RICHARD III

Des­de el Tea­tro Almei­da de Lon­dres se verá en las salas de Cine­plex Richard III, una de las obras más impor­tan­tes de la lite­ra­tu­ra ingle­sa que Sha­kes­pea­re escri­bió alre­de­dor de 1592.richard-iii

Esta pie­za his­tó­ri­ca ha sido adap­ta­da y diri­gi­da por Rupert Goold y se cen­tra en la per­so­na­li­dad de uno de los más villa­nos monar­cas de la his­to­ria como lo fue Richard III.

Tenien­do como esce­na­rio de fon­do una Ingla­te­rra polí­ti­ca­men­te con­vul­sio­na­da, el maquia­vé­li­co per­so­na­je apro­ve­cha la opor­tu­ni­dad de apo­de­rar­se del trono des­pués de la muer­te de su her­mano el rey Edward; para ello ha recu­rri­do a manio­bras mani­pu­la­ti­vas y a par­tir de ser coro­na­do rey, no habrá nada que lo deten­ga; para ello no tie­ne escrú­pu­lo alguno en orde­nar la muer­te de quien­quie­ra que le cree obs­tácu­los en su camino. Su rei­na­do de esca­sos dos años con­clu­ye con su muer­te en la bata­lla de Bos­worth y el adve­ni­mien­to de los Tudor. Sha­kes­pea­re uti­li­za la figu­ra de este des­agra­da­ble per­so­na­je para ana­li­zar la natu­ra­le­za ambi­cio­sa por lograr el poder en medio de una socie­dad conflictiva.

Esta tra­ge­dia sha­kes­pe­ria­na con­tó con la par­ti­ci­pa­ción del remar­ca­ble actor Ralph Fien­nes dan­do vida al noto­rio villano en tan­to que la vete­ra­na y míti­ca Vanes­sa Red­gra­ve asu­me el papel de la rei­na Mar­ga­ret. El vas­to elen­co se com­ple­ta con David Annen, Joseph Arkley, Tom Can­ton, Daniel Cer­quei­ra, Simon Coates, Susan Engel, James Gar­non, Mark Had­field, Scott Handy, Fin­bar Lynch, Ais­lín McGuc­kin, Joseph Mydell, Joshua Riley, Joan­na Van­derham, Bene­dict Bar­ker, Lukas Rol­fe, Bax­ter Westby y Oli­ver Whi­tehou­se. La esce­no­gra­fía es de Hil­de­gard Bechtler, el ves­tua­rio está a car­go de Jon Morrell en tan­to que Jon Clark es res­pon­sa­ble de la iluminación.

La obra se difun­de el 9 de noviem­bre y el 4 de diciem­bre de 2016. Para infor­ma­ción adi­cio­nal sobre los cines de Cine­plex que pre­sen­ta­rán esta obra, así como los hora­rios loca­les, pre­sio­ne aquí 

Nues­tras Mujeres

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

NOS FEM­MES Autor: Éric Assous – Direc­ción: Michel Poi­rier – Adap­ta­ción: Moni­que Ducep­pe – Elen­co: Guy Jodoin, Syl­vain Mar­cel y David Savard — Deco­ra­dos: Gui­llau­me Lord — Ves­tua­rio: Pie­rre-Guy Lapoin­te – Ilu­mi­na­ción: Clau­de Cour­no­yer – Músi­ca: Chris­tian Tho­mas. Dura­ción: 1h 30m, sin entre­ac­to. Repre­sen­ta­cio­nes: Has­ta el 3 de diciem­bre de 2016 en el Théâ­tre Ducep­pe (www.duceppe.com)

Des­pués de haber obte­ni­do un gran suce­so en París don­de fue estre­na­da en 2013 así como en Madrid en 2015 y en Bue­nos Aires este año, lle­ga a Mon­treal la pie­za de Éric Assous Nos Fem­mes cuyo tema es el de la amis­tad y cómo la mis­ma se pone a prue­ba fren­te a acon­te­ci­mien­tos inesperados.

nuestras-mujeresA tra­vés de sus tres úni­cos per­so­na­jes, se asis­te a la amis­tad que a lo lar­go de trein­ta años ha uni­do a Paul (Guy Jodoin), Max (Syl­vain Mar­cel) y Simón (David Savard), tres hom­bres bur­gue­ses de media­na edad. El trío sue­le reu­nir­se sema­nal­men­te en el piso de Max para cenar y jugar a las car­tas. Así, en la vela­da en que trans­cu­rre la acción, Paul y Max aguar­dan la lle­ga­da de Simon que se encuen­tra retra­sa­do a la cita. Mien­tras espe­ran, ambos hablan sobre sus res­pec­ti­vas muje­res en un ambien­te dis­ten­di­do sin ima­gi­nar lo que inme­dia­ta­men­te acontecerá.

El ele­men­to dis­pa­ra­dor de la tra­ma se pro­du­ce con el arri­bo de Simón. Con un sem­blan­te tétri­co y deses­pe­ra­do con­fie­sa a sus ami­gos que estran­gu­ló a Este­lle, su pare­ja, des­pués de haber man­te­ni­do una fuer­te dispu­ta con ella. Fren­te a la reve­la­ción del suce­so, el con­flic­to se pre­sen­ta cuan­do el ami­go ase­sino pide a los otros dos que lo encu­bran. De este modo la pre­sión ejer­ci­da sobre Paul y Max para no reve­lar la ver­dad de lo ocu­rri­do plan­tea el dile­ma sobre has­ta dón­de un sen­ti­mien­to afec­ti­vo como la amis­tad pue­de com­pro­me­ter­los a ser cóm­pli­ces de un crimen.

nos-femmesSi bien la acción come­ti­da por Simón cons­ti­tu­ye el fac­tor cen­tral del rela­to, a par­tir de allí la obra resal­ta algu­nos ele­men­tos que van aflo­ran­do con el desa­rro­llo de la mis­ma. Así, des­me­nu­zan­do el uni­ver­so mas­cu­lino el autor va ori­gi­nan­do situa­cio­nes que reve­lan la vul­ne­ra­bi­li­dad y las dife­ren­tes emo­cio­nes que envuel­ven a los tres amigos.

A pesar de la cir­cuns­tan­cia dra­má­ti­ca ori­gi­na­da por un cri­men, el autor ha pre­fe­ri­do apos­tar por el tono de come­dia; en con­se­cuen­cia, a tra­vés de un diá­lo­go muy inte­li­gen­te en don­de van cono­cién­do­se más a fon­do la dife­ren­te per­so­na­li­dad de cada per­so­na­je, la pie­za ofre­ce situa­cio­nes hilarantes.

La muy bue­na pues­ta escé­ni­ca de Michel Poi­rier que goza de un flui­do rit­mo se ve afian­za­da por la cali­dad de los come­dian­tes que ha sabi­do reu­nir para la pre­sen­te oca­sión. Así, Jodoin, que retor­na al tea­tro des­pués de algu­nos años de ausen­cia, demues­tra aplo­mo y con­vic­ción como el médi­co reu­ma­tó­lo­go y hom­bre de fami­lia cuya vida trans­cu­rre sin mucho brío acom­pa­ña­do de una espo­sa dema­sia­do pasi­va; al pro­pio tiem­po, como el ami­go que cree que debe encu­brir a Simón uti­li­za argu­men­tos que aun­que dis­cu­ti­bles no son del todo des­es­ti­ma­bles; lo más impor­tan­te acon­te­ce cuan­do a su mode­ra­ción ini­cial le suce­de una brus­ca trans­for­ma­ción cuan­do se ente­ra de algo que lo eno­ja fuer­te­men­te. Elo­gios seme­jan­tes mere­ce Mar­cel quien trans­mi­te cre­di­bi­li­dad como el cama­ra­da radió­lo­go quien opues­to a la opi­nión de Paul cree que exis­ten lími­tes que no pue­den ser tras­gre­di­dos para sal­var a un ami­go; asi­mis­mo, trans­mi­te muy bien la inma­du­rez de una per­so­na que aun­que ten­ga pare­ja no se atre­ve a con­vi­vir con ella. Final­men­te, Savard mues­tra con efec­ti­va elo­cuen­cia el desen­freno ini­cial de Simón para pasar pos­te­rior­men­te a un mar­ca­do ago­ta­mien­to. Los tres acto­res, espe­cial­men­te Jodoin y Mar­cel, ade­más de gene­rar una apre­cia­ble quí­mi­ca entre ellos dotan a sus per­so­na­jes la sen­si­bi­li­dad nece­sa­ria para que tras­cien­da en la pla­tea que los observa.

Al tras­la­dar el desa­rro­llo de la pie­za a Mon­treal, más pre­ci­sa­men­te a île des Soeurs, la adap­ta­ción de Moni­que Ducep­pe res­pe­ta muy bien el con­te­ni­do y espí­ri­tu del tex­to de Assous. Para com­ple­tar esta eva­lua­ción crí­ti­ca habrá que des­ta­car la mag­ní­fi­ca esce­no­gra­fía de Gui­llau­me Lord don­de se apre­cia el living come­dor de Max con un bal­cón terra­za que ofre­ce una estu­pen­da vis­ta de la ciudad.

Con­clu­sión: Sin ser una obra maes­tra, esta pie­za que com­bi­na muy bien el dra­ma con la come­dia y sazo­na­da con intere­san­te intri­ga cons­ti­tu­ye un efi­caz entre­te­ni­mien­to que el públi­co sabrá apre­ciar, tenien­do en cuen­ta los calu­ro­sos aplau­sos reci­bi­dos por los acto­res al final de la repre­sen­ta­ción a la cual tuve opor­tu­ni­dad de asistir. 

El Hotel de Los Refugiados

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

THE REFU­GEE HOTEL

Car­men Agui­rre, la dra­ma­tur­ga cana­dien­se de ori­gen chi­leno, ofre­ce un tes­ti­mo­nio polí­ti­co y social vin­cu­la­do con el dra­ma que Chi­le vivió con el adve­ni­mien­to del gol­pe mili­tar del 11 de Sep­tiem­bre de 1973. La bar­ba­rie come­ti­da por el mons­truo­so régi­men ha sido bien tes­ti­mo­nia­da a tra­vés de los dife­ren­tes medios de difu­sión e inclu­so por el cine. Lo que dis­tin­gue a esta sen­si­ble pie­za es que su auto­ra qui­so abor­dar las sen­sa­cio­nes vivi­das por un gru­po de refu­gia­dos chi­le­nos que lle­ga­dos a Cana­dá en Febre­ro de 1974 fue­ron alber­ga­dos duran­te la pri­me­ra sema­na en un hotel de refu­gia­dos de Montreal.

Foto de James Douglas

Foto de James Douglas

A tra­vés de varios per­so­na­jes se asis­te a sus his­to­rias des­de el día de su lle­ga­da en medio del cru­do invierno de la ciu­dad has­ta el momen­to en que dejan el cáli­do alber­gue para vivir en sus pro­pios hogares.

Entre los hués­pe­des se encuen­tra una fami­lia inte­gra­da por Jor­ge (Pablo Dicon­ca), su mujer Cami­la Urru­tia (Gil­da Mon­real), de sobre­nom­bre “la fla­ca”, y sus dos hijos Manue­li­ta (Maria­na Tay­ler) y Jose­li­to (Juan Grey). Por ellos nos ente­ra­mos que inme­dia­ta­men­te des­pués del gol­pe el matri­mo­nio fue arres­ta­do y pues­to en pri­sión aun­que en luga­res sepa­ra­dos. Así, Cami­la tenien­do en cuen­ta sus ante­ce­den­tes de ardo­ro­sa mili­tan­te, ha sido ubi­ca­da en un cam­po de con­cen­tra­ción de la Isla Daw­son don­de fue tor­tu­ra­da, veja­da y suje­ta a las crue­les humi­lla­cio­nes de sus cap­to­res. Pron­ta­men­te lle­gan dos muje­res; una es Cris­ti­na (Shan­ti Gon­za­les), una mapu­che del sur del país, e Isa­bel (Vera Wil­son Val­dez), apo­da­da “Calla­di­ta” por­que duran­te los pri­me­ros días de per­ma­nen­cia per­ma­ne­ce sin hablar. Otro inte­gran­te que se une a los recién lle­ga­dos es Manuel (Brau­lio Eli­cer) de 18 años de edad que fue atroz­men­te tor­tu­ra­do por los mili­ta­res con la pica­na eléc­tri­ca en dife­ren­tes par­tes de su cuer­po inclu­yen­do sus órga­nos geni­ta­les, ade­más de dejar­lo des­nu­tri­do. El gru­po se com­ple­ta con Juan Reyes (Ziad Gha­nem) que huyó de la cár­cel en Val­pa­raí­so y Bill (Char­les Ben­der), un cana­dien­se que encon­trán­do­se en San­tia­go en momen­tos de pro­du­cir­se el gol­pe fue encar­ce­la­do por haber sido con­fun­di­do como terrorista.

Foto de James Douglas

Foto de James Douglas

En esos pri­me­ros días, la esta­día resul­ta dura por­que ade­más de los pro­ble­mas de comu­ni­ca­ción de los hués­pe­des por des­co­no­ci­mien­to del inglés y/o fran­cés, los recuer­dos del pasa­do no son fácil­men­te olvi­da­bles; así Jor­ge expe­ri­men­ta demo­nía­cas pesa­di­llas, mien­tras que Manuel y Cris­ti­na inten­tan sui­ci­dar­se al no poder lograr una inme­dia­ta recu­pe­ra­ción de las atro­ces expe­rien­cias vivi­das en Chile.

El inte­rés de esta pie­za resi­de en que a tra­vés de estos per­so­na­jes que­dan expues­tas las dudas acer­ca de si la pobla­ción chi­le­na que asis­tía al tris­te espec­tácu­lo de ver a veci­nos apre­sa­dos sin inten­tar a hacer algo se jus­ti­fi­ca­ba por el gran temor del drás­ti­co cas­ti­go que pudie­ra reci­bir de los mili­ta­res, o si aca­so debe­ría rebe­lar­se a cual­quier pre­cio. Igual­men­te que­da abier­to el inte­rro­gan­te si para los que logra­ron emi­grar como refu­gia­dos, ésta cons­ti­tuía la mejor opción o si debían que­dar­se en el país para luchar en la clandestinidad.

Más allá de estas situa­cio­nes, la pie­za des­ta­ca cómo los sin­sa­bo­res de los pri­me­ros momen­tos se van aca­llan­do cuan­do los refu­gia­dos encuen­tran tra­ba­jo gra­cias a las ges­tio­nes rea­li­za­das porl Pat Kele­man (Sally Sin­gal), la ama­ble visi­ta­do­ra social hún­ga­ra quien tam­bién había atra­ve­sa­do la mis­ma expe­rien­cia cuan­do lle­gó a Cana­dá como refu­gia­da en 1956 des­pués de la inva­sión de la Unión Sovié­ti­ca a Hun­gría. Al pro­pio tiem­po, que­dan mani­fes­ta­das algu­nas notas de humor que se suce­den entre los refu­gia­dos, el amor por la músi­ca nati­va a tra­vés de gra­ba­cio­nes de can­cio­nes de Chi­le que pue­den escu­char gra­cias al toca­dis­cos faci­li­ta­do por el recep­cio­nis­ta del hotel (Craig Fran­cis), así como el espí­ri­tu de soli­da­ri­dad impe­ran­te entre los miem­bros del grupo.

En los cré­di­tos fina­les se des­ta­ca cómo en la últi­ma déca­da se ha pro­du­ci­do una gran ola de refu­gia­dos de gen­te des­am­pa­ra­da en dife­ren­tes luga­res del mun­do, no olvi­dan­do por supues­to los pro­ve­nien­tes de Siria a cau­sa de la gue­rra civil que afli­ge a ese país. En todo caso, se des­ta­ca la polí­ti­ca cana­dien­se de abrir sus puer­tas para ali­viar este gran dra­ma humano así como lo ha hecho con los refu­gia­dos chilenos..

Esta con­mo­ve­do­ra obra pro­du­ci­da por el Tees­ri Duni­ya Thea­tre cuen­ta con la ade­cua­da pues­ta en esce­na de Pau­li­na Abar­ca-Can­tin y la par­ti­ci­pa­ción de un entu­sias­ta y homo­gé­neo elen­co mul­ti­cul­tu­ral inte­gra­do por acto­res pro­ve­nien­tes de Cana­dá, Chi­le, Chi­na, Colom­bia, El Sal­va­dor, India, Líbano, Méxi­co, Perú y Uruguay.

Las repre­sen­ta­cio­nes se efec­túan en inglés con sobre­tí­tu­los en espa­ñol en el Cen­tro Segal (la sala Stu­dio) has­ta el 13 de noviem­bre inclusive.

La Aris­tó­cra­ta y su Criada

THE HAND­MAI­DEN / MADE­MOI­SE­LLE. Corea del Sur, 2016. Un film de Park Chan-wook

De uno de los rea­li­za­do­res más impor­tan­tes del cine coreano lle­ga a las salas de Cana­dá una obra artís­ti­ca cuyo estreno mun­dial en el últi­mo fes­ti­val de Can­nes entu­sias­mó a la mayo­ría de los crí­ti­cos. Eso no resul­ta sor­pren­den­te por­que el film de Park Chan-wook es una autén­ti­ca obra de arte tan­to en el plano de la rea­li­za­ción como por sus bellas y eró­ti­cas imá­ge­nes capa­ces de sedu­cir al espec­ta­dor más indiferente.

Kim Min-hee y Kim Tae-ri

Kim Min-hee y Kim Tae-ri

Basa­da en la nove­la Fal­sa Iden­ti­dad (Fin­gers­mith, 2002) de la escri­to­ra bri­tá­ni­ca Sarah Waters, el guión del rea­li­za­dor y Chung Seo-kyung, en lugar de ubi­car la acción en Ingla­te­rra duran­te la épo­ca vic­to­ria­na tras­la­da su desa­rro­llo a la Corea de la déca­da del 30 cuan­do el país se encon­tra­ba bajo el domi­nio japo­nés. Aun­que en prin­ci­pio la tra­ma apa­ren­ta ser sen­ci­lla, su narra­ción se vuel­ve más com­ple­ja en la medi­da que va adop­tan­do dife­ren­tes ángu­los. La pri­me­ra par­te de esta his­to­ria intro­du­ce a Soo­ke (Kim Tae-ri), una her­mo­sa joven car­te­ris­ta quien indu­ci­da por un esta­fa­dor (Ha Jung-woo) que se hace pasar por un con­de japo­nés, se con­vier­te en emplea­da domés­ti­ca de Lady Hide­ko (Kim Min-hee), una ino­cen­te huér­fa­na y rica aris­tó­cra­ta japo­ne­sa quien vive reclui­da con Kou­zu­ki (Cho Jin-woong), su tirá­ni­co tío millo­na­rio. El pro­pó­si­to del supues­to con­de es que Soo­ke lo ayu­de a sedu­cir a Hide­ko a fin de casar­se con ella, para pos­te­rior­men­te inter­nar­la en un asi­lo men­tal y final­men­te here­dar su for­tu­na; sin embar­go, hay un ele­men­to que des­ba­ra­ta los pla­nes cuan­do entre las dos muje­res se pro­du­ce una atrac­ción sexual car­ga­da de fuer­tes emo­cio­nes. A la mane­ra de Rasho­mon, el rela­to pro­si­gue su desa­rro­llo aten­dien­do al pun­to de vis­ta de Hide­ko y pos­te­rior­men­te a la del fal­so con­de; de este modo, agre­gan­do nue­vas reve­la­cio­nes y des­car­tan­do otras cono­ci­das, el entra­ma­do- don­de nada es como pare­ce ser- va crean­do una intri­ga que se inten­si­fi­ca has­ta arri­bar a un muy buen e impre­vi­si­ble desenlace.

Este femi­nis­ta dra­ma de épo­ca es rela­ta­do con subli­me exqui­si­tez. Así, el amor sáfi­co está coreo­gra­fia­do de mane­ra impe­ca­ble debi­do a la deli­ca­de­za con que el rea­li­za­dor expo­ne el encuen­tro sen­sual y apa­sio­na­do de los cuer­pos des­nu­dos evi­tan­do cual­quier atis­bo sen­sa­cio­na­lis­ta; en tal sen­ti­do, es muy bue­na la inter­pre­ta­ción de las dos pro­ta­go­nis­tas feme­ni­nas trans­mi­tien­do las viven­cias físi­cas y emo­cio­na­les de sus res­pec­ti­vos personajes.

Nota apar­te mere­ce el excep­cio­nal tra­ba­jo téc­ni­co que cons­ti­tu­ye uno de los gran­des pila­res del film. Ade­más del valio­so dise­ño de pro­duc­ción de Ryu Seong-hee, es remar­ca­ble el sun­tuo­so ves­tua­rio, de Cho Sang-kyung, la suges­ti­va músi­ca de Cho Young-wuk , así como la bella foto­gra­fía de Chung Chung-hoon.

Por lo que ante­ce­de, este thri­ller impreg­na­do de seduc­ción, enga­ños, y ven­gan­za y sazo­na­do con un efec­ti­vo humor jugue­tón, alcan­za un nivel de gran cali­dad. Jor­ge Gutman

Una Paté­ti­ca Cantante

MAR­GUE­RI­TE. Fran­cia-Bél­gi­ca-Repú­bli­ca Che­ca, 2015. Un film de Xavier Giannoli

Por esos raros mis­te­rios de la dis­tri­bu­ción de pelí­cu­las, Mar­gue­ri­te de Xavier Gian­no­li se cono­ce recién en Cana­dá a pesar de tener un año de anti­güe­dad mien­tras que Flo­ren­ce Fos­ter Jen­kins que Stephen Frears reali­zó tiem­po des­pués fue estre­na­do hace 3 meses. Esta acla­ra­ción vie­ne al caso por­que la agri­dul­ce fábu­la del direc­tor fran­cés está igual­men­te basa­da en la his­to­ria rela­ta­da por Frears sobre Fos­ter Jen­kins aun­que a tra­vés de un per­so­na­je de nom­bre dife­ren­te y don­de la acción se desa­rro­lla en la ciu­dad de París de los años 20. Afor­tu­na­da­men­te, el film que aho­ra nos ocu­pa per­mi­te que el públi­co nue­va­men­te pue­da dis­fru­tar de un rela­to sobre el mis­mo tema don­de Cathe­ri­ne Frot rea­li­za una extra­or­di­na­ria carac­te­ri­za­ción de una can­tan­te líri­ca sin talen­to alguno.

Catherine Frot

Cathe­ri­ne Frot

El rela­to pre­sen­ta a la baro­ne­sa Mar­gue­ri­te Dumont (Frot), una dama que expe­ri­men­ta un sen­ti­mien­to devo­to por el arte líri­co y que colec­cio­na par­ti­tu­ras y ves­ti­dos de las gran­des can­tan­tes; dada su con­for­ta­ble situa­ción eco­nó­mi­ca y social se da el lujo de ofre­cer reci­ta­les de can­to para un selec­to gru­po de admi­ra­do­res y ami­gos. Por su pasión musi­cal dedi­ca varias horas dia­rias a prac­ti­car arias de ópe­ra que pos­te­rior­men­te ento­na­rá para su audien­cia aun­que ella es incons­cien­te de que su caren­cia abso­lu­ta de voz y oído le impi­de acer­tar con la nota jus­ta; es así que al can­tar pro­fie­re ala­ri­dos y chi­lli­dos capa­ces de des­per­tar en sus tum­bas a Mozart, Ver­di y a otros gran­des com­po­si­to­res líri­cos cuyos temas inter­pre­ta. Lo que resul­ta curio­so es que ella se con­gra­tu­la con los aplau­sos reci­bi­dos de sus ami­gos quie­nes ocul­tan­do sus ver­da­de­ros sen­ti­mien­tos la ala­ban como si estu­vie­ran delan­te de una gran diva.

En su círcu­lo más ínti­mo, se encuen­tra Geor­ges (Andre Mar­con), su don­jua­nes­co mari­do que encon­tran­do inso­por­ta­ble el soni­do de su músi­ca tam­po­co se atre­ve a hacer­le ver que es una pési­ma soprano. Algo pare­ci­do acon­te­ce con el per­so­nal que tra­ba­ja en su man­sión don­de entre los mis­mos su fiel mayor­do­mo Man­del­bos (Denis Mpun­ga) jamás se atre­ve­ría a expre­sar su ver­da­de­ra opi­nión por­que ade­más de sen­tir un sin­ce­ro afec­to por su due­ña, es a él que ella vuel­ca sus penas. De igual mane­ra Atos Pez­zi­ni (nota­ble actua­ción de Michel Fau), el afec­ta­do tenor que la entre­na, no le reve­la que su can­to es peno­so por­que no está dis­pues­to a per­der los exce­len­tes hono­ra­rios que per­ci­be por su tra­ba­jo. El pun­to cul­mi­nan­te se pro­du­ce cuan­do Mar­gue­ri­te deci­de ofre­cer un reci­tal públi­co que obvia­men­te alcan­za­rá una audien­cia mucho más amplia pero que al no tener com­pro­mi­so alguno con ella emi­ti­rá su ver­da­de­ro jui­cio; es allí don­de lle­ga­rá la hora de la verdad.

El rea­li­za­dor gra­cias al impe­ca­ble guión por él escri­to jun­to con Mar­cia Romano, des­cri­be a a esta sin­gu­lar mujer con máxi­ma huma­ni­dad sin bur­lar­se de ella. Así, las joco­sas esce­nas que pro­du­ce la actua­ción de su pro­ta­go­nis­ta no impi­den que en la per­cep­ción del públi­co que­de impre­sa su inne­ga­ble bon­dad entre­mez­cla­da con una asom­bro­sa inge­nui­dad que la con­vier­ten en un per­so­na­je paté­ti­co. En tal sen­ti­do la extra­or­di­na­ria inter­pre­ta­ción de Frot per­mi­te que el públi­co fácil­men­te empa­ti­ce con un ser humano que fren­te al medio hipó­cri­ta que la rodea no es capaz de dis­tin­guir la fan­ta­sía en que vive de la reali­dad que la rodea; cier­ta­men­te resul­ta difí­cil ima­gi­nar que tras el per­so­na­je tan rea­lis­ta que ella per­so­ni­fi­ca se encuen­tre una intér­pre­te que le da vida. Mere­ci­da­men­te Frot fue pre­mia­da como la mejor actriz del año en la últi­ma entre­ga de los pre­mios César de la cine­ma­to­gra­fía francesa.

En resu­men: Gian­no­li ha logra­do el ade­cua­do equi­li­brio entre la come­dia hila­ran­te y el hon­do dra­ma per­mi­tien­do que el públi­co dis­fru­te de un film artís­ti­co y a la vez alta­men­te entre­te­ni­do, en gran par­te debi­do a la actua­ción de una excep­cio­nal intérprete.
Jor­ge Gutman