Un Nue­vo Arte para un Nue­vo Mundo

REVO­LU­TION-NEW ART FOR A NEW WORLD

En una nue­va pre­sen­ta­ción de la serie de gale­rías de arte, en pocos días más se podrá juz­gar el docu­men­tal Revo­lu­tion – New Art for a New World (2016), copro­duc­ción de Gran Bre­ta­ña y Rusia de la rea­li­za­do­ra Margy Kinmonth.

Fantasía de Petrov-Vodkin. ( Foto de Foxtrot Film)

Fan­ta­sía de Petrov-Vod­kin. ( Foto de Fox­trot Film)

El film ilus­tra algu­nos de los tra­ba­jos más valio­sos que tra­jo con­si­go la Revo­lu­ción Rusa de 1917 en los 15 años siguien­tes. Los artis­tas de ese enton­ces encon­tra­ron con el adve­ni­mien­to revo­lu­cio­na­rio nue­vas for­mas para expre­sar sus tra­ba­jos, ins­pi­ra­dos por un opti­mis­mo vigen­te que pro­me­tía la nación bajo el lide­raz­go de Lenín. Lamen­ta­ble­men­te, esos vien­tos reno­va­do­res serían silen­cia­dos con su muer­te; así, con la lle­ga­da de Sta­lin al poder, uti­li­zan­do como ins­tru­men­to polí­ti­co el lla­ma­do “rea­lis­mo socia­lis­ta”, el movi­mien­to van­guar­dis­ta vigen­te fue aca­lla­do y sumi­do en la oscuridad.

Pintando una pancarta. (Foto de Foxtrot Film)

Pin­tan­do una pan­car­ta. (Foto de Fox­trot Film)

La rea­li­za­do­ra reve­la cómo valio­sas obras maes­tras pudie­ron sobre­vi­vir esa pur­ga inte­lec­tual y el modo en que logró influen­ciar al mun­do del arte. El film logra la resu­rrec­ción de esos crea­do­res van­guar­dis­tas pre­sen­tan­do colec­cio­nes de impor­tan­tes ins­ti­tu­cio­nes rusas, las con­tri­bu­cio­nes de artis­tas con­tem­po­rá­neos, cura­do­res y el tes­ti­mo­nio per­so­nal de los des­cen­dien­tes de quie­nes estu­vie­ron invo­lu­cra­dos en ese movi­mien­to cul­tu­ral. En tal sen­ti­do resul­ta de inte­rés el rela­to de las his­to­rias de genia­les pin­to­res como Was­sily Kan­dinsky, Kazi­mir Male­vich y Marc Cha­gall. Todos los comen­ta­rios brin­da­dos son fas­ci­nan­tes de escu­char y com­ple­men­ta­dos por el inte­rés sus­ci­ta­do en con­tem­plar exce­len­tes lien­zos, escul­tu­ras inven­ti­vas y otras mani­fes­ta­cio­nes artís­ti­cas a 100 años de su creación.

Mural Soviético en San Petersburgo.(Foto de Foxtrot Film)

Mural Sovié­ti­co en San Petersburgo.(Foto de Fox­trot Film)

El docu­men­tal fue fil­ma­do en Rusia e Ingla­te­rra don­de la direc­to­ra tuvo acce­so a la Gale­ría Esta­tal Tre­tia­kov de Mos­cú, el Museo Esta­tal Ruso y el Museo del Ermi­ta­ge de San Peters­bur­go, así como con­tó con el apo­yo de la Royal Aca­demy of Arts de Lon­dres. El film pre­sen­ta pin­tu­ras que no han sido vis­tas en déca­das y obras maes­tras que rara­men­te salen de Rusia. Impor­tan­tes repre­sen­tan­tes del medio cul­tu­ral han par­ti­ci­pa­do en este film, inclu­yen­do los nom­bres del pro­fe­sor Mikhail Pio­trovsky, Zel­fi­ra Tre­gu­lo­va y el cineas­ta ruso Andrei Konchalovsky.

Este film podrá ser apre­cia­do por el públi­co cana­dien­se el 8 de Mar­zo y el 2 de Abril de 2017 en las salas de Cine­plex. Para infor­ma­ción sobre los cines y hora­rios loca­les pre­sio­ne aquí

Un Buen Dra­ma Judicial

A FEW GOOD MEN

Pro­si­guien­do con la serie Film Clas­sics Cine­plex pre­sen­ta­rá A Few Good Men un film rea­li­za­do por Rob Reiner en 1992 y que vis­to a los 25 años de su estreno sigue man­te­nien­do inte­rés debi­do a su nota­ble calidad.

Tom Cruise

Tom Crui­se

La tra­ma gira en torno de dos sol­da­dos ame­ri­ca­nos que habien­do sido des­ti­na­dos a la base de Guan­tá­na­mo son acu­sa­dos por haber ata­ca­do y cau­sa­do la muer­te a un com­pa­ñe­ro. Para ser defen­di­dos, la Mari­na enco­mien­da dicha tarea al tenien­te Daniel Kafee (Tom Crui­se) quien es un joven y dies­tro abo­ga­do. Jun­to con él inter­ven­drá la abo­ga­da de la Arma­da (Demi Moo­re) quien sos­pe­cha que los acu­sa­dos no son los úni­cos res­pon­sa­bles de lo acon­te­ci­do. En su accio­nar ambos abo­ga­dos ten­drán que con­fron­tar a un cíni­co y ave­za­do coro­nel (Jack Nicholson).

Jack Nicholson

Jack Nichol­son

El film que está basa­do en la pie­za tea­tral de Aaron Sor­kin, quien a su vez es igual­men­te res­pon­sa­ble del guión, está diri­gi­do por Rob Reiner en uno de sus mejo­res tra­ba­jos. A pesar de estar fren­te a una tra­ma que care­ce de acción en la medi­da que su mayor par­te trans­cu­rre den­tro de una cor­te, el rit­mo impre­so por el rea­li­za­dor es suma­men­te diná­mi­co impi­dien­do que en momen­to alguno decai­ga el inte­rés sobre lo que se presencia.

Las inter­pre­ta­cio­nes son deci­di­da­men­te estu­pen­das don­de Crui­se rea­li­za uno de sus mejo­res tra­ba­jos para el cine al igual que Moo­re logra sobrie­dad y pre­sen­cia en el rol que carac­te­ri­za. En las pocas secuen­cias en que apa­re­ce Nichol­son, él demues­tra una vez más que es un actor de raza que siem­pre logra impre­sio­nar brin­dan­do aquí una nota­ble cla­se maes­tra de inter­pre­ta­ción. En los roles secun­da­rios igual­men­te se dis­tin­guen Kevin Pollak, Kevin Bacon, Kie­fer Suther­land y J.T. Walsh.

Nue­va­men­te se da el caso en que la pre­sen­cia de una esme­ra­da direc­ción, un guión nutri­do de remar­ca­bles diá­lo­gos e inter­pre­ta­cio­nes inta­cha­bles per­mi­ten lograr un muy buen pro­duc­to final. En este caso los valo­res del film se refuer­zan por el tra­ta­mien­to de com­ple­jos tópi­cos tales cómo la arbi­tra­rie­dad del poder mili­tar, el con­cep­to de la leal­tad y dig­ni­dad huma­na y sobre todo qué es lo que con­fi­gu­ra el honor de una nación.

El film será exhi­bi­do el 5 y 15 de mar­zo de 2017 en los cines de Cine­plex. Para cono­cer las salas par­ti­ci­pan­tes y los hora­rios de exhi­bi­ción pre­sio­ne aquí.

A la Bús­que­da de una Madre

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

NE M’OU­BLIE PAS Autor: Tom Hollo­way – Tra­duc­ción: Fanny Britt — Direc­ción: Fré­dé­ric Dubois – Elen­co: Jonathan Gag­non, Marie Eve Milot, Fra­nçois Papi­neau, Loui­se Tur­cot — Esce­no­gra­fía: Jas­mi­ne Catu­dal — Ves­tua­rio: Lin­da Bru­ne­lle – Ilu­mi­na­ción: Caro­li­ne Ross – Músi­ca: Will Dri­ving West. Dura­ción: 1h 25m, sin entre­ac­to. Repre­sen­ta­cio­nes: Has­ta el 25 de mar­zo de 2017 en el Théâ­tre Ducep­pe (www.duceppe.com)

Una pági­na negra no muy divul­ga­da de la his­to­ria bri­tá­ni­ca es lo que narra el dra­ma­tur­go Tom Hollo­way en esta obra cuyo títu­lo ori­gi­nal inglés es For­get me not. Des­de 1869 has­ta fina­les de la déca­da del 30, Gran Bre­ta­ña depor­tó entre 100.000 y 150.000 niños con el pro­pó­si­to de poblar sus colo­nias don­de esca­sea­ba la mano de obra. Curio­sa­men­te, esa des­pia­da­da acción siguió prac­ti­cán­do­se des­pués de la Segun­da Gue­rra has­ta 1968 don­de el país des­pa­chó alre­de­dor de miles de meno­res des­fa­vo­re­ci­dos a Aus­tra­lia sin el con­sen­ti­mien­to de sus padres como par­te de la deno­mi­na­da polí­ti­ca guber­na­men­tal cono­ci­da con el nom­bre de Whi­te Aus­tra­lia. Adop­tan­do como refe­ren­cia esta infor­ma­ción que a todas luces cons­ti­tu­yó un rap­to, Hollo­way abor­da el escan­da­lo­so tópi­co enfo­cán­do­lo en el seno de una fami­lia británica.

François Papineau y Louise Turcot (Foto de Caroline Laberge)

Fra­nçois Papi­neau y Loui­se Tur­cot (Foto de Caro­li­ne Laberge)

La obra que trans­cu­rre en la épo­ca actual pre­sen­ta a Mary, una mujer sep­tua­ge­na­ria vivien­do humil­de­men­te en Liver­pool que por varias déca­das no ha podi­do apar­tar de su men­te los tris­tes recuer­dos de haber vis­to cómo su hiji­to le fue sus­traí­do por la igle­sia para ser trans­por­ta­do a Aus­tra­lia.. A más de 15.000 kiló­me­tros de dis­tan­cia Gerry vivien­do en Mel­bour­ne es hoy día una per­so­na de más de 50 años que lucha con su pasa­do; el haber sido des­pro­vis­to de su madre cuan­do peque­ño y vivir casi escla­vi­za­do en un orfe­li­na­to le ha deja­do un pro­fun­do trau­ma; eso lo ha con­ver­ti­do en un hom­bre colé­ri­co, alcohó­li­co y un padre no muy bueno con su hija Natha­lie de quien se man­tie­ne dis­tan­cia­do. Por su par­te ella, con el pro­pó­si­to de deter­mi­nar las razo­nes del com­por­ta­mien­to de su padre, tra­ta­rá de acla­rar los orí­ge­nes de su pro­ge­ni­tor; con ese moti­vo soli­ci­ta los ser­vi­cios de Marc, un agen­te social para que tra­te de loca­li­zar a Mary en Inglaterra.

 Marie-Eve Milot y Francois Papineau (Foto de Caroline Laberge)

Marie-Eve Milot y Fran­co­is Papi­neau (Foto de Caro­li­ne Laberge)

El dra­ma que su autor estruc­tu­ra a tra­vés de una suce­sión de esce­nas bien resuel­tas entre los per­so­na­jes men­cio­na­dos ha sido debi­da­men­te res­pe­ta­do en la sobria pues­ta escé­ni­ca de Fré­dé­ric Dubois; con todo, en la ver­sión fran­ce­sa de Fanny Britt, el prin­ci­pal méri­to de la pie­za des­can­sa fun­da­men­tal­men­te en su cali­fi­ca­do elen­co. Loui­se Tur­cot trans­mi­te gran sen­si­bi­li­dad como la pobre madre que emo­cio­nal­men­te no pue­de repo­ner­se de haber sido des­po­ja­da de su hijo para que él pudie­ra vivir, supues­ta­men­te, con una fami­lia capaz de brin­dar­le un por­ve­nir más ven­tu­ro­so. Igual­men­te enco­mia­ble es la labor de Fra­nçois Papi­neau dotan­do a Gerry de los mati­ces nece­sa­rios para refle­jar el resen­ti­mien­to que guar­da una per­so­na que expe­ri­men­tó una infan­cia des­di­cha­da con mar­ca­das con­se­cuen­cias en su per­so­na­li­dad; ajus­ta­do es el tra­ba­jo de Marie-Eve Milot sumer­gién­do­se en la piel de Natha­lie, que a pesar de no man­te­ner bue­nas rela­cio­nes con un padre que la ha des­pro­vis­to de afec­to, tra­ta de brin­dar­le su apo­yo de toda for­ma posi­ble; com­ple­tan­do el cuar­te­to de acto­res, Jonathan Gag­non infun­de con­vic­ción como la per­so­na que ser­vi­rá de guía para que Marc y Nataha­lie estén en con­di­cio­nes de visi­tar a Mary.

Con un final emo­ti­vo don­de entran a jugar los capri­chos del des­tino, la obra tras­cien­de sen­si­bi­li­zan­do hon­da­men­te al espec­ta­dor en esta his­to­ria de una per­so­na que vio su infan­cia roba­da y la de una madre débil y vul­ne­ra­ble que tuvo que resig­nar­se a vivir sin su hijo.

Una Román­ti­ca Ópe­ra de Dvořák

RUSAL­KA

Si bien Anto­nín Dvořák /1841 – 1904) es mun­dial­men­te cono­ci­do por su famo­sa Sin­fo­nía del Nue­vo Mun­do, ade­más de haber sido un gran com­po­si­tor de músi­ca sin­fó­ni­ca y de cáma­ra ha tam­bién incur­sio­na­do en el mun­do de la ópe­ra don­de la más difun­di­da es Rusal­ka. Su tex­to ha sido extraí­do de la leyen­da de Ondi­na per­te­ne­cien­te al gran poe­ta che­co Jaros­lav Kva­pil (1868 – 1950) y su estreno tuvo lugar en Pra­ga el 31 de Mar­zo de 1901.

Eric Owens y Kristine Opolais. ( Foto de Ken Howard. Met)

Eric Owens y Kris­ti­ne Opo­lais. ( Foto de Ken Howard. Met)

Pre­sen­ta­da en una nue­va pro­duc­ción del Metro­po­li­tan Ope­ra, esta crea­ción líri­ca será difun­di­da en alta defi­ni­ción mun­dial­men­te, inclu­yen­do Cana­dá. El argu­men­to está basa­do en un cuen­to popu­lar de la región de Mora­via don­de Rusal­ka, la nin­fa de los lagos, le pide a una bru­ja que la trans­for­me en mujer para poder entre­gar­se al amor de un joven prín­ci­pe; sin embar­go, el poder de la hechi­ce­ra la hace mujer pero con la con­di­ción de que ella debe resig­nar a su voz y de allí en más ser una prin­ce­sa muda. Fun­da­men­tal­men­te, esta fan­ta­sía de amor, recha­zo y reden­ción alcan­za enver­ga­du­ra a tra­vés de su con­te­ni­do poé­ti­co y esen­cial­men­te román­ti­co infun­di­do musi­cal­men­te por sus bellas arias; pre­ci­sa­men­te, el aria más cono­ci­do es la Can­ción a la Luna, lamen­to que Rusal­ka can­ta pidién­do­le a la bru­ja que la con­vier­ta en un ser humano a fin de ser ama­da por el príncipe.

Kristine Opolais y Brandon Jovanovich. (Foto de Ken Howard. MET)

Kris­ti­ne Opo­lais y Bran­don Jova­no­vich. (Foto de Ken Howard. MET)

La direc­to­ra Mary Zim­mer­man que es muy cono­ci­da por haber teni­do a su car­go la pre­mia­da obra de Broad­way “Meta­morpho­ses”, ha teni­do a su car­go abor­dar las aris­tas com­ple­jas y mági­cas de la actual pro­duc­ción. El papel titu­lar es can­ta­do por la exce­len­te soprano Kris­ti­ne Opo­lais y el prín­ci­pe que con­quis­ta su cora­zón es inter­pre­ta­do por el apues­to tenor Bran­don Jova­no­vich. En el rol de Vod­nik, el duen­de del agua que es padre de Rusal­ka, actúa el bajo barí­tono Eric Owens; com­ple­tan­do el elen­co cen­tral pro­ta­gó­ni­co la nota­ble soprano Jamie Bar­ton carac­te­ri­za el rol de la bru­ja Jezi­ba­ba en tan­to que la soprano wag­ne­ria­na Kata­ri­na Dalay­man ani­ma el papel de la prin­ce­sa extran­je­ra que com­pi­te con Rusal­ka por el amor del príncipe.

Kristine Opolais. (Foto del MET)

Kris­ti­ne Opo­lais. (Foto del MET)

La direc­ción orques­tal está a car­go del maes­tro Mark Elder, la esce­no­gra­fía es de Daniel Ostling, el dise­ño del ves­tua­rio per­te­ne­ce a Mara Blu­men­feld y la ilu­mi­na­ción a T. J. Gerc­kens.

La ópe­ra será trans­mi­ti­da en direc­to el 25 de Febre­ro de 2017 en selec­cio­na­das salas del cir­cui­to Cine­plex y difun­di­da en dife­ri­do los días 8, 10 y 12 de Abril de 2017. Para cono­cer los cines de Cana­dá y hora­rios res­pec­ti­vos de trans­mi­sión pre­sio­ne aquí

Una Hila­ran­te Absur­da Comedia

TONI ERD­MANN. Ale­ma­nia-Aus­tria, 2016. Un film escri­to y diri­gi­do por Maren Ade

Con el buen ante­ce­den­te de haber obte­ni­do el Oso de Pla­ta y el pre­mio a la mejor actriz (Bir­git Minich­mayr) en el Fes­ti­val de Ber­lín de 2009 con Ever­yo­ne Else en un dra­ma que narra mag­ní­fi­ca­men­te la desin­te­gra­ción en las rela­cio­nes de una pare­ja, la direc­to­ra Maren reafir­ma su madu­rez de gran cineas­ta en Toni Erd­mann abor­dan­do un géne­ro com­ple­ta­men­te dife­ren­te. Ana­li­zan­do la rela­ción exis­ten­te entre un padre y su hija adul­ta, la direc­to­ra brin­da una come­dia bri­llan­te que a pesar de su dura­ción que se pro­lon­ga poco más de dos horas y media logra diver­tir salu­da­ble­men­te, tal como lo reco­no­cie­ron los crí­ti­cos en el últi­mo fes­ti­val de Can­nes don­de obtu­vo el pre­mio de la FIPRESCI.

Sandra Hüller y Peter Simonischek

San­dra Hüller y Peter Simonischek

La his­to­ria con­ce­bi­da por Ade se cen­tra en dos per­so­na­jes. Uno de ellos es Win­fried (Peter Simo­nis­chek), un excén­tri­co músi­co jubi­la­do divor­cia­do que vive en Ale­ma­nia; el otro per­so­na­je es Ines (San­dra Hüller), su hija que es una joven alta­men­te adic­ta a su tra­ba­jo; para evi­tar que su empleo la alie­ne y pue­da con­ver­tir­se en una per­so­na más huma­ni­za­da, Win­fried deja Ale­ma­nia para diri­gir­se a Buca­rest don­de ella tra­ba­ja como con­sul­to­ra de una impor­tan­te empre­sa inter­na­cio­nal; es allí don­de asu­me un per­so­na­je fic­ti­cio con el nom­bre de Tony Erd­mann y a par­tir de ese momen­to comien­za a jugar­le a Ines varias bro­mas pesa­da” don­de a la pos­tre lle­ga­rá a con­so­li­dar­se una rela­ción más ínti­ma y per­so­nal entre los dos.

A tra­vés de situa­cio­nes impo­si­bles de pre­de­cir, este hila­ran­te film con­tie­ne algu­nos momen­tos impa­ga­bles de gra­cia que han moti­va­do que duran­te la exhi­bi­ción de pren­sa rea­li­za­da en el Fes­ti­val de Can­nes el públi­co aplau­die­ra fuer­te­men­te en dos opor­tu­ni­da­des; una de las mis­mas es cuan­do en una fies­ta padre e hija espon­tá­nea­men­te ento­nan una can­ción de Whit­ney Hous­ton; la otra es cuan­do la joven impro­vi­sa una fies­ta don­de los invi­ta­dos deben lle­gar sin ropa alguna.

Si bien la his­to­ria de Ade nun­ca pier­de inte­rés por la for­ma flui­da en que está narra­da y por la incom­pa­ra­ble gra­cia que des­ti­la, no menos impor­tan­te es la valio­sa con­tri­bu­ción rea­li­za­da por las exce­len­tes inter­pre­ta­cio­nes de sus dos pro­ta­go­nis­tas. Simo­nis­chek se adue­ña de la sim­pa­tía del públi­co como el insól­to y des­preo­cu­pa­do bro­mis­ta, en tan­to que Hüller igual­men­te impre­sio­na favo­ra­ble­men­te como la fría y dis­tan­te hija que envuel­ta por com­ple­to en sus ocu­pa­cio­nes es rea­cia a man­te­ner una mejor rela­ción con su padre.

Más allá del con­ta­gio­so efec­to reide­ro que exuda esta ado­ra­ble y absur­da come­dia se per­ci­be un cla­ro men­sa­je de la rea­li­za­do­ra sobre la nece­si­dad de revi­ta­li­zar los valo­res huma­nos para per­mi­tir que éstos pre­va­lez­can en la comu­ni­ca­ción social por­que en últi­ma ins­tan­cia es uno de los fac­to­res que dan sen­ti­do a la vida. Jor­ge Gutman