INSIDE OUT. Estados Unidos, 2015. Un film de animación de Pete Docter
La feliz combinación de los estudios Disney con la factoría Pixar ha posibilitado que el público tenga la posibilidad de asistir con Inside Out a un film animado de calidad superior que aunque no existe plena seguridad sobre si el público menudo podrá captar las implicancias de la propuesta contenida en el brillante guión del realizador escrito con Josh Cooley y Mel Lefauve, lo cierto es que sus coloridas escenas llegarán a cautivarlo, en tanto que los adultos disfrutarán ampliamente con el contenido intelectual del relato.
Ciertamente nuestras actitudes y comportamientos están regidos por nuestra mente y es precisamente por ello que el film trata de reflejar cómo con nuestros pensamientos vamos conformando los variados sentimientos que se van desplegando frente a las circunstancias y al medio que nos rodea. Así, en forma risueña y muy ingeniosa, Docter aborda el tema al preguntarse qué es lo que sucede en nuestro cerebro, cómo podemos o no dominarlo y de qué manera ese elemento vital de nuestro cuerpo va forjando nuestro destino.
Para lograr su propósito, la película se vale de las experiencias de Riley (voz de Kaitlyn Dias), una niña de 12 años que ha visto transcurrir su feliz infancia en Minessota; sin embargo, cuando menos lo esperaba sus padres (voces de Kyle MacLachlan, Diane Lane) por razones de trabajo se mudan a San Francisco donde ella debe dejar de lado a sus queridas amigas y las raíces del lugar donde se crió. Así esa reubicación produce en ella conductas conflictivas pobladas de inseguridades y temores que se traslucen en sus estados emocionales.
He aquí donde el relato alcanza niveles de originalidad insospechadas al desarrollarse paralelamente en dos situaciones diferentes con respecto a una misma persona. Por un lado asistimos a un simpático centro de comando cerebral poblado por 5 personajes iluminados con diferentes colores, cuya función es controlar el comportamiento de Riley a través de sus diferentes estados anímicos; entre ellos se encuentra Alegría (voz de Amy Poehler) –lider del grupo- quien acompañó a la niña durante su vida feliz conjuntamente con la pesimista Tristeza (voz de Phyllis Smith) que en algunos momentos la invadió; pero ahora, frente al nuevo hogar, sin amigos y sin la diversión del jockey que tanto placer le producía, Alegría y Tristeza son dejadas de lado para ceder lugar al molesto Disgusto (voz de Mindy Kaling), al estallido de Furia (voz de Lewis Black) y al protector Miedo (voz de Bill Hader). Todo este conjunto que va funcionando en la cabecita de Riley influye en sus recuerdos, determinando su manera de sentir y actuar.
Hasta aquí el principio de una asombrosa e inteligentísima aventura donde lo que sigue es mejor presenciar que contar. Además del placer que produce esta joyita cinematográfica lo fundamental es que insertándose en el pensamiento humano ilustra cómo en el proceso de madurez va interactuando el cuerpo con el estado mental y de qué manera compiten los diferentes estadios conflictivos que forman parte de la naturaleza humana.
Conclusión: Con un derroche de imaginación, abundante humor, he aquí un ambicioso relato expresado en un film animado, divertido y de lograda inventiva visual. Jorge Gutman
Nota: Antes de la proyección del film de Docter, el público tiene oportunidad de ver Lava, un muy buen cortometraje de 7 minutos del director James Ford Murphy, quien es el jefe de animación de los estudios Pixar. Habiéndose inspirado en el esplendor de las islas tropicales, Murphy narra musicalmente una simpática historia romántica de dos volcanes oceánicos.