Momen­tos de Vida

BOYHOOD. Esta­dos Uni­dos, 2014. Un film escri­to y diri­gi­do por Richard Linklater

De tan­to en tan­to el cine lle­ga a sor­pren­der mara­vi­llo­sa­men­te al espec­ta­dor que desea ver un film de cali­dad. Des­de ya se pue­de afir­mar sin exa­ge­ra­ción algu­na que Boyhood es una obra maes­tra bajo cual­quier ópti­ca que se la exa­mi­ne. El exce­len­te direc­tor y guio­nis­ta Richard Lin­kla­ter ha tra­ta­do de des­cri­bir el paso de los años de un ser humano des­de su tier­na infan­cia has­ta lle­gar a la mayo­ría de edad logran­do en esa ilus­tra­ción efec­tuar una saga mara­vi­llo­sa don­de no sola­men­te está invo­lu­cra­do el per­so­na­je prin­ci­pal sino tam­bién la fami­lia y el medio que lo circunda.

En lo que res­pon­de a una audaz y arries­ga­da con­cep­ción, el direc­tor deci­dió uti­li­zar los mis­mos acto­res duran­te un perío­do de 12 años. Comen­zan­do en 2001 y con­clu­yen­do en 2013, cada año fue fil­man­do epi­so­dios de esta his­to­ria y si bien en los intér­pre­tes adul­tos pue­den no evi­den­ciar­se gran­des cam­bios a medi­da que va trans­cu­rrien­do el tiem­po, dife­ren­te es el caso del per­so­na­je prin­ci­pal como el de quien repre­sen­ta el rol de su her­ma­na don­de en cada eta­pa que mar­ca el paso de un año a otro los ras­gos físi­cos van modi­fi­cán­do­se gra­dual­men­te, así como si se estu­vie­se con­tem­plan­do un álbum de fotos de fami­lia a tra­vés del tiempo.

Ellar Coltrane y Ethan Hawke

Ellar Col­tra­ne y Ethan Hawke

La tra­ma no pue­de ser más sen­ci­lla pero la for­ma en que el rea­li­za­dor lo cuen­ta la vuel­ve fas­ci­nan­te apo­ya­da por exce­len­tes diá­lo­gos. Al comien­zo vemos al peque­ño Mason (Ellar Col­tra­ne) de 6 años y a su her­ma­ni­ta Samantha (Lore­lei Lin­kla­ter, la hija del direc­tor) un poco mayor que él y un tan­to man­do­na por lo que lle­ga a fas­ti­diar­lo como a veces sue­le ocu­rrir entre niños con­vi­vien­do bajo un mis­mo techo; la mamá Oli­via (Patri­cia Arquet­te) sepa­ra­da de su mari­do Mason Sr. (Ethan Haw­ke) que a su vez está des­de hace un tiem­po tra­ba­jan­do en Alas­ka, se ocu­pa de sus hijos. Cuan­do el padre regre­sa sin tener ocu­pa­ción fija, comien­za a adqui­rir una mejor res­pon­sa­bi­li­dad pater­nal tra­tan­do de con­gra­ciar­se con Mason y Samantha. Al poco tiem­po Oli­via mani­fies­ta a sus hijos de que se muda­rán del pue­blo en que viven en Texas para radi­car­se en Hous­ton a fin de que ella ten­ga posi­bi­li­dad de efec­tuar sus estu­dios uni­ver­si­ta­rios y poder alcan­zar un mejor nivel de ingre­so. El cam­bio de domi­ci­lio ori­gi­na el siguien­te seg­men­to del film para mos­trar nue­vos epi­so­dios que irán acon­te­cien­do en el seno de la fami­lia a tra­vés de la ópti­ca de Mason que va cre­cien­do y obser­van­do la con­duc­ta de sus padres, la for­ma en que cada uno de ellos reha­ce sus vidas y las dife­ren­tes situa­cio­nes que se ori­gi­nan en los inter­cam­bios que se pro­du­cen entre la mamá y el papá con sus hijos.

El film es un espe­jo de la vida real y el apor­te más impor­tan­te es el modo en que desa­rro­lla el con­cep­to del tiem­po y de cómo el mis­mo va pro­du­cien­do un cam­bio de per­cep­ción sobre la for­ma de apre­ciar la vida o mejor dicho cómo los dife­ren­tes epi­so­dios van mar­can­do el des­tino de los per­so­na­jes y su pro­ce­so de madu­ra­ción. Eso es lo que se apre­cia a medi­da que Mason va dejan­do los años de niñez, entra en la eta­pa ado­les­cen­te y comien­za a asu­mir la res­pon­sa­bi­li­dad de un adul­to cuan­do deja su hogar a los 18 años para entrar a estu­diar en la universidad.

Debi­do a que la pelí­cu­la fue fil­ma­da duran­te el tiem­po real en que trans­cu­rre, Lin­kla­ter ofre­ce refe­ren­cias de acon­te­ci­mien­tos polí­ti­cos y socia­les acon­te­ci­dos en la últi­ma déca­da como la gue­rra de Irak, el impac­to de los fil­mes de Harry Pot­ter, el entu­sias­mo pro­vo­ca­do duran­te la cam­pa­ña elec­to­ral de Oba­ma de 2008 y la evo­lu­ción de los gus­tos musi­ca­les juve­ni­les de la épo­ca en una acer­ta­da selección.

Mara­vi­lla la for­ma en que está cons­trui­do el rela­to sin recu­rrir a pre­ten­sio­nes eli­tis­tas ni tam­po­co a sen­si­ble­ría arti­fi­cial o fal­sa nos­tal­gia. Cap­tan­do bri­llan­te­men­te esce­nas de la vida real –la con­ver­sa­ción del padre con sus hijos sobre el sexo, la frus­tra­ción que pue­de sen­tir­se cuan­do un nue­vo matri­mo­nio se des­ha­ce, la pasión que sien­te Mason por la foto­gra­fía, el vacío que sien­te una abne­ga­da madre cuan­do com­prue­ba que sus hijos ya tie­nen alas pro­pias y se ale­jan del hogar, etc- que alcan­zan dimen­sión uni­ver­sal, las mis­mas están cui­da­do­sa­men­te cohe­sio­na­das dan­do como resul­ta­do un pro­duc­to final estu­pen­da­men­te editado.

Las actua­cio­nes del elen­co son estu­pen­das don­de ade­más de los vete­ra­nos Haw­ke y Arquet­te se apre­cia la natu­ra­li­dad de Lore­ley Lin­kla­ter y fun­da­men­tal­men­te la duc­ti­li­dad ofre­ci­da por Ellar Col­tra­ne quien va per­fi­lan­do mag­ní­fi­ca­men­te las modi­fi­ca­cio­nes físi­cas y emo­cio­na­les del per­so­na­je pro­ta­gó­ni­co en cuan­to a su carác­ter y per­so­na­li­dad a tra­vés del tiempo.

Con­clu­sión: Boyhood es un film sin pre­ce­den­tes que ade­más de ser el mejor de los exhi­bi­dos en 2014 has­ta la fecha mere­ce un gran aplau­so.  Jor­ge Gutman

Así Va la Cosa

AND SO IT GOES. Esta­dos Uni­dos, 2014. Un film de Rob Riener.

Como alter­na­ti­va para quie­nes no se adhie­ren a los block­bus­ters que Holly­wood lan­za al mer­ca­do para los espec­ta­do­res más jóve­nes, la tem­po­ra­da esti­val sue­le pre­sen­tar come­dias román­ti­cas para adul­tos como es el caso de And So it Goes; lamen­ta­ble­men­te, este film care­ce de la chis­pa y del inge­nio nece­sa­rio para moti­var la sim­pa­tía del espectador.

Lo que resul­ta más sor­pren­den­te de este film es que haya sido rea­li­za­do por Rob Rie­ner, res­pon­sa­ble de When Harry Met Sally (1989) que a pesar de los años trans­cu­rri­dos sigue con­ser­van­do la fres­cu­ra y encan­to de una his­to­ria román­ti­ca ple­na de emo­ción y sin haber dado nin­gu­na nota en fal­so; cier­ta­men­te, ahí el direc­tor con­tó con una talen­to­sa guio­nis­ta como lo fue­ra la des­apa­re­ci­da Nora Eph­ron mien­tras que aquí se vale del ende­ble libre­to de Mark Andrus, sin duda el prin­ci­pal pro­ble­ma de este relato.

Michael Douglas y Diane Keaton

Michael Dou­glas y Dia­ne Keaton

Dou­glas ani­ma a Oren Little, un misán­tro­po corre­dor inmo­bi­lia­rio viu­do que sola­men­te es capaz de expre­sar cier­ta emo­ción al visi­tar la tum­ba de su espo­sa. Su for­ma soca­rro­na y anti­pá­ti­ca se mani­fies­ta cla­ra­men­te con Leah (Dia­ne Kea­ton), su agra­da­ble veci­na quien debe hacer esfuer­zos para con­te­ner­se fren­te a sus exabrup­tos comen­ta­rios. Todo cam­bia cuan­do repen­ti­na­men­te apa­re­ce en esce­na Luke (Scott Shepherd), el hijo de Oren con quien se man­te­nía dis­tan­cia­do, acom­pa­ña­do de la nie­ti­ta Sarah de 10 años (Ster­ling Jerins) cuya exis­ten­cia des­co­no­cía. Luke le pide a su padre que cui­de de la niña mien­tras él esté ausen­te para cum­plir una pena en la cár­cel. Si bien Oren se resis­te a hacer­lo, final­men­te ter­mi­na acce­dien­do. Como Sarah se ape­ga más a Leah que a su abue­lo, éste no tie­ne empa­cho alguno para soli­ci­tar a su veci­na que se encar­gue de cui­dar a la peque­ña para que él pue­da desa­rro­llar nor­mal­men­te sus jor­na­das de tra­ba­jo. Para seguir con la fór­mu­la típi­ca de rela­tos medio­cres pla­ga­dos de cli­sés y situa­cio­nes inve­ro­sí­mi­les, “así va la cosa” (la tra­duc­ción en espa­ñol de su títu­lo) mues­tra la trans­for­ma­ción del mal­hu­mo­ra­do Oren en un hom­bre gene­ro­so que es capaz de abrir su cora­zón fren­te a su nie­ta, reco­no­cer la bue­na volun­tad evi­den­cia­da por Leah por con­tri­buir a la uni­dad fami­liar y, por supues­to, como resul­ta­do de todo ello el últi­mo cli­sé requie­re que cupi­do cum­pla su misión para que los madu­ros veci­nos se ena­mo­ren y sean felices.

Con una deci­di­da fal­ta de ima­gi­na­ción esta his­to­ria de amor de gen­te de la ter­ce­ra edad des­pi­de un fuer­te olor a naf­ta­li­na como pro­duc­to de su com­ple­to añe­ja­mien­to. Des­afor­tu­na­da­men­te, la pre­sen­cia de dos bue­nos acto­res como lo son Dou­glas y Kea­ton nada pue­den hacer para res­ca­tar del nau­fra­gio a este pobre relato.

Con­clu­sión: Un film que no mere­ce la pena ver­se en sala como tam­po­co cuan­do apa­rez­ca en video.  Jor­ge Gutman

Pri­me­ros Anti­ci­pos del TIFF 2014

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

En la con­fe­ren­cia de pren­sa del 22 de julio, Piers Hand­ling y Came­ron Bai­ley, CEO y Direc­tor del TIFF res­pec­ti­va­men­te, die­ron a cono­cer los pri­me­ros títu­los de la 38° edi­ción del Fes­ti­val que ten­drá lugar des­de el 4 has­ta el 14 de sep­tiem­bre. De las 59 pelí­cu­las anti­ci­pa­das 13 de las mis­mas corres­pon­den a la sec­ción Gala y 46 a Spe­cial Pre­sen­ta­tions. Esta pri­me­ra selec­ción inclu­ye 37 pri­mi­cias mun­dia­les per­te­ne­cien­tes a impor­tan­tes rea­li­za­do­res internacionales.

Roman Duris

Roman Duris en UNE NOU­VE­LLE AMIE

Entre los fil­mes que serán pre­sen­ta­dos en la sec­ción Gala se encuen­tra Une Nou­ve­lle amie (Fran­cia), el últi­mo tra­ba­jo de Fra­nçois Ozon quien igual­men­te es el autor del guión; su tema gira en torno de la depre­sión que sufre una mujer cuan­do su mejor ami­ga mue­re y lo que pos­te­rior­men­te le acon­te­ce cuan­do efec­túa un sor­pren­den­te des­cu­bri­mien­to sobre el mari­do de la des­apa­re­ci­da; actúan Anaïs Demous­tier, Roman Duris y Raphaël Per­son­naz. Otro de los títu­los de Gala es Pawn Sacri­fi­ce (Esta­dos Uni­dos) de Ed Zwick, basa­do en la his­to­ria real del enfren­ta­mien­to de Bobby Fisher (Tobey Magui­re) y Boris Spassky (Liev Screi­ber) en el cam­peo­na­to mun­dial de aje­drez duran­te la épo­ca de la Gue­rra Fría. Un pro­gra­ma de tele­vi­sión de la déca­da del 80 es tras­la­da­do a la pan­ta­lla gran­de en The Equa­li­zer (Esta­dos Uni­dos), thri­ller de Antoi­ne Fuqua don­de el pro­ta­go­nis­ta del rela­to se enfren­ta con una ban­da vio­len­ta de gangs­ters rusos que bru­ta­li­za a una inde­fen­sa chi­ca; el repar­to está inte­gra­do por Den­zel Washing­ton, Chloë Gra­ce Moretz, David Har­bour, Bill Pull­man, Melis­sa Leo y Mar­ton Csockas.

Sea Fog (Corea del Sur) de Shim Sung-bo, es un ten­so rela­to que cen­tra su aten­ción en la tri­pu­la­ción de una embar­ca­ción pes­que­ra encar­ga­da de con­tra­ban­dear a un gru­po de inmi­gran­tes ile­ga­les de Chi­na a Corea. Black and Whi­te (Esta­dos Uni­dos) de Mike Bin­der cuen­ta la his­to­ria de una bata­lla legal enta­bla­da entre un abue­lo viu­do (Kevin Cost­ner) encar­ga­do de criar a su nie­ta y la abue­la pater­na (Octa­via Spen­cer) quien tra­ta de obte­ner cus­to­dia de la mis­ma. En The Jud­ge (EstadosUnidos)un abo­ga­do retor­na a su hogar de infan­cia don­de su dis­tan­cia­do padre que es el juez de la ciu­dad resul­ta sos­pe­cho­so por ase­si­na­to; actúan Robert Dow­ney Jr., Robert Duvall, Vera Far­mi­ga, Vin­cent D’Onofrio y Billy Bob Thorn­ton. La come­dia This is Whe­re I Lea­ve You (Esta­dos Uni­dos) de Shawn Levy abor­da a cua­tro her­ma­nos que retor­nan a su hogar des­pués de la muer­te del padre para estar al lado de la madre y otros fami­lia­res duran­te una sema­na; en ese perío­do con­fron­tan su pasa­do y la fra­gi­li­dad de las rela­cio­nes exis­ten­tes entre ellos. El elen­co inclu­ye a Jane Fon­da, Jason Bate­man, Tina Fey y Rose Byrn.

Aun­que aún no se ha anun­cia­do el film que inau­gu­ra­rá el TIFF ya se sabe que A Little Chaos (Gran Bre­ta­ña) de Alan Rick­man es el ele­gi­do para clau­su­rar la mues­tra. La tra­ma se desa­rro­lla en Fran­cia duran­te el rei­na­do de Luis XVI don­de una pai­sa­jis­ta jar­di­ne­ra es invi­ta­da a dise­ñar una de las fuen­tes cen­tra­les del ele­gan­te Pala­cio de Ver­sa­lles. El elen­co está inte­gra­do por Kate Wins­let, Stan­ley Tuc­ci, Alan Rick­man y Matthias Schoenaerts.

Los res­tan­tes títu­los de Gala son la come­dia social Sam­ba (Fran­ce) de Oli­vier Naka­che y Eric Tole­dano, Wild (Esta­dos Uni­dos) del rea­li­za­dor cana­dien­se Jean-Marc Vallée, The Riot Club (Gran Bre­ta­ña) de Lone Scher­fig, Maps to the Stars (Cana­dá-Ale­ma­nia) de David Cro­nen­berg que ya fue pre­sen­ta­do en Can­nes y Fox­cat­cher (Esta­dos Uni­dos) de Ben­nett Miller, tam­bién vis­to en la rivie­ra francesa.

Entre las pelí­cu­las que inte­gran la lis­ta de Spe­cial Pre­sen­ta­tions se encuen­tra el dra­ma Coming Home (Chi­na) de Zhang Yimou don­de un abne­ga­do matri­mo­nio debe sepa­rar­se cuan­do el mari­do es arres­ta­do y envia­do a un cam­po de tra­ba­jo for­za­do como pri­sio­ne­ro polí­ti­co, jus­to cuan­do su mujer es heri­da en un acci­den­te; deja­do en liber­tad en los últi­mos días de la Revo­lu­ción Cul­tu­ral, el hom­bre retor­na a su hogar para encon­trar que su ama­da espo­sa sufre de amne­sia y recuer­da muy poco de su pasa­do. En The Gate (Fran­cia) de Régis War­gnier se esta­ble­ce una impro­ba­ble alian­za entre un etnó­lo­go fran­cés y un ex ofi­cial del Khmer Rou­ge cam­bo­yano cuan­do éste últi­mo es arres­ta­do por crí­me­nes huma­ni­ta­rios. En Hec­tor and the Search for Hap­pi­ness (Ale­ma­nia-Cana­dá) de Peter Chel­som un psi­quia­tra que se encuen­tra fati­ga­do de su vida ruti­na­ria deci­de embar­car­se en una aven­tu­ra a fin de encon­trar la fór­mu­la de la ver­da­de­ra feli­ci­dad; actúan Toni Collet­te, Chris­topher Plum­mer, Rosa­mund Pike, Ste­llan Skars­gärd y Jean Reno. Patri­cia Clark­son y Ben Kings­ley son los pro­ta­go­nis­tas de Lear­ning to Dri­ve (Esta­dos Uni­dos) don­de una escri­to­ra neo­yor­ki­na toma lec­cio­nes de mane­jo con un ins­truc­tor sikh que afron­ta pro­ble­mas con­yu­ga­les. La exce­len­te actriz Liv Ulmann diri­gió y adap­tó para la pan­ta­lla Miss Julie (Norue­ga-Gran Bre­ta­ña-Irlan­da) del céle­bre dra­ma­tur­go August Strind­berg don­de se explo­ra la rela­ción sen­ti­men­tal y de poder esta­ble­ci­da entre una joven aris­tó­cra­ta (Jes­si­ca Chas­tain) y el valet de su padre (Colin Farrell).

Kristin Scott Thomas y Kevin Kline

Kris­tin Scott Tho­mas y Kevin Kli­ne en MY OLD LADY

Mag­gie Smith, Kevin Kli­ne y Kris­tin Scott Tho­mas enca­be­zan el pres­ti­gio­so elen­co de My Old Lady (Esta­dos Uni­dos) de Israel Horov­tiz don­de un hom­bre here­da un depar­ta­men­to en París de su dis­tan­cia­do padre y se sien­te sor­pren­di­do al encon­trar que en el mis­mo habi­tan una ancia­na dama

Willem Dafoe en PASOLINI

Willem Dafoe en PASOLINI

con su hija. Willem Dafoe inter­pre­ta a Paso­li­ni (Fran­ce-Ita­lia-Bél­gi­ca), film de Abel Ferra­ra que narra los últi­mos días del gran dra­ma­tur­go, poe­ta y cineas­ta ita­liano Pier Pao­lo Paso­li­ni antes de su ase­si­na­to en la noche del 2 de noviem­bre de 1975. Jor­ge Peru­go­rría, Isa­bel San­tos, Alber­to Pujols, Fer­nan­do Heche­va­rría y Pedro Julio Díaz Ferrán son los pro­ta­go­nis­tas del film de Lau­rent Can­tet Return to Itha­ca (Fran­cia) don­de un gru­po de ami­gos se reúnen en La Haba­na para cele­brar el retorno de otro ami­go des­pués de 16 años de exi­lio; jun­tos reme­mo­ran su juven­tud, la amis­tad que los ha uni­do, la fe que tenían en el futu­ro y tam­bién la des­ilu­sión por no haber­se cum­pli­do las aspi­ra­cio­nes aguar­da­das. La inte­li­gen­te direc­to­ra Susan­ne Bier pre­sen­ta su recien­te tra­ba­jo A Second Chan­ce (Dina­mar­ca) abor­dan­do la for­ma en que per­so­nas decen­tes están dis­pues­tas a actuar cuan­do la tra­ge­dia lle­ga a ensom­bre­cer la deli­ca­da línea que sepa­ra lo jus­to de lo injusto.

De la pro­duc­ción pro­ve­nien­te de Amé­ri­ca Lati­na y Espa­ña, el úni­co film anun­cia­do has­ta el momen­to es la exce­len­te come­dia dra­má­ti­ca Rela­tos Sal­va­jes (Argen­ti­na-Espa­ña) de Damian Szi­fron, juz­ga­da en Cannes.

En los pró­xi­mos días el TIFF infor­ma­rá sobre los nue­vos títu­los que inte­gra­rán las dife­ren­tes secciones.

Para una lis­ta com­ple­ta de todos los fil­mes anun­cia­dos has­ta el pre­sen­te, visi­tar el sitio http://tiff.net/festivals/thefestival

Un Exce­len­te Cyrano

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

CYRANO DE BER­GE­RACAutor: Edmond Ros­tand – Direc­ción: Ser­ge Denon­co­urt — Elen­co: Patri­ce Robi­tai­lle, Maga­lie Lépi­ne-Ron­deau, Fra­nçois-Xavier Dufour, Fré­dé­rick Bouf­fard, Luc Bour­geo­is, Samuël Côte, Annet­te Garant, Fré­dé­ric-Antoi­ne Gui­mond, Agathe Lan­ctôt, Nor­mand Léves­que, Daniel Parent, Gabriel Sabou­rin y Lénie Scof­fié — Deco­ra­dos: Gui­llau­me Lord – Ves­tua­rio: Fra­nçois Bar­beau — Ilu­mi­na­ción: Étien­ne Bou­cher – Músi­ca Ori­gi­nal: Phi­lip Pinsky. Dura­ción: 3 horas (con un entre­ac­to). Repre­sen­ta­cio­nes: Has­ta el 23 de agos­to de 2014 en el Théâ­tre du Nou­veau Mon­de (www.tnm.qc.ca)

Si bien el Tea­tro du Nou­veau Mon­de pre­sen­tó con gran éxi­to Cyrano de Ber­ge­rac en 1996, la pro­duc­ción actual que aca­ba de estre­nar­se por la mis­ma com­pa­ñía es sen­ci­lla­men­te excep­cio­nal. Al eva­luar una obra artís­ti­ca suce­de que algu­nas veces las pala­bras no alcan­zan a expre­sar debi­da­men­te toda la rique­za inhe­ren­te que des­ti­la y ese es el caso de la actual pre­sen­ta­ción de esta pieza.

Patrice Robitaille y Magallie Lépine-Rondeau (Foto de TNM)

Patri­ce Robi­tai­lle y Maga­llie Lépi­ne-Ron­deau (Foto del TNM)

Esta obra neo­rro­mán­ti­ca de Edmond Ros­tand estre­na­da en París en 1897 tie­ne la extra­or­di­na­ria fuer­za que la ha con­ver­ti­do en un clá­si­co del tea­tro fran­cés. Con todo requie­re la pre­sen­cia de un actor que pue­da ser capaz de repre­sen­tar a un ser humano que debi­do a un error de la natu­ra­le­za que le ha endil­ga­do una nariz gigan­tes­ca pue­da tra­du­cir el sufri­mien­to que Cyrano expe­ri­men­ta al no sen­tir­se lo sufi­cien­te­men­te apues­to para atraer el cora­zón de la mujer que ado­ra. Es ahí don­de se des­ta­ca uno de los méri­tos del extra­or­di­na­rio direc­tor tea­tral Ser­ge Denon­co­urt al haber sabi­do ele­gir al actor ideal para encar­nar al pro­ta­go­nis­ta de esta his­to­ria. Así la figu­ra de Patri­ce Robi­tai­lle como Cyrano ofre­ce una lec­ción de inter­pre­ta­ción tea­tral des­co­llan­do des­de el prin­ci­pio has­ta el des­en­la­ce de la obra. En otras pala­bras, sin dejar de reco­no­cer que esta mara­vi­llo­sa expe­rien­cia tea­tral es el resul­ta­do de la labor auna­da de los acto­res par­ti­ci­pan­tes y de quie­nes han cola­bo­ra­do en la pro­duc­ción del espec­tácu­lo, lo cier­to es que lo que debe des­ta­car­se fun­da­men­tal­men­te es la estu­pen­da aso­cia­ción artís­ti­ca de Denon­co­urt y Robitaille.

Res­pe­tan­do el esti­lo clá­si­co de la obra la pues­ta en esce­na de Denon­co­urt evi­den­cia el cui­da­do per­ma­nen­te que el direc­tor man­tie­ne para lograr el tono jus­to entre la come­dia que ema­na del tex­to con los momen­tos dra­má­ti­cos de la his­to­ria narra­da. En tal sen­ti­do con­tó con el mag­ní­fi­co apor­te brin­da­do por una esce­no­gra­fía inge­nio­sa de Gui­llau­me Lord que uti­li­zan­do una monu­men­tal estruc­tu­ra de made­ra ilu­mi­na­da por un con­jun­to de velas per­mi­te que los fre­cuen­tes cam­bios de deco­ra­dos se pro­duz­can flui­da­men­te sin que exis­tan momen­tos muer­tos que dis­trai­gan la con­cen­tra­ción del espec­ta­dor; elo­gio simi­lar mere­cen los efec­tos de ilu­mi­na­ción de Étien­ne Bou­cher crean­do la atmós­fe­ra apro­pia­da para las dife­ren­tes secuen­cias de la repre­sen­ta­ción, el logra­do ves­tua­rio de épo­ca de Fra­nçois Bar­beau y la fun­cio­nal músi­ca de Phi­lip Pinsky..

Vol­vien­do a Robi­tai­lle es difí­cil dis­cer­nir has­ta dón­de el actor se sumer­gió en la piel del sufri­do héroe por su pro­pio ins­tin­to artís­ti­co o si bien fue Denon­co­urt quien le demar­có las carac­te­rís­ti­cas que debía asu­mir su per­so­na­je. Más allá de la dis­qui­si­ción apun­ta­da, es nece­sa­rio remar­car que el Cyrano que aquí se apre­cia es el que emer­ge en toda su dimen­sión del tex­to de Ros­tand: un gran gue­rre­ro con amplio domi­nio de su espa­da cuan­do es nece­sa­rio uti­li­zar­la pero al pro­pio tiem­po un ser humano que debe luchar con la repre­sión de sus sen­ti­mien­tos. Es ahí don­de Robi­tai­lle es capaz de mos­trar la doble dimen­sión del per­so­na­je que encar­na don­de el mili­tar fuer­te que par­te a la gue­rra es tam­bién un indi­vi­duo pro­fun­da­men­te sen­si­ble y capaz de expre­sar poé­ti­ca­men­te con su plu­ma las car­tas de amor diri­gi­das a su ama­da Roxan­ne (Maga­lie Lépi­ne-Ron­deau) pero enco­men­da­das por su ami­go Chris­tian (Fra­nçois-Xavier Dufour) de quien ella está ena­mo­ra­da; el actor trans­mi­te una emo­ción irre­pri­mi­ble cuan­do en el des­en­la­ce que­da reve­la­da la huma­na impos­tu­ra de Cyrano. Cola­bo­ran­do con el actor, Lépi­ne-Ron­deau ofre­ce una bue­na pres­ta­ción tan­to en los momen­tos más livia­nos de la obra como en los más dra­má­ti­cos, den­tro de un elen­co inobjetable.

Con­clu­sión: Un gran direc­tor y un extra­or­di­na­rio actor ofre­cen con Cyrano de Ber­ge­rac una vela­da tea­tral inolvidable.

El Mági­co Poder de la Música

BEGIN AGAIN. Esta­dos Uni­dos, 2013. Un film escri­to y diri­gi­do por John Carney

Este agra­da­ble film de John Car­ney es otro de los que prue­ban cómo la músi­ca es capaz de expre­sar emo­cio­nes y lograr un gran poder de comu­ni­ca­ción entre la gen­te. El direc­tor irlan­dés, que ya lo había demos­tra­do en Once (2007) a tra­vés de la rela­ción enta­bla­da en las calles de Dublin entre dos per­so­nas que vuel­can su amor por la músi­ca y cuyo víncu­lo los esti­mu­la a com­po­ner can­cio­nes, vuel­ve aho­ra a repe­tir esa expe­rien­cia en Begin Again. Con la mis­ma fres­cu­ra y hones­ti­dad que irra­dió su film pre­ce­den­te, en esta opor­tu­ni­dad Car­ney ubi­ca la acción en la ciu­dad de Nue­va York don­de la vida de dos almas soli­ta­rias que­da trans­for­ma­da median­te un afor­tu­na­do encuentro.

 Mark Ruffalo y Keira Knightley

Mark Ruf­fa­lo y Kei­ra Knightley

En la his­to­ria ima­gi­na­da por el rea­li­za­dor hay dos per­so­na­jes cen­tra­les que en su ini­cio se encuen­tran aní­mi­ca­men­te des­mo­ra­li­za­dos. Ella es Gre­ta (Kei­ra Knightley), una joven ingle­sa que duran­te muchos años com­par­tió con su novio y socio Dave (Adam Levi­ne) el amor por la músi­ca; jun­tos com­pu­sie­ron un buen núme­ro de can­cio­nes pero con el tiem­po, el gran éxi­to de aquél moti­va que Gre­ta sea deja­da de lado y que la rela­ción se quie­bre deján­do­la en un esta­do de com­ple­ta sole­dad. El otro per­so­na­je pro­ta­gó­ni­co es Dan (Mark Ruf­fa­lo), un eje­cu­ti­vo pro­duc­tor de dis­cos que pro­fe­sio­nal­men­te ha caí­do en des­gra­cia por no haber logra­do un éxi­to musi­cal duran­te los últi­mos años; ade­más de haber sido des­pe­di­do de la com­pa­ñía por su socio (Yasiin Bey) se encuen­tra tam­bién des­co­ra­zo­na­do por estar sepa­ra­do de su espo­sa Miriam (Cathe­ri­ne Kee­ner) y por­que su hija ado­les­cen­te Vio­le­ta (Hai­lee Stein­feld) no lo apre­cia sufi­cien­te­men­te en su con­di­ción de padre.

La vida de Gre­ta y Dan habrá de cam­biar sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te a par­tir del momen­to en que tra­ban cono­ci­mien­to en un club noc­turno; Ste­ve (James Cor­den), un bona­chón ami­go de Gre­ta que can­ta con su gui­ta­rra en el local, la fuer­za ama­ble­men­te a subir al esce­na­rio para ento­nar una melan­có­li­ca com­po­si­ción de su auto­ría; entre los clien­tes se encuen­tra Dan quien impre­sio­na­do con su sua­ve voz la con­ven­ce para que él como pro­duc­tor y ella como can­tau­to­ra aúnen sus esfuer­zos para lograr el éxi­to que pue­da rec­ti­fi­car el rum­bo de sus vidas.

La tra­ma argu­men­tal es sen­ci­lla pero muy efec­ti­va a tra­vés del brío y ener­gía que Gre­ta y Dan vuel­can para demos­trar sus res­pec­ti­vos talen­tos. Así, Manhat­tan se con­vier­te en el esce­na­rio natu­ral don­de a tra­vés de sus pla­zas, par­ques y otros paseos públi­cos Gre­ta inter­pre­ta sus can­cio­nes acom­pa­ña­da por un gru­po de músi­cos entu­sias­tas inclu­yen­do a niños de la calle que se aco­plan para acom­pa­ñar­la, mien­tras que Dan se ocu­pa de regis­trar toda la rique­za musi­cal que emer­ge de esta tarea para vol­car­la en un álbum.

La músi­ca es un ingre­dien­te fun­da­men­tal del film y en tal sen­ti­do Car­ney ha logra­do con­tar con el apor­te de las irre­sis­ti­bles can­cio­nes com­pues­tas por Gregg Ale­xan­der, evi­tan­do que el ingre­dien­te musi­cal sea uti­li­za­do para edul­co­rar o relle­nar el relato.

Las inter­pre­ta­cio­nes de Ruf­fa­lo y Knightley son sobre­sa­lien­tes. La dúc­til actriz ingle­sa se reve­la como una mag­ní­fi­ca voca­lis­ta impri­mien­do a las can­cio­nes que inter­pre­ta una inusi­ta­da cali­dez así como des­ti­la una arro­lla­do­ra y genui­na sim­pa­tía con su nota­ble sen­ti­do del humor, trans­mi­tien­do con sus diá­lo­gos así como en sus expre­sio­nes facia­les las varia­das emo­cio­nes que ema­nan de su per­so­na­je. Por su par­te, Ruf­fa­lo brin­da aquí su mejor tra­ba­jo como actor des­ple­gan­do la ener­gía nece­sa­ria en aque­llas esce­nas reque­ri­das o bien su con­ten­ción emo­cio­nal en otras cir­cuns­tan­cias. La com­pli­ci­dad que se esta­ble­ce entre ambos es nota­ble y lo que resul­ta más remar­ca­ble es que en esta his­to­ria el rea­li­za­dor no cae en la fór­mu­la tra­di­cio­nal de unir román­ti­ca­men­te a sus per­so­na­jes sino que pre­fie­re vin­cu­lar­los a tra­vés de un genuino sen­ti­mien­to amistoso.

Con­clu­sión: Mez­clan­do músi­ca con amis­tad, soli­da­ri­dad y afec­to humano, Car­ney ofre­ce un encan­ta­dor film a tra­vés de la legí­ti­ma emo­ción y fres­cu­ra que irra­dia del mis­mo.  Jor­ge Gutman