La Gran Mentira

THE ARMS­TRONG LIE. Esta­dos Uni­dos, 2013. Un film escri­to y diri­gi­do por Alex Gibney

El exce­len­te docu­men­ta­lis­ta Alex Gib­ney anti­ci­pa en el títu­lo sobre lo que tra­ta su film. La men­ti­ra de Lan­ce Armns­trong, uno de los más cono­ci­dos ciclis­tas del mun­do, no es solo el ocul­ta­mien­to de una ver­dad con­sis­ten­te­men­te nega­da a tra­vés del tiem­po por su autor sino tam­bién una de las defrau­da­cio­nes de la con­fian­za popu­lar más impor­tan­tes regis­tra­da en la his­to­ria del deporte.

2.Lance Armstrong

Lan­ce Armstrong

Arms­trong se ini­ció como ciclis­ta pro­fe­sio­nal en 1992 y des­pués de cua­tro fruc­tí­fe­ros años que lo con­vir­tie­ron en un depor­tis­ta de pres­ti­gio, en octu­bre de 1996 fue aque­ja­do por un cán­cer tes­ti­cu­lar con metás­ta­sis en el pul­món y el cere­bro; gra­cias a los tra­ta­mien­tos médi­cos obte­ni­dos pudo sobre­vi­vir para retor­nar a lo suyo en 1998. Des­de enton­ces has­ta 2005 logró sie­te vic­to­rias con­se­cu­ti­vas del Tour de Fran­cia que lo sepul­ta­ron a la fama mun­dial. A pesar de que había des­per­ta­do sos­pe­chas a lo lar­go de su carre­ra de haber uti­li­za­do dro­gas esti­mu­lan­tes, sobre todo en 2005 cuan­do anun­cia su reti­ro del depor­te, las mis­mas no lle­ga­ron a entur­biar su repu­tación de hones­to depor­tis­ta dado que en múl­ti­ples opor­tu­ni­da­des y con máxi­ma con­vic­ción había decla­ra­do que jamás había recu­rri­do al dopaje.

En 2008 Arms­trong deci­de vol­ver a peda­lear y par­ti­ci­par en una nue­va com­pe­ten­cia del Tour de Fran­cia de 2009. Es enton­ces cuan­do Gib­ney deci­de rea­li­zar un docu­men­tal de ins­pi­ra­ción depor­ti­va enfo­can­do la figu­ra de Arms­trong a tra­vés de sus haza­ñas pasa­das y en vís­pe­ras de com­pe­tir una vez más en la famo­sa com­pe­ten­cia; sin embar­go, el film no lle­gó a su tér­mino, posi­ble­men­te por­que en dicha oca­sión el ciclis­ta no resul­tó gana­dor sino que ter­mi­nó ter­ce­ro. En todo caso,  The Ams­trong Lie comien­za a adqui­rir for­ma en 2012 cuan­do el rea­li­za­dor se impo­ne de la admi­sión de Arms­trong de haber recu­rri­do al uso de dro­gas como con­se­cuen­cia de una inves­ti­ga­ción cri­mi­nal fede­ral empren­di­da por los Esta­dos Uni­dos. Este hecho uni­do a la con­fe­sión pos­te­rior­men­te rea­li­za­da en la entre­vis­ta tele­vi­si­va de Oprah Win­frey en enero de 2013 y a las decla­ra­cio­nes de varios de sus crí­ti­cos ‑inclu­yen­do algu­nos com­pa­ñe­ros de su equi­po como las de otros ciclis­tas- dejan un amplio mar­gen para refle­xio­nar sobre la per­so­na­li­dad extra­ña de este indi­vi­duo ambi­cio­so y arro­gan­te. El docu­men­tal deja entre­ver que si su retorno de 2008 no se hubie­ra con­cre­ta­do, la cons­tan­te men­ti­ra habría per­ma­ne­ci­do ocul­ta y Arms­trong habría segui­do dis­fru­tan­do impu­ne­men­te de la cele­bri­dad adqui­ri­da por pasa­dos triun­fos. Que­da enton­ces la pre­gun­ta sobre qué pudo haber moti­va­do su regre­so; la supues­ta res­pues­ta sería la de seguir ali­men­tan­do su ego y la des­me­di­da ambi­ción de que­rer seguir sien­do el pri­mer ciclis­ta del mun­do, hecho que final­men­te pro­vo­có su caída.

La visión del film deja un extra­ño sin­sa­bor, espe­cial­men­te cuan­do se lle­ga a des­cu­brir la for­ma en que pro­fe­sio­na­les médi­cos han cola­bo­ra­do en el dopa­je con meca­nis­mos sofis­ti­ca­dos para que las prue­bas prac­ti­ca­das al ex depor­tis­ta siem­pre resul­ta­ran nega­ti­vas; en este caso son lamen­ta­bles las mani­fes­ta­cio­nes ver­ti­das por el médi­co ase­sor Miche­le Ferra­ri sobre las trans­fu­sio­nes ile­ga­les de san­gre rea­li­za­das a su clien­te. Peor aún es la admi­sión del ex ciclis­ta al afir­mar que no se con­si­de­ra tram­po­so con res­pec­to a sus cole­gas pues­to que si todo el mun­do tram­pea él no hace más que ate­ner­se a las reglas de jue­go exis­ten­tes; una vez más, uno no lle­ga a saber has­ta dón­de Arms­trong sigue min­tien­do o dice la ver­dad de lo que acon­te­ce. En todo caso, el film ofre­ce sufi­cien­te mate­rial para refle­xio­nar sobre la com­pe­ti­ti­vi­dad del depor­te y lo que se escon­de detrás de cada torneo.

En 2012 la agen­cia nor­te­ame­ri­ca­na de anti­do­pa­je (USA­DA) des­po­jó al ciclis­ta de los títu­los de gana­dor que obtu­vo en los Tours men­cio­na­dos así como lo san­cio­nó a per­pe­tui­dad para no vol­ver a par­ti­ci­par en nin­gu­na com­pe­ten­cia ciclis­ta ni de cual­quier otro deporte.

¿Algu­na nota de gra­cia para Arms­trong? Des­pués de su recu­pe­ra­ción can­ce­ro­sa el film ilus­tra la fun­da­ción por él ins­ti­tui­da con el pro­pó­si­to de ayu­dar a niños que pade­cen de cán­cer como así tam­bién a sus fami­lia­res. Sin duda, en medio de tan­tas decep­cio­nes, se des­ta­ca al menos un ges­to deci­di­da­men­te noble y altruista.

Con­clu­sión: Un fas­ci­nan­te docu­men­tal, meticu­losa­men­te rea­li­za­do y de absor­ben­te inte­rés sobre la per­so­na­li­dad de un cíni­co embus­te­ro cuya con­vic­ción final­men­te lo hace pre­sa de su pro­pia tram­pa.  Jor­ge Gutman