MAGIC MIKE XXL. Estados Unidos, 2015. Un film de Gregory Jacobs
Teniendo en cuenta el éxito de boletería de Magic Mike (2012) de Steven Soderbergh, no resulta sorprendente que Hollywood tratara de repetir la experiencia con una secuela. En este caso Soderbergh, aunque es responsable de la fotografía y el montaje, no se ubicó detrás de la cámara sino que le cedió ese espacio a Gregory Jacobs.
En la conclusión de la crítica del film original (edición del 8 de julio de 2012) se señalaba que el relato podía interesar a un público femenino que se sintiera atraído de ver a hombres despojándose de sus ropas en un escenario, pero que en última instancia el relato carecía de sustancia sin agregar alguna nota de emoción. En esta segunda parte la impresión que deja el film es aún menor porque sin incorporar nada nuevo a la postre termina aburriendo.
El guión, que nuevamente pertenece a Reid Carolin, ubica la trama en Tampa tres años después del primer capítulo donde en la primera escena se observa a Mike (Channing Tatum), quien retirado de su antigua actividad de stripper, está trabajando en la industria del mueble. Todo cambia para él, cuando el grupo de antiguos compinches con quienes había trabajado en el pasado ‑que incluye entre otros a Ken (Matt Bomer), Richie (Joe Manganiello), Tarzan (Kevin Nash), Tito (Adam Rodriguez) y Tobías (Gabriel Iglesias)- lo invita a que se una al mismo para participar en un último espectáculo de strip tease masculino que tendrá lugar en una convención anual de strippers en Myrtle Beach, en el estado de Carolina del Sur. El viaje en coche hacia el lugar de destino es la excusa para que se origine un pedestre “road movie” donde los viajeros tienen ocasión de toparse con algunos personajes femeninos conocidos de Mike.
Como resulta previsible, en la convención referida cada uno de los miembros del grupo tiene oportunidad de lucirse mostrando sus habilidades de baile al propio tiempo que exhibiendo sus cuerpos esculturales mientras tiene lugar el strip tease frente a un ávido y entusiasta público femenino que le arroja dinero. Fuera de eso, el film prácticamente no despierta interés alguno en la medida que el ritmo impreso por el realizador es moroso, agravado por un guión plagado de abundantes diálogos insulsos; además, la débil caracterización de sus personajes, donde la parte humana queda bien relegada, conduce a que no se sepa qué es lo que realmente estos strippers persiguen o pretenden en su diario vivir.
Aunque Tatum es un buen actor como lo ha demostrado cuando tiene buen material para desempeñarse –un buen ejemplo es el de Foxcatcher (2014)-, aquí solo satisface como bailarín aunque ciertamente de ninguna manera puede ser comparado con Fred Astaire o Gene Kelly; del resto del elenco, se destacan Manganiello, Jada Pinkett Smith y Andie Mac Dowell en roles superficiales.
Conclusión: Un film insustancial e inferior al original porque no existe una historia precisa que nutra al relato. Jorge Gutman