Anti­ci­pos del TIFF 2013

Por Jor­ge Gut­man 

En con­fe­ren­cia de pren­sa man­te­ni­da el mar­tes pasa­do, Piers Hand­ling y Came­ron Bai­ley, CEO y Direc­tor del Toron­to Inter­na­tio­nal Film Fes­ti­val res­pec­ti­va­men­te, anun­cia­ron los pri­me­ros títu­los que se pre­sen­ta­rán en la 38va. Edi­ción del Fes­ti­val que ten­drá lugar des­de el 5 has­ta el 15 de sep­tiem­bre. De los 73 títu­los anun­cia­dos 17 per­te­ne­cen a la sec­ción Gala y 56 a Spe­cial Pre­sen­ta­tions. Esta pri­me­ra par­ti­da inclu­ye 40 pri­mi­cias mun­dia­les per­te­ne­cien­tes a pres­ti­gio­sos direc­to­res internacionales.

El film que inau­gu­ra­rá el cer­ta­men es THE FIFTH ESTA­TE (Esta­dos Uni­dos) que se pre­sen­ta­rá en la sec­ción Gala. Este dra­má­ti­co thri­ller diri­gi­do por Bill Con­don está basa­do en hechos reales que tie­nen como pro­ta­go­nis­tas al fun­da­dor de Wiki­Leaks Julian Assan­ge (Bene­dict Cum­ber­batch) y su cole­ga Daniel Doms­cheit-Berg (Daniel Brühl), don­de lle­ga­ron a divul­gar docu­men­tos de inte­li­gen­cia estric­ta­men­te con­fi­den­cia­les y alta­men­te com­pro­me­te­do­res. El film de clau­su­ra es LIFE OF CRI­ME (Esta­dos Uni­dos) de Daniel Schech­ter que basa­do en la nove­la The Switch de Elmo­re Leo­nard tra­ta el caso de dos delin­cuen­tes que en 1970 en Detroit secues­tran a la espo­sa (Jen­ni­fer Ansi­ton) de un corrup­to empre­sa­rio inmo­bi­lia­rio (Tim Rob­bins) a fin de obte­ner dine­ro para su rescate. 

He aquí algu­nos de los otros fil­mes inclui­dos en la sec­ción Gala. MAN­DE­LA: LONG WALK TO FREE­DOM (Sudá­fri­ca) de Jus­tin Chad­wick, una auto­bio­gra­fía del Pre­si­den­te Nel­son Man­de­la pro­ta­go­ni­za­do por Idris Elba. 

Taylor Kitsch en THE GRAND SEDUCTION

Tay­lor Kitsch en THE GRAND SEDUCTION

El inte­li­gen­te rea­li­za­dor Don McKe­llar pre­sen­ta­rá THE GRAND SEDUC­TION (Cana­dá) que es una nue­va ver­sión del exi­to­so film cana­dien­se La Gran­de Seduc­tion (2003); actúan Bren­dan Glee­son, Tay­lor Kitsch, Gor­don Pin­sent, Lia­ne Bala­ban y Mark Critch. En  THE RAIL­WAY MAN (Aus­tra­lia-Gran Bre­ta­ña) de Jonathan Teplitzky con Colin Firth, Jeremy Irvi­ne y Nico­le Kid­man se rela­ta la ver­da­de­ra his­to­ria de Eric Lomax, un ofi­cial de la arma­da bri­tá­ni­ca que es ator­men­ta­do como pri­sio­ne­ro de gue­rra en un cam­po de tra­ba­jo japo­nés duran­te la Segun­da Gue­rra Mun­dial; cuan­do años más tar­de des­cu­bre que el res­pon­sa­ble del tra­ta­mien­to reci­bi­do aún está vivo, su pro­pó­si­to es de confrontarlo. 

Entre los títu­los dados a cono­cer bajo Spe­cial Pre­sen­ta­tion, hay varios que sus­ci­tan expec­ta­ti­va. La pres­ti­gio­sa direc­to­ra Agniesz­ka Holland retor­na con BUR­NING BUSH (Repú­bli­ca Che­ca) narran­do el dra­má­ti­co epi­so­dio del estu­dian­te che­co Jan Palach quien en 1969 se pren­dió fue­go asi­mis­mo como señal de pro­tes­ta con­tra la repre­sión del gobierno. El reco­no­ci­do cineas­ta cana­dien­se es el res­pon­sa­ble de DALLAS BUYERS CLUB (Esta­dos Uni­dos), ilus­tran­do el caso real del elec­tri­cis­ta Ron Woo­droof, un hom­bre corrien­te que en 1985 se encon­tró pro­ta­go­ni­zan­do una bata­lla de vida o muer­te con los médi­cos y las com­pa­ñías far­ma­céu­ti­cas; enca­be­za el repar­to Matthew McCo­naughey acom­pa­ña­do por Jen­ni­fer Gar­ner y Jared Leto.

Colin Firth en DEVIL'S KNOT

Colin Firth en DEVI­L’S KNOT

Atom Ego­yan, otro renom­bra­do rea­li­za­dor cana­dien­se, diri­ge DEVIL’s KNOT (Esta­dos Uni­dos), un rela­to de mis­te­rio sobre el ase­si­na­to de tres niños en una peque­ña ciu­dad de Arkan­sas. IDA (Polo­nia) de Pawel Paw­li­kowsky se anti­ci­pa como una his­to­ria cau­ti­van­te con­tan­do la his­to­ria de una novi­cia que a pun­to de tomar los hábi­tos se ente­ra por un fami­liar que ella es judía y a par­tir de allí comien­za un camino en pro­cu­ra de la iden­ti­dad don­de las reli­gio­nes y creen­cias resul­tan cuestionadas. 

La gran artis­ta bri­tá­ni­ca Judi Dench es la pro­ta­go­nis­ta de PHI­LO­ME­NA (Gran Bre­ta­ña) de Stephen Frears don­de se narra el dra­ma de una mujer que sien­do madre de un hijo con­ce­bi­do fue­ra del matri­mo­nio lo cede en adop­ción con el com­pro­mi­so de no ave­ri­guar sobre su para­de­ro; des­pués de muchos años es ayu­da­da por un perio­dis­ta de la BBC (Ste­ve Coogan) para tra­tar de entrar nue­va­men­te en con­tac­to con él. Con­si­de­ra­ble inte­rés des­pier­ta VIO­LET­TE (Fran­cia-Bél­gi­ca) de Mar­tin Pro­vost en un rela­to que vin­cu­la a dos gran­des escri­to­ras fran­ce­sas del siglo pasa­do como lo han sido Vio­let­te Leduc (Emma­nue­lle Devos) y Simo­ne de Beau­voir (San­dri­ne Kiber­lain). La emble­má­ti­ca figu­ra de Lech Wale­sa, cofun­da­dor de Soli­da­ri­dad, nota­ble acti­vis­ta de los dere­chos huma­nos y Pre­mio Nóbel de la Paz (1983), es refle­ja­do en el film del gran direc­tor Andrzej Waj­da WALE­SA, MAN OF HOPE (Polo­nia); el film inten­ta cap­tar la trans­for­ma­ción de un hom­bre corrien­te en un caris­má­ti­co líder luchan­do por los legí­ti­mos dere­chos de los tra­ba­ja­do­res de su país. 

AUGUST OSAGE COUNTY

AUGUST: OSA­GE COUNTY

El acla­ma­do éxi­to de Broad­way AUGUST: OSA­GE COUNTY (Esta­dos Uni­dos) que está basa­do en el Pre­mio Pulitzer 2008 de Tracy Letts cobra nue­va vida en la pan­ta­lla a tra­vés de la visión del direc­tor John Wells y con las actua­cio­nes pro­ta­gó­ni­cas de Meryl Streep y Julia Roberts (véa­se foto) ani­man­do a una madre e hija res­pec­ti­va­men­te quie­nes sepa­ra­das des­de hace un tiem­po vuel­ven a reen­con­trar­se a raíz de una cri­sis familiar.

Otros títu­los inter­na­cio­na­les de Spe­cial Pre­sen­ta­tion son ALL IS BY MY SIDE (Gran Bre­ta­ña) de John Rid­ley, EXIT MARRA­KECH (Ale­ma­nia) de Car­loi­ne Link, IL EST PAR­TI DIMAN­CHE (Fran­cia) de Nico­le Gar­cia, L’INTREPIDO (Ita­lia) de Gian­ni Ame­lio, REAL (Japón) de Kiyoshi Kuro­sa­wa, THIRD PER­SON (Bél­gi­ca) de Paul Hag­gis y WE ARE THE BEST! (Sue­cia) de Lukas Moodysson. 

Por el momen­to los fil­mes de habla his­pa­na se redu­cen a dos. Uno de ellos es GLO­RIA de Sebas­tián Lelio, copro­du­ci­do por Chi­le y Espa­ña, que fue muy bien reci­bi­do en el últi­mo Fes­ti­val de Ber­lín don­de Pau­li­na Gar­cía obtu­vo el pre­mio a la mejor inter­pre­ta­ción feme­ni­na. El otro CANI­BAL, film espa­ñol de Manuel Mar­tín Cuen­ca copro­du­ci­do con Ruma­nia, Rusia y Fran­cia en don­de se cuen­ta una demo­nía­ca his­to­ria de amor entre un impor­tan­te sas­tre de Gra­na­da que es tam­bién un ase­sino y una joven de com­ple­ta inocencia. 

Final­men­te cabe rese­ñar que algu­nas de las prin­ci­pa­les pelí­cu­las de Can­nes tam­bién serán exhi­bi­das aquí, des­ta­cán­do­se entre las mis­mas BLUE IS THE WAR­MEST COLOR (La vie d’Adèle) de Abde­lla­tif Kechi­che que obtu­vo la Pal­ma de Oro.

El Con­ju­ro

THE CON­JU­RING. Esta­dos Uni­dos, 2013. Un film de James Wan 

Como film de horror The Con­ju­ring no pue­de evi­tar de recu­rrir a fór­mu­las cono­ci­das, pero la satis­fac­to­ria direc­ción de James Wan y las muy bue­nas inter­pre­ta­cio­nes del elen­co per­mi­ten que el mis­mo supere al pro­me­dio del género. 

A pesar de estar basa­do en hechos reales, la cre­di­bi­li­dad de lo que se exhi­be depen­de­rá de cómo cada espec­ta­dor per­ci­be acon­te­ci­mien­tos super­na­tu­ra­les. El film se nutre de una inves­ti­ga­ción rea­li­za­da por los bien cono­ci­dos para­psi­có­lo­gos Lorrai­ne y Ed Warren a prin­ci­pios de la déca­da del 70 con moti­vo de acon­te­ci­mien­tos para­nor­ma­les acon­te­ci­dos en una casa cam­pes­tre adqui­ri­da por la fami­lia Perron en Harris­vi­lle, esta­do de Rho­de Island. 

Cuan­do el matri­mo­nio inte­gra­do por Roger (Ron Livings­ton) y Carolyn Perron (Lili Tay­lor) com­pró la casa de refe­ren­cia en 1971 para habi­tar­la jun­to a sus 5 hijas, esta­ban lejos de ima­gi­nar la pesa­di­lla que habrían de expe­ri­men­tar a par­tir del día que se ins­ta­la­ron en ella. Todo comien­za con el perro de la fami­lia que se nie­ga a entrar al inte­rior posi­ble­men­te por per­ci­bir algo extra­ño o anor­mal, para apa­re­cer muer­to al día siguien­te; a eso se agre­ga el extra­ño olor que sien­te Carolyn sin hallar expli­ca­ción así como le comien­zan a apa­re­cer serias man­chas de more­to­nes en su cuer­po como si hubie­ra sufri­do lesio­nes; no menos curio­so es que todos los relo­jes de la casa están dete­ni­dos a las 3.07 de la noche; sur­gen extra­ños gol­pes sacu­dien­do las puer­tas; una de las hiji­tas mani­fies­ta sonam­bu­lis­mo duran­te la noche y gol­pea su cabe­za con­tra un arma­rio; las aves que sobre­vue­lan el lugar van murien­do; en fin, otros acon­te­ci­mien­tos inex­pli­ca­bles se van suce­dien­do y que son capa­ces de hacer per­der la razón a la per­so­na más cuerda. 

Vera Farmiga

Vera Far­mi­ga

En la medi­da que con el trans­cur­so de los días la ten­sión va aumen­tan­do por­que los hechos super­na­tu­ra­les alcan­zan una dimen­sión des­pro­por­cio­na­da­men­te anor­mal y vio­len­ta, Roger y Carolyn deci­den recu­rrir a los ser­vi­cios pro­fe­sio­na­les de Lorrai­ne (Vera Far­mi­ga) y Ed Warren (Patric Wil­son). Rodea­dos de un equi­po cien­tí­fi­co, estos demo­nó­lo­gos comien­zan una inten­sa y peli­gro­sa tarea en su lucha con­tra los malos espí­ri­tus y demo­nios que se encuen­tran en la casa domi­nan­do a sus residentes. 

El film logra un acep­ta­ble cli­ma de horror aun­que nun­ca alcan­za la atmós­fe­ra logra­da por el thri­ller de William Fried­kin The Exor­cist (1973). Es posi­ble que la fami­lia­ri­dad del tema influ­ya para que los sobre­sal­tos del rela­to no lle­guen a estre­me­cer. Con todo, hay que admi­tir que tan­to la bue­na labor de James Wan ‑evi­tan­do en lo posi­ble esce­nas san­guí­neas o mor­bo­sas- así como la acer­ta­da des­crip­ción de los per­so­na­jes con­tri­bu­yen a pre­dis­po­ner favo­ra­ble­men­te el áni­mo de los espec­ta­do­res; en tal sen­ti­do, una de las esce­nas cul­mi­nan­tes en que Ed Warren uti­li­zan­do ritos cató­li­cos tra­ta de exor­ci­zar el demo­nio que se ha apo­de­ra­do de Carolyn, adquie­re cre­di­bi­li­dad aún cuan­do uno pue­da resis­tir­se a admi­tir que en reali­dad eso pue­da ocurrir.

Como antes se men­cio­nó, los per­so­na­jes han sido bien desa­rro­lla­dos y uno se iden­ti­fi­ca tan­to con el dra­ma de los mora­do­res así como con quie­nes están dis­pues­tos a ayu­dar­los, debi­do a la logra­da carac­te­ri­za­ción de sus cua­tro prin­ci­pa­les actores. 

Con­clu­sión: Aun­que The Con­ju­ring es un buen film, su acep­ta­ción no depen­de de su cali­dad sino de la per­cep­ción natu­ral que cada per­so­na pue­da sen­tir, creer, apre­ciar o iden­ti­fi­car­se con fenó­me­nos para­nor­ma­les. Jor­ge Gutman

Un Veloz Caracol

TUR­BO. Esta­dos Uni­dos, 2013. Un film de David Soren

Una escena de TURBO

Una esce­na de TURBO

Este dibu­jo ani­ma­do que se dis­tin­gue por las carac­te­rís­ti­cas espe­cia­les de sus per­so­na­jes des­pier­ta amplia sim­pa­tía y es un buen entre­te­ni­mien­to para toda la fami­lia. Por pri­me­ra vez la ani­ma­ción enca­ra cara­co­les que por su natu­ra­le­za len­ta de des­pla­za­mien­to y debi­do a su caren­cia de patas, son ejem­pla­res más difí­ci­les de otor­gar­les vida en la pan­ta­lla. Sin embar­go, a tra­vés de Tur­bo todo es posi­ble por­que la expre­si­vi­dad que estos molus­cos trans­mi­ten con sus oji­tos es total, per­mi­tien­do una inme­dia­ta comu­ni­ca­ción por par­te del público.

La his­to­ria tie­ne un dejo de haber­se vis­to muchas veces en la pan­ta­lla pero la mane­ra en que está rela­ta­da la con­vier­te en fres­ca y ame­na. El pro­ta­go­nis­ta es Theo (Ryan Rey­nolds) que se hace lla­mar “Tur­bo”, un cara­co­li­to que ade­más de des­pla­zar­se más rápi­do que los demás, anhe­la trans­for­mar su ruti­na­ria exis­ten­cia en algo más tras­cen­den­te e impor­tan­te al no con­for­mar­se con su con­di­ción actual. Vivien­do con su her­mano mayor Chet (Paul Gia­mat­ti) en medio de una plan­ta­ción de toma­tes que tan­to a ambos como a los otros miem­bros de su colo­nia, les pro­vee de ali­men­ta­ción, la mayor pasión de Tur­bo son las carre­ras de auto­mó­vi­les que las apre­cia a tra­vés de un video que ve todas las noches y en don­de admi­ra al gran cam­peón del auto­mo­vi­lis­mo Guy Gag­né (Bill Hader). He ahí el “sue­ño ame­ri­cano” de este dimi­nu­to gas­te­ró­po­do: lle­gar algún día a emu­lar a su ído­lo en una com­pe­ten­cia automovilística.

Cuan­do debi­do a la natu­ra­le­za intré­pi­da de Theo, su impru­den­cia le aca­rrea un acci­den­te, el resul­ta­do es que el des­afor­tu­na­do con­tra­tiem­po le apor­ta más bien una ven­ta­ja; como con­se­cuen­cia del mis­mo, resul­ta embe­bi­do de óxi­do de nitra­to lo que ines­pe­ra­da­men­te le con­vier­te en un cara­col de rapi­dez extra­or­di­na­ria capaz de supe­rar a cual­quier atle­ta humano. Esas con­di­cio­nes son apre­cia­das por Tito López (Michael Peña), un camio­ne­ro que jun­to con su her­mano Ange­lo (Luis Guz­mán) regen­tean un decaí­do res­tau­ran­te de tacos mexi­ca­nos, quien logra la haza­ña de que un ani­ma­li­to inver­te­bra­do como Tur­bo pue­da ser acep­ta­do para com­pe­tir en las 500 millas de India­ná­po­lis; allí ten­drá que demos­trar sus atri­bu­tos sobre­na­tu­ra­les de corre­dor sin coche fren­te a otros auto­mo­vi­lis­tas des­ta­ca­dos don­de obvia­men­te no está ausen­te el has­ta aho­ra inven­ci­ble y ego­cén­tri­co Guy Gagné.

No es nece­sa­rio agre­gar sobre quién sal­drá vic­to­rio­so y de qué mane­ra. El men­sa­je del film es que nin­gún sue­ño que se ten­ga en men­te resul­ta dema­sia­do gran­de o impo­si­ble cuan­do se está dis­pues­to a luchar para que se con­vier­ta en reali­dad, a pesar de ser un caracol.

La mayo­ría de las voces que dan vida a sus per­so­na­jes cons­ti­tu­yen una deli­cia de oír pero quien se lle­va las pal­mas es sin duda Michael Peña que a pesar de no apar­tar­se mucho del este­reo­ti­pa­do per­so­na­je mexi­cano tie­ne toda la pimien­ta y sal­sa capaz de entu­sias­mar. Entre otros aspec­tos cabe resal­tar que el espec­tácu­lo es visual­men­te atra­yen­te y con bue­na uti­li­za­ción del for­ma­to 3D, en espe­cial en las esce­nas de la com­pe­ten­cia deportiva.

Con­clu­sión: Con una muy bue­na ani­ma­ción de sus per­so­na­jes, el rea­li­za­dor David Soren ha logra­do un film de rit­mo flui­do que aun­que ino­cen­te y pre­vi­si­ble resul­ta agra­da­ble de con­tem­plar y de ser apre­cia­do por cual­quier tipo de audien­cia. Jor­ge Gutman

Una Medio­cre Far­sa Sexual

LOS AMAN­TES PASA­JE­ROS. Espa­ña, 2013. Un film escri­to y diri­gi­do por Pedro Almodóvar

Dejan­do de lado un con­jun­to de melo­dra­mas de con­si­de­ra­ble nivel artís­ti­co, Pedro Almo­dó­var deci­dió vol­ver a la come­dia que tan­tas satis­fac­cio­nes le pro­por­cio­nó en los ini­cios de su carre­ra, como lo fue­ron, por ejem­plo, Pepi, Luci, Bom (1980) y Muje­res al Bor­de de un Ata­que de Ner­vios (1987) que le valió una nomi­na­ción para el Oscar a la mejor pelí­cu­la extran­je­ra en 1988. Lamen­ta­ble­men­te decir­lo, pero Los Aman­tes Pasa­je­ros es un film que magro favor le hace al exce­len­te curri­cu­lum del realizador.

El muy débil guión des­cri­be el serio pro­ble­ma que atra­vie­sa en pleno vue­lo una aero­na­ve que par­tió de Madrid con des­tino a Méxi­co, cuan­do se detec­ta que su con­trol de ate­rri­za­je está ave­ria­do; por esta razón, el avión comien­za a cir­cun­va­lar la ciu­dad de Tole­do en pro­cu­ra de que la torre de con­trol encuen­tre un aero­puer­to libre para que el pilo­to (Anto­nio de la Torre) y el copi­lo­to (Hugo Sil­va) de la nave pue­dan inten­tar un ate­rri­za­je for­zo­so. Mien­tras tan­to y para no asus­tar a los pasa­je­ros, los sobre­car­gos deci­den dro­gar a los que via­jan en la cla­se eco­nó­mi­ca para que al que­dar pro­fun­da­men­te dor­mi­dos igno­ren la gra­ve­dad de la situa­ción. Fren­te a los hechos des­crip­tos, los pocos pasa­je­ros de la cla­se eje­cu­ti­va serán los que gra­dual­men­te se impon­drán de la situación.

Con el inten­to de ofre­cer una sáti­ra, el guión con­vier­te a los tres sobre­car­gos mas­cu­li­nos (Javier Cama­ra, Raúl Aré­va­lo y Car­los Are­ces) en una absur­da cari­ca­tu­ra de homo­se­xua­les mar­ca­da­men­te afe­mi­na­dos, como los que el cine solía des­cri­bir años atrás para pre­sen­tar a per­so­na­jes de la mis­ma orien­ta­ción sexual. A todo ello se lle­ga a saber que el coman­dan­te de la nave es bise­xual, en tan­to que su copi­lo­to es en prin­ci­pio heterosexual.

Cecilia Roth

Ceci­lia Roth

Los per­so­na­jes de la cla­se eje­cu­ti­va repre­sen­tan dife­ren­tes arque­ti­pos que de algún modo Almo­dó­var podría aso­ciar­lo con los que con­vi­ven en la reali­dad espa­ño­la. Entre los mis­mos se encuen­tra un esta­fa­dor (José Luis Torri­jo) de guan­te blan­co huyen­do del país y cuyo impe­ca­ble aspec­to jamás daría la impre­sión de ser­lo; una mujer vir­gen y viden­te (Lola Due­ñas) quien ávi­da de sexo encuen­tra la oca­sión para prac­ti­car­lo con un pasa­je­ro dor­mi­do de la cla­se eco­nó­mi­ca; un mexi­cano (José María Yaz­pik) que es un ase­sino a suel­do ade­más de ser ase­sor esta­tal; una sofis­ti­ca­da domi­na­do­ra sexual (Ceci­lia Roth) que decla­ra haber fil­ma­do a 60 clien­tes de la esfe­ra polí­ti­ca espa­ño­la y mexi­ca­na con las que ha esta­do vin­cu­la­da; una pare­ja de recién casa­dos (Miguel Ángel Sil­ves­tre y Laya Mar­ti) quien para rela­jar ten­sio­nes se entre­ga sexual­men­te en los asien­tos del avión; final­men­te se encuen­tra un popu­lar actor (Gui­ller­mo Tole­do) man­te­nien­do des­de el avión con­fe­ren­cias tele­fó­ni­cas con su men­tal­men­te ines­ta­ble novia a pun­to de sui­ci­dar­se (Paz Vega) y pos­te­rior­men­te con su ex aman­te (Blan­ca Suá­rez), quie­nes se encuen­tran en Madrid.

El serio pro­ble­ma del film es que esta pre­ten­di­da sáti­ra care­ce de la míni­ma gra­cia o chis­pa nece­sa­ria para resul­tar media­na­men­te entre­te­ni­da. Más aún, gran par­te de su rela­to se basa en recur­sos de bajo nivel con el pro­pó­si­to de pro­du­cir un humor que no exis­te; es por eso que uno se pre­gun­ta dón­de se encuen­tran el des­en­fa­do y la iro­nía que Almo­dó­var solía uti­li­zar en sus come­dias de anta­ño. Aquí, mez­clan­do sexo con dro­gas se lle­ga a esce­nas sin mucho sen­ti­do que tra­tan de for­zar la risa del espec­ta­dor. Así, se con­tem­pla a la tri­pu­la­ción y a los pasa­je­ros des­crip­tos ante­rior­men­te con­su­mien­do bebi­das alcohó­li­cas mez­cla­das con dro­gas alu­ci­nó­ge­nas para comen­zar a libe­rar­se sexual­men­te; un ejem­plo es el del coman­dan­te de la nave ocul­tán­do­se en el baño para hacer el amor con uno de los “aza­fa­tos”. No menos ridícu­lo es el núme­ro musi­cal cari­ca­tu­res­ca­men­te coreo­gra­fia­do en que los tres auxi­lia­res de vue­lo “entre­tie­nen” a los pasa­je­ros con el tema “I’m So Exci­ted” can­ta­do por el gru­po The Poin­ter Sisters.

Los exce­len­tes diá­lo­gos que Almo­dó­var sue­le emplear en sus fil­mes, aquí están com­ple­ta­men­te ausen­tes. Más aún, muchos pecan por su dudo­so gus­to y en algu­nos casos rozan lo esca­to­ló­gi­co, don­de por razo­nes de buen tino es mejor no describir.

Aun­que nadie espe­ra­ría que exis­ta un cli­ma dra­má­ti­co den­tro de la sáti­ra pro­pues­ta, el públi­co leal a Almo­dó­var se sen­ti­rá decep­cio­na­do. No solo por­que el film es deci­di­da­men­te medio­cre, sino por­que nadie espe­ra­ría que este inte­li­gen­te direc­tor pudie­ra gene­rar un rela­to bur­do que bien pue­de ase­me­jar­se a algu­nas de las pedes­tres come­dias sexua­les de ado­les­cen­tes que el cine de Holly­wood sue­le ofre­cer de tan­to en tanto.

Con­clu­sión: Resul­ta difí­cil ima­gi­nar que Los Aman­tes Pasa­je­ros lle­ve la fir­ma de uno de los más gran­des rea­li­za­do­res de la cine­ma­to­gra­fía actual. En todo caso es de aguar­dar que en su pró­xi­mo tra­ba­jo Almo­dó­var se encuen­tre más ins­pi­ra­do para con­ti­nuar ofre­cien­do el cine de cali­dad a que nos tie­ne acos­tum­bra­do. Jor­ge Gutman

El Hom­bre Más Fuer­te Del Mundo

LOUIS CYR: L’HOMME LE PLUS FORT AU MON­DE. Cana­dá 2013. Un film de Daniel Roby

Un siglo antes de que Céli­ne Dion y el Cir­que du Soleil hayan lle­ga­do a adqui­rir pres­ti­gio inter­na­cio­nal como expre­sio­nes artís­ti­cas de Cana­dá, este país y más espe­cí­fi­ca­men­te la pro­vin­cia de Que­bec alcan­zó noto­rie­dad con Louis Cyr (1863 – 1912). Se tra­ta de una legen­da­ria figu­ra que for­ma par­te del fol­clor popu­lar de los fran­co­ca­na­dien­ses quien por su impre­sio­nan­te fuer­za de Hér­cu­les fue reco­no­ci­do como “el hom­bre más fuer­te del mun­do”. Al cum­plir­se el ses­qui­cen­te­na­rio de su naci­mien­to el rea­li­za­dor Daniel Roby le rin­de un sin­ce­ro tri­bu­to en una bio­gra­fía escri­ta para la pan­ta­lla por Syl­vain Guy. 

Antoine Bertrand

Antoi­ne Bertrand

Pese a que resul­ta difí­cil rela­tar toda una vida en poco más de dos horas de metra­je, el guión, aun­que no total­men­te per­fec­to, tra­ta de abar­car los capí­tu­los más esen­cia­les de este agra­cia­do hom­bre, des­de sus años de juven­tud has­ta su tem­pra­na des­apa­ri­ción a los 49 años. Tras un bre­ve pró­lo­go que acon­te­ce en 1912, a tra­vés de flash­backs el rela­to comien­za en fir­me en 1878 don­de se con­tem­pla a la fami­lia de Louis (Antoi­ne Ber­trand) vivien­do en Lowell, Mas­sa­chu­setts, que como ha ocu­rri­do con muchas otras que­be­quen­ses se ha des­pla­za­do en pro­cu­ra de mejo­res hori­zon­tes de vida. El joven muscu­loso tra­ba­ja en una fábri­ca tex­til con un magro sala­rio pero que al menos ayu­da a sub­ve­nir las nece­si­da­des de los suyos don­de todos viven en con­di­cio­nes muy humil­des pero dig­nas. Un hecho cir­cuns­tan­cial, la pro­vo­ca­ción del cual es obje­to por par­te de un gru­po de inmi­gran­tes irlan­de­ses de la zona, moti­va que levan­te con sus manos una enor­me pie­dra de 233 kilos dejan­do asom­bra­do a quie­nes lo están con­tem­plan­do; a par­tir de allí adquie­re un mayor res­pe­to de la comu­ni­dad local así como le habrá de sig­ni­fi­car el comien­zo de una vida com­ple­ta­men­te dife­ren­te a la que venía llevando. 

Impul­sa­do por su deter­mi­na­ción de que­rer supe­rar­se y con cier­to espí­ri­tu empre­sa­rial que lle­va laten­te, esti­mu­la­do al prin­ci­pio con la pro­me­sa de mejo­res remu­ne­ra­cio­nes por un des­ho­nes­to pro­mo­tor de la zona, deja su pues­to de obre­ro para ini­ciar una gira acom­pa­ña­do de su dul­ce novia Meli­na (Rose-Maï­té Erko­re­ka). Al poco tiem­po y des­pués de su casa­mien­to, fun­da un cir­co ambu­lan­te con Meli­na que le ser­vi­rá para aumen­tar la fama de su fuer­za extra­na­tu­ral así como con­so­li­dar su posi­ción económica. 

El rela­to ilus­tra otros hitos de su carre­ra triun­fan­do en los Esta­dos Uni­dos así como en su pro­vin­cia natal, a tra­vés de núme­ros extra­or­di­na­ria­men­te sor­pren­den­tes; como ejem­plo mere­ce citar­se el eje­cu­ta­do en el Mechanic’s Hall de Mon­treal alzan­do una pla­ta­for­ma car­ga­da de varios hom­bres con un peso total de 1223 kilos. A todo ello habrá que des­ta­car el reco­no­ci­mien­to de sus méri­tos que es obje­to por par­te de la Asam­blea de Quebec. 

La prin­ci­pal vul­ne­ra­bi­li­dad de Louis, que lo aco­sa con­si­de­ra­ble­men­te, es su com­ple­jo de infe­rio­ri­dad debi­do a su anal­fa­be­tis­mo que tra­ta de ocul­tar a su espo­sa y que en deter­mi­na­das oca­sio­nes lo colo­ca en serios apu­ros; en tal sen­ti­do lla­ma la aten­ción que a medi­da que este hom­bre ha esca­la­do de pres­ti­gio y posi­ción eco­nó­mi­ca no haya solu­cio­na­do esa impor­tan­te falen­cia, así como por otra par­te resul­ta extra­ño que duran­te muchos años de matri­mo­nio Meli­na per­ma­ne­cie­ra igno­ran­te de esa situa­ción. En todo caso, ese hecho hace que este hom­bre se opon­ga a los deseos de su úni­ca y que­ri­da hija Emi­lia­na (Élia­ne Gag­non), quien demues­tra poseer con­si­de­ra­ble fuer­za, de seguir sus pasos; al adop­tar la fir­ma deci­sión de que la joven obten­ga antes que nada una edu­ca­ción for­mal que él care­ció, pro­vo­ca­rá en ella una rup­tu­ra difí­cil de enmendar. 

La his­to­ria de Cyr está bien rela­ta­da aun­que cen­tra­da fun­da­men­tal­men­te en las habi­li­da­des de Louis y sin pro­fun­di­zar el con­tex­to social en que se desa­rro­lla la mis­ma. Fren­te a la muy bue­na flui­dez de la pri­me­ra par­te del rela­to, su segun­da mitad decae un poco al vol­ver­se repe­ti­ti­vas las demos­tra­cio­nes de for­ta­le­za que este hom­bre super­do­ta­do rea­li­za públi­ca­men­te, así como tam­po­co resul­ta des­ta­ca­ble la par­te que trans­cu­rre en Lon­dres don­de este héroe tra­ta­rá de com­pe­tir con otros muscu­losos con­ten­dien­tes para con­ver­tir­se en el hom­bre de mayor fuer­za físi­ca del mun­do. Una obser­va­ción final se refie­re a la rela­ción que Louis man­tie­ne con su hija don­de al prin­ci­pio exis­tie­ron fuer­tes lazos de comu­ni­ca­ción pero que ter­mi­nan que­bran­ta­dos cuan­do ella es impe­di­da de poder cum­plir con sus deseos de imi­tar a su padre y es envia­da a un pen­sio­na­do; eso está explo­ra­do en for­ma epi­dér­mi­ca y sin aca­ba­da inten­si­dad dramática. 

El film cuen­ta con muy bue­nas actua­cio­nes, comen­zan­do con Ber­trand quien car­ga todo el peso del rela­to; el actor trans­mi­te cabal­men­te la per­so­na­li­dad atrac­ti­va, bona­cho­na y decen­te de Louis que apro­ve­chan­do las dotes que la natu­ra­le­za le ha brin­da­do sabe uti­li­zar­las apli­can­do entu­sias­mo y deter­mi­na­ción para triun­far en la vida y cam­biar su des­tino. A su lado se luce Erko­re­ka como la abne­ga­da espo­sa de carác­ter fir­me que a pesar de su con­di­ción inte­lec­tual supe­rior a la de Louis, en nin­gún momen­to tra­ta de resal­tar ese fac­tor y menos aún des­me­re­cer­lo; tam­bién es des­ta­ca­ble la par­ti­ci­pa­ción de Gui­llau­me Cyr como Hora­ce, el ínte­gro ami­go y asis­ten­te de Louis. 

En la par­te téc­ni­ca, cabe dis­tin­guir la nota­ble foto­gra­fía de Nico­las Bol­duc y la mag­ní­fi­ca recons­truc­ción de épo­ca de Nue­va York y de Que­bec de fines del siglo 19 y prin­ci­pios del 20. 

Con­clu­sión: Sin ser excep­cio­nal, Louis Cyr es un buen entre­te­ni­mien­to ilus­tran­do a un mito popu­lar de Que­bec. Rela­ta­do en for­ma sen­ci­lla pero elo­cuen­te, el film de Roby deja una posi­ti­va impre­sión al espec­ta­dor. Jor­ge Gutman