Amor es todo lo que necesitas

LOVE IS ALL YOU NEED. Dina­mar­ca, 2012. Un film de Susan­ne Blier

Love is all you need

Pier­ce Bros­nan y Tri­ne Dyrholm

La des­ta­ca­da rea­li­za­do­ra dane­sa Susan­ne Bier, cuyo penúl­ti­mo tra­ba­jo In a Bet­ter World mere­ció el Oscar al mejor film extran­je­ro en 2010, deja a un lado el dra­ma para abor­dar el géne­ro de la come­dia román­ti­ca. Si bien Love is all you need no res­pon­de exac­ta­men­te al tipo de pelí­cu­las que den­tro de esa temá­ti­ca sole­mos ver en el cine de Holly­wood, hay no obs­tan­te cier­to pare­ci­do en cuan­to al plan­teo de situa­cio­nes que res­pon­den a fór­mu­las bien cono­ci­das sin que exis­ta mayor inno­va­ción al res­pec­to. No es que la pelí­cu­la sea medio­cre, pero vinien­do de esta rea­li­za­do­ra uno aguar­da un rela­to de mayor enver­ga­du­ra, sin tan­tas coin­ci­den­cias y en don­de las situa­cio­nes plan­tea­das ten­ga un mayor viso de credibilidad.

Tri­ne Dyrholm, una exce­len­te actriz dane­sa que tra­ba­jó con Blier en su ante­rior pelí­cu­la, ani­ma a Ida, una pelu­que­ra recu­pe­rán­do­se con todo éxi­to de su cán­cer al pecho des­pués de su últi­mo tra­ta­mien­to de qui­mio­te­ra­pia. Cuan­do sor­pre­si­va­men­te des­cu­bre que su mari­do Leif (Kim Bod­nia) la enga­ña con una cole­ga (Chris­tia­ne Schaum­burg-Müller), afec­ta­da por la situa­ción deci­de par­tir para Ita­lia sin él para asis­tir a la boda de su hija Astrid (Molly Blixt Ege­lind) con Patrick (Sebas­tian Jes­sen) que se rea­li­za­rá en una her­mo­sa villa de Sorren­to. Al lle­gar al aero­puer­to para abor­dar el avión que la tras­la­da­rá a Ita­lia, al retro­ce­der su coche cho­ca al lujo­so auto­mó­vil de Phi­lip (Pier­ce Bros­nan), un adi­ne­ra­do hom­bre de nego­cios que es viu­do; ese pri­mer encuen­tro poco agra­da­ble con­du­ci­rá a una sor­pre­sa mayor cuan­do ella des­cu­bre que Phi­lip es el padre de su futu­ro yerno y que tam­bién se apres­ta a efec­tuar ese via­je para asis­tir al casa­mien­to de su hijo. No es nece­sa­rio anti­ci­par más para expli­ci­tar lo que acon­te­ce­rá entre ambos. Para cubrir el metra­je de casi dos horas, el guión intro­du­ce per­so­na­jes secun­da­rios que agre­gan cier­tos ras­gos de inte­rés al rela­to como por ejem­plo la pre­sen­cia de la cuña­da de Patrick (Papri­ka Steen) en un per­so­na­je anti­pá­ti­co pero agra­da­ble de con­tem­plar, la ines­pe­ra­da lle­ga­da de Leif con su nue­va pare­ja, así como cier­tas com­pli­ca­cio­nes que sur­gen para los jóve­nes novios.

Como en todos los fil­mes de Blier, ella sabe nutrir­se de un efi­cien­te elen­co y en tal sen­ti­do el nivel de actua­ción es lo mejor de esta pro­duc­ción, don­de espe­cial­men­te Dyrholm se dis­tin­gue por la muy bue­na carac­te­ri­za­ción ofre­ci­da de una mujer que due­ña de gran for­ta­le­za sien­te cier­ta con­fu­sión sobre cómo debe actuar fren­te a las cir­cuns­tan­cias que la vida le plan­tea. Bros­nan como co-pro­ta­go­nis­ta se defien­de muy bien y las mejo­res esce­nas se logran cuan­do él apa­re­ce sólo con Dyrholm don­de sus per­so­na­jes cam­bian impre­sio­nes sobre los con­tra­tiem­pos atra­ve­sa­dos. Por lo demás, Love Is All You Need es dema­sia­do sim­ple en su esque­ma, don­de nada sor­pren­de, casi todo es obvio y pre­de­ci­ble y a la pos­tre hay cier­ta ruti­na que se apo­de­ra del rela­to afec­tan­do la cali­dad del mismo.

Téc­ni­ca­men­te, se apre­cia el nivel de pro­duc­ción, des­ta­cán­do­se la bue­na foto­gra­fía que cap­ta los her­mo­sos esce­na­rios de la cos­ta italiana. 

Con­clu­sión: Un tra­ba­jo menor de Susan­ne Blier que aun­que bien fil­ma­do y agra­da­ble de ver, su fal­ta de ori­gi­na­li­dad no lo hace memo­ra­bleJor­ge Gutman