El Amor Lejano des­de el MET

L’A­MOUR DE LOIN

En una nue­va trans­mi­sión efec­tua­da en alta defi­ni­ción des­de el MET de Nue­va York a los cines de dife­ren­tes rin­co­nes del pla­ne­ta, se verá la ópe­ra L’A­mour de Loin de la com­po­si­to­ra fin­lan­de­sa Kai­ja Saa­riaho. Com­pues­ta en 2000 y estre­na­da en pri­mi­cia mun­dial en el Fes­ti­val de Salz­bur­go de ese año con la direc­ción musi­cal del maes­tro Kent Nagano, esta obra tuvo una cáli­da aco­gi­da crítica.

Estruc­tu­ra­da en 5 actos con un libre­to en fran­cés del nove­lis­ta y ensa­yis­ta liba­nés Amin Maa­louf, la emo­ti­va his­to­ria es muy sen­ci­lla y cons­ti­tu­ye una refle­xión del amor en la épo­ca medie­val. En una lige­ra sín­te­sis se pue­de anti­ci­par que la acción trans­cu­rre en el siglo XII y comien­za en Aqui­ta­nia don­de Jau­fré Rudel, prín­ci­pe de Bla­ye, es un tro­va­dor que un poco can­sa­do de los pla­ce­res de la vida año­ra un amor dife­ren­te y lejano, aun­que com­pren­de que no es real y por lo tan­to impoo­si­ble de lograr­lo. No obs­tan­te, la visi­ta de un pere­grino que vie­ne del extran­je­ro le ase­gu­ra que la mujer con la que él sue­ña real­men­te exis­te; a par­tir de ese momen­to el prín­ci­pe no pue­de sino pen­sar en ella. Cuan­do el pere­grino retor­na a Trí­po­li, se encuen­tra con la con­de­sa Clé­men­ce y le comu­ni­ca que en Fran­cia vive un prín­ci­pe tro­va­dor que la idea­li­za con sus can­cio­nes; ella comien­za a soñar con este aman­te lejano, pre­gun­tán­do­se si es mere­ce­do­ra de tal dedi­ca­ción. Al retor­nar a Bla­ye, el pere­grino vuel­ve a reu­nir­se con Jau­fré con­tán­do­le que la dama en cues­tión ya se ente­ró de su exis­ten­cia y de la dedi­ca­ción de sus can­cio­nes. El prín­ci­pe enton­ces resuel­ve visi­tar en per­so­na a su “amor lejano” a pesar de que la con­de­sa pre­fie­re que la rela­ción se man­ten­ga a la dis­tan­cia. Atra­ve­san­do el mar que los sepa­ra, el deci­di­do ena­mo­ra­do sale en su bús­que­da pero la angus­tia que le aque­ja es tan gran­de que arri­ba a Trí­po­li gra­ve­men­te enfer­mo. El román­ti­co final hará que Jau­fré logre su come­ti­do y que mue­ra en los bra­zos de su amada.

Susanna Phillips y Eric Owens

Susan­na Phi­llips y Eric Owens

En esta nue­va pro­duc­ción del MET, la pues­ta en esce­na está a car­go del extra­or­di­na­rio direc­tor y dra­ma­tur­go cana­dien­se Robert Lepa­ge reu­nien­do un elen­co inte­gra­do por el bajoo barí­tono Eric Owens inter­pre­tan­do a Jau­fré Rudel), la soprano Susan­na Phi­llips ani­man­do a Clé­men­ce y la mez­zo soprano Tama­ra Mum­ford asu­mien­do el rol del peregrino.

He aquí un trai­ler don­de Lepa­ge expre­sa su visión de esta ópera.

La orques­ta esta­rá bajo la batu­ta de la direc­to­ra fin­lan­de­sa Susan­na Mälk­ki quien hace su pri­me­ra apa­ri­ción en el MET. La esce­no­gra­fía y ves­tua­rio es res­pon­sa­bi­li­dad de Michael Curry en tan­to que la ilu­mi­na­ción corres­pon­de a Kevin Adams.

La ópe­ra es can­ta­da en fran­cés con sub­tí­tu­los en inglés y será trans­mi­ti­da en direc­to en los cines cana­dien­ses per­te­ne­cien­tes a Cine­plex el 10 de Diciem­bre de 2016 para ser difun­di­da nue­va­men­te los días 4, 6 y 8 de Febre­ro de 2017. Para infor­ma­ción sobre los cines par­ti­ci­pan­tes y hora­rios loca­les res­pec­ti­vos pre­sio­ne aquí

Exce­len­te Dra­ma Psicológico

MAN­CHES­TER BY THE SEA. Esta­dos Uni­dos, 2016. Un film escri­to y diri­gi­do por Ken­neth Lonergan.

Pocos fil­mes han pene­tra­do en la psi­quis mas­cu­li­na como lo refle­ja Man­ches­ter by the Sea. En el mag­ní­fi­co rela­to crea­do por el rea­li­za­dor Ken­neth Loner­gan, su per­so­na­je prin­ci­pal atra­vie­sa una cri­sis exis­ten­cial don­de no fal­tan moti­vos para ello. Lo impor­tan­te es que a tra­vés de una his­to­ria muy bien estruc­tu­ra­da a pesar de que no se desa­rro­lla en for­ma cro­no­ló­gi­ca, len­ta y gra­dual­men­te se asis­te al dra­ma atra­ve­sa­do por un hom­bre común y corrien­te que bien podría repre­sen­tar a cual­quie­ra de los espec­ta­do­res del sexo mas­cu­lino que pre­sen­cian el film.

Michelle Williams y Casey Affleck

Miche­lle Williams y Casey Affleck

Casey Affleck , en una actua­ción fue­ra de serie y mere­ce­do­ra de un Oscar, inter­pre­ta a Lee Chand­ler vivien­do en un subur­bio de Bos­ton y que se desem­pe­ña como el encar­ga­do de un edi­fi­cio; entre sus tareas se encuen­tra el de solu­cio­nar los pro­ble­mas coti­dia­nos que se pre­sen­tan en los depar­ta­men­tos de los resi­den­tes, actuar de plo­me­ro, encar­gar­se de la reco­lec­ción de resi­duos, apa­lear la nie­ve en la tem­po­ra­da inver­nal, así como de otros menes­te­res meno­res. Sin nece­si­dad de que hable, la expre­sión de Lee deno­ta a un hom­bre soli­ta­rio, com­pun­gi­do, vivien­do algu­na situa­ción angus­tio­sa y tra­tan­do de vol­car su ira con­te­ni­da al explo­tar en cier­tas oca­sio­nes con vio­len­cia fren­te a inci­den­tes menores.

El fac­tor que pone en mar­cha la acción del rela­to es la súbi­ta muer­te de su her­mano Joe (Kyle Chand­ler) debi­do a una enfer­me­dad con­gé­ni­ta car­día­ca que venía pade­cien­do. Eso le obli­ga a retor­nar a su hogar natal de Man­ches­ter en New Ham­pshi­re. Inme­dia­ta­men­te el rela­to pre­sen­ta esce­nas del pasa­do, don­de Lee con su her­mano y peque­ño sobrino Patrick solían nave­gar en el bote pes­que­ro del des­apa­re­ci­do gozan­do del paseo marí­ti­mo y la ple­ni­tud de la vida. Hoy día Patrick (Lucas Hed­ges) es ya un ado­les­cen­te de 16 años y des­pués de los fune­ra­les, Lee se impo­ne que su her­mano dis­pu­so que se haga car­go de él. A par­tir de ese momen­to se incor­po­ran deta­lles vita­les al rela­to don­de a mane­ra de un rom­pe­ca­be­zas se va com­ple­tan­do los espa­cios vacíos para que el mis­mo que­de reconstruido.

Sin deve­lar mucho de lo que pro­si­gue se pue­de anti­ci­par que Joe vivía sepa­ra­do de su mujer alcohó­li­ca (Gret­chen Mol) y que por esa razón el mucha­cho que­dó a car­go de su padre sin man­te­ner con­tac­to alguno con su madre. Tam­bién se sabrá que Lee estu­vo casa­do con Randy (Miche­le Williams) y que jun­tos fun­da­ron una lin­da fami­lia con tres niñas de por medio.

Al final de esta tris­te his­to­ria que­da cla­ro cómo el incon­tro­la­ble des­tino pue­de arrin­co­nar a ino­cen­tes per­so­nas y des­truir­las por com­ple­to. Fren­te a estos hechos, sur­gen los sen­ti­mien­tos de remor­di­mien­to y cul­pa así como el arre­pen­ti­mien­to y per­dón que no alcan­zan a expiar la reali­dad por la que atra­vie­sa Lee.

Loner­gan se abs­tie­ne de ser com­pla­cien­te tan­to con los per­so­na­jes que ha crea­do como tam­po­co con el públi­co. Adop­tan­do un cri­te­rio rea­lis­ta ha tra­ta­do de no con­des­cen­der con una reso­lu­ción feliz; sim­ple­men­te se limi­ta a pre­sen­tar un sóli­do dra­ma don­de gra­cias a su habi­li­dad como escri­tor, el públi­co se sola­za asis­tien­do a diá­lo­gos pre­ci­sos y a diver­sas situa­cio­nes natu­ral­men­te convincentes.

Si bien el direc­tor logró que la dimen­sión psi­co­ló­gi­ca del per­so­na­je pro­ta­gó­ni­co que­de per­fec­ta­men­te ilus­tra­da gra­cias a la actua­ción de Affleck, algo simi­lar corres­pon­de con el de Patrick don­de el joven actor Hed­ges ofre­ce una impe­ca­ble carac­te­ri­za­ción como el sobrino que desea con­vi­vir con su tío. En un papel de apo­yo se luce amplia­men­te Miche­lle Williams quien hacia el final de esta his­to­ria en su inter­lo­cu­ción con Affleck ofre­ce una des­ga­rra­do­ra a la vez que emo­ti­va esce­na que reper­cu­te sen­si­ble­men­te en el áni­mo del espectador.

Cier­ta­men­te, Man­ches­ter by the Sea es un dra­ma psi­co­ló­gi­co de nota­ble dimen­sión huma­na y sin duda uno de los gran­des fil­mes de 2016. Jor­ge Gutman

Ani­ma­les Nocturnos

NOC­TUR­NAL ANI­MALS. Esta­dos Uni­dos, 2016. Un film escri­to y diri­gi­do por Tom Ford

Con la deli­ca­de­za y esti­lo que dis­tin­guió a su ópe­ra pri­ma A Sin­gle Man (2009), Tom Ford abor­da con su segun­do film un tema más com­pli­ca­do que no obs­tan­te logra trans­mi­tir­lo con estu­pen­da cla­ri­dad. Basa­do en la nove­la Tony y Susan de Aus­tin Wright, el rea­li­za­dor se apar­ta un poco de la mis­ma debi­do a que una lec­tu­ra lite­ral no podría en este caso adap­tar­se a la pan­ta­lla; eso es así por­que den­tro del rela­to glo­bal exis­ten tres líneas narra­ti­vas que en su tras­la­do al cine era nece­sa­rio efec­tuar cier­tos cam­bios a fin de cap­tar ínte­gra­men­te el espí­ri­tu que ema­na del libro original.

Amy Adams

Amy Adams

Comen­zan­do por el pre­sen­te, el guión pre­sen­ta a Susan Morrow (Amy Adams), una gale­ris­ta que vive en Los Ánge­les, casa­da en segun­das nup­cias con un hom­bre don­jua­nes­co (Armie Ham­mer), don­de se per­ci­be que no exis­te la armo­nía ade­cua­da en ese matri­mo­nio. Un buen día, cuan­do su mari­do está ausen­te por un via­je de nego­cios, ella reci­be un paque­te con­te­nien­do el manus­cri­to de “Noc­tur­nal Ani­mals”, una nove­la iné­di­ta escri­ta por su pri­mer mari­do Edward Shef­field (Jake Gyllenhaal) a quien hace más de 20 años que no ha vis­to; en una nota adhe­ri­da a la enco­mien­da él mani­fies­ta que la con­tac­ta­rá cuan­do esté de paso por algu­nos días en la ciudad.

Cuan­do sola y ten­di­da en su cama, Susan comien­za a leer el libro que está dedi­ca­do a ella, el rela­to adop­ta la for­ma de un film den­tro de otro don­de el públi­co se va impo­nien­do len­ta­men­te de su con­te­ni­do. En el mis­mo se obser­va a Tony Has­tings (tam­bién inter­pre­ta­do por Gyllenhaal) quien acom­pa­ña­do de su mujer Lau­ra (Isla Fisher) y de su joven hija (Ellie Bam­ber) va con­du­cien­do su coche en una deso­la­da carre­te­ra de Texas duran­te las horas noc­tur­nas. Ines­pe­ra­da­men­te, la fami­lia es ace­cha­da y ata­ca­da por un trio de faci­ne­ro­sos lide­ra­do por Ray (Aaron Tay­lor-John­son) con el resul­ta­do de que Lau­ra y su hija son secues­tra­das mien­tras que Tony logra escapar.

Al sus­pen­der momen­tá­nea­men­te la lec­tu­ra de la nove­la, Susan no pue­de repri­mir su sen­ti­mien­to de angus­tia por la vio­len­cia del rela­to; al pro­pio tiem­po comien­za a resur­gir su pasa­do cuan­do estu­vo uni­da al escri­tor y los moti­vos por los cua­les lo dejó al con­si­de­rar­lo una per­so­na débil e inca­paz de lle­gar a triun­far. Cuan­do Susan reanu­da la lec­tu­ra del manus­cri­to, des­cu­bre que la espo­sa e hija de Edward han sido ase­si­na­das; de allí en más el acon­go­ja­do Tony con la ayu­da de Bobby Andes (Michael Shan­non), un humano detec­ti­ve, tra­ta­rán de loca­li­zar a los agresores.

Una vez com­ple­ta­da su lec­tu­ra, Susan así como el públi­co entien­den que el alter ego de Edward es Tony así como el de ella es el per­so­na­je de Lau­ra. De esa expe­rien­cia lite­ra­ria Susan segui­rá revi­vien­do la rela­ción que man­tu­vo con su ex mari­do lo que la obli­ga a des­cu­brir los erro­res come­ti­dos, en gran par­te debi­do por la influen­cia no del todo posi­ti­va ejer­ci­da en ese enton­ces por su madre (Lau­ra Lin­ney). Aho­ra, no pue­de evi­tar que múl­ti­ples deta­lles de su vida ante­rior reper­cu­tan emo­cio­nal­men­te al movi­li­zar los cimien­tos que sir­ven de apo­yo a su apa­ren­te per­fec­ta exis­ten­cia actual.

La actua­ción de Adams es admi­ra­ble trans­mi­tien­do a tra­vés de sus expre­sio­nes facia­les y mira­das la tur­bu­len­cia e inquie­tud que ani­da en su per­so­na­je. No menos impor­tan­te es lo que Gyllenhaal logra en su doble inter­pre­ta­ción del per­so­na­je real y fic­ti­cio, así como la de Shan­non como el hom­bre que no tenien­do nada que per­der ins­ti­ga­rá a Tony para que jun­tos adop­ten la medi­da nece­sa­ria a fin de que los ase­si­nos no que­den impu­nes de sus crímenes.

Que­da como balan­ce una atra­pan­te his­to­ria don­de el amor se entre­la­za con la ven­gan­za tan­to en la reali­dad como en la nove­la, dejan­do abier­ta la puer­ta para una even­tual redención.

La direc­ción y guión de Ford se dis­tin­gue por la cohe­sión que logra entre las sub­tra­mas del rela­to glo­bal a tra­vés de una exce­len­te cons­truc­ción narra­ti­va, logran­do de este modo un film de nota­ble cali­dad. Jor­ge Gutman

Ende­ble Come­dia Romántica

RULES DON’T APPLY. Esta­dos Uni­dos, 2016. Un film de Warren Beatty

Des­pués de una ausen­cia de 18 años, Warren Beatty vuel­ve al rue­do como direc­tor, y en este caso tam­bién como actor, en un film que tie­ne como telón de fon­do a Howard Hughes. Obse­sio­na­do por lar­go tiem­po para recrear la vida de este excén­tri­co mul­ti­mi­llo­na­rio que gra­vi­tó sus­tan­cial­men­te en el Holly­wood de las déca­das del 40 y 50, lo cier­to es que Beatty ofre­ce una ende­ble come­dia román­ti­ca que no lle­ga a trascender.

Alden Ehrenreich y Warren Beatty

Alden Ehren­reich y Warren Beatty

En un guión que le per­te­ne­ce, el direc­tor ubi­ca la acción a media­dos de los años 50 don­de en su comien­zo se obser­va a Mar­la Mabrey (Lily Collins), una joven puri­ta­na que lle­ga a la meca del cine des­de su hogar natal en Vir­gi­nia con­vo­ca­da por el mag­na­te pro­duc­tor (Beatty) a fin de rea­li­zar una prue­ba para una even­tual actua­ción. Al lle­gar a des­tino es reco­gi­da en el aero­puer­to por Frank For­bes (Alden Ehren­reich), uno de los cho­fe­res del estu­dio; a pesar de que este joven está uni­do sen­ti­men­tal­men­te con una chi­ca de su infan­cia (Tais­sa Far­mi­ga), nada impi­de que entre él y Mar­la sur­ja una inme­dia­ta atrac­ción. El pro­ble­ma está que de acuer­do a las direc­ti­vas de Hughes que­da prohi­bi­do que exis­tan rela­cio­nes amo­ro­sas entre sus empleados.

Si bien la pri­me­ra par­te resul­ta intere­san­te y ofre­ce algu­nos momen­tos gra­cio­sos, a medi­da que el rela­to pro­si­gue, don­de la rela­ción entre Mar­la y Frank es el nudo cen­tral del mis­mo, su inte­rés va des­va­ne­cién­do­se has­ta lle­gar al pun­to de vol­ver­se monó­tono. Lo que más resul­ta extra­ño es que aun­que Hughes per­ma­nez­ca físi­ca­men­te ocul­to duran­te gran par­te de la his­to­ria, cuan­do ya apa­re­ce en esce­na, tan­to su excen­tri­ci­dad como la per­tur­ba­ción men­tal que lo aque­ja no lle­ga a calar a fon­do en el áni­mo del espec­ta­dor; par­te de ello es que en nin­gún momen­to del rela­to se expli­ci­ta cuá­les son los impul­sos que moti­van el extra­ño com­por­ta­mien­to de este hom­bre. Si bien las com­pa­ra­cio­nes no siem­pre resul­tan agra­da­bles, es impo­si­ble dejar de aso­ciar al film The Avia­tor (2004) de Mar­tin Scor­ce­se quien pro­fun­di­zó con más inten­si­dad en las manías de este luná­ti­co y polé­mi­co hom­bre, aun­que en otra eta­pa de su vida.

Tan­to Collins y Ehren­reich actúan correc­ta­men­te aun­que no exis­ta una espe­cial quí­mi­ca que per­mi­ta que el roman­ce clan­des­tino que man­tie­nen sus per­so­na­jes lle­gue a cobrar emo­ción; en cuan­to a Beatty, a pesar de ser un actor con­su­ma­do, su per­so­na­je no ha sido sufi­cien­te­men­te desa­rro­lla­do como para alcan­zar un mayor luci­mien­to. En pape­les de apo­yo, no des­en­to­nan Alec Bald­win, Mar­tin Sheen, Matthew Bro­de­rick, Ed Harris, Anne­te Bening y Can­di­ce Ber­gen, entre otros.

A su favor, el film se valo­ri­za por la mag­ní­fi­ca repro­duc­ción de épo­ca gra­cias a los dise­ños de pro­duc­ción de Jean­ni­ne Oppe­wall, el ves­tua­rio de Albert Wolsky y la muy bue­na fotot­gra­fía de Caleb Des­cha­nel. Jor­ge Gutman

War Hor­se

WarHorse (From West End)

La pro­duc­ción War Hor­se del Natio­nal Thea­tre que fue­ra trans­mi­ti­da en vivo direc­ta­men­te des­de Lon­dres en Febre­ro de 2014 nue­va­men­te será difun­di­da en las salas de cine cana­dien­ses a tra­vés de la com­pa­ñía exhi­bi­do­ra Cine­plex. Esta obra que habien­do sido estre­na­da en 2007 se ha con­ver­ti­do en uno de los más gran­des éxi­tos tea­tra­les, don­de tam­bién ha sido repre­sen­ta­da en el Lin­coln Cen­ter de Nue­va York y en Toronto. 

La pie­za que en 2011 fue tras­la­da­da al cine por Ste­ve Spiel­berg está basa­da en el libro de Michel Mor­pur­go que el autor escri­bió tenien­do en vis­ta los lec­to­res infan­ti­les. Ple­na de emo­ción y de nobles sen­ti­mien­tos su his­to­ria gira en torno a la entra­ña­ble amis­tad for­ja­da entre un ado­les­cen­te y su caballo.

Para quie­nes no estén al tan­to sobre el argu­men­to pue­de ade­lan­tar­se que la his­to­ria se desa­rro­lla en la segun­da déca­da del siglo pasa­do en la zona rural de Devon, Ingla­te­rra. Allí el joven Albert vivien­do con sus padres sien­te de inme­dia­to una total iden­ti­fi­ca­ción con el equino que su padre Ted com­pró en un rema­te. En el bre­ve perío­do que le toca con­vi­vir con el caba­llo se esta­ble­ce una increí­ble comu­ni­ca­ción, pro­ban­do que en cier­tas cir­cuns­tan­cias pue­de crear­se un pro­fun­do lazo de afec­ti­vi­dad entre seres vivien­tes que per­te­ne­cen a dife­ren­tes espe­cies. Cuan­do por cir­cuns­tan­cias poco pro­pi­cias, Ted ven­de el caba­llo a la caba­lle­ría bri­tá­ni­ca en momen­tos en que se des­ata la Pri­me­ra Gue­rra Mun­dial, los des­ti­nos de Albert y el ani­mal se bifur­can. Pro­fun­da­men­te ape­na­do al ver­se des­pren­di­do de su que­ri­do caba­llo, el mucha­cho se enlis­ta en la infan­te­ría y par­te para Fran­cia; des­de ese momen­to su meta prin­ci­pal es lograr que en algún momen­to pue­da pro­du­cir­se el anhe­la­do reen­cuen­tro con alguien a quien tan­to quie­re. El desa­rro­llo de la his­to­ria y su emo­ti­vo des­en­la­ce con­tri­bu­ye a que el públi­co rápi­da­men­te se iden­ti­fi­que con sus per­so­na­jes protagónicos.

WARHORSE (1)

A dife­ren­cia del film, esta ver­sión ori­gi­nal tea­tral diri­gi­da por Nick Staf­ford está com­ple­men­ta­da con músi­ca y can­cio­nes que refuer­zan aún más la natu­ra­le­za de este ori­gi­nal dra­ma. Al no poder dis­po­ner en esce­na de ver­da­de­ros caba­llos, éstos están reem­pla­za­dos por ima­gi­na­ti­vos títe­res de la com­pa­ñía suda­fri­ca­na Hands­pring Pup­pet Com­pany de Sudá­fri­ca, que brin­dan la ilu­sión de con­tem­plar ani­ma­les reales. 

War Hor­se se difun­di­rá los días 3 y 7 de Diciem­bre de 2016. Para infor­ma­ción sobre los cines que ofre­ce­rán la pie­za como así tam­bién los hora­rios loca­les corres­pon­dien­tes, se pue­de con­sul­tar aquí