niños evi­den­cian en la for­ma de ves­tir, la par­ti­ci­pa­ción en cier­tos jue­gos y pasa­tiem­pos y sobre todo en la iden­ti­fi­ca­ción que hallan con rela­ción a las per­so­nas de su pro­pio sexo o del opues­to. Este com­ple­jo tema es lo que la rea­li­za­do­ra Céli­ne Sciam­ma con­si­de­ra en Tom­boy.

El rela­to se cen­tra en Lau­re (Zoé Héran), una niña de 10 años que hubie­ra desea­do haber naci­do varón. Al comien­zo del film su fami­lia inte­gra­da por sus padres (Sophie Cat­ta­ni, Matthieu Demy) y su her­ma­ni­ta de 6 años (Malonn Léva­na), se mudan a un nue­vo barrio en un dis­tri­to ubi­ca­do cer­ca de París.

Des­de el comien­zo, el públi­co apre­cia que Lau­re se mira, vis­te y actúa como si fue­se un niño; ese deta­lle pasa des­aper­ci­bi­do por su padreCRISIS DE IDENTIDAD SEXUAL que duran­te la sema­na se encuen­tra ausen­te por razo­nes de tra­ba­jo, y por su madre que se encuen­tra en avan­za­do esta­do de gra­vi­dez. Como es épo­ca de vaca­cio­nes y sin nin­gún tipo de obli­ga­cio­nes esco­la­res, al poco tiem­po Lau­re lle­ga a cono­cer y se hace ami­ga de Lisa (Jean­ne Dis­son), una chi­ca veci­na de su mis­ma edad que la lle­ga a con­fun­dir cre­yen­do que ella es un varón por su atuen­do mas­cu­lino y su pei­na­do poco feme­nino; como tal, Lau­re es inte­gra­da al círcu­lo de ami­gos de Lisa y cuan­do le pre­gun­tan por su nom­bre, dice lla­mar­se Michael. En gene­ral no le resul­ta difí­cil disi­mu­lar su con­di­ción con excep­ción de cier­tos momen­tos como cuan­do sur­ge la nece­si­dad de ori­nar, la niña/niño se ve en peque­ñas com­pli­ca­cio­nes al estar obligada(o) a hacer­lo con los otros chi­cos o bien cuan­do Lisa mani­fies­ta hacia ella un sen­ti­mien­to de atrac­ción sexual al supo­ner­la varón. Como es de supo­ner, esta fic­ción no pue­de eter­ni­zar­se, pero es mejor dejar al lec­tor que des­cu­bra por sí mis­mo el deve­nir de los acontecimientos.

Aun­que Laure/Michael se vea for­za­da a tener que optar entre dos iden­ti­da­des opues­tas, la cual influi­rá para afian­zar su per­so­na­li­dad fren­te al entorno social que la rodea, la rea­li­za­do­ra no inten­ta dra­ma­ti­zar la situa­ción ni tam­po­co pro­fun­di­zar el pro­ble­ma plan­tea­do. En cam­bio uti­li­za la pre­fe­ren­cia sexual de la niña como un recur­so para esta­ble­cer la diná­mi­ca inter­ac­ción exis­ten­te en el mun­do infan­til y cómo des­de tem­pra­na edad, los niños tie­nen una cla­ra noción de lo que aguar­dan sobre el com­por­ta­mien­to del géne­ro sexual al que per­te­ne­cen y al opuesto.

Den­tro de su sen­ci­llez, el film ilus­tra muy bien la eta­pa e ino­cen­cia de la pre­ado­les­cen­cia y cuen­ta con un elen­co fun­da­men­tal­men­te inte­gra­do por chi­cos cuyas eda­des fluc­túan entre los 5 y 10 años que impre­sio­nan por su asom­bro­sa natu­ra­li­dad; den­tro del con­jun­to mere­cen des­ta­car­se el pro­mi­so­rio debut de la peque­ña Léva­na que ofre­ce algu­nos momen­tos de humor y espon­tá­neo encan­to así como el mag­ní­fi­co desem­pe­ño de la niña Héran en el difí­cil rol pro­ta­gó­ni­co sin recu­rrir a ama­ne­ra­mien­tos o afec­ta­cio­nes que pudie­ran res­tar­le credibilidad.

Con­clu­sión: Un sen­si­ble film, muy bien rela­ta­do y que se lo apre­cia con con­si­de­ra­ble sim­pa­tía. Jor­ge Gutman