La Extra­ña Vida de Timothy Green

THE ODD LIFE OF TIMOTHY GREEN. Esta­dos Uni­dos, 2012. Un film escri­to y diri­gi­do por Peter Hed­ges. Elen­co: Jen­ni­fer Gar­ner, Joel Edger­ton, Came­ron Adams LA EXTRAÑA VIDA DE TIMOTHY GREEN

Den­tro del géne­ro de rea­lis­mo mági­co, el direc­tor y guio­nis­ta Peter Hed­ges plan­tea en las pri­me­ras imá­ge­nes de este film un caso intere­san­te que per­mi­te la rápi­da iden­ti­fi­ca­ción con sus personajes. 

Jen­ni­fer Gar­ner y Joel Edger­ton ani­man a Cindy y Jim Green res­pec­ti­va­men­te, un matri­mo­nio que ha rea­li­za­do todos los esfuer­zos posi­bles para con­ce­bir un hijo sin haber­lo logra­do. El día en que reci­ben el diag­nós­ti­co médi­co con­fir­man­do que Cindy no podrá que­dar jamás emba­ra­za­da, los cón­yu­ges deci­den fan­ta­sear sobre el hijo que hubie­ran desea­do tener, escri­bien­do sus atri­bu­tos en un papel que des­pués de haber sido colo­ca­do en una caja de made­ra la entie­rran en el jar­dín de la casa don­de viven; de este modo, las espe­ran­zas que habían depo­si­ta­do de tener un hijo han que­da­do sepul­ta­das. Sin embar­go, los hechos demos­tra­rán lo con­tra­rio cuan­do a la maña­na siguien­te, en ese mis­mo lugar, bro­ta mis­te­rio­sa­men­te un encan­ta­dor niño de 10 años con hojas adhe­ri­das a sus pier­nas y que dice lla­mar­se Timothy Green (Came­ron Adams). Así este chi­co, que reúne todas las carac­te­rís­ti­cas que Cindy y Jim habían ima­gi­na­do en un hijo, es inme­dia­ta­men­te adop­ta­do por ellos y todo pare­ce­ría pre­de­cir que el gran sue­ño de ser padres final­men­te se ha concretado.

Para pro­se­guir con lo que el rela­to pro­po­ne es nece­sa­rio dejar toda resis­ten­cia a la cre­di­bi­li­dad; pero tra­tán­do­se de una fan­ta­sía ese deta­lle es fácil­men­te supe­ra­ble, sobre todo por el tono afec­ti­vo que va adqui­rien­do el desa­rro­llo de la tra­ma. Sin entrar en deta­lles, lo que sigue es el pro­ce­so de adap­ta­ción de los padres al niño, de éste hacia sus padres adop­ti­vos así como al medio social don­de le toca vivir.

Aun­que sin gran pro­fun­di­dad, Hed­ges logró una bue­na come­dia dra­má­ti­ca don­de refle­ja las emo­cio­nes de una vida en fami­lia, la difí­cil res­pon­sa­bi­li­dad de la pater­ni­dad de padres inex­per­tos, los incon­ve­nien­tes que Timothy debe supe­rar con sus com­pa­ñe­ros de escue­la por ser dife­ren­te, la rela­ción amis­to­sa que enta­bla con una tími­da niña (Ode­ya Rush) com­par­tien­do sus horas libres, así como los sen­ti­mien­tos de amor y pér­di­da que trae apa­re­ja­do el des­en­la­ce del rela­to. Toda la his­to­ria se desa­rro­lla den­tro del mar­co de una situa­ción eco­nó­mi­ca crí­ti­ca cuan­do la fábri­ca de lápi­ces don­de tra­ba­ja Jim, que a su vez es la más impor­tan­te de la peque­ña ciu­dad, ame­na­za cerrar sus operaciones.

En más de una opor­tu­ni­dad el rela­to bor­dea con la nota melo­dra­má­ti­ca; sin embar­go, el rea­li­za­dor evi­tó que su his­to­ria se con­vier­ta arti­fi­cial­men­te sen­ti­men­tal per­mi­tien­do en cam­bio que las emo­cio­nes flo­rez­can en for­ma natu­ral y espontánea.

Con­clu­sión: Con una pre­mi­sa impro­ba­ble, he aquí una fan­ta­sía agri­dul­ce de modes­tas ambi­cio­nes que trans­mi­te cali­dez y sen­ti­mien­to, en gran par­te por la logra­da inter­pre­ta­ción del peque­ño Adams quien pro­por­cio­na ter­nu­ra y huma­ni­dad en el rol que le ha toca­do desem­pe­ñar. Jor­ge Gutman