El Libro de la Vida

THE BOOK OF LIFE. Esta­dos Uni­dos, 2014. Un film de Jor­ge R. Gutiérrez

Con un des­plie­gue visual a todas luces mara­vi­llo­so, este film ani­ma­do de Jor­ge R. Gutié­rrez está embe­bi­do en la rique­za del fol­clor mexi­cano con la gran vir­tud de no sucum­bir a este­reo­ti­pos holly­woo­den­ses. Ins­pi­ra­do en el Día de los Muer­tos que anual­men­te se cele­bra en Méxi­co el día 2 de noviem­bre, fecha en que la mayo­ría de los mexi­ca­nos recuer­dan a sus difun­tos, The Book of Life que trans­cu­rre en el país azte­ca y en ese día pre­ci­so impre­sio­na fun­da­men­tal­men­te por la exce­len­te ico­no­gra­fía repre­sen­ta­ti­va de la mito­lo­gía popu­lar y que el públi­co, sobre todo el de Amé­ri­ca Lati­na, sabrá apreciar.

THE BOOK OF LIFE

La his­to­ria comien­za con un gru­po de estu­dian­tes que bajan del auto­bús esco­lar y jun­to a una diná­mi­ca guía (Chris­ti­na Apple­ga­te) entran a un museo en don­de está expues­to El Libro de la Vida. A tra­vés de su lec­tu­ra, los per­so­na­jes cobran vida comen­zan­do por el trío cen­tral inte­gra­do por la vivaz María (Zoe Sal­da­na), el tore­ro Mano­lo (Die­go Luna) que más bien pre­fie­re ser can­tan­te y gui­ta­rris­ta, y Joa­quín (Chan­ning Tatum) quien es un héroe mili­tar des­ple­gan­do en su pecho las meda­llas reci­bi­das. Aun­que ami­gos des­de la infan­cia, Mano­lo y Joa­quín riva­li­zan por el amor de María.

En base a lo que ante­ce­de apa­re­cen en la esce­na dos dei­da­des repre­sen­ta­das por La Muer­te (Kate del Cas­ti­llo) que gobier­na la Tie­rra de los Recor­da­dos y su mari­do Xibal­ba (Ron Perl­man) que pre­si­de la Tie­rra de los Olvi­da­dos. Cada uno apues­ta sobre quién habrá de ganar el cora­zón de María; mien­tras que ella apues­ta por Mano­lo, Xibal­ba lo hace por Joaquín.

No impor­ta seguir con la narra­ción de la his­to­ria que si bien por­ta un men­sa­je posi­ti­vo sobre cómo hon­rar la memo­ria y el recuer­do de los seres que­ri­dos des­apa­re­ci­dos, a mitad de camino va incor­po­ran­do com­pli­ca­cio­nes inne­ce­sa­rias que gra­vi­tan en la flui­dez del rela­to. Con todo, hay varios aspec­tos que com­pen­san amplia­men­te las obser­va­cio­nes seña­la­das, a saber: la esté­ti­ca ori­gi­nal emplea­da es dig­na de enco­mio; la ani­ma­ción digi­tal es efi­caz­men­te mane­ja­da y real­za­da con los efec­tos de la ter­ce­ra dimen­sión; el dise­ño de los per­so­na­jes a tra­vés de sim­pá­ti­cos muñe­cos de made­ra per­mi­te trans­mi­tir la ter­nu­ra emer­gen­te de los mis­mos como si fue­sen huma­nos; las pres­ta­cio­nes voca­les son irre­pro­cha­bles (con espe­cia­les con­tri­bu­cio­nes de Plá­ci­do Domin­go, Héc­tor Eli­zon­do, Danny Tre­jo, Don Nava­rro y Gabriel Igle­sias entre otros); la pre­sen­cia de un humor soca­rrón mati­za muy bien algu­nos momen­tos lúgu­bres; final­men­te la músi­ca encuen­tra un deci­di­do alia­do en Gus­ta­vo San­tao­la­lla ‑dos veces gana­dor del Oscar-quien apor­ta agra­da­bles temas pro­pios y otros aje­nos muy bien inser­ta­dos, enri­que­cien­do de este modo a esta ambi­cio­sa fan­ta­sía. Jor­ge Gutman

Una Sin­gu­lar His­to­ria de Espio­na­je y Amistad

THE GREEN PRIN­CE. Esta­dos Uni­dos, 2014. Un film escri­to y diri­gi­do por Nadav Schirman

Una vez más el cine abor­da el con­flic­to pales­tino-israe­lí aun­que en este caso des­de un ángu­lo dife­ren­te por dos razo­nes espe­cia­les. La pri­me­ra es que se tra­ta de un docu­men­tal y como tal se basa en acon­te­ci­mien­tos reales; la segun­da razón es que al abor­dar la extra­ña cola­bo­ra­ción exis­ten­te entre dos per­so­na­jes de ideo­lo­gía opues­ta y en prin­ci­pio enemi­gos, al final de un lar­go via­je emo­cio­nal el rela­to lle­ga a cobrar un nivel de huma­ni­dad insospechado.

El direc­tor y guio­nis­ta israe­lí Nadav Schir­man se basó en el libro Son of Hamas de Mosab Has­san You­sef en don­de su autor vuel­ca la expe­rien­cia vivi­da como espía del ser­vi­cio secre­to israe­lí. Lo pri­me­ro que hay que acla­rar es que You­sef es nada menos que el hijo de uno de los miem­bros fun­da­do­res de Hamas, la orga­ni­za­ción islá­mi­ca pales­ti­na que es acé­rri­ma enemi­ga de Israel.

Mosab Hassan Yousef y Gonen Ben Yitzhak

Mosab Has­san You­sef y Gonen Ben Yitzhak

Schir­man estruc­tu­ra su narra­ción a tra­vés de sus dos pro­ta­go­nis­tas entre­vis­ta­dos que en for­ma sepa­ra­da se diri­gen hacia él –a quien nun­ca se lo ve- ori­gi­nan­do un rela­to muy bien cohe­sio­na­do. Por un lado se encuen­tra Gonen Ben Yitzhak, uno de los agen­tes de Shin Bet –el ser­vi­cio secre­to inte­rior israelí‑, por el otro se halla Mosab. De sus res­pec­ti­vas decla­ra­cio­nes que­da cla­ro qué es lo que ha per­mi­ti­do que exis­tie­ra una cola­bo­ra­ción entre los mismos.

Mos­sab, hijo de un jeque que dedi­có su vida a la cau­sa pales­ti­na, engen­dró un odio hacia Israel por haber encar­ce­la­do a su padre. Cuan­do a los 17 años de edad es arres­ta­do en 1990 por los israe­líes por por­tar armas, duran­te su esta­día en la cár­cel logra ser con­ven­ci­do por Shin Bet, a tra­vés de Yitzhak para que actúe de infor­man­te para dicha orga­ni­za­ción. Alec­cio­na­do sobre cómo debía actuar e infil­trar­se en el movi­mien­to pales­tino median­te el empleo de téc­ni­cas espe­cia­les, comien­za para el joven un lar­go derro­te­ro de 10 años sumi­nis­tran­do infor­ma­ción secre­ta acer­ca de los movi­mien­tos de Pales­ti­na con­tra Israel.

A medi­da que el tiem­po va trans­cu­rrien­do, se pro­du­ce para Mosab una pér­di­da de iden­ti­dad don­de cree que está desem­pe­ñán­do­se en dos mun­dos dife­ren­tes: por un lado, el ver­da­de­ro actuan­do como el infor­man­te que es, por el otro hacien­do creer que está com­ba­tien­do a los israe­líes has­ta lle­gar a ser encar­ce­la­do como si se tra­ta­ra de un pales­tino enemi­go; esa dua­li­dad de com­por­ta­mien­to y los sufri­mien­tos a los que está expues­to, están muy bien expre­sa­dos a tra­vés de las mani­fes­ta­cio­nes ver­ti­das por él – las cua­les se supo­nen genui­na­men­te autén­ti­cas-; todo ello va reve­lan­do una con­duc­ta suma­men­te com­ple­ja y con­tra­dic­to­ria de quien se jus­ti­fi­ca actuan­do como infor­man­te pero cre­yen­do que al hacer­lo tam­bién sir­ve indi­rec­ta­men­te a la cau­sa palestina.

El docu­men­tal que ade­más inclu­ye mate­rial de archi­vo logra intri­gar a la vez que gene­ra momen­tos de ten­sión. Ade­más de que el espec­ta­dor se inte­rio­ri­za de cier­tos deta­lles vin­cu­la­dos a las ope­ra­cio­nes de Shin Bet y la for­ma de actua­ción de sus espías reclu­ta­dos, el rela­to va adqui­rien­do inte­rés espe­cial en su segun­da mitad en la rela­ción espe­cial que se esta­ble­ce entre el espía y su ins­truc­tor; así, de un comien­zo frío don­de cada una de las par­tes vuel­ca sus esfuer­zos para ganar la con­fian­za del otro, a tra­vés del tiem­po se trans­for­ma en un sen­ti­mien­to de amis­tad entre ambos al pun­to tal de que si se tra­ta­ra de un film de fic­ción segu­ra­men­te el guión podría ser obje­ta­do por con­si­de­rár­se­lo irrea­lis­ta, sobre todo cuan­do asis­ti­mos a la trans­for­ma­ción espi­ri­tual de Mos­sab quien aho­ra con­ver­ti­do al cris­tia­nis­mo encon­tró el camino espi­ri­tual de su redención.

Con­clu­sión: Aun­que lo que se pre­sen­cia en este docu­men­tal resul­ta dema­sia­do extra­ño e impo­si­ble de con­ce­bir, el des­en­la­ce de esta his­to­ria demues­tra que a pesar de cre­dos e ideo­lo­gías dife­ren­tes es posi­ble gene­rar un sen­ti­mien­to de pro­fun­da huma­ni­dad. Jor­ge Gutman

La Seduc­to­ra Gitana

CAR­MEN DES­DE EL MET

En otras de las trans­mi­sio­nes en alta defi­ni­ción y direc­ta­men­te des­de el Metro­po­li­tan Ope­ra de Nue­va York, el públi­co cana­dien­se ten­drá opor­tu­ni­dad de juz­gar Car­men en la pro­duc­ción con­ce­bi­da en 2009 por el direc­tor de cine y tea­tro de Gran Bre­ta­ña Richard Eyre.

Esta ópe­ra en cua­tro actos de Geor­ges Bizet y libre­to de Henry Meilhac y Ludo­vic Halévy está basa­da libre­men­te en la nove­la de Pros­per Meri­mée y tuvo su estreno mun­dial en la Opé­ra-Comi­que de París el 3 de mar­zo de 1875 con comen­ta­rios crí­ti­cos mayo­ri­ta­ria­men­te nega­ti­vos. Tres meses des­pués murió Bizet sin haber ima­gi­na­do que su crea­ción líri­ca se con­ver­ti­ría en una de las más repre­sen­ta­das mun­dial­men­te y que ade­más goza­ría de una extra­or­di­na­ria popu­la­ri­dad a tra­vés del tiempo.

La his­to­ria está ambien­ta­da en Sevi­lla, alre­de­dor de 1820 y su pro­ta­go­nis­ta es Car­men, una fogo­sa gita­na quien libre de cual­quier tipo de escrú­pu­los sedu­ce a Don José, un cabo del ejér­ci­to. La rela­ción apa­sio­na­da que sur­ge entre ambos con­du­ce a que el sol­da­do aban­do­ne a su novia Micae­la, se enfren­te con su supe­rior, para final­men­te deser­tar y unir­se con Car­men a un gru­po de con­tra­ban­dis­tas. Cuan­do la fas­ci­nan­te y astu­ta seduc­to­ra se ena­mo­ra de un céle­bre torea­dor y quie­re apar­tar­se de Don José, los celos del des­pe­cha­do aman­te impul­san a que adop­te una trá­gi­ca decisión.

Anita Rachvelishvili

Ani­ta Rachvelishvili

A pesar de su con­te­ni­do emi­nen­te­men­te his­pano resul­ta curio­so que ni Bizet como tam­po­co sus libre­tis­tas hayan visi­ta­do Espa­ña y sin embar­go su mara­vi­llo­sa músi­ca pare­cie­ra sur­gir de la ins­pi­ra­ción de un autor espa­ñol. Pre­ci­sa­men­te, la extra­or­di­na­ria difu­sión y atrac­ción de esta ópe­ra resi­de en la belle­za musi­cal con­fi­gu­ra­da en cada una de sus arias y la ema­na­da de su coro.

En la repre­sen­ta­ción que el públi­co podrá apre­ciar des­de el MET el elen­co está inte­gra­do en los prin­ci­pa­les pape­les por la mez­zo­so­prano Ani­ta Rach­ve­lish­vi­li ani­man­do el rol de la fatal seduc­to­ra, el tenor Alek­sandrs Anto­nen­ko como su deses­pe­ra­do aman­te Don Jose, la soprano Ani­ta Har­tig can­tan­do el rol de Micae­la, la novia del sol­da­do, y el barí­tono Mas­si­mo Cava­lle­ti como el torea­dor Esca­mi­llo. La direc­ción musi­cal está a car­go del maes­tro Pablo Heras-Casa­do.

La ópe­ra es can­tada en fran­cés y será pre­sen­ta­da con sub­tí­tu­los en inglés. La trans­mi­sión se rea­li­za en tea­tros per­te­ne­cien­tes a la cade­na de exhi­bi­ción Cine­plex el 1 de noviem­bre para ser redi­fun­di­da tres veces: el 29 y 30 de noviem­bre y el 8 de diciem­bre. Para deter­mi­nar cuá­les son las salas que difun­di­rán en Cana­da este espec­tácu­lo como así tam­bién los hora­rios loca­les res­pec­ti­vos, con­sul­tar www.cineplex.com/events/metopera

La Venus de las Pieles

VENUS IN FURAutor: David Ives – Direc­ción: Jen­ni­fer Tar­ver — Elen­co: Rick Miller, Carly Street — Deco­ra­dos y Ves­tua­rio: Debra Han­son – Ilu­mi­na­ción: Michael Wal­ton – Soni­do: Lyon Smith. Dura­ción : 1h30 (sin entre­ac­to). Repre­sen­ta­cio­nes: Has­ta el 9 de noviem­bre de 2014 en el Cen­taur Théâ­tre (www.centaurtheatre.com)

Final­men­te, Mon­treal tie­ne opor­tu­ni­dad de juz­gar la cele­bra­da pie­za de David Ives en su idio­ma ori­gi­nal. Esta obra ya fue dada a cono­cer en fran­cés por la com­pa­ñía Ducep­pe en 2013 don­de obtu­vo un reso­nan­te éxi­to y es así que hubo con­si­de­ra­ble expec­ta­ti­va para apre­ciar­la en su idio­ma ori­gi­nal, sobre todo tenien­do en cuen­ta que sus dos úni­cos intér­pre­tes fue­ron muy aplau­di­dos cuan­do se estre­nó en Toron­to el año pasado.

Rick Miller y Carly Street (Photo David Hou)

Rick Miller y Carly Street (Pho­to David Hou)

El tema es sen­ci­llo y com­ple­jo a la vez. En una sala de ensa­yo de Nue­va York, Tho­mas un direc­tor tea­tral que ade­más es escri­tor, ha pasa­do una lar­ga jor­na­da efec­tuan­do prue­bas a 35 can­di­da­tas actri­ces para inter­pre­tar el rol feme­nino de la eró­ti­ca pie­za Venus in Furs (La Venus de las Pie­les) escri­ta en 1870 por el autor aus­tro­hún­ga­ro Leo­pold von Sacher-Masoch y cuyo ape­lli­do ori­gi­nó la expre­sión “maso­quis­mo” que igual­men­te se ajus­ta a su con­te­ni­do. Frus­tra­do por no haber encon­tra­do a la intér­pre­te con la capa­ci­dad sufi­cien­te para inter­pre­tar el papel, está a pun­to de aban­do­nar el tea­tro para encon­trar­se con su novia; sin embar­go sus pla­nes habrán de cam­biar cuan­do repen­ti­na­men­te irrum­pe una joven lla­ma­da Van­da, quien se dis­cul­pa por haber lle­ga­do con retar­do a la prue­ba. El no pue­de disi­mu­lar la impre­sión nega­ti­va que esa mujer le cau­sa por la for­ma estra­fa­la­ria de estar ves­ti­da, su inapro­pia­do maqui­lla­je, la des­gar­ba­da pos­tu­ra que adop­ta y el voca­bu­la­rio colo­quial ordi­na­rio que emplea al hablar; por esa razón rehú­sa inver­tir su tiem­po para veri­fi­car sus apti­tu­des para ese rol pero la insis­ten­cia de la joven es tan gran­de que ven­ce la resis­ten­cia de Tho­mas y final­men­te acce­de a que lea e inter­pre­te un peque­ño extrac­to de la obra. Cuál será su sor­pre­sa cuan­do Van­da le mues­tra que posee una copia del tex­to y que al comen­zar el ensa­yo casi pres­cin­de de su lec­tu­ra por­que lo ha memorizado.

A par­tir de allí Ives va den­si­fi­can­do su con­te­ni­do intro­du­cien­do un com­ple­jo due­lo entre el escép­ti­co direc­tor y la supli­can­te can­di­da­ta que aspi­ra a obte­ner el rol de la pie­za. Al comen­zar el ensa­yo se pro­du­ce una trans­for­ma­ción total en Van­da al apo­de­rar­se de su rol don­de la mujer vul­gar se trans­for­ma súbi­ta­men­te en una sofis­ti­ca­da, refi­na­da, y cere­bral seduc­to­ra que va con­quis­tand len­ta­men­te a Seve­rin, el per­so­na­je mas­cu­lino de la obra de Sacher-Masoch. De allí en más se pro­du­ce un jue­go de espe­jos en don­de la fic­ción de la pie­za que se está ensa­yan­do se con­fun­de con la reali­dad de lo que suce­de en el áni­mo de Van­da y del direc­tor que la está exa­mi­nan­do; así, del mis­mo modo en que Seve­rín len­ta­men­te se doble­ga a Van­da –que así tam­bién se lla­ma el per­so­na­je feme­nino de la pie­za- algo seme­jan­te ocu­rre por par­te de Tho­mas con res­pec­to a la entre­vis­ta­da postulante.

El resul­ta­do de lo que se ve en este tea­tro den­tro del tea­tro es real­men­te fas­ci­nan­te. Así lo que comien­za como una come­dia alta­men­te diver­ti­da, sobre todo por el com­por­ta­mien­to de su excén­tri­ca pos­tu­lan­te, va adqui­rien­do un carác­ter más serio y oscu­ro a medi­da que la mujer con su embru­jo seduc­tor va atra­pan­do a su inter­lo­cu­tor que­dan­do esta­ble­ci­da una vir­tual gue­rra sexual que con­du­ce a un sor­pren­den­te desenlace.

Con una obra pro­vo­ca­ti­va de nota­ble rique­za dota­da de sin­gu­lar estruc­tu­ra, len­gua­je impe­ca­ble e inte­li­gen­tes diá­lo­gos que man­tie­nen la aten­ción cons­tan­te del públi­co, la pues­ta en esce­na de Jen­ni­fer Tar­ver supo muy bien apro­ve­char lo que Ives con­ci­bió uti­li­zan­do a dos remar­ca­bles acto­res que vita­li­zan enor­me­men­te a esta producción.

Rick Miller ofre­ce una estu­pen­da carac­te­ri­za­ción como el hom­bre que len­ta­men­te que­da intri­ga­do, hip­no­ti­za­do y domi­na­do ante la pre­sen­cia de una mujer sub­yu­ga­do­ra que lo envuel­ve y ter­mi­na escla­vi­zán­do­lo. Aun­que al prin­ci­pio sobre­ac­tua­da, Carly Street logra infun­dir la fuer­za nece­sa­ria que requie­re el per­so­na­je de Van­da don­de a la pos­tre que­da el enig­ma sobre su ver­da­de­ra iden­ti­dad. Lo más impor­tan­te es que estos dos mag­ní­fi­cos acto­res con­si­guen crear una per­fec­ta quí­mi­ca entre los dos per­so­na­jes tan­to reales como fic­ti­cios esta­ble­cién­do­se una atmós­fe­ra de logra­da ten­sión sexual.

Con­clu­sión: Venus in Fur es una obra fas­ci­nan­te que cuen­ta con una bue­na pro­duc­ción, flui­da direc­ción y remar­ca­bles acto­res. Un aus­pi­cio­so comien­zo de tem­po­ra­da 2014 – 2015 del Tea­tro Cen­taurJor­ge Gutman

La Mile­na­ria Ciu­dad Santa

JERU­SA­LEM 3D. Cana­da 2013. Un film docu­men­tal de Daniel Ferguson.

Jeru­sa­lén, cuna de las tres reli­gio­nes mono­teís­tas más impor­tan­tes del mun­do, es obje­to de una sin­gu­lar expe­rien­cia cine­ma­to­grá­fi­ca en el nue­vo film IMAX 3‑D que aca­ba de pre­sen­tar­se en Montreal.

JERUSALEM 3D

A tra­vés de casi 5 años de con­si­de­ra­ble esfuer­zo que inclu­yó 14 visi­tas rea­li­za­das a la capi­tal de Israel, el rea­li­za­dor Daniel Fer­gu­son ofre­ce un film fas­ci­nan­te y úni­co. Lo que a pri­me­ra vis­ta deja una mag­ní­fi­ca impre­sión es la espec­ta­cu­lar fil­ma­ción rea­li­za­da al ir sobre­vo­lan­do en heli­cóp­te­ro la vie­ja ciu­dad a baja altu­ra, brin­dan­do al espec­ta­dor una visión vívi­da y majes­tuo­sa de la mis­ma y de sus regio­nes cir­cun­dan­tes como Caper­naum en la ori­lla noroc­ci­den­tal del Mar de Gali­lea y la impo­nen­te for­ta­le­za de Mas­sa­da. Reco­no­cien­do el méri­to de la excep­cio­nal foto­gra­fía de Reed Smoot, lo que cabe resal­tar es que a tra­vés de esca­sos 45 minu­tos el espec­ta­dor que no haya aún cono­ci­do este rin­cón del mun­do ten­drá una cla­ra idea del carác­ter mul­ti­fa­cé­ti­co de una peque­ña fran­ja de tie­rra en don­de ade­más de las dis­tin­tas reli­gio­nes yux­ta­pues­tas se asis­te a un con­glo­me­ra­do humano que por sus dife­ren­tes cul­tu­ras mile­na­rias pare­cie­ra for­mar par­te de dife­ren­tes ciudades.

El pro­pó­si­to del film narra­do por Bene­dict Cum­ber­batch es dejar a un cos­ta­do cual­quier aspec­to ideológico/político, pres­cin­dien­do con­se­cuen­te­men­te de con­si­de­rar el con­flic­to rei­nan­te en la zona entre pales­ti­nos e israe­líes, para explo­rar algu­nos de los sitios his­tó­ri­cos que indu­da­ble­men­te están ínti­ma­men­te rela­cio­na­dos con la reli­gión; así entre otros luga­res visi­ta­dos se encuen­tra el sagra­do Muro de los Lamen­tos, la Igle­sia del San­to Sepul­cro que es el san­tua­rio más reve­ren­cia­do de la cris­tian­dad y el famo­so monu­men­to islá­mi­co la Cúpu­la de la Roca.

Otro de los aspec­tos que resal­tan la impor­tan­cia de este docu­men­tal es la par­ti­ci­pa­ción de Jodi Mag­ness, renom­bra­da arqueó­lo­ga y pro­fe­so­ra de la Uni­ver­si­dad de Caro­li­na del Nor­te, quien acom­pa­ña­da de un gru­po de estu­dian­tes de arqueo­lo­gía va explo­ran­do sitios his­tó­ri­cos fil­ma­dos bajo tie­rra, como por ejem­plo un túnel que data del sép­ti­mo siglo antes de la era cris­tia­na, per­mi­tien­do ofre­cer una mejor com­pren­sión de la razón por la que esta vene­ra­da ciu­dad es tam­bién uno de los prin­ci­pa­les cen­tros arqueo­ló­gi­cos de nues­tra civilización.

Ade­más de los valo­res ya cita­dos, lo que más tras­cien­de des­de el ángu­lo narra­ti­vo es la pre­sen­cia de Revi­tal Zacha­rie, Farah Ammou­ri y Nadia Tadros, tres jóve­nes ado­les­cen­tes per­te­ne­cien­tes a dife­ren­tes reli­gio­nes. Aun­que com­par­ten el redu­ci­do espa­cio de la ciu­dad, habi­tan en sec­cio­nes sepa­ra­das de la mis­ma y es así que bien podría apli­car­se la fra­se de “jun­tas pero no uni­das”; aun­que cada una de ellas va trans­mi­tien­do las his­to­rias de sus res­pec­ti­vas fami­lias judías, cris­tia­nas y musul­ma­nas, así como los víncu­los que las unen a esta ciu­dad, que­da cla­ro que no se sus­ci­ta inter­cam­bios o dis­cu­sión algu­na entre ellas por­que las comu­ni­da­des a las cua­les per­te­ne­cen evi­tan entrar en con­tac­to entre sí. Así es que la ciu­dad san­ta de Jeru­sa­lén es obje­to de dife­ren­tes visio­nes e inter­pre­ta­cio­nes his­tó­ri­cas según sea la fe a la que per­te­ne­cen sus habi­tan­tes. Que­da abier­ta la pre­gun­ta sobre si algún día su gen­te lle­ga­rá a con­fra­ter­ni­zar a pesar de la heren­cia común que la une.

Con­clu­sión: La his­to­ria de la sagra­da ciu­dad refle­ja­da en un docu­men­tal muy bien narra­do. Jor­ge Gutman