Con Sub­tí­tu­los En Inglés

La Déci­mo Nove­na Edi­ción de CINEMANIA 

A par­tir del 7 de noviem­bre pró­xi­mo y has­ta el 17 de noviem­bre inclu­si­ve, se desa­rro­lla­rá en Mon­treal una nue­va edi­ción de CINE­MA­NIA, el más impor­tan­te fes­ti­val de cine fran­cés con sub­tí­tu­los en inglés de la pro­vin­cia de Que­bec. Ade­más del inte­rés que pue­de apor­tar a la mino­ría angló­fo­na de asis­tir a las pro­yec­cio­nes de pelí­cu­las fran­ce­sas sin per­der diá­lo­go alguno, su pro­gra­ma­ción per­mi­te anti­ci­par a varios titu­los que pos­te­rior­men­te ten­drán sali­da comer­cial así como tam­bién a otros que aún no cuen­tan con dis­tri­bui­dor local.

Léa Seydoux y Tahar Rahim en Grand Central

Léa Sey­doux y Tahar Rahim en Grand Central

En esta déci­mo nove­na edi­ción se pre­sen­tan un total de 49 pelí­cu­las de los cua­les 27 cons­ti­tu­yen pri­mi­cias para Amé­ri­ca del Nor­te. El film de aper­tu­ra es Le Pas­sé del direc­tor ira­ní Asghar Farha­di y el de clau­su­ra será Grand Cen­tral de Rebec­ca Zlo­towsky. Ade­más de estos dos fil­mes que fue­ron exhi­bi­dos en Can­nes 2013, otros del mis­mo fes­ti­val inclu­yen a Gris­gris de Maha­mat-Saleh Haroun, Un Cha­teau en Ita­lie de Vale­ria Bru­ni-Tedes­chi, Jeu­ne y Jolie de Fra­nçois Ozon, Michael Kohlhaas de Arnaud des Palliè­res y Suzan­ne de Katell Qui­llé­vé­ré. Del recien­te Fes­ti­val de Toron­to se verá Vio­let­te de Mar­tin Pro­vost, un her­mo­so film sobre la vida de la escri­to­ra Vio­let­te Leduc y su rela­ción con Simo­ne de Bea­voir con la par­ti­ci­pa­ción de Emma­nue­lle Devos y San­dri­ne Kiber­lain en los res­pec­ti­vos roles. 

Otros títu­los impor­tan­tes son L’Artiste et son modè­le del rea­li­za­dor espa­ñol Fer­nan­do True­ba que tuvo una exce­len­te recep­ción crí­ti­ca en el Fes­ti­val de San Sebas­tián del año pasa­do, Fanny y Marius del rea­li­za­dor Daniel Auteuil quien tam­bién pro­ta­go­ni­za ambas pelí­cu­las, Le temps de l’aventure de Jerô­me Bon­nell, Pour une fem­me de Dia­ne Kurys y Gibral­tar de Julien Leclercq. 

Den­tro de un pro­gra­ma espe­cial dedi­ca­do al actor Vin­cent Macaig­ne, un artis­ta ver­sá­til que es con­si­de­ra­do como uno de los valo­res más impor­tan­tes de la nue­va gene­ra­ción del cine fran­cés, se verá dos de sus pelí­cu­las: 2 Autom­nes 3 Hivers de Sébas­tien Bet­be­der y Ton­ne­rre de Gui­llau­me Brac. 

Uno de los aspec­tos más rele­van­tes de este año será el home­na­je que se rea­li­za­rá a Anouk Aimée, la míti­ca actriz del cine galo que ha desa­rro­lla­do una exi­to­sa carre­ra pro­fe­sio­nal des­de 1947 has­ta el pre­sen­te con 85 pelí­cu­las de las cua­les algu­nas son clá­si­cos inol­vi­da­bles como en los casos de Lola (1961) de Jac­ques Demy, La Dol­ce Vita y 8 y ½ de Fede­ri­co Felli­ni, Un Hom­bre y Una Mujer de Clau­de Lelouch, para men­cio­nar algu­nas títu­los. Ade­más de una retros­pec­ti­va don­de se exhi­bi­rá varios de sus fil­mes, la cele­bra­da intér­pre­te ofre­ce­rá una cla­se magis­tral públi­ca y gra­tui­ta el 9 de noviem­bre a las 16h45 en el cine Imperial.

Otro acon­te­ci­mien­to impor­tan­te es la mesa redon­da que ten­drá lugar el 16 de noviem­bre a las 15h30 con la pre­sen­cia de Emma­nue­lle Devos y Mar­tin Pro­vost des­pués de la exhi­bi­ción de Vio­let­te. Entre otros artis­tas que tam­bién esta­rán en la mues­tra para pre­sen­tar sus pelí­cu­las se encuen­tran los rea­li­za­do­res Gui­llau­me Brac y Rebec­ca Zlo­tows­ki, los acto­res Tahar Rahim y Pie­rre Barouh y los pro­duc­to­res David Poi­rot, Antoi­ne Le Car­pen­tier y Domi­ni­que Bes­nehard

Las exhi­bi­cio­nes ten­drán lugar en la sala del cine Impe­rial, en tan­to que la retros­pec­ti­va de Anouk Aimée se efec­tua­rá en la Cine­ma­te­ca de Que­bec. Infor­ma­ción adi­cio­nal vin­cu­la­da con la pro­gra­ma­ción de los fil­mes y los hora­rios res­pec­ti­vos podrá encon­trar­se en el sitio www.festivalcinemania.com

Vara­do En Altamar

ALL IS LOST. Esta­dos Uni­dos, 2013. Un film de J.C. Chandor

Robert Redford

Robert Red­ford

Des­pués de haber rea­li­za­do Mar­gin Call (2011) sobre la cri­sis que atra­vie­sa un ban­co de inver­sio­nes antes del colap­so finan­cie­ro de Sep­tiem­bre de 2008, el rea­li­za­dor J.C. Chan­dor retor­na con un tema dia­me­tral­men­te opues­to tan­to en esti­lo como en con­te­ni­do. Adop­tan­do un ejer­ci­cio narra­ti­vo mini­ma­lis­ta y no tenien­do más que un solo per­so­na­je en su desa­rro­llo, el rela­to con­ce­bi­do por Chan­dor gira en torno al ins­tin­to natu­ral de sobre­vi­ven­cia de todo ser humano cuan­do se encuen­tra fren­te a situa­cio­nes lími­tes don­de la muer­te le está pisan­do los talones.

El vete­rano y con­sa­gra­do actor y direc­tor Robert Red­ford, ani­ma en uno de los pape­les más remar­ca­bles de su exce­len­te carre­ra de actor, a un per­so­na­je cuyo nom­bre se des­co­no­ce. Se tra­ta de un indi­vi­duo de edad madu­ra, en apa­rien­cia común y corrien­te, que a bor­do de su yate nave­ga en las aguas del Océano Indi­co. Cuan­do un bar­co de car­ga gol­pea fuer­te­men­te al vele­ro, una lar­ga odi­sea comien­za para este indi­vi­duo tenien­do en cuen­ta el incon­te­ni­ble des­li­za­mien­to del agua en el inte­rior del navío que ter­mi­na dañan­do el equi­po marí­ti­mo como así tam­bién pro­du­ce la des­ac­ti­va­ción de la radio de comu­ni­ca­ción. El asun­to ter­mi­na com­pli­cán­do­se aún más en la medi­da que las con­di­cio­nes meteo­ro­ló­gi­cas no le ayu­dan fren­te a la vio­len­ta tor­men­ta que se des­ata. Con los víve­res que van redu­cién­do­se y la ame­na­za de fero­ces tibu­ro­nes que comien­zan a rodear­lo es fácil­men­te com­pren­si­ble la dimen­sión del peli­gro que este hom­bre debe afron­tar. Así es que valién­do­se de su sex­tan­te y de mapas náu­ti­cos, se encuen­tra obli­ga­do a con­fiar en que las favo­ra­bles corrien­tes oceá­ni­cas ter­mi­nen ayu­dán­do­lo para lograr la coope­ra­ción for­tui­ta que pue­da obte­ner de algu­na otra embar­ca­ción que estu­vie­se pró­xi­ma a la suya.

He aquí un rela­to que está exclu­si­va­men­te basa­do en la lucha del hom­bre fren­te a la natu­ra­le­za y que en la remar­ca­ble inter­pre­ta­ción de Red­ford, des­pués de una lar­ga ausen­cia en pan­ta­lla, adquie­re dimen­sión espe­cial como el indi­vi­duo que tra­tan­do de man­te­ner una acti­tud cal­ma es con­cien­te de estar enfren­tan­do su mor­ta­li­dad; el actor trans­mi­te mag­ní­fi­ca­men­te la acti­tud de un per­so­na­je que sola­men­te cuen­ta a su favor con las dotes natu­ra­les de su inte­li­gen­cia, intui­ción y des­tre­za para tra­tar de sal­var su vida.

En la medi­da que el film care­ce de diá­lo­go y cuen­ta con un úni­co per­so­na­je y esce­na­rio que es la vas­te­dad oceá­ni­ca en que trans­cu­rre la acción, no exis­te ele­men­to alguno que per­mi­ta echar luces sobre la vida pasa­da del indi­vi­duo en cues­tión o saber qué es lo que lo ani­mó a efec­tuar ese via­je; es el espec­ta­dor quien debe ima­gi­nar o supo­ner lo que el rela­to calla. De allí que gran par­te de la apre­cia­ción de All Is Lost radi­ca, ade­más de la fuer­za expre­si­va de Red­ford, en la des­ta­ca­da direc­ción de Cha­dor y en extra­or­di­na­rio esfuer­zo des­ple­ga­do por la direc­ción de foto­gra­fía de Frank G. DeMar­co para ofre­cer esas insu­pe­ra­bles imá­ge­nes fil­ma­das de mar abier­to así como por Peter Zuc­ca­ri­ni en las esce­nas fil­ma­das deba­jo del agua.

Con­clu­sión. Tenien­do en cuen­ta la ausen­cia de algu­na his­to­ria secun­da­ria, esta pro­duc­ción pue­de evi­den­ciar cier­ta mono­to­nía en sus 105 minu­tos de metra­je. Sin embar­go, su des­ta­ca­da inter­pre­ta­ción, esme­ra­da rea­li­za­ción y sus apre­cia­bles valo­res de pro­duc­ción com­pen­san ese incon­ve­nien­te dan­do como resul­ta­do un bello filmJor­ge Gutman

La Mon­ta­ña Salvaje

THE SUM­MIT. Irlan­da-Gran Bre­ta­ña-Sui­za-Esta­dos Uni­dos, 2012. Un film de Nick Ryan

La montaña K2

La mon­ta­ña K2

Este docu­men­tal se refie­re al trá­gi­co acci­den­te que en Agos­to de 2008 cobró la vida de 11 mon­ta­ñe­ros en el inten­to de esca­lar K2. Esta mon­ta­ña que se encuen­tra en el cora­zón de la cor­di­lle­ra del Kara­kó­rum en el nor­te de Pakis­tán tie­ne una altu­ra de 8600 metros y aun­que es más baja en 200 metros que el mon­te Eve­rest resul­ta más difí­cil de esca­lar por su difi­cul­tad téc­ni­ca y por la ines­ta­bi­li­dad cli­ma­to­ló­gi­ca rei­nan­te. De allí que la segun­da mon­ta­ña más alta del mun­do (tam­bién cono­ci­da como la “Mon­ta­ña Sal­va­je”) se haya con­ver­ti­do tam­bién en la más peli­gro­sa para quie­nes expe­ri­men­tan la pasión del alpinismo.

Basán­do­se en mate­rial de archi­vo así como en repor­ta­jes efec­tua­dos a algu­nos de los sobre­vi­vien­tes de la expe­di­ción que lle­vó a 22 esca­la­do­res pro­ve­nien­tes de dife­ren­tes paí­ses a empren­der esta audaz aven­tu­ra, el rea­li­za­dor Nick Ryan tra­ta de recrear dra­má­ti­ca­men­te los hechos con la inten­ción de cla­ri­fi­car –si aca­so real­men­te exis­te expli­ca­ción algu­na- las cau­sas del desas­tre; según las decla­ra­cio­nes del holan­dés Wil­co van Rooi­jen, líder de la expe­di­ción y uno de los sobre­vi­vien­tes, pare­ce­ría que las pre­pa­ra­cio­nes poco orga­ni­za­das de este via­je con­tri­bu­ye­ron al des­afor­tu­na­do desenlace.

En el dra­má­ti­co inci­den­te se sabe que de los 22 alpi­nis­tas, 18 de ellos logra­ron lle­gar a la cum­bre, sin ima­gi­nar lo que podría sobre­ve­nir des­pués. Según las decla­ra­cio­nes de los exper­tos en la mate­ria el des­cen­so es deci­di­da­men­te más difí­cil y arries­ga­do que el ascen­so; de allí que sola­men­te 7 de ellos hayan logra­do retor­nar a la base. De los des­afor­tu­na­dos que no pudie­ron sobre­vi­vir se encon­tra­ba Ger McDon­nell, un inge­nie­ro que fue el pri­mer irlan­dés en lle­gar a la cum­bre de K2; se cree que en la eta­pa del des­cen­so él se apre­su­ró a auxi­liar a tres heri­dos alpi­nis­tas con el pre­cio de pagar con su vida la asis­ten­cia rea­li­za­da; de algún modo ese hecho plan­tea en el film una pre­gun­ta no exen­ta de con­no­ta­cio­nes mora­les acer­ca de si según las reglas no escri­tas de este depor­te, como medio de pre­ser­va­ción uno debe pro­se­guir en lo suyo dejan­do de lado a quie­nes pudie­ran reque­rir auxilio.

En líneas gene­ra­les el docu­men­tal impre­sio­na por sus imá­ge­nes aun­que no nece­sa­ria­men­te en lo que con­cier­ne a la narra­ción; eso se debe a que hay dema­sia­da infor­ma­ción reco­gi­da que muchas veces resul­ta con­tra­dic­to­ria y ade­más por­que el rea­li­za­dor fre­cuen­te­men­te deja de lado el tema cen­tral del rela­to para inter­ca­lar his­to­rias que de algu­na mane­ra dis­traen ate­nuan­do el inte­rés del espec­ta­dor, como es el caso del mate­rial de archi­vo de una expe­di­ción de carac­te­rís­ti­cas simi­la­res que tuvo lugar en 1954.

Con­clu­sión: The Sum­mit se dis­tin­gue por su belle­za pano­rá­mi­ca pero sin acla­rar con­ve­nien­te­men­te cómo se pro­du­jo la muer­te de los 11 alpi­nis­tas. Jor­ge Gutman

El Retorno de Carrie

CARRIE. Esta­dos Uni­dos, 2013. Un film de Kim­berly Peirce 

Chloe Grace Moretz y Julianne Moore

Chloe Gra­ce Moretz y Julian­ne Moore

Este film es una nue­va ver­sión de la cono­ci­da nove­la Carrie de Stephen King que ori­gi­nal­men­te fue diri­gi­do por Brian De Pal­ma en 1976 con Sissy Spa­cek en el rol pro­ta­gó­ni­co y Piper Lau­rie como su madre. Des­de el vamos, se pue­de afir­mar que aun­que lo que la rea­li­za­do­ra Kim­berly Peir­ce ofre­ce aquí dis­te de tener el mis­mo liris­mo e impac­to que la pelí­cu­la ori­gi­nal, con todo su tra­ba­jo es res­pe­ta­ble, per­mi­tien­do a la nue­va gene­ra­ción de espec­ta­do­res con­tem­plar un film entre­te­ni­do den­tro del mar­co de las con­ven­cio­nes de los rela­tos de horror. 

En líneas gene­ra­les, sal­vo su pró­lo­go, el rela­to basa­do en el guión de Law­ren­ce D. Cohen y Rober­to Agui­rre-Saca­sa se ajus­ta al libro de King aun­que adap­ta­do a las nue­vas tec­no­lo­gías de la épo­ca actual. 

Chloe Gra­ce Moretz ani­ma a la pro­ta­go­nis­ta Carrie Whi­te, una ado­les­cen­te que tenien­do como madre (Julian­ne Moo­re) a una per­so­na faná­ti­ca­men­te reli­gio­sa ha influi­do en la for­ma­ción de su per­so­na­li­dad con­vir­tién­do­la en una joven prác­ti­ca­men­te igno­ran­te de aspec­tos que se vin­cu­lan con su edad a la vez que la ha mar­gi­na­do socialmente. 

La inge­nui­dad de Carrie así como su natu­ra­le­za tími­da y extre­ma­da ino­cen­cia influ­yen para que sea dife­ren­cia­da y aco­sa­da por sus com­pa­ñe­ras de escue­la. Cuan­do des­pués de una ducha que tie­ne lugar en el recin­to esco­lar es pre­sa de un ata­que de páni­co al ver que gotas de san­gre ema­nan de su cuer­po como con­se­cuen­cia de su pri­me­ra mens­trua­ción, no sólo que es obje­to de la impla­ca­ble bur­la de sus com­pa­ñe­ras sino que ade­más ella es fil­ma­da con el telé­fono inte­li­gen­te de una de las más des­pia­da­das estu­dian­tes (Por­tia Dou­ble­day) quien colo­ca ese video en línea para que todo el mun­do sepa lo que pasó. Es ahí don­de Carrie des­cu­bre sus pode­res de tele­qui­ne­sia, o sea la ener­gía que ema­na de su cere­bro para lograr el movi­mien­to de los obje­tos, que a la pos­tre se con­ver­ti­rá en su letal ins­tru­men­to de venganza. 

Hay algu­nas esce­nas que alcan­zan reso­nan­cia y emo­ti­vi­dad. Entre las mis­mas figu­ra el cáli­do apo­yo que Carrie reci­be de su pro­fe­so­ra de gim­na­sia (Judy Greer) defen­dién­do­la abier­ta­men­te del des­pre­cio que ella sufre en la escue­la; otro momen­to cla­ve es aquél en que ella lle­ga relu­cien­te como una Ceni­cien­ta a la fies­ta de gra­dua­ción acom­pa­ña­da por un com­pa­ñe­ro de cla­se de bue­na pre­sen­cia (Ansel Elgort) en don­de por pri­me­ra vez cree haber gana­do cier­ta acep­ta­ción social y con­fian­za, aun­que ese momen­to de feli­ci­dad resul­te efímero. 

Con un des­en­la­ce sem­bra­do de vio­len­cia y horror, el film no alcan­za la mis­ma fuer­za expre­si­va que el ori­gi­nal pero no lle­ga a decep­cio­nar. Si bien la inter­pre­ta­ción de Moretz dis­ta de poseer la inten­si­dad expre­si­va que brin­da­se Spa­cek en el mis­mo rol, de todos modos se des­ta­ca como un ser débil, inde­fen­so y des­pro­te­gi­do que sufre de los emba­tes del ámbi­to esco­lar así como los des­va­ríos de su psi­có­pa­ta madre cas­tra­do­ra. Quien real­men­te se adue­ña del film es Moo­re quien, des­de la pri­me­ra esce­na en que su tras­tor­na­do per­so­na­je da a luz a Carrie has­ta el ins­tan­te final en el que se pro­du­ce el deci­si­vo enfren­ta­mien­to con su hija, tra­du­ce la ver­da­de­ra sen­sa­ción de una mujer que apli­can­do equi­vo­ca­da­men­te los pre­cep­tos bíbli­cos lle­ga a un esta­do de com­ple­to des­equi­li­brio emo­cio­nal inclu­yen­do la auto­mu­ti­la­ción. 

Con­clu­sión: Aun­que de nivel infe­rior al de su pri­me­ra ver­sión cine­ma­to­grá­fi­ca, esta pelí­cu­la de horror está bien rea­li­za­da y ade­más intere­sa por­que con­si­de­ra sobria­men­te el dra­má­ti­co y espi­no­so tema del “bull­ying” que afec­ta a la juven­tud ado­les­cen­te de la épo­ca actualJor­ge Gutman

Antes De La Medianoche

BEFO­RE MID­NIGHT. Esta­dos Uni­dos, 2013. Direc­ción: Richard Lin­kla­ter. Dis­tri­bu­ción: Sony Pic­tu­res Home Enter­tain­ment ( 2013)

Des­pués de su estreno en sala hace 4 meses, el públi­co que aún no ha vis­to este exce­len­te film tie­ne oca­sión de apre­ciar­lo en video, ya sea en DVD o en Blu-ray. Befo­re Mid­night de Richard Lin­kla­ter es la ter­ce­ra par­te de una saga comen­za­da en 1995 con Befo­re Sun­ri­se y con­ti­nua­da nue­ve años des­pués con Befo­re Sun­set. Con los mis­mos per­so­na­jes y los mis­mos acto­res Lin­kla­ter logró que el segun­do capí­tu­lo supe­ra­ra las exce­len­cias del pri­me­ro y, por si fue­ra poco, su recien­te film es el mejor de los tres. Se tra­ta de una obra ple­na de encan­to, suges­tión y has­ta diría mági­ca, des­en­tra­ñan­do las carac­te­rís­ti­cas del amor de una pare­ja bien cons­ti­tui­da des­pués de cier­to perío­do de convivencia.

Julie Delpy y Ethan Hawke

Julie Delpy y Ethan Hawke

Cabe recor­dar que en la his­to­ria comen­za­da hace casi dos déca­das, en un via­je en tren des­de Buda­pest a Vie­na, se pro­du­ce el encuen­tro entre el ame­ri­cano Jes­se (Ethan Haw­ke) y la fran­ce­sa Celi­ne (Julie Delpy), dos jóve­nes de poco más de 20 años don­de la atrac­ción sur­gi­da entre ambos es inme­dia­ta dan­do lugar a un tierno roman­ce de esca­sas horas en Vie­na dado que él debía retor­nar a los Esta­dos Uni­dos y ella se diri­gía a París; pro­me­tien­do un reen­cuen­tro que debe­ría pro­du­cir­se 6 meses des­pués, el mis­mo recién se pro­du­ce en 2004 cuan­do Jes­se con­ver­ti­do en un reco­no­ci­do escri­tor visi­ta París pro­mo­cio­nan­do su últi­ma nove­la y ahí Celi­ne sale a su encuen­tro. Con las esca­sas dos horas que le que­da­ban para lle­gar al aero­puer­to y regre­sar a los Esta­dos Uni­dos, Jes­se le pro­po­ne a Celi­ne un paseo por la ciu­dad de las luces para que cada uno se impon­ga del otro acer­ca de lo acon­te­ci­do en el trans­cur­so de los años pasa­dos; ya más expe­ri­men­ta­dos y en don­de los sue­ños de los jóve­nes no lle­ga­ron a cris­ta­li­zar­se del modo cómo lo habían pla­nea­do, que­da flo­tan­do una sen­sa­ción de arre­pen­ti­mien­to mutuo por haber fra­ca­sa­do la cita que se habían pro­pues­to en su momen­to; como “don­de hubo fue­go ceni­zas que­dan”, el segun­do epi­so­dio con­clu­ye dejan­do el sus­pen­so en si ambos esta­rán dis­pues­tos a asu­mir el com­pro­mi­so emo­cio­nal de vivir jun­tos. Así se lle­ga al momen­to actual don­de Jes­se y Celi­ne han uni­do sus vidas, tie­nen un par de niñas melli­zas y asu­men una res­pon­sa­bi­li­dad com­ple­ta­men­te dife­ren­te a la de las ante­rio­res eta­pas de sus vidas, como con­se­cuen­cia del pasa­je del tiem­po y por una madu­rez adqui­ri­da por los 40 años de edad que lle­van a cuestas.

Cuan­do comien­za el film, ya se sabe que Jes­se y Celi­ne se casa­ron y el matri­mo­nio se halla en una isla grie­ga con sus hiji­tas dis­fru­tan­do el últi­mo día de vaca­cio­nes de varias sema­nas en casa de unos ami­gos, antes de retor­nar a París don­de fija­ron su resi­den­cia. Pre­via­men­te, vemos a Jes­se des­pe­dir en el aero­puer­to a Hank (Sea­mus Davey-Fitz­pa­trick) su hijo ado­les­cen­te pro­duc­to de su matri­mo­nio ante­rior quien lo vino a visi­tar y con quien tie­ne esca­so con­tac­to dado que vive con su madre en Chica­go; de algún modo, el hecho de no haber com­par­ti­do con él sus años de infan­cia así como la pre­sen­te eta­pa de su vida con­tri­bu­yen a que Jes­se se encuen­tre un tan­to apenado.

La estruc­tu­ra narra­ti­va del film no ha cam­bia­do. Con diá­lo­gos escri­tos por el rea­li­za­dor y sus dos pro­ta­go­nis­tas, el públi­co asis­te al igual que en las dos pelí­cu­las ante­rio­res a con­ver­sa­cio­nes que aun­que apa­ren­te­men­te intras­cen­den­tes cobran ímpe­tu y rique­za en las inge­nio­sas répli­cas que se pro­du­cen entre ellos. Des­pués de los pri­me­ros vein­te minu­tos en que en plano fijo la cáma­ra sigue a la fami­lia en el auto con­du­ci­do por Jes­se, el públi­co va impo­nién­do­se de deta­lles que sutil­men­te van ilus­tran­do los egos de ambos per­so­na­jes cuan­do dis­cu­ten sobre un nue­vo empleo que Celi­ne está a pun­to de comen­zar y que Jes­se no está muy de acuer­do para que ella lo acep­te. En la segun­da sec­ción del film se los ve en una comi­da fami­liar ofre­ci­da por sus anfi­trio­nes grie­gos más otros ami­gos ‑jóve­nes y ancia­nos- don­de los temas del amor, la fami­lia, las cos­tum­bres sexua­les, las dife­ren­cias de géne­ro entre hom­bre y mujer, y algu­nos otros tópi­cos de natu­ra­le­za inte­lec­tual –espe­cial­men­te de carác­ter lite­ra­rio- salen a relu­cir en diá­lo­gos abso­lu­ta­men­te natu­ra­les, sin que el inte­rés por los mis­mos lle­gue a decaer. Pos­te­rior­men­te, y dejan­do a las niñi­tas en casa de sus ami­gos, la pare­ja deci­de pasar la últi­ma noche en un hotel cer­cano para gozar momen­tos ínti­mos. Pero esas inten­cio­nes se frus­tran cuan­do Jes­se reci­be un lla­ma­do tele­fó­ni­co de Hank, y como con­se­cuen­cia del mis­mo se ori­gi­na una dis­cu­sión con Celi­ne que va gene­ran­do en for­ma cre­cien­te una atmós­fe­ra de ten­sión al sur­gir repro­ches, celos y situa­cio­nes que podrían poner en jaque la rela­ción matri­mo­nial; pero no es así, por­que en últi­ma ins­tan­cia Lin­kla­ter, Haw­ke y Delphy optan por demos­trar que las fric­cio­nes o des­acuer­dos que pue­den acon­te­cer entre los miem­bros de una pare­ja fren­te a situa­cio­nes exter­nas o impo­si­bles de con­tro­lar, de nin­gún modo pue­den aca­llar los ver­da­de­ros sen­ti­mien­tos de com­pren­sión y bue­na volun­tad que los vin­cu­la, en la medi­da que esa unión esta fun­da­da en cimien­tos bien construidos.

En cuan­to a la inter­pre­ta­ción Delpy y Haw­ke ya no exis­ten como acto­res al inte­grar­se por com­ple­to en las vidas de Jes­se y Celi­ne; estos dos per­so­na­jes son tan vívi­dos, rea­lis­tas y con­vin­cen­tes –ade­más de lograr una quí­mi­ca extra­or­di­na­ria– que resul­ta impo­si­ble des­en­ten­der­se de lo que dicen, sien­ten o expre­san ges­tual­men­te reve­lan­do sus pensamientos. 

La trans­fe­ren­cia al video, a juz­gar por la pre­sen­ta­ción del for­ma­to Blu-ray, es de nota­ble cali­dad tan­to en lo que con­cier­ne a su tex­tu­ra, la cla­ri­dad de sus imá­ge­nes y los colo­res. Como par­te del mate­rial com­ple­men­ta­rio se inclu­yen comen­ta­rios de inte­rés por par­te de los dos intér­pre­tes y el rea­li­za­dor que en par­te vuel­ven a ser vol­ca­dos al ser entre­vis­ta­dos por el crí­ti­co de cine Elvis Mit­chell. Esta edi­ción pre­sen­ta­da en idio­ma ori­gi­nal inglés cuen­ta con sub­tí­tu­los opta­ti­vos en inglés. Jor­ge Gutman