Una Atrac­ti­va Gira Europea

MADA­GAS­CAR 3: EUROPE’S MOST WAN­TED. Esta­dos Uni­dos, 2012. Un film de ani­ma­ción de Eril Dar­nell, Torm McGrath y Con­rad Vernon. 

UNA ATRACTIVA GIRA EUROPEA

Este film es el ter­ce­ro de una fran­qui­cia exi­to­sa. Habien­do uti­li­za­do los nece­sa­rios y apro­pia­dos ingre­dien­tes para que este rela­to de ani­ma­ción pudie­ra satis­fa­cer tan­to a los chi­cos como al públi­co adul­to, los direc­to­res Eril Dar­nell, Torm McGrath y Con­rad Ver­non, uti­li­zan el buen guión de Dar­nell y del rea­li­za­dor Noah Bam­bach para brin­dar un rela­to colo­ri­do y pleno de humor, real­za­do esta vez por el uso de la ter­ce­ra dimensión. 

Con­ti­nuan­do la his­to­ria del encan­ta­dor cuar­te­to de ani­ma­les que han esca­pa­do del zoo­ló­gi­co de Cen­tral Park de Nue­va York en pro­cu­ra de liber­tad (el film ini­cial de la serie, 2005), des­pués de haber esta­do en Mada­gas­car deci­den regre­sar al hogar pero acci­den­tal­men­te reca­lan en Áfri­ca don­de que­dan vara­dos (el segun­do capí­tu­lo, 2008), aquí la saga con­ti­núa con una aven­tu­ra euro­pea. Sus prin­ci­pa­les per­so­na­jes siguen sien­do el león Alex (voz de Ben Sti­ller), la cebra Marty (voz de Chris Rock), la jira­fa Mel­man (voz de David Sch­wim­mer) y la hipo­pó­ta­mo Glo­ria (voz de Jada Pin­kett Smith) quie­nes soñan­do con retor­nar a Nue­va York deci­den en cam­bio diri­gir­se a Mon­te­car­lo para asis­tir al famo­so casino y ubi­car a sus ami­gos pin­güi­nos. Allí, las cosas no se pro­du­cen de acuer­do a lo pla­nea­do y es así que pron­ta­men­te los 4 cama­ra­das son per­se­gui­dos por una psi­có­pa­ta agen­te con­tro­la­do­ra de ani­ma­les (voz de Fran­ces McDor­mand) que está obs­ti­na­da en atra­par­los para exterminarlos. 

Des­pués de una fre­né­ti­ca cace­ría huma­na a tra­vés de Mon­te­car­lo, el cuar­te­to entra en con­tac­to con unos talen­to­sos ani­ma­les que tra­ba­jan en un cir­co, don­de entre los mis­mos se encuen­tran la foca Ste­fano (voz de Mar­tin Short), el tigre Vitaly (voz de Bryan Crans­ton) y la avis­pa­da jaguar ita­lia­na Gia (voz de Jes­si­ca Chas­tain) de quien Alex habrá de ena­mo­rar­se. Inte­gra­dos al nue­vo gru­po, la amplia­da trou­pe con­ti­nua­rá sus actua­cio­nes en Roma y Lon­dres ofre­cien­do un des­lum­bran­te y ver­ti­gi­no­so show. Pre­ci­sa­men­te, uno de los momen­tos más agra­da­bles del film es el núme­ro cir­cen­se, cier­ta­men­te ins­pi­ra­do en el famo­so Cir­que du Soleil, en don­de las gra­cio­sas pirue­tas, sor­pren­den­tes acro­ba­cias y movi­mien­tos de los sim­pá­ti­cos y que­ren­do­nes ani­ma­les al com­pás de la músi­ca de Hanz Zim­mer espe­cial­men­te selec­cio­na­da, con­fi­gu­ran un espec­tácu­lo pleno de magia y encan­to, real­za­dos mag­ní­fi­ca­men­te por los efec­tos del 3D

Cuan­do la gira con­clu­ye en Nue­va York, Alex y sus cama­ra­das debe­rán reva­luar si las expe­rien­cias de Áfri­ca y Euro­pa y la liber­tad goza­da a lo lar­go del camino com­pen­san las aten­cio­nes y mimos reci­bi­dos en cau­ti­ve­rio en el zoo­ló­gi­co neo­yor­kino. Pero en todo caso, la con­ti­nua­ción de esta his­to­ria depen­de­rá de la exis­ten­cia de un cuar­to capí­tu­lo don­de la ima­gi­na­ción de los guio­nis­tas podría trans­por­tar­los al con­ti­nen­te asiá­ti­co, Amé­ri­ca lati­na o bien a la Antár­ti­da. Todo es posible. 

Con­clu­sión: Una logra­da con­ti­nua­ción de una serie capaz de satis­fa­cer gra­ta­men­te a todo públi­co por la sim­pa­tía de sus per­so­na­jes, el buen humor impe­ran­te, sus efec­tos espe­cia­les y un ver­ti­gi­no­so rit­mo que nun­ca decae. Jor­ge Gutman 

Blan­ca Nie­ves y el Cazador

SNOW WHI­TE AND THE HUN­TS­MAN. Esta­dos Uni­dos, 2012. Un film de Rupert San­ders. Elen­co: Kris­ten Ste­wart, Chris Hems­worth, Char­li­ze Theron 

BLANCA NIEVES Y EL CAZADOR

Tras el insí­pi­do film Mirror Mirror, juz­ga­do hace pocos meses y basa­do en el céle­bre cuen­to de Blan­ca Nie­ves de los her­ma­nos Grimm, lle­ga aho­ra otra ver­sión dia­me­tral­men­te opues­ta con Blan­ca Nie­ves y el Caza­dor que aun­que más ambi­cio­sa de nin­gún modo lle­ga a impre­sio­nar. No es el caso de cues­tio­nar has­ta dón­de el rela­to se ajus­ta o no –que cier­ta­men­te no lo hace- al cuen­to ori­gi­nal; lo que intere­sa es que esta fan­ta­sía com­ple­ta­men­te des­ti­na­da a los adul­tos y de nin­gu­na mane­ra apro­pia­da para los niños, tra­ta de uti­li­zar la pre­mi­sa bási­ca de la his­to­ria como fuen­te de ins­pi­ra­ción para con­ver­tir­la en un rela­to de acción béli­co con­vul­sio­na­do que no lle­ga a cuajar.

El plá­ci­do comien­zo con la dul­ce niñi­ta Blan­ca Nie­ves al lado de su madre, se ve rápi­da­men­te trun­ca­do cuan­do ésta mue­re. Su padre, el buen rey, se sien­te al poco tiem­po hechi­za­do por Raven­na (Char­li­ze The­ron), una sub­yu­gan­te her­mo­sa joven con pode­res mági­cos con quien lle­ga a casar­se; en la noche de bodas, su fla­man­te y malé­vo­la espo­sa lo acu­chi­lla fría­men­te asu­mien­do el con­trol del rei­na­do y ence­rran­do a su peque­ña hijas­tra en una ele­va­da torre. Cuan­do des­pués de algu­nos años Raven­na des­cu­bre a tra­vés del famo­so espe­jo que la ado­les­cen­te Blan­ca­nie­ves (Kris­ten Ste­wart) la supera en belle­za, su orgu­llo no le per­mi­te que eso ocu­rra. Como la joven prin­ce­sa ha logra­do esca­par inter­nán­do­se en un som­brío bos­que, la villa­na rei­na con­tra­ta los ser­vi­cios de un hos­co caza­dor (Chris Hems­worth) para que la ase­si­ne. Sin embar­go, este hom­bre se con­ver­ti­rá en su pro­tec­tor y se aso­cia­rá a la prin­ce­sa acom­pa­ñán­do­la en una épi­ca ges­ta para ven­gar­se de la des­pia­da­da soberana. 

De allí en más Blan­ca Nie­ves es aho­ra una líder mili­tar que asu­me las carac­te­rís­ti­cas de una Jua­na de Arco con­tem­po­rá­nea, en tan­to que la fábu­la ori­gi­nal se con­vier­te en una fan­ta­sía de acción y lucha; todo eso está narra­do sin mucho asi­de­ro, aun­que cabe admi­tir que el rela­to con­tie­ne cier­tas esce­nas de mági­ca belle­za, gra­cias a los logra­dos efec­tos espe­cia­les. Con res­pec­to a los enani­tos, aquí no son 7 sino 8 enanos de natu­ra­le­za beli­ge­ran­te que acom­pa­ña­rán a nues­tra heroí­na en la tarea que se pro­po­ne. Con inter­pre­ta­cio­nes correc­tas aun­que irre­le­van­tes, lo que se apre­cia es un ele­gan­te pero flá­ci­do film de aven­tu­ras que se pro­lon­ga dema­sia­do sin un rit­mo flui­do que lo aligere. 

Con­clu­sión: Para quie­nes bus­quen acción sin mucha emo­ción, este film podrá satis­fa­cer­les; para quie­nes en cam­bio quie­ran sumer­gir­se en el encan­to del bello cuen­to, nada mejor que recu­rrir a la mara­vi­llo­sa pelí­cu­la que Walt Dis­ney nos legó. Jor­ge Gutman

Un Film Géli­do y Anémico

COS­MO­PO­LIS. Fran­cia-Cana­dá, 2012. Un film de David Cro­nen­berg. Elen­co: Robert Pat­tin­son, Juliet­te Bino­che, Mathieu Amalric, Samantha Mor­ton, Paul Giamatti 

UN FILM GELIDO Y ANEMICO

El res­pe­ta­do cineas­ta cana­dien­se David Cro­nen­berg des­ilu­sio­na con su últi­mo film Cos­mo­po­lis. Par­te del pro­ble­ma resi­de en que el guión del cual es res­pon­sa­ble, basa­do en la nove­la homó­ni­ma de Don DeLi­llo publi­ca­da en 2003, no logra cap­tar su con­te­ni­do dan­do como resul­ta­do un film iner­te que dis­ta de estar a la altu­ra de sus mejo­res tra­ba­jos como lo han sido, entre otros, A His­tory of Vio­len­ce (2005) y A Dan­ge­rous Method (2011). 

El film tal cual ha sido con­ce­bi­do es una débil ilus­tra­ción de la deca­den­cia del sis­te­ma capi­ta­lis­ta repre­sen­ta­da por la figu­ra de su per­so­na­je cen­tral. Éste es Eric Par­ker (Robert Pat­tin­son), un joven mul­ti­mi­llo­na­rio de 28 años que se mue­ve en el mun­do de las altas finan­zas en don­de has­ta el momen­to no ha dado un paso en fal­so, aun­que en el día en que trans­cu­rre la acción, todo está a pun­to de zozo­brar según el infor­me sumi­nis­tra­do por algu­nos de sus empleados. 

La mayor par­te del rela­to tie­ne lugar en la osten­to­sa limu­si­na en que via­ja Erik a tra­vés del cen­tro de Manhat­tan acom­pa­ña­do de Tor­val (Kevin Durand), su guar­da­es­pal­das y jefe de segu­ri­dad, con el pro­pó­si­to de lle­gar a su pelu­que­ría favo­ri­ta para un cor­te de pelo. El via­je se trans­for­ma en una suer­te de infierno debi­do a que la ciu­dad se encuen­tra par­cial­men­te cerra­da al trán­si­to por una visi­ta que rea­li­za el pre­si­den­te esta­dou­ni­den­se crean­do difi­cul­to­sos embo­te­lla­mien­tos; ade­más, las mani­fes­ta­cio­nes calle­je­ras anti­ca­pi­ta­lis­tas agre­gan cier­to males­tar duran­te el reco­rri­do, a pesar de que el via­je­ro se encuen­tra com­ple­ta­men­te inmu­ne a lo que está pasan­do. Todo el via­je está mati­za­do por la apa­ri­ción de varios per­so­na­jes que subien­do y bajan­do del lujo­so auto­mó­vil van actuan­do como inter­lo­cu­to­res de Erik; entre algu­nos de ellos se encuen­tra su espo­sa (Sarah Gadon), su aman­te (Juliet­te Bino­che) con la cual se rela­ja sexual­men­te, una gurú finan­cie­ra (Samantha Mor­ton) como tam­bién debe enfren­tar a un enlo­que­ci­do pas­te­le­ro (Mathieu Amalric). Simul­tá­nea­men­te a estos hechos, Eric reci­be un infor­me médi­co don­de se impo­ne que su prós­ta­ta es asi­mé­tri­ca sin que él ni el públi­co sepa lo que eso sig­ni­fi­ca, a pesar de que ese comen­ta­rio vuel­ve a repe­tir­se a lo lar­go del film. 

Como una pará­bo­la de la deca­den­cia del capi­ta­lis­mo, el rela­to no ofre­ce nada nue­vo res­pec­to de lo ya vis­to en pelí­cu­las más serias, recu­rrien­do a un diá­lo­go pre­ten­di­da­men­te filo­só­fi­co pero que en últi­ma ins­tan­cia resul­ta banal y abu­rri­do. La últi­ma media hora del film decep­cio­na aún más a tra­vés de una fati­go­sa con­ver­sa­ción entre Par­ker y un frus­tra­do anti­guo emplea­do (Paul Gia­mat­ti) que lo ame­na­za, con­du­cien­do a un des­en­la­ce insatisfactorio. 

A nivel inter­pre­ta­ti­vo, Cro­nen­berg, inex­pli­ca­ble­men­te, se ha vali­do de Pat­tin­son para ani­mar a su per­so­na­je cen­tral. Si bien este actor goza de enor­me popu­la­ri­dad por par­te del públi­co ado­les­cen­te debi­do a su inter­ven­ción como el vam­pi­ro de la serie Twi­light, su actua­ción pro­ta­gó­ni­ca es deci­di­da­men­te medio­cre; sólo se limi­ta a repe­tir en for­ma monó­to­na lo que el guión le indi­ca, sin agre­gar la míni­ma expre­si­vi­dad o emo­ción al rol que desempeña. 

Con­clu­sión: A pesar de un tema de vigen­te actua­li­dad, Cro­nen­berg ofre­ce un rela­to ané­mi­co, dra­má­ti­ca­men­te poco atrac­ti­vo, pobre en diá­lo­gos y con per­so­na­jes deci­di­da­men­te hue­cos. Jor­ge Gutman

El Valor de una Amistad

INTOU­CHA­BLES. Fran­cia, 2011. Un film escri­to y diri­gi­do por Oli­vier Naka­che y Eric Tole­dano. Elen­co: Fra­nçois Clu­zet, Omar Sy

EL VALOE DE UNA AMISTAD

De tan­to en tan­to sue­len pre­sen­tar­se pelí­cu­las que per­te­ne­cen a una épo­ca ya ida, que en inglés se las sue­le lla­mar old fashio­ned. Intou­cha­bles encua­dra en esta cate­go­ría por­que pre­sen­ta una his­to­ria narra­da de mane­ra con­ven­cio­nal, ape­la a los sen­ti­mien­tos más genui­nos que todo ser humano posee y por­que alien­ta un men­sa­je de amis­tad y soli­da­ri­dad que lle­ga a cual­quier tipo de audien­cia con gran facilidad.

Basa­do en un caso real e ins­pi­ra­do en el libro Le second souf­flé, el rela­to pre­sen­ta a Phi­lli­pe (Fra­nçois Clu­zet), un millo­na­rio aris­tó­cra­ta viu­do de apro­xi­ma­da­men­te 50 años que como con­se­cuen­cia de un gra­ve acci­den­te depor­ti­vo que lo ha deja­do tetra­plé­ji­co y en silla de rue­das requie­re de una per­so­na que lo atien­da y lo ayu­de en sus dia­rias nece­si­da­des físi­cas, espe­cial­men­te en el des­pla­za­mien­to exte­rior. De los varios aspi­ran­tes al pues­to, Phi­lip­pe recha­za a los más cali­fi­ca­dos para ter­mi­nar con­tra­tan­do al que otros en su lugar habrían recha­za­do de inme­dia­to; se tra­ta de Driss (Omar Sy), un joven negro inmi­gran­te que aca­ba de salir de la cár­cel por un deli­to menor y que des­de el momen­to en que cono­ce a su poten­cial patrón lo tra­ta de igual a igual hacien­do com­ple­ta abs­trac­ción de su dis­mi­nui­da con­di­ción física.

Si quie­nes se atie­nen a la sinop­sis pre­ce­den­te pue­den sen­tir­se incli­na­dos a no ver algo que les parez­ca tri­lla­do o poco ori­gi­nal, me cabe seña­lar que el film de Oli­vier Naka­che y Eric Tole­dano tie­ne el gran méri­to de haber evi­ta­do un las­ti­mo­so melo­dra­ma para brin­dar en cam­bio una exce­len­te come­dia dra­má­ti­ca don­de des­de el prin­ci­pio has­ta el final pri­ma el buen humor per­mi­tien­do que uno se sien­ta con­ta­gia­do por su radian­te optimismo.

Fun­da­men­tan­do lo que ante­ce­de se pue­de apre­ciar que la opo­si­ción de carac­te­res y el medio social al que per­te­ne­cen los dos per­so­na­jes cen­tra­les no está suje­ta al mani­queís­mo del rico cul­to y tulli­do ver­sus el inmi­gran­te negro, rús­ti­co y de esca­sa cul­tu­ra. Por el con­tra­rio, la viven­cia dia­ria que pro­du­ce esta atí­pi­ca rela­ción con­du­ce a situa­cio­nes tan rea­lis­tas como dis­pa­ra­ta­das en la medi­da que el dis­cur­so del rela­to es com­ple­ta­men­te natu­ral y con­vin­cen­te. De allí que la for­ma en que se va plas­man­do la amis­tad entre ambos indi­vi­duos, resi­de en la inge­nio­si­dad de los rea­li­za­do­res de haber sabi­do tras­lu­cir la esen­cia huma­na de sus per­so­na­jes y de mos­trar al pro­pio tiem­po –tal como ha ocu­rri­do en la reali­dad- cómo es posi­ble supe­rar las barre­ras socia­les, eco­nó­mi­cas y cul­tu­ra­les que los separan.

Si aquí se está en pre­sen­cia de un inte­li­gen­te guión que Naka­che y Tole­dano han sabi­do apro­ve­char equi­li­bran­do las aris­tas dra­má­ti­cas con las cómi­cas, no menos cier­to es que la ver­da­de­ra gra­vi­ta­ción del film recae en sus acto­res prin­ci­pa­les. Clu­zet rea­li­za un gran esfuer­zo inter­pre­ta­ti­vo por cuan­to al que­dar impe­di­do de mover su cuer­po, solo le res­ta el recur­so de ape­lar a la expre­si­vi­dad de su ros­tro, hecho que que­da trans­mi­ti­do estu­pen­da­men­te; por su par­te Sy es toda una reve­la­ción al brin­dar todos los mati­ces posi­bles per­mi­tien­do que su per­so­na­je logre un encan­to y caris­ma espe­cial que con­quis­ta de inme­dia­to al espec­ta­dor. Ade­más de haber sabi­do pro­yec­tar con increí­ble proeza la rique­za total de los per­so­na­jes que ani­man, ambos acto­res logran una com­pli­ci­dad impa­ga­ble don­de hay momen­tos en que esa inter­re­la­ción pro­du­ce espon­tá­neas car­ca­ja­das que recon­for­tan el espí­ri­tu del públi­co que los está observando.

En la par­te téc­ni­ca, la músi­ca de Ludo­vi­co Einau­di resal­ta con sobrie­dad la emo­ción del rela­to con agra­da­bles temas de músi­ca clá­si­ca y pop.

Con­clu­sión: Un film cáli­do, entre­te­ni­do, toni­fi­can­te que ilus­tra y cele­bra los valo­res de una gran amis­tad. A todas luces reco­men­da­ble. Jor­ge Gutman

His­te­ria Femenina

HYS­TE­RIA. Esta­dos Uni­dos-Gran Bre­ta­ña, 2011. Un film de Tan­ya Wex­ler. Elen­co: Hugh Dancy, Mag­gie Gyllenhaal, Jonathan Pry­ce, Rupert Everett 

HYSTERIA FEMENINA

Basa­do en la ver­da­de­ra his­to­ria de Joseph Mor­ti­mer Gran­vi­lle, la rea­li­za­do­ra Tan­ya Wex­ler abor­da en tono de come­dia la con­di­ción sexual de la mujer en Gran Bre­ta­ña hacia fina­les del siglo 19, en ple­na épo­ca vic­to­ria­na- y los hechos que con­du­je­ron a la inven­ción del vibra­dor eléctrico.

Gran­vi­lle (Hugh Dancy) es un joven y entu­sias­ta médi­co lon­di­nen­se cuyas moder­nas ideas cien­tí­fi­cas no son apre­cia­das seria­men­te por sus cole­gas. Cuan­do está a pun­to de aban­do­nar la pro­fe­sión sale al encuen­tro del Dr. Robert Dalrym­ple (Jonathan Pry­ce) quien es con­si­de­ra­do como el más impor­tan­te espe­cia­lis­ta en una enfer­me­dad deno­mi­na­da his­te­ria feme­ni­na, solu­cio­nan­do el pro­ble­ma de sus pacien­tes con un masa­je manual; de nin­gún modo Dalrym­ple podría ima­gi­nar que esa pseu­do enfer­me­dad no es sino el sín­to­ma que expe­ri­men­ta la mujer cuan­do se sien­te urgi­da en satis­fa­cer sus nece­si­da­des sexua­les. Tenien­do en cuen­ta esa cir­cuns­tan­cia y con la ayu­da de un ami­go (Rupert Eve­rett) exper­to en elec­tri­ci­dad y fas­ci­na­do con los ade­lan­tos tec­no­ló­gi­cos, Gran­vi­lle con­ci­be de este modo el pri­mer vibra­dor elec­tro­me­cá­ni­co capaz de ali­viar las ten­sio­nes mus­cu­la­res de las pacien­tes que sufren de his­te­ria. Lo intere­san­te de todo ello es que la afor­tu­na­da aso­cia­ción de Mor­ti­mer con Char­lot­te (Mag­gie Gyllenhaal), la femi­nis­ta y resuel­ta hija de Dalrym­ple, con­tri­bu­yó para el éxi­to de este proyecto.

Desa­rro­lla­do como una come­dia hila­ran­te, Wex­ler ha con­si­de­ra­do este urti­can­te tema con máxi­ma suti­le­za y fine­sa per­mi­tien­do que la audien­cia se divier­ta de bue­na gana en gran par­te del metra­je y sobre todo cuan­do tie­nen lugar las sesio­nes de tra­ta­mien­to de las pacien­tes. Pero más allá de su natu­ral comi­ci­dad, el film ilus­tra cómo el apor­te cien­tí­fi­co de Gran­vi­lle per­mi­tió que la mujer goza­ra de una inde­pen­den­cia sexual que has­ta enton­ces carecía.

Con­clu­sión: Wex­ler logró un inge­nio­so, diver­ti­do y refres­can­te rela­to sobre la repre­sión sexual feme­ni­na que logra­rá la adhe­sión incon­di­cio­nal de todo tipo de públi­co. Jor­ge Gutman