FIFA 2017

FES­TI­VAL INTER­NA­TIO­NAL DU FILM SUR L’ART

El Fes­ti­val Inter­na­tio­nal du Film sur L’ Art (FIFA) es una de las mues­tras cul­tu­ra­les más impor­tan­tes que tie­ne lugar en Mon­treal. Esta es la oca­sión en la que los ciné­fi­los y aman­tes del arte pue­den juz­gar impor­tan­tes docu­men­ta­les abar­can­do las dife­ren­tes mani­fes­ta­cio­nes de la crea­ción artística.

En esta tri­gé­si­mo quin­ta edi­ción que se extien­de des­de el 23 de mar­zo has­ta el 2 de abril, se exhi­bi­rán 170 docu­men­ta­les y obras en las artes mediá­ti­cas pro­ve­nien­tes de 25 paí­ses, ade­más de una serie de even­tos especiales.

He aquí la sinop­sis de algu­nos de los títu­los que serán pro­yec­ta­dos y que des­pier­tan inte­rés por el tema, según la infor­ma­ción de pren­sa suministrada.

El film inau­gu­ral es Robert Wil­son In Situ (Esta­dos Uni­dos-Fran­cia, 2016) don­de la rea­li­za­do­ra Pau­li­ne de Grun­ne enfo­ca al direc­tor tea­tral ame­ri­cano Robert Wil­son, con­si­de­ra­do como uno de los artis­tas van­guar­dis­tas más pre­cla­ros de Esta­dos Uni­dos. Des­pués de más de una déca­da como direc­tor escé­ni­co, Wil­son echa una mira­da al labo­ra­to­rio espe­cial que fue The Bird Hoff­man School of Birds, una comu­ni­dad artís­ti­ca don­de él comen­zó su carre­ra y es así que deci­de retor­nar a sus raí­ces. Con el apo­yo de un buen núme­ro de sus alia­dos toma pose­sión de un edi­fi­cio vacío de Long Island para con­ver­tir­lo en un cen­tro artís­ti­co, el deno­mi­na­do Water­mill Cen­ter. A tra­vés del docu­men­tal la direc­to­ra cap­ta el víncu­lo del artis­ta con sus ami­gos, cola­bo­ra­do­res y cole­gas para empren­der el gran desa­fío impues­to para la con­cre­ción de este ambi­cio­so proyecto.

ROBERT WILSON IN SITU

ROBERT WIL­SON IN SITU

El docu­men­tal Pavlensky — Man and Might (Ale­ma­nia, 2016) de Ire­ne Lan­ge­mann abor­da al artis­ta ruso Petr Pavlensky quien se ha dis­tin­gui­do por efec­tuar repre­sen­ta­cio­nes, a veces cier­ta­men­te dolo­ro­sas, don­de a tra­vés de las mis­mas desa­fía las res­tric­cio­nes de Rusia en mate­ria de liber­tad polí­ti­ca. Mos­tran­do a Pavlensky en sus acti­vi­da­des artís­ti­cas, su fami­lia y sus encon­tro­na­zos con la ley, el docu­men­tal enfa­ti­za su com­pro­mi­so de defen­der a toda cos­ta la liber­tad indi­vi­dual de expre­sión denun­cian­do el abu­so de poder de las auto­ri­da­des rusas al silen­ciar a artis­tas que abor­dan temas de carác­ter político.

L’Hé­ri­tier (Cana­dá, 2016) es un film per­so­nal don­de la direc­to­ra Edith Jorisch rela­ta un acon­te­ci­mien­to fami­liar que había per­ma­ne­ci­do ocul­to. Su abue­lo Geor­ges Jorisch nació en Vie­na en el seno de una fami­lia judía inte­lec­tual y colec­cio­nis­ta de obras de arte. En 1938, a los 10 años de edad, las tro­pas ger­ma­nas inva­die­ron el hogar roban­do valio­sos tra­ba­jos artís­ti­cos a la vez que la fami­lia fue envia­da a cam­pos de inter­na­ción nazis. Afor­tu­na­da­men­te Geor­ges logró sobre­vi­vir la gue­rra y pudo emi­grar a Mon­treal. Sie­te déca­das des­pués, bus­can­do jus­ti­cia para su fami­lia e hijos, este hom­bre se pro­po­ne reco­brar las pin­tu­ras sus­traí­das, entre las que se encuen­tran dos lien­zos del gran maes­tro Gus­tav Klimt que per­te­ne­cie­ron a su abuela.

Tenien­do en cuen­ta que la músi­ca resi­de en el cora­zón de la iden­ti­dad cul­tu­ral de Malí, don­de los blues y el jazz allí se ori­gi­na­ron, el direc­tor Lutz Gre­gor refle­ja este tema en el docu­men­tal Mali Blues .(Ale­ma­nia, 2016). Ade­más de mos­trar el calei­dos­co­pio de colo­res y melo­días de la región, el direc­tor se encuen­tra con músi­cos alta­men­te com­pro­me­ti­dos social­men­te quie­nes a tra­vés del len­gua­je musi­cal luchan para defen­der la paz y liber­tad reli­gio­sa de este país afri­cano que des­de 2012 se ha vis­to ame­na­za­do por el fun­da­men­ta­lis­mo islámico.

MALI BLUES

MALI BLUES

En el docu­men­tal Silen­ced-Com­po­sers in Revo­lu­tio­nary Rus­sia (Ale­ma­nia, 2016), la direc­to­ra Anne-Kath­rin Peitz con­si­de­ra el nexo exis­ten­te entre la músi­ca y la polí­ti­ca. Para ello explo­ra las vidas y tra­ba­jos rea­li­za­dos por una gene­ra­ción de com­po­si­to­res rusos no muy cono­ci­dos que vivie­ron duran­te los años de la Pri­me­ra Gue­rra Mun­dial, la Revo­lu­ción rusa y el naci­mien­to de la Unión Sovié­ti­ca bajo la égi­da de Sta­lin. Entre algu­nos de estos artis­tas se encuen­tran Arthur Lou­rié, Niko­lai Ros­la­vets, Ale­xan­der Moso­lov, Leon The­re­min y Arseny Avraa­mov que con­for­ma­ron un gru­po de músi­cos van­guar­dis­tas prohi­bi­dos, olvi­da­dos o bien eli­mi­na­dos del reper­to­rio musi­cal; ellos son aho­ra redes­cu­bier­tos en este film que pasa revis­ta al pasa­do y pre­sen­te de Rusia den­tro de un con­tex­to cul­tu­ral y político.

El Ins­ti­tu­to de Arte de Detroit, uno de los más gran­des museos de Esta­dos Uni­dos, es el cen­tro de aten­ción de Beauty and Ruin (Cana­dá, 2016). Este docu­men­tal enfo­ca la situa­ción de cri­sis en que se halla Detroit, que tiem­po atrás había sido una ciu­dad prós­pe­ra. El rea­li­za­dor Marc de Gue­rre expo­ne sus difi­cul­ta­des finan­cie­ras de Detroit, y la ges­tión rea­li­za­da por las auto­ri­da­des loca­les liqui­dan­do los bie­nes de la metró­po­li de Michi­gan para sal­dar el enor­me endeu­da­mien­to de Detroit. Fren­te a esta pro­ble­má­ti­ca situa­ción y ana­li­zan­do las con­se­cuen­cias que gene­ra esta acción de sal­va­ta­je, el docu­men­tal enfo­ca los esfuer­zos empren­di­dos para con­ser­var la valio­sa colec­ción del pres­ti­gio­so museo que alber­ga pin­tu­ras de Van Gogh, Titan y Brueghel, entre otros repu­tados artistas.

No cabe duda que el docu­men­tal Pedro Almo­dó­var, tout sur ses fem­mes (Fran­cia, 2016) habrá de com­pla­cer a los ciné­fi­los. En su fil­mo­gra­fía, el gran rea­li­za­dor man­che­go explo­ró con gran pro­fun­di­dad el uni­ver­so feme­nino demos­tran­do su fas­ci­na­ción por las muje­res y su gran talen­to para com­pren­der­las y empa­ti­zar con ellas; con­se­cuen­te­men­te, el direc­tor Ser­gio Mon­de­lo deci­dió entre­vis­tar a varias de las divas espa­ño­las que carac­te­ri­za­ron a los per­so­na­jes de sus pelí­cu­las. Sus tes­ti­mo­nios con­si­de­ran la tra­yec­to­ria del hom­bre como así tam­bién a su obra, reve­lan­do nue­vas face­tas de la per­so­na­li­dad de este artis­ta que cre­ció bajo el régi­men fran­quis­ta Pre­ci­sa­men­te, su visión crea­do­ra comien­za a mani­fes­tar­se en la épo­ca de la Movi­da, cuan­do la demo­cra­cia comien­za a aflo­rar en Espa­ña des­pués de la muer­te de Fran­co. A tra­vés de sus fil­mes, espe­cial­men­te sus remar­ca­bles melo­dra­mas (Todo sobre mi Madre, Hable con Ella, Vol­ver, Julie­ta) y sus entra­ña­bles muje­res, Almo­dó­var es con­si­de­ra­do como uno de los más impor­tan­tes cineas­tas del cine mundial.

El arte de la escul­tu­ra se vis­lum­bra en Eva Hes­se (Ale­ma­nia, 2015). Esta mujer fue una escul­tu­ra esta­dou­ni­den­se de ori­gen ale­mán que se dis­tin­guió por su labor pio­ne­ra emplean­do para sus obras el látex, el plás­ti­co y la fibra de vidrio. Con­ta­gia­da de la efer­ves­cen­cia inte­lec­tual del mun­do artís­ti­co neo­yor­kino de la déca­da del 60 en que le tocó vivir, la ópe­ra pri­ma de la direc­to­ra Mar­cie Beglei­ter difun­de la obra crea­ti­va de esta artis­ta con­tem­po­rá­nea poco cono­ci­da. Para tal pro­pó­si­to, la rea­li­za­do­ra se ha vali­do de foto­gra­fías e imá­ge­nes de archi­vos, en tan­to que la voz de Hes­se resue­na a tra­vés de los extrac­tos de sus dia­rios. eso se com­ple­men­ta con los nume­ro­sos tes­ti­mo­nios reco­gi­dos por Beglei­ter de impor­tan­tes refe­ren­tes del medio artís­ti­co quie­nes ofre­cen una visión cáli­da y tier­na sobre Hes­se que murió en 1970 a la tem­pra­na edad de 34 años.

EVA HESSE

EVA HES­SE

Stri­ke a Pose (Gran Bre­ta­ña, 2016) evo­ca la reper­cu­sión de la gira mun­dial Blond Ambi­tion World Tour empren­di­da por la can­tan­te esta­dou­ni­den­se Madon­na jun­to con sie­te jóve­nes bai­la­ri­nes en 1990. El espec­tácu­lo que fue con­si­de­ra­do como uno de los mayo­res triun­fos de Madon­na se desa­rro­lló a lo lar­go de varios meses en Cana­dá, Esta­dos Uni­dos, Japón y Euro­pa; en él, los artis­tas pro­mo­vie­ron la soli­da­ri­dad de la comu­ni­dad homo­se­xual en la medi­da que el sida alcan­za­ba dra­má­ti­cas dimen­sio­nes por el gran núme­ro de per­so­nas afec­ta­das a nivel mun­dial. Al año siguien­te las carac­te­rís­ti­cas de esa gira y sus con­se­cuen­cias fue­ron mos­tra­das en el film Madon­na: Truth or Dare (1991) don­de que­da­ba resal­ta­da el estre­cho víncu­lo de la céle­bre can­tan­te con sus bai­la­ri­nes. Vein­ti­cin­co años des­pués, el even­to sir­vió de ins­pi­ra­ción a los direc­to­res Ester Gould y Reijer Zwaan para la rea­li­za­ción de este emo­ti­vo docu­men­tal cap­tan­do el tes­ti­mo­nio de lo que el des­tino depa­ró a estos hom­bres en pro­cu­ra de afir­mar su iden­ti­dad sexual.

El fotó­gra­fo sui­zo Klaus Róz­sa es enfo­ca­do en Apa­tri­de – Klaus Róz­sa, pho­to­graphe (Sui­za, 2016) de Erich Sch­mid. El docu­men­tal se cen­tra en Klaus Miklos Roz­sa, un fotó­gra­fo naci­do en Buda­pest en 1954 de padres judíos que logra­ron sobre­vi­vir en los cam­pos de con­cen­tra­ción duran­te la Segun­da Gue­rra para pos­te­rior­men­te radi­car­se en Hun­gría. Debi­do a la revo­lu­ción hún­ga­ra de 1956 que fue sofo­ca­da por las auto­ri­da­des sovié­ti­cas, su fami­lia huyó a Sui­za y es allí que a par­tir de los dos años de edad Róz­sa vivió en dicho país. Dedi­ca­do a la foto­gra­fía, duran­te cua­tro déca­das per­ma­ne­ció apá­tri­da, debi­do a que las auto­ri­da­des sui­zas recha­za­ron su pedi­do de natu­ra­li­za­ción en tres soli­ci­tu­des pre­sen­ta­das a tra­vés de los años. Los moti­vos adu­ci­dos se debie­ron a que como fotó­gra­fo perio­dis­ta, había cap­ta­do tomas exhi­bien­do vio­len­tas accio­nes de la poli­cía de Zurich; a eso habría que agre­gar el mal­tra­to e inclu­so el cas­ti­go físi­co infli­gi­do al artis­ta por la fuer­za poli­cial. Basa­do en la bio­gra­fía de este fotó­gra­fo y acti­vis­ta polí­ti­co, el docu­men­tal plan­tea el tema de la liber­tad de expre­sión de la pren­sa como tam­bién el reco­no­ci­mien­to de los dere­chos humanos.

APATRIDE – KLAUS ROZSA, PHOTOGRAPHE

APA­TRI­DEKLAUS ROZ­SA, PHOTOGRAPHE

Los meló­ma­nos podrán apre­ciar el docu­men­tal Good Thoughts, Good Words, Good Deeds ‑The Con­duc­tor Zubin Meh­ta (Ale­ma­nia, 2016) de Bet­ti­na Ehrhardt. Como su títu­lo lo anti­ci­pa, el docu­men­tal enfo­ca a Zubin Meh­ta, uno de los direc­to­res de orques­ta más impor­tan­tes del mun­do y que tuvo a su car­go la direc­ción musi­cal de la Orques­ta Sin­fó­ni­ca de Mon­treal entre 1961 y 1967. Naci­do en la India, es el direc­tor de por vida de la Orques­ta Filar­mó­ni­ca de Israel y del Mag­gio Musi­ca­le Flo­ren­tino, ade­más de ser direc­tor hono­ra­rio de varias orques­tas inter­na­cio­na­les como las de Vie­na, Ber­lín, Los Ánge­les y Munich, entre otras. El docu­men­tal retra­ta la vida de este artis­ta que goza de la esti­ma del públi­co y de los músi­cos tan­to por su desem­pe­ño pro­fe­sio­nal como por el con­te­ni­do humano que ema­na de su persona.

En el docu­men­tal Dié­go Veláz­quez ou le réa­lis­me sau­va­ge (Fran­cia, 2014) el rea­li­za­dor Karim Ainouz cen­tra su aten­ción en Die­go Veláz­quez (1599 – 1660). Este extra­or­di­na­rio pin­tor de la épo­ca de oro de Espa­ña, ade­más de haber sido un mag­ní­fi­co retra­tis­ta, mara­vi­lló con nume­ro­sos tra­ba­jos de carác­ter escé­ni­co y cul­tu­ral de su épo­ca. Entre algu­nas de sus excep­cio­na­les pin­tu­ras se encuen­tran Venus del Espe­jo (1650) y su obra cum­bre Las Meni­nas (1656). El film recrea median­te imá­ge­nes cui­da­do­sa­men­te cap­ta­das el víncu­lo emo­cio­nal entre la obra de Veláz­quez y el públi­co espectador.

En adi­ción a las pro­yec­cio­nes, el fes­ti­val pre­sen­ta­rá des­de el 30 de mar­zo has­ta el 1 de abril la sex­ta edi­ción del Mer­ca­do Inter­na­cio­nal de Fil­mes de Arte (MIFA) con acti­vi­da­des que inclu­yen, entre otras, la explo­ra­ción de nue­vas imá­ge­nes tec­no­ló­gi­cas, la reali­dad vir­tual, tra­ba­jos inter­dis­ci­pli­na­rios y nue­vos mode­los de pro­duc­ción y distribución.

Para cono­cer la pro­gra­ma­ción com­ple­ta, las salas de exhi­bi­ción y los corres­pon­dien­tes hora­rios pre­sio­ne aquí

El Des­pó­ti­co Emperador

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

CALI­GU­LA.  Autor; Albert Camus – Direc­ción y Dra­ma­tur­gia: René Richard Cyr – Elen­co: Chan­tal Baril, Éric Bru­neau, Loui­se Car­di­nal, Nor­mand Carriè­re, Jean-Pie­rre Char­trand, Sébas­tien Dod­ge, Benoît Drouin-Ger­main, Milè­ne Léclerc, Jean-Phi­lip­pe Lehoux, Macha Limon­chik, Benoît McGin­nis, Fré­dé­ric Paquet, Étien­ne Pilon, Denis Roy y Rebec­ca Vachon – Esce­no­gra­fía y Acce­so­rios: Pie­rre-Étien­ne Locas — Ves­tua­rio: Méré­dith Caron – Ilu­mi­na­ción: Erwann Ber­nard – Músi­ca Ori­gi­nal: Michel Smith — Dura­ción: 1 hora y 40 minu­tos (sin entre­ac­to). Repre­sen­ta­cio­nes: Has­ta el 13 de abril de 2017 en el Théâ­tre du Nou­veau Mon­de (www.tnm.qc.ca)

Foto de Yves Renaud

Foto de Yves Renaud

Nue­va­men­te el TNM ofre­ce una pro­duc­ción ambi­cio­sa y com­ple­ja con la pre­sen­ta­ción de Calí­gu­la, una de las gran­des pie­zas crea­das por el pre­mio Nóbel de Lite­ra­tu­ra Albert Camus (1913 – 1960). El gran escri­tor, dra­ma­tur­go y filó­so­fo que fue en vida un ardien­te defen­sor de la jus­ti­cia y de los dere­chos huma­nos, qui­so demos­trar en esta obra cómo la des­me­su­ra de un hom­bre sem­bran­do el terror pue­de exter­mi­nar a una socie­dad. Así, en esta crea­ción tea­tral escri­ta en 1938, rees­cri­ta en 1945 has­ta encon­trar su ver­sión defi­ni­ti­va en 1958, el autor evi­den­te­men­te no ha podi­do diso­ciar a Calí­gu­la del geno­ci­dio de Hitler duran­te la Segun­da Gue­rra Mundial.

Res­pe­tan­do la esen­cia de la obra de Camus, la pro­pues­ta ofre­ci­da por el direc­tor René Richard Cyr es loa­ble al tra­tar no sola­men­te de ofre­cer algu­nos momen­tos en los últi­mos años del empe­ra­dor sino tam­bién de pene­trar en su psi­quis, para que el públi­co pue­da com­pren­der, aun­que por cier­to sin jus­ti­fi­car, los móvi­les que guia­ron su des­pia­da­da con­duc­ta. Para ello el direc­tor agre­ga a la pie­za una esce­na sig­ni­fi­ca­ti­va tra­tan­do de huma­ni­zar al per­so­na­je; así, a modo de pró­lo­go se asis­te al tre­men­do dolor que ago­bia a Calí­gu­la cuan­do su her­ma­na y aman­te Dru­si­lla (Rébec­ca Vachon) mue­re en sus bra­zos baña­da en san­gre; en ape­nas dos minu­tos, el direc­tor mar­ca el tono de la obra.

Foto de Yves Renaud

Foto de Yves Renaud

Toda la acción que se desa­rro­lla en el pala­cio impe­rial, va mos­tran­do cómo a con­se­cuen­cia de esa des­gra­cia per­so­nal, el empe­ra­dor romano per­ci­be que el mun­do no es jus­to y que nin­gu­na per­so­na que lo habi­ta es ino­cen­te. En con­se­cuen­cia, para des­tro­zar­lo se trans­for­ma en un des­pó­ti­co tirano uti­li­zan­do a los sena­do­res que lo rodean como ins­tru­men­to para cum­plir su pro­pó­si­to. De allí en más el espec­ta­dor asis­te a la rápi­da degra­da­ción de un abo­mi­na­ble ser humano que cree que ase­si­nan­do al pró­ji­mo podrá ejer­cer su liber­tad de mane­ra ili­mi­ta­da; a la pos­tre, se dará cuen­ta que esa rebel­día aten­ta con­tra sí mis­mo y que para rebe­lar­se de la mis­ma, el úni­co camino posi­ble es la autodestrucción.

Cyr deci­dió moder­ni­zar el tex­to y en tal sen­ti­do resul­ta bien­ve­ni­da su pro­pues­ta pues­to que el dra­ma des­crip­to por Camus sobre un hom­bre cuyo poder pare­ce no tener lími­tes bien pue­de vin­cu­lar­se al de muchos dés­po­tas gober­nan­tes que ade­más de Hitler han ensan­gren­ta­do al mun­do duran­te el siglo pasa­do y comien­zos del actual.

Foto de Yves Renaud

Foto de Yves Renaud

Ade­más de una pues­ta escé­ni­ca ima­gi­na­ti­va, el direc­tor ha logra­do con­vo­car a un excep­cio­nal elen­co. Con 14 acto­res en esce­na, sin duda algu­na Benoît McGin­nis ofre­ce una pres­ta­ción mara­vi­llo­sa en el papel pro­ta­gó­ni­co; su Calí­gu­la trans­mi­te inten­sa­men­te el carác­ter absur­do del ser omni­po­ten­te que a tra­vés de la des­truc­ción vuel­ca su pasión por la vida. Hay varias esce­nas en don­de se apre­cia que McGin­nis no actúa sino que sen­ci­lla­men­te es el Empe­ra­dor revi­vi­do; así cuan­do al final de la obra excla­ma “Je suis enco­re vivan­te” (Yo aún estoy vivo), sus pala­bras dejan pro­fun­da­men­te con­mo­vi­do al públi­co que lo con­tem­pla. El colo­sal desem­pe­ño de McGin­nis no hace som­bra a otros des­ta­ca­dos intér­pre­tes, a saber: Éric Bru­neau ani­man­do a Héli­con, el fiel cria­do y ami­go de Calí­gu­la da prue­bas de gran sol­ven­cia pro­fe­sio­nal, igual­men­te se dis­tin­gue Benoît Drouin-Ger­main como Sci­pion, el joven poe­ta que refle­ja una ambi­va­len­cia de amor y repu­dio hacia el dés­po­ta que ase­si­nó a su padre, en tan­to que Macha Limon­chik demues­tra su ver­sa­ti­li­dad de actriz encar­nan­do con nota­ble sen­sua­lis­mo a Cae­so­nia, la aman­te del tirano. El res­to del repar­to carac­te­ri­za con con­vic­ción al cuer­po de sena­do­res obli­ga­dos a vene­rar a Calí­gu­la y que final­men­te ter­mi­na­rán com­plo­tan­do con­tra él.

La mag­ní­fi­ca esce­no­gra­fía que Pie­rre-Étien­ne Locas con­ci­bió a nivel de dos pisos, la ilu­mi­na­ción de Erwann Ber­nar y la músi­ca de Michel Smith con­tri­bu­yen a crear la apro­pia­da atmós­fe­ra escé­ni­ca que deman­da esta pieza.

Para con­cluir, cabe resal­tar la exce­len­te deci­sión de Lorrai­ne Pin­tal, la remar­ca­ble direc­to­ra artís­ti­ca del TNM, en haber pro­gra­ma­do este gran even­to tea­tral que deci­di­da­men­te con­tri­bu­ye a la rique­za cul­tu­ral de Montreal.

Ido­me­neo

POR PRI­ME­RA VEZ DES­DE EL MET

En la undé­ci­ma tem­po­ra­da de trans­mi­sión des­de el MET, por pri­me­ra vez se podrá apre­ciar a tra­vés de las pan­ta­llas de los cines cana­dien­ses la ópe­ra Ido­me­neo estruc­tu­ra­da en 3 actos con músi­ca de Mozart y libre­to en ita­liano de Giam­bat­tis­ta Varesco.

Esta pro­duc­ción que tuvo su estreno en el Tea­tro de la Cor­te de Munich el 29 de enero de 1781, cuan­do el genio de Salz­bur­go recién cum­plía 25 años, es una obra maes­tra del géne­ro líri­co que no ha sido difun­di­da con la mis­ma fre­cuen­cia que la mayo­ría de sus ópe­ras. En todo caso, en los últi­mos años ha logra­do ocu­par un impor­tan­te lugar en el reper­to­rio mozartiano.

Foto de MET

Foto de MET

Como muchas his­to­rias ins­pi­ra­das en la mito­lo­gía grie­ga, Ido­me­neo explo­ra las moti­va­cio­nes y emo­cio­nes del géne­ro humano cuyo des­tino esca­pa a su con­trol. La his­to­ria trans­cu­rre en la isla de Cre­ta poco tiem­po des­pués de la gue­rra de Tro­ya don­de se encuen­tra pri­sio­ne­ra Ilia, una prin­ce­sa tro­ya­na que está ena­mo­ra­da de Ida­man­te, su cap­tor quien es hijo de Ido­me­neo, el rey de Cre­ta. Pron­ta­men­te cun­de la noti­cia de que el sobe­rano ha des­apa­re­ci­do en el mar cuan­do se dis­po­nía a retor­nar a su tie­rra y en con­se­cuen­cia todo el pue­blo se sume en pro­fun­do dolor. Sin embar­go, Ido­me­neo apa­re­ce en una isla desier­ta des­pués del nau­fra­gio y recuer­da que hizo un voto al dios Nep­tuno de que si se sal­va­ba sacri­fi­ca­ría al pri­mer ser humano que se encon­tra­ra en su camino; el des­tino quie­re que sea Ida­man­te, la pri­me­ra per­so­na que sale a su encuen­tro. ¿Cómo resol­ver el con­flic­to moral que se le plan­tea al monar­ca cuan­do las pro­me­sas rea­li­za­das a los dio­ses siem­pre deben ser cumplidas?

Foto del MET

Foto del MET

La pro­duc­ción del Met de 1982 a car­go del des­apa­re­ci­do direc­tor escé­ni­co Jean Pie­rre Pon­ne­lle tuvo como pro­ta­go­nis­ta al inol­vi­da­ble tenor Luciano Pava­rot­ti en el rol pro­ta­gó­ni­co con la direc­ción musi­cal de James Levi­ne. En esta repo­si­ción la pro­duc­ción sigue sien­do la mis­ma del mis­mo modo que la esce­no­gra­fía y ves­tua­rio que tam­bién estu­vie­ron a car­go de Pon­ne­lle; con todo lo más impor­tan­te es que la orques­ta vuel­ve a ser diri­gi­da por el extra­or­di­na­rio direc­tor emé­ri­to del Met. En tal sen­ti­do es un pla­cer tener la opor­tu­ni­dad de con­tem­plar al maes­tro Levi­ne quien a pesar de los pro­ble­mas de salud que lo venían aque­jan­do en los últi­mos años, la pren­sa neo­yor­ki­na no esca­ti­mó elo­gios por la bri­llan­te eje­cu­ción rea­li­za­da en la pri­me­ra repre­sen­ta­ción de esta tem­po­ra­da que tuvo lugar el pasa­do 6 de marzo.

Esta ópe­ra que se carac­te­ri­za por su rica y ela­bo­ra­da orques­ta­ción y por una suce­sión de bellas arias y reci­ta­ti­vos cuen­ta en su elen­co al tenor Matthew Polen­za­ni en el rol titu­lar, la soprano Nadi­ne Sie­rra inter­pre­tan­do a Ilia, la mez­zo soprano Ali­ce Coote que da vida a Idamante,y la soprano Ezsa van den Hee­ver encar­nan­do a la volá­til prin­ce­sa Elet­tra quien lle­gó a Cre­ta al huyen­do de Mice­nas cuan­do su padre, el rey Aga­mem­non, fue ase­si­na­do. El repar­to se com­ple­ta con el tenor Alan Opie asu­mien­do el papel de Arba­ce, el con­se­je­ro del rey y Eric Owens pres­tan­do su voz al dios Nep­tuno. La direc­ción escé­ni­ca de esta repo­si­ción es de David Kneuss, y la ilu­mi­na­ción de Gil Wechs­ler.

Ido­me­neo es can­ta­da en su ver­sión ori­gi­nal ita­lia­na con sub­tí­tu­los en inglés y será difun­di­da en Cana­dá a tra­vés de Cine­plex, en vivo y en direc­to el 25 de mar­zo de 2017  y en dife­ri­do los días 6, 8 y 10 de mayo de 2017. Para cono­cer los cines cana­dien­ses que trans­mi­ti­rán la ópe­ra y los hora­rios loca­les res­pec­ti­vos pre­sio­ne aquí 

La Magia Revive

BEAUTY AND THE BEAST. Esta­dos Uni­dos, 2017. Un film de Bill Condon

A 26 años de haber juz­ga­do Beauty and the Beast, el exce­len­te film de ani­ma­ción musi­cal de los estu­dios Dis­ney, aho­ra se pue­de apre­ciar la mis­ma his­to­ria con per­so­na­jes en vivo en la mag­ní­fi­ca ver­sión de Bill Condon.

El cuen­to con­ce­bi­do por la nove­lis­ta fran­ce­sa Gabrie­lle-Suzan­ne Bar­bot de Ville­neu­ve (1740), ya había des­per­ta­do el inte­rés del gran dra­ma­tur­go y cineas­ta Jean Coc­teau que lo con­cre­tó en la poé­ti­ca pelí­cu­la de 1946. Con todo, este film adap­ta­do por Evan Spi­lio­to­po­ulos, Stephen Chbosky y Con­don adop­ta un carác­ter com­ple­ta­men­te dife­ren­te al atri­buir­le cier­tos ras­gos femi­nis­tas aun­que res­pe­tan­do la esen­cia del triun­fo de la belle­za inte­rior del ser humano.

Dan Stevens y Emma Watson

Dan Ste­vens y Emma Watson

Belle (Emma Watson) es una encan­ta­do­ra joven vivien­do en Ville­neu­ve, un peque­ño pue­blo fran­cés, jun­to a Mau­ri­ce (Kevin Kli­ne), su padre inven­tor. Aman­te de la lite­ra­tu­ra, ella se dife­ren­cia del res­to de las chi­cas de la aldea por su inquie­tud inte­lec­tual y por des­de­ñar todo lo que resul­te frí­vo­lo; es por eso que recha­za la pro­po­si­ción matri­mo­nial de Gas­tón (Luke Evans), un anti­pá­ti­co y nar­ci­sis­ta machis­ta del lugar. Cuan­do un día, su padre des­apa­re­ce en el bos­que, al bus­car­lo ella se aven­tu­ra en un cas­ti­llo encan­ta­do; allí se topa con una gale­ría de mági­cos per­so­na­jes y sobre todo con una Bes­tia (Dan Ste­vens) que ante­rior­men­te había sido un ele­gan­te prín­ci­pe. Embru­ja­do por una maga como cas­ti­go a su egoís­mo y fal­ta de pie­dad, el mal­di­to hechi­zo sola­men­te podría des­apa­re­cer si el prín­ci­pe encon­tra­se a alguien que lle­ga­se a amar­lo a pesar de sus ras­gos físi­cos. La Bes­tia que retie­ne a su padre pro­me­te libe­rar­lo si Belle acce­de a per­ma­ne­cer como invi­ta­da per­ma­nen­te en su mora­da, a lo que ella ter­mi­na acep­tan­do. La con­vi­ven­cia dia­ria entre los dos hará que la chi­ca des­cu­bra la sen­si­bi­li­dad ocul­ta del mons­truo y que su cap­tor apren­da a apre­ciar la impor­tan­cia de la gene­ro­si­dad humana.

A tra­vés de un sen­ci­llo pero emo­ti­vo rela­to, esta bellí­si­ma come­dia musi­cal cau­ti­va por dife­ren­tes moti­vos. En prin­ci­pio, el libre­to se des­ta­ca en gene­ral por la bue­na des­crip­ción de sus per­so­na­jes; des­de el ini­cio que­da bien expre­sa­do el carác­ter femi­nis­ta de su pro­ta­go­nis­ta en “Belle”, el pri­mer moti­vo musi­cal del film; bien deli­nea­da resul­ta la per­so­na­li­dad de su ama­do padre, la trans­for­ma­ción del prín­ci­pe en mons­truo es con­vin­cen­te así como la natu­ra­le­za fan­fa­rro­na y hue­ca de Gas­tón; una sola obje­ción al guión es el haber con­ver­ti­do a Le Fou (Josh Gad), el com­pa­ñe­ro de Gas­ton, en un per­so­na­je gay. Los per­so­na­jes del pala­cio que a cau­sa del hechi­zo se encuen­tran trans­for­ma­dos en mue­bles y arte­fac­tos ani­ma­dos son ado­ra­bles; entre los mis­mos figu­ran el can­de­la­bro Lumiè­re (Ewan McGre­gor), el vivaz reloj ambu­lan­te Cogs­worth (Ian McKe­llen), la tete­ra Mrs. Potts (Emma Thom­son), la pája­ra Plu­met­te (Gugu Mbatha-Raw), el cla­ve­cín Maes­tro Caden­za (Stan­ley Tuc­ci) y el arma­rio Mada­me Gar­de­ro­be (Audra McDo­nald) que ante­rior­men­te había sido una famo­sa can­tan­te lírica.

No menos impor­tan­te es la músi­ca ori­gi­nal de Alan Men­ken y letra de Howard Ash­man, don­de ade­más de la men­cio­na­da can­ción “Belle” se encuen­tran otras fáci­les de tara­rear como “Be Our Guest”, “Something The­re”, “Gas­ton” y el leit­mo­tiv “Beauty and the Beast”; en la ver­sión actual se agre­gan tres nue­vos núme­ros a car­go de Men­ken y Tim Rice. Tan­to Watson, Ste­vens y Evans demues­tran poseer un buen acen­to vocal ento­nan­do las canciones.

Ren­glón apar­te mere­cen los extra­or­di­na­rios dise­ños de pro­duc­ción de Sarah Green­wood repro­du­cien­do entre otros esce­na­rios la aldea de Ville­neu­ve, el bos­que encan­ta­do, el pai­sa­je inver­nal, y el impo­nen­te salón de bai­le del pala­cio, con­for­man­do un ver­da­de­ro pla­cer visual.

Como en el film ani­ma­do de 1991, aquí nue­va­men­te que­da refle­ja­da una bella román­ti­ca his­to­ria con su men­sa­je de tole­ran­cia, humil­dad y res­pe­to al valo­rar los ver­da­de­ros sen­ti­mien­tos que se mani­fies­tan en las per­so­nas más allá de las apa­rien­cias exter­nas de sus rostros.

En suma: la magia de Beauty and the Beast vuel­ve a ser revi­vi­da en esta esplen­do­ro­sa ver­sión que gran­des y chi­cos dis­fru­ta­rán amplia­men­te. Jor­ge Gutman

Un Elo­gio­so Obituario

THE LAST WORD. Esta­dos Uni­dos, 2016. Un film de Mark Pellington

Esta pelí­cu­la de Mark Pelling­ton imbui­da de bue­nos sen­ti­mien­tos tie­ne como prin­ci­pal pro­pó­si­to el luci­mien­to de la vete­ra­na y gran actriz Shir­ley MacLai­ne; sin duda, ésa es la razón que jus­ti­fi­ca la visión de este liviano film.

Amanda Seyfried, Shirley MacLaine y Ann'Jewel Lee

Aman­da Sey­fried, Shir­ley MacLai­ne y Ann’­Je­wel Lee

El guión de Stuart Ross Fink pre­sen­ta a Harriet, una mujer octo­ge­na­ria divor­cia­da vivien­do soli­ta­ria­men­te en Los Ánge­les, que a tra­vés de algu­nas acti­tu­des que man­tie­ne con el per­so­nal de su con­for­ta­ble casa da mues­tras de poseer un carác­ter difí­cil. Todo indi­ca­ría que tam­po­co ella se encuen­tra con­for­me con sí mis­ma evi­den­cian­do su inten­ción de sui­ci­dar­se aun­que sin lograr­lo. Cuan­do leyen­do las necro­ló­gi­cas de un dia­rio local encuen­tra una des­crip­ción posi­ti­va en una per­so­na falle­ci­da, ella deci­de tener su pro­pia nota necro­ló­gi­ca pre­pa­ra­da mien­tras está con vida para que cuan­do se mue­ra pue­da ser bien recor­da­da. Para ello se diri­ge al edi­tor (Tom Eve­rett Scott) de ese perió­di­co soli­ci­tan­do la redac­ción de un elo­gia­ble obi­tua­rio de su per­so­na; esa tarea es asig­na­da a Anne (Aman­da Sey­fried), una joven perio­dis­ta del dia­rio espe­cia­li­za­da en el tema, quien con gran reluc­tan­cia se encuen­tra obli­ga­da a hacerlo.

Des­de el pri­mer momen­to, Anne sabe que ten­drá que vér­se­las con una per­so­na gru­ño­na e inso­por­ta­ble como lo es Harriet. En todo caso, y dis­pues­ta a poner manos a la obra, ella deci­de entre­vis­tar a un buen núme­ro de per­so­nas que la han lle­ga­do a cono­cer, inclu­yen­do al ex mari­do (Phi­lip Baker Hall) de Harriet.El resul­ta­do no pue­de ser más des­alen­ta­dor cuan­do todos coin­ci­den en que la per­so­na obje­to de su obi­tua­rio es un ser deci­di­da­men­te indeseable.

Lo que acon­te­ce des­pués se ve venir a la legua. Así la agria rela­ción entre ambas muje­res se va trans­for­man­do en un víncu­lo agra­da­ble cuan­do Anne sugie­re a Harriet que debe refor­mu­lar su per­so­na­li­dad empren­dien­do labo­res huma­ni­ta­rias y cons­truc­ti­vas que lle­guen a des­ta­car­la como un ser noble, cari­ta­ti­vo y altruis­ta; en esa tarea esta­rá invo­lu­cra­da Bren­da (Ann’­Je­wel Lee), una humil­de niña negra de 9 años que verá a Harrriet como su men­to­ra, como tam­bién su ex.marido y dis­tan­cia­da hija (Anne Heche).

Si aca­so el lec­tor no adop­ta una acti­tud dema­sia­do racio­nal., podrá apre­ciar cómo se pro­du­ce el mila­gro de que una mujer difí­cil de aguan­tar se con­vier­ta de la noche a la maña­na en un ser ama­do por todos los que la rodean y que final­men­te sir­va de gran ins­pi­ra­ción a Anne para enca­rar un nue­vo rum­bo más ambi­cio­so y posi­ti­vo en su carre­ra lite­ra­ria. ¿Es nece­sa­rio apun­tar que Harriet ten­drá el obi­tua­rio que tan­to anhelaba?

A pesar de los abun­dan­tes este­reo­ti­pos de un guión no muy sutil y caren­te de sor­pre­sas, esta come­dia se deja ver por su buen repar­to pero sobre todo, como se anti­ci­pó, por Shir­ley MacLai­ne; este mons­truo sagra­do del cine ame­ri­cano sigue man­te­nien­do su vita­li­dad, caris­ma y sus con­di­cio­nes de exce­len­te actriz. Jor­ge Gutman