Don Her­ma­nos, Dos Destinos

OUT OF THE FUR­NA­CE. Esta­dos Uni­dos, 2013. Un film de Scott Cooper

Des­pués de la bue­na impre­sión que Scott Cooper cau­só con su pri­mer film Crazy Heart (2009) don­de un can­tan­te de músi­ca country pro­cu­ra su reden­ción per­so­nal, aho­ra retor­na con Out of the Fur­na­ce don­de entre otros aspec­tos abor­da la cri­sis eco­nó­mi­ca que atra­vie­san cier­tas regio­nes de los Esta­dos Uni­dos así como la para­dó­ji­ca situa­ción de vete­ra­nos de gue­rra que des­pués de haber pres­ta­do un ser­vi­cio a la patria cuan­do regre­san no logran ser rein­ser­ta­dos en el mer­ca­do ocupacional.

La acción tie­ne lugar en 2008, de acuer­do a los indi­cios sumi­nis­tra­dos por la tele­vi­sión mos­tran­do clips de la cam­pa­ña de elec­ción pre­si­den­cial, y trans­cu­rre en Brad­dock, una peque­ña ciu­dad del esta­do de Pennsyl­va­nia. El pano­ra­ma se mues­tra com­pli­ca­do a cau­sa del colap­so eco­nó­mi­co y finan­cie­ro que sufre el país, afec­tan­do de mane­ra espe­cial a esta loca­li­dad don­de sus resi­den­tes no alber­gan incen­ti­vo alguno o espe­ran­za de un futu­ro mejor.

Christian Bale

Chris­tian Bale

El guión de Cooper escri­to con Brad Ingelsby pre­sen­ta a dos her­ma­nos. Uno de ellos es Rus­sell Baze (Chris­tian Bale) quien al igual que su padre que lo había hecho antes que él deci­dió tra­ba­jar en la fábri­ca side­rúr­gi­ca del lugar y que por el esta­do impe­ran­te de la eco­no­mía no tie­ne visos de per­ma­ne­cer ope­ran­do por mucho tiem­po más; el her­mano menor es Rod­ney (Casey Affleck) quien habién­do­se alis­ta­do como sol­da­do en la gue­rra de Irak regre­sa al hogar enfren­tan­do un pano­ra­ma rece­si­vo que le impi­de aspi­rar a un empleo decen­te que le per­mi­ta man­te­ner­se. Cre­yen­do que podrá cam­biar su suer­te, Rod­ney opta por inten­tar suer­te en el jue­go y para ello se endeu­da cada vez más a tra­vés del dine­ro pres­ta­do por Petty (Willem Dafoe), un oscu­ro corre­dor de apuestas.

La situa­ción se empeo­ra cuan­do al con­du­cir su vehícu­lo negli­gen­te­men­te, Rus­sell cau­sa un acci­den­te fatal por el cual es tem­po­ral­men­te encar­ce­la­do; al que­dar en liber­tad se encuen­tra con que su padre que ya esta­ba gra­ve­men­te enfer­mo murió en su ausen­cia, y que su novia (Zoe Sal­da­na) lo ha deja­do para estar aho­ra com­pro­me­ti­da con el she­riff del lugar (Forest Whi­ta­ker). Des­pués de haber can­ce­la­do par­te de la deu­da de Rod­ney, Rus­sell se ente­ra con que su que­ri­do her­mano encon­trán­do­se des­ocu­pa­do deci­dió par­ti­ci­par en dis­cu­ti­bles tor­neos de boxeo don­de el empre­sa­rio es Har­lan DeGroat (Woody Harrel­son); se tra­ta de un mali­cio­so pro­duc­tor de dro­gas del cual nada lim­pio cabe espe­rar y en don­de su nefas­ta per­so­na­li­dad que­da com­ple­ta­men­te deli­nea­da en la pri­me­ra esce­na del relato.

Los acon­te­ci­mien­tos pos­te­rio­res cobran un giro deci­di­da­men­te dra­má­ti­co que con­vie­ne no reve­lar, pero que pone a prue­ba has­ta dón­de lle­ga el amor fra­ter­nal de Rus­sell hacia Rod­ney en un ambien­te deci­di­da­men­te depri­men­te don­de algu­nos per­so­na­jes del bajo fon­do con­tri­bu­yen a que las con­di­cio­nes de vida se tor­nen aún más des­agra­da­bles para quie­nes no han sabi­do acer­tar con las deci­sio­nes adoptadas.

El film cuen­ta con algu­nas actua­cio­nes nota­bles. Una de ellas es la de Bale quien en el rol pro­ta­gó­ni­co da mues­tras de una aca­ba­da sol­ven­cia ani­man­do a un obre­ro hones­to cuya vida se des­mo­ro­na por fac­to­res que están fue­ra de su con­trol. Igual­men­te con­ven­ce Affleck como el trau­ma­ti­za­do joven en pro­cu­ra de un por­ve­nir más aus­pi­cio­so que el que le es ofre­ci­do y Harrel­son des­cue­lla como el vio­len­to y pro­vo­ca­dor psi­có­pa­ta inca­paz de valo­rar la vida ajena.

Con­clu­sión: Glo­bal­men­te con­si­de­ra­do Cooper ha logra­do un tra­ba­jo sóli­do y muy com­pe­ten­te. Tan­to la ilus­tra­ción del medio social como la des­crip­ción de sus per­so­na­jes demues­tran que el espec­ta­dor se encuen­tra ante un rela­to que aun­que abor­da aspec­tos ya vis­tos otras veces cap­ta de todos modos el inte­rés del espec­ta­dor por la for­ma cómo está pre­sen­ta­do. Lo que tam­bién es nece­sa­rio remar­car que la natu­ra­le­za tris­te, gris y som­bría de esta his­to­ria pue­da no ape­te­cer para quie­nes pre­fie­ran un cine más liviano o diver­ti­do; pero en todo caso, esta obser­va­ción no afec­ta la cali­dad intrín­se­ca de este dra­ma. Jor­ge Gutman