Un Trá­gi­co Año Nuevo

FRUIT­VA­LE STA­TION. Esta­dos Uni­dos, 2013. Un film escri­to y diri­gi­do por Ryan Coogler 

 Michael B. Jordan y Ariana Neal

Michael B. Jor­dan y Aria­na Neal

Esta ópe­ra pri­ma del joven rea­li­za­dor afro­ame­ri­cano Ryan Coogler abor­da en for­ma de fic­ción un dra­má­ti­co y reso­nan­te epi­so­dio que tuvo lugar en las pri­me­ras horas del Año Nue­vo de 2009 don­de un poli­cía blan­co mató a un joven negro de 22 años en la esta­ción de metro “Fruit­va­le” que se encuen­tra ubi­ca­da en Oakland, Cali­for­nia. Ese epi­so­dio cau­só con­si­de­ra­ble ten­sión racial, sobre todo por­que con un pre­si­den­te negro elec­to que asu­mi­ría el poder en pocos días más se cre­yó que valio­sos nue­vos vien­tos esta­ban soplan­do en los Esta­dos Uni­dos. Por si eso fue­se poco, el film que se comen­ta se estre­na en momen­tos en que la pobla­ción ame­ri­ca­na está con­vul­sio­na­da por el vere­dic­to del jui­cio don­de el hom­bre blan­co Geor­ge Zim­mer­man que­da absuel­to de cul­pa y car­go por haber dis­pa­ra­do y oca­sio­na­do la muer­te en febre­ro de 2012 al negro Tray­von Mar­tin, por haber supues­to que éste podía ata­car­lo. 

El film que comien­za pre­ci­sa­men­te con el ase­si­na­to de Grant (Michael B. Jor­dan) retro­ce­de en 24 horas para ilus­trar cómo trans­cu­rrió el 31 de diciem­bre de 2008, últi­mo día del año y de su exis­ten­cia. Oscar es pre­sen­ta­do como un noble mucha­cho aman­te de su pare­ja Sophi­na (Melo­nie Diaz), cari­ño­so padre de la peque­ña Tatia­na (Aria­na Neal) y afec­tuo­so hijo de Wan­da (Octa­via Spen­cer); aun­que su pasa­do es un tan­to tur­bio por­que pasó algún tiem­po en pri­sión por razo­nes que nun­ca se expli­ci­tan en el rela­to, aho­ra tra­ta de enca­rar una vida más aus­pi­cio­sa y salu­da­ble para sal­va­guar­dar a su que­ri­da fami­lia y a sí mis­mo. 

No es nece­sa­rio abar­car otros aspec­tos inci­den­ta­les que tie­nen lugar en esa jor­na­da sal­vo su cul­mi­na­ción don­de Oscar y Sophi­na jun­to con otros ami­gos se reúnen para reci­bir la lle­ga­da del nue­vo año. Al estar via­jan­do en el metro que los con­du­ci­ría al lugar don­de pen­sa­ban fes­te­jar el acon­te­ci­mien­to se pro­du­cen unos dis­tur­bios que se tra­du­cen en peleas has­ta que la inter­ven­ción poli­cial obli­ga a Oscar y los suyos a des­cen­der en la esta­ción Fruit­va­le; allí Oscar es espo­sa­do y en un epi­so­dio poco cla­ro es balea­do sin sen­ti­do por un poli­cía lo que con­du­jo a su muer­te pocas horas des­pués, habién­do­se así con­ver­ti­do en un invo­lun­ta­rio már­tir. 

Esta pelí­cu­la que mere­ci­da­men­te fue pre­mia­da en el fes­ti­val de Sun­dan­ce de este año por el jura­do y por el públi­co ade­más de haber reci­bi­do una dis­tin­ción en el de Can­nes se des­ta­ca por su increí­ble sen­ci­llez rela­tan­do una jor­na­da sig­na­da por la tra­ge­dia con sin­ce­ra emo­ción. En todo momen­to Coogler logra una pin­tu­ra de una fami­lia negra con pro­fun­do afec­to y a pesar de la ter­nu­ra que sien­te hacia cada uno de los per­so­na­jes que la inte­gran, de nin­gún modo cae en algún tipo de sen­ti­men­ta­lis­mo des­bor­dan­te. Adop­tan­do un bajo per­fil, el rea­li­za­dor dis­ta de retra­tar a Oscar como un san­to por­que no es su inten­ción idea­li­zar­lo sino expo­ner­lo como un real indi­vi­duo de car­ne y hue­so que vivien­do en un medio social don­de impe­ra la pobre­za, el deli­to y la dro­ga, está dis­pues­to a res­pe­tar y ser mere­ce­dor de la inte­gri­dad y hones­ti­dad de su fami­lia. En líneas gene­ra­les, el cua­dro logra­do en la ínti­ma des­crip­ción del núcleo fami­liar es remar­ca­ble, per­mi­tien­do que cual­quier espec­ta­dor pue­da cap­tar viva­men­te los sen­ti­mien­tos de sus per­so­na­jes. 

El film cuen­ta con sóli­das inter­pre­ta­cio­nes, espe­cial­men­te en el caso de Jor­dan quien demues­tra una gran com­pe­ne­tra­ción con Oscar mos­trán­do­lo a veces gen­til, otras un tan­to agre­si­vo o duro, pero siem­pre pro­fun­da­men­te humano. 

Con­clu­sión: Fruit­va­le Sta­tion es un dra­ma remar­ca­ble de un sen­si­ble y huma­ni­ta­rio rea­li­za­dor que invi­ta al públi­co refle­xio­nar sobre lo que aún hoy día sig­ni­fi­ca ser negro en los Esta­dos Uni­dos. Jor­ge Gutman