Un Film Pre­ten­cio­so y Superficial

ALOFT. Espa­ña, Canadá.-Francia, 2014. Un film escri­to y diri­gi­do por Clau­dia Llosa

Un gran des­en­can­to pro­du­ce la visión de Aloft de la direc­to­ra perua­na Clau­dia Llo­sa. La cineas­ta que tan gra­ta­men­te impre­sio­na­ra en Madei­nu­sa (2006) y aún más en La Teta Asus­ta­da (2009) que le valió el Oso de Oro en el Fes­ti­val de Ber­lín, expe­ri­men­ta un lamen­ta­ble tro­pie­zo. El cli­ma de auten­ti­ci­dad, la atmós­fe­ra de mági­co rea­lis­mo y el liris­mo que aqué­llos dos títu­los trans­mi­tían al públi­co, aquí están irre­me­dia­ble­men­te ausen­tes. En par­te el pro­ble­ma se debe a la fal­ta de un foco pre­ci­so sobre lo que se pre­ten­dió alcanzar.

Jennifer Connelly

Jen­ni­fer Connelly

Esta vez el esce­na­rio del Perú que­chua de La Teta Asus­ta­da es reem­pla­za­do por el pano­ra­ma deso­la­dor del frío invierno del nor­te cana­dien­se. En una gran­ja ubi­ca­da en un para­je poco apa­ci­ble vive Nana (Jen­ni­fer Con­nelly) que es una madre mono­pa­ren­tal dedi­ca­da a la explo­ta­ción de gana­do y tie­ne dos hijos, don­de Gully, el más peque­ño, pade­ce una seria enfer­me­dad. Jun­to con él e Ivan, el hijo mayor, deci­den efec­tuar una pere­gri­na­ción para salir al encuen­tro de un extra­ño curan­de­ro cono­ci­do como el “Arqui­tec­to” (William Shi­mell) que pare­ce estar dota­do de pode­res extra­or­di­na­rios y que podría lle­gar a curarlo.

De allí, en una capri­cho­sa elip­sis, el rela­to se ade­lan­ta varios años y vemos a Ivan ya adul­to (Cillian Murphy) vivien­do con su mujer (Oona Cha­plin) y el bebé del matri­mo­nio. Es enton­ces cuan­do reci­be la visi­ta de una perio­dis­ta fran­có­fo­na (Méla­nie Lau­rent) quien recu­rre a él para tra­tar de con­tac­tar a Nana. Aban­do­na­do por su madre por más de 20 años, Ivan es reluc­tan­te a pres­tar su cola­bo­ra­ción, pero dejan­do de lado su rabia y frus­tra­ción que sien­te por su pro­ge­ni­to­ra, final­men­te acce­de acom­pa­ñar a la perio­dis­ta hacia regio­nes sal­va­jes más al nor­te del Círcu­lo Polar Árti­co don­de pre­su­mi­ble­men­te se encuen­tra su madre.

A tra­vés de con­ti­nuos des­pla­za­mien­tos entre pre­sen­te y pasa­do se sabe que Gully murió en un lamen­ta­ble acci­den­te y eso creo un sen­ti­mien­to de pro­fun­do dolor en Nana que la lle­vó a dejar el hogar. Pero todo ese fati­go­so rela­to con­si­de­ran­do los tópi­cos del dolor, la cul­pa, el aban­dono y el mis­ti­cis­mo por la fe sue­na a fal­so sin que exis­ta momen­to alguno que Llo­sa ofrez­ca una moti­va­ción razo­na­ble de la con­duc­ta de sus per­so­na­jes; no hay nada que jus­ti­fi­ca el com­por­ta­mien­to com­ple­ta­men­te irra­cio­nal de una madre que al per­der a un hijo opte por dejar al otro. Menos aún se entien­de qué es lo que repre­sen­ta den­tro de la tra­ma la pasión que Ivan sien­te por los hal­co­nes, pero lo más ener­van­te es cuan­do se lle­ga a saber que Nana tam­bién posee pode­res mági­cos para curar.

Aun­que Con­nelly, Murphy y Lau­rent son bue­nos acto­res, al care­cer de un guión satis­fac­to­rio no logran tras­mi­tir emo­ción a sus res­pec­ti­vos per­so­na­jes. En esen­cia, el públi­co con­tem­pla un rela­to elu­si­vo, ambi­guo, difu­so y nada cla­ro que para peor está rema­ta­do con un des­en­la­ce frus­tran­te. En suma, he aquí un film sin gra­ti­fi­ca­ción algu­na que no jus­ti­fi­ca haber inver­ti­do casi dos horas de tiem­po para su visión.

Con­clu­sión: Un film pre­ten­cio­sa­men­te inte­lec­tual y total­men­te insa­tis­fac­to­rio que se olvi­da tan pron­to su pro­yec­ción con­clu­ye Jor­ge Gutman

Nun­ca es Tar­de para Dis­fru­tar de la Vida

I’LL SEE YOU IN MY DREAMS. Esta­dos Uni­dos, 2015. Un film de Brett Haley

Una muy bue­na pin­tu­ra de per­so­na­jes, sobre todo el pro­ta­gó­ni­co, y la sen­si­bi­li­dad de un joven direc­tor como Brett Haley para cap­tar el mun­do de los que atra­vie­san el oto­ño de sus vidas, per­mi­ten que este film tras­cien­da a pesar de sus modes­tas ambiciones.

Blythe Danner

Blythe Dan­ner

La vete­ra­na actriz Blythe Dan­ner, posi­ble­men­te en uno de los mejo­res roles de su carre­ra, de mane­ra tran­qui­la, sin ama­ne­ra­mien­to alguno pero con gran suti­le­za da vida a Carol. Habi­tan­do en Los Ánge­les, esta agra­da­ble sep­tua­ge­na­ria, viu­da des­de hace vein­te años, inte­gró en su juven­tud una ban­da musi­cal en Nue­va York para pos­te­rior­men­te tra­ba­jar como docen­te; en su reti­ro actual lle­va una exis­ten­cia repo­sa­da, man­te­nien­do bue­nas rela­cio­nes con su hija adul­ta (Malin Aker­man) que vive en el otro extre­mo del país, y tenien­do como com­pa­ñía un perro a quien quie­re con devo­ción; cuan­do pro­duc­to de una enfer­me­dad el mori­bun­do can es obli­ga­do a morir, el hecho le crea un gran dolor y vacío. Man­te­nien­do su inde­pen­den­cia, Carol tra­ta de seguir ade­lan­te alter­nan­do con un gru­po de ami­gas de edad simi­lar (June Squibb, Rhea Perl­man, Mary Kay Pla­ce) con quie­nes jue­ga al brid­ge o bien prac­ti­can­do golf, así como tam­bién logra una bue­na comu­ni­ca­ción afec­ti­va con Lloyd (Mar­tin Starr), un joven de unos 30 años de edad que se ocu­pa de lim­piar la pis­ci­na de su casa, con quien man­tie­ne en común el amor por la músi­ca y el gus­to de com­par­tir algu­na bebi­da alcohólica.

Sen­ti­men­tal­men­te, Carol no había logra­do has­ta el pre­sen­te con­cre­tar una nue­va rela­ción has­ta el día en que cono­ce a Bill (Sam Elliot), un ele­gan­te jubi­la­do sure­ño de su mis­ma edad y libre de com­pro­mi­sos con quien real­men­te esta­ría dis­pues­ta a con­vi­vir, aun­que lamen­ta­ble­men­te el des­tino dis­po­ne algo diferente.

Lo dicho en pala­bras posi­ble­men­te no alcan­ce a trans­cri­bir la rique­za de este film que demues­tra cómo gen­te de la ter­ce­ra edad pue­de dis­fru­tar de la vida a pesar de que se atra­vie­se la eta­pa cre­pus­cu­lar. Nue­va­men­te cabe remar­car la peri­cia de Haley quien a pesar de su juven­tud supo radio­gra­fiar la men­ta­li­dad, esta­dos aní­mi­cos y una mira­da posi­ti­va de la gen­te de edad madu­ra don­de nun­ca es tar­de para embar­car­se en cosas nue­vas para man­te­ner fir­me el espí­ri­tu de vida. El resul­ta­do es una peque­ña come­dia agri­dul­ce de pro­fun­da melan­co­lía cons­trui­da a tra­vés de viñe­tas, situa­cio­nes anec­dó­ti­cas y algu­nas situa­cio­nes que si bien no guar­dan gran rele­van­cia dra­má­ti­ca, lle­gan a tras­cen­der en el áni­mo del espec­ta­dor. Gran par­te de ese logro es debi­do a la esme­ra­da inter­pre­ta­ción de Dan­ner que es un poco el alma del rela­to infun­dien­do caris­ma, dis­tin­ción e inte­li­gen­cia al papel que interpreta.

El film tam­bién se bene­fi­cia con varia­das esce­nas un poco alo­ca­das que gene­ran un humor que, guar­dan­do siem­pre el buen gus­to, nun­ca des­en­to­na y resul­ta acor­de con el esti­lo refi­na­do de su realizador.

Con­clu­sión: Aun­que I’ll see you in my dreams tie­ne como espe­cial des­ti­na­ta­ria una audien­cia madu­ra, su huma­ni­dad pue­de ser apre­cia­da por todo tipo de públi­co.  Jor­ge Gutman

Una Ami­ga Especial

UNE NOU­VE­LLE AMIE / THE NEW GIRL­FRIEND. Fran­cia, 2014. Un film escri­to y diri­gi­do por Fra­nçois Ozon

Des­pués de su estreno en el TIFF del año pasa­do, con su estreno comer­cial el públi­co tie­ne opor­tu­ni­dad de juz­gar el últi­mo film de Fra­nçois Ozon que sin duda no habrá de defrau­dar a sus segui­do­res ni a quie­nes bus­can fil­mes osa­dos pero tra­ta­dos con mesu­ra y fine­za. Ese es el caso de Une nou­ve­lle amie don­de el rea­li­za­dor abor­da el tema del tra­ves­tis­mo basán­do­se en una obra de la auto­ra ingle­sa Ruth Ren­dell, recien­te­men­te des­apa­re­ci­da, quien se carac­te­ri­zó fun­da­men­tal­men­te por sus logra­das nove­las de mis­te­rio. En cier­ta for­ma, en este caso hay un aura de mis­te­rio pero no en la for­ma con­ce­bi­da tra­di­cio­nal­men­te, aun­que no exclu­ye la nota de sor­pre­sa y desconcierto.

Romain Duris

Romain Duris

En las pri­me­ras esce­nas se apre­cia la gran amis­tad exis­ten­te de Lau­ra (Isil­de Le Bes­co) y Clai­re (Anais Demous­tier) que data de la infan­cia y curio­sa­men­te, ambas ami­gas se casa­ron prác­ti­ca­men­te en for­ma simul­tá­nea. Cuan­do Lau­ra se enfer­ma gra­ve­men­te, en su lecho de muer­te le pide a su ami­ga que vele por su mari­do David (Romain Duris) y su bebé naci­do hace poco tiem­po a lo que Clai­re está com­ple­ta­men­te dis­pues­ta a cum­plir con la volun­tad de esa per­so­na tan que­ri­da. Cuan­do días des­pués del sepe­lio, ella lle­ga ines­pe­ra­da­men­te al hogar de David, des­cu­bre al des­con­so­la­do viu­do ves­ti­do con ropas que per­te­ne­cie­ron a su difun­ta espo­sa mien­tras le ofre­ce el bibe­rón a su hiji­ta Lucie; allí él con­fie­sa a Clai­re que siem­pre dis­fru­tó de posar como mujer. De allí en más los acon­te­ci­mien­tos se des­en­vuel­ven de tal mane­ra hacien­do que Clai­re se con­vier­ta en cóm­pli­ce del tra­ves­tis­mo de David que adop­ta la per­so­na­li­dad feme­ni­na de “Vir­gi­nia” y que al pro­pio tiem­po la rela­ción que se da entre ambos está lejos de ser sos­pe­cha­da por el mari­do de Clai­re (Raphael Personnaz).

Aun­que el pun­to de par­ti­da resis­te cre­di­bi­li­dad, el encan­to de este ele­gan­te film resi­de en el modo en que el rela­to está cons­trui­do y la con­si­de­ra­ble mesu­ra y aplo­mo que emplea Ozon al abor­dar el deli­ca­do tema del tra­ves­tis­mo y las con­fu­sio­nes de iden­ti­dad sexual que atra­vie­san los prin­ci­pa­les per­so­na­jes de esta his­to­ria. Que­da como balan­ce una fina come­dia de intros­pec­ción psi­co­ló­gi­ca que se aden­tra en las mis­te­rio­sas rami­fi­ca­cio­nes adop­ta­das por el com­por­ta­mien­to sexual del ser humano.

Del bre­ve elen­co, por la dimen­sión de sus roles son Duris y Demous­tier los que se des­ta­can. Duris ple­na­men­te per­sua­de ani­man­do el com­ple­jo per­so­na­je de un hom­bre que gus­tan­do del sexo opues­to se sien­te con­for­ta­ble actuan­do como mujer, en tan­to que Demous­tier es sufi­cien­te­men­te con­vin­cen­te como la per­so­na que se deja lle­var en un jue­go per­ver­so para fina­men­te que­dar atra­pa­da en el mismo.

Con­clu­sión: Resul­ta difí­cil cate­go­ri­zar a esta fan­ta­sía sexual pero en todo caso la com­bi­na­ción de come­dia y melo­dra­ma con­fie­re a este film un encan­to espe­cial. Jor­ge Gutman

Espec­tácu­los Gra­tui­tos del FIJM 2015

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

Como en todas las edi­cio­nes ante­rio­res, el Fes­ti­val Inter­na­cio­nal de Jazz de Mon­treal con­ta­rá este año con más de 600 con­cier­tos y acti­vi­da­des gra­tui­tas. En el trans­cur­so de esta fies­ta habrá tam­bién una varia­da can­ti­dad de entre­te­ni­mien­tos don­de no esta­rá ausen­te una ofer­ta ali­men­ta­ria diver­si­fi­ca­da, todo ello den­tro del Quar­tier des spec­ta­cles de Mon­treal don­de se desa­rro­lla­rán los eventos.

B.B. King

B.B. King

En lo que con­cier­ne a las expre­sio­nes artís­ti­cas que ofre­ce­rá el fes­ti­val, esta 36° edi­ción esta­rá dedi­ca­da a la memo­ria del Rey de los Blues, B.B. King quien falle­ció el 14 de mayo pasa­do a la edad de 89 años. Para ren­dir­le un home­na­je pós­tu­mo, el fes­ti­val ha deci­di­do clau­su­rar el even­to reu­nien­do a los artis­tas de los blues más impor­tan­tes de Que­bec el 5 de julio a las 21 y 23 horas en el esce­na­rio TD ubi­ca­do en la pla­ce des Fes­ti­vals; par­ti­ci­pa­rán del tri­bu­to Bob Walsh, Jor­dan Offi­cer, Brian Tyler, Angel Forrest, Jimmy James, Conor Gains, Jean Fer­nand Girard y muchos más.

El gru­po fol­cló­ri­co ame­ri­cano Bei­rut ofre­ce­rá el con­cier­to de aper­tu­ra el vier­nes 26 de junio (21h30, pla­ce des Fes­ti­vals), cuyo pró­xi­mo álbum se cono­ce­rá en pocos meses más. Otro gran even­to anti­ci­pa­do que ten­drá lugar el 30 de junio (21h30, pla­ce des Fes­ti­vals) es la pre­sen­ta­ción de The Barr Brothers, el cuar­te­to fol­cló­ri­co fun­da­do en Mon­treal e inte­gra­do por Andrew y Brad Barr, Sarah Page y Andres Vial.

En el esce­na­rio Rio Tin­to Alcan, ubi­ca­do en la esqui­na de Sain­te Cathe­ri­ne y Jean­ne Man­ce habrán de pre­sen­tar­se Sonny Knight and The Lakers (30 de junio, 20h) en un con­cier­to don­de se com­bi­na la músi­ca soul y funk, así como la can­tan­te y pia­nis­ta de Mon­treal de ori­gen hai­tiano Maríe-Chris­ti­ne (2 de julio, 20 y 22h) con un con­cier­to de músi­ca funk y del Caribe.

Oran Etkin

Oran Etkin

Un nue­vo esce­na­rio será inau­gu­ra­do este año con el Club Jazz Casino de Mon­treal ubi­ca­do en la Pla­ce SNC Lava­lin en la calle Bleury al sur de Sain­te Cathe­ri­ne, en don­de sus orga­ni­za­do­res inten­tan repe­tir la expe­rien­cia que se vive en el barrio fran­cés de New Orleans. Entre los espec­tácu­los que se habrán de pre­sen­tar se encuen­tra el de Jean-Nico­las Trot­tier (29 de junio, 17h), un remar­ca­ble trom­bo­nis­ta y uno de los músi­cos más des­ta­ca­dos de jazz cana­dien­se. Por su par­te el mul­ti­ins­tru­men­tis­ta israe­lí Oran Etkin ten­drá oca­sión de mos­trar nue­va­men­te su gran vir­tuo­sis­mo en un con­cier­to en el que pre­do­mi­na­rá músi­ca de jazz y del mun­do (3 de julio, 17 horas). No menos impor­tan­te será la pre­sen­cia de la Soul­Jazz Orches­tra (4 y 5 de julio, 21h) amal­ga­man­do músi­ca de jazz, funk, afro, lati­na y soul con gran entusiasmo.

Las Cafeteras

Las Cafe­te­ras

En la expla­na­da de Clark Nord don­de se encuen­tra el esce­na­rio Bell se pre­sen­ta­rá el gru­po chi­cano Las Cafe­te­ras inte­gra­do por hijos de inmi­gran­tes mexi­ca­nos ubi­ca­dos en Los Ánge­les quie­nes ofre­cen una músi­ca lati­na alter­na­ti­va y social­men­te cons­cien­te mez­clan­do la pala­bra habla­da con la músi­ca afro-cari­be­ña y ame­rin­dia. El espec­tácu­lo ten­drá lugar el 27 junio (20h).

Emmanuel Jal

Emma­nuel Jal

Ade­más de Oran Etkin y Las Cafe­te­ras, el públi­co ten­drá opor­tu­ni­dad de apre­ciar a artis­tas inter­na­cio­na­les, como los her­ma­nos geme­los Fran­co­is y Louis Mou­tin de Fran­cia que inte­gran el Mou­tin Fac­tory Quin­tet (29 de junio, 19h en la Pla­ce SNC Lava­lin), el can­tan­te norue­go Son­dre Ler­che (2 y 3 de julio, 17 y 19 horas en el Loun­ge Hei­ne­ken ubi­ca­do en Sain­te-Cathe­ri­ne y Bleury), y Emma­nuel Jal, el ex niño sol­da­do de Sudán que par­ti­ci­pó en el film The Good Lie (2014 de Phi­lip­pe Falar­deau, quien nos hará cono­cer su dis­tin­ti­vo esti­lo de hip hop (2 y 3 de julio, 22h en el esce­na­rio Bell).

Para obte­ner la com­ple­ta pro­gra­ma­ción se reco­mien­da visi­tar el sitio www.montrealjazzfest.com