Intere­san­te Thri­ller Político

THE FOREIG­NER. Gran Bre­ta­ña-Chi­na, 2017. Un film de Mar­tin Campbell

Dejan­do su habi­tual vena humo­rís­ti­ca el popu­lar actor Jac­kie Chan inter­pre­ta por pri­me­ra vez un rol dra­má­ti­co en un thri­ller polí­ti­co de alto voltaje. .

Basa­do en la nove­la The Chi­na­man de Stephen Leather (1992), el film de Mar­tin Camp­bell trans­cu­rre en la épo­ca actual tenien­do como prin­ci­pal per­so­na­je a Quan Ngoc Minh (Chan), un inmi­gran­te de ori­gen chino que anti­gua­men­te era un miem­bro de las fuer­zas espe­cia­les viet­na­mi­tas y que aho­ra es due­ño de un res­tau­ran­te en Lon­dres. Habien­do expe­ri­men­ta­do la des­gra­cia de haber per­di­do tiem­po atrás a su mujer y a dos de sus tres hijas, dedi­ca todo su amor pater­nal a su úni­ca hija Fan (Katie Leung).

Jac­kie Chan y Pier­ce Brosnan

El fac­tor que impul­sa la acción es un acto terro­ris­ta come­ti­do en la capi­tal bri­tá­ni­ca por una fac­ción del lRA; en ese cri­mi­nal aten­ta­do Fan per­de su vida. El deses­pe­ra­do hom­bre, que no pue­de reco­brar­se de la con­go­ja que lo ani­ma, dedi­ca­rá todo su esfuer­zo para saber quie­nes fue­ron los auto­res del aten­ta­do; des­pués de tra­tar inú­til­men­te de sobor­nar al coman­dan­te Brom­ley (Ray Fea­ron) ‑encar­ga­do de ocu­par­se del caso– para que le sumi­nis­tre el nom­bre de los ase­si­nos, recu­rre a la poli­cía quien le infor­ma que el asun­to ha sido tras­la­da­do a las auto­ri­da­des de Irlan­da del Nor­te. Allí se encuen­tra Liam Hen­nesy (Pier­ce Bros­nan), un vice­mi­nis­tro adjun­to que en el pasa­do estu­vo invo­lu­cra­do con el IRA antes de que se acor­da­ra el tra­ta­do de paz, quien está al fren­te de la inves­ti­ga­ción. Sin dudar un ins­tan­te, Quan via­ja a Bel­fast para con­fron­tar­lo, pero al no obte­ner res­pues­ta con­cre­ta de su par­te y com­pro­bar su total iner­cia, comien­za a aco­sar­lo tenaz­men­te acu­dien­do a medi­das drás­ti­cas que ponen peli­gro la vida del fun­cio­na­rio y la de su espo­sa (Orla Brady) quien no es aje­na a la acción come­ti­da por los terroristas.

Entre­mez­clan­do la sed de ven­gan­za del dolo­ri­do padre con las impli­can­cias polí­ti­cas que van sur­gien­do a medi­da que se va des­en­vol­vien­do la made­ja, el guión de David Mar­co­ni y Stephen Leather logra insu­flar sufi­cien­te ener­gía con varia­das vuel­tas de giro que man­tie­ne su intri­ga has­ta su des­en­la­ce. En tal sen­ti­do, el rea­li­za­dor brin­da un res­pe­ta­ble film de acción que aun­que con­ven­cio­nal supera el nivel pro­me­dio de las pelí­cu­las del género.

Con res­pec­to a la actua­ción, Chan se dis­tin­gue como el deso­la­do padre que no tie­ne ya nada que per­der y recu­rre a cual­quier medio con tal de des­en­mas­ca­rar a los ase­si­nos; por su par­te, Pier­ce Bros­nan es igual­men­te con­vin­cen­te como un polí­ti­co que se encuen­tra ase­dia­do por la ven­det­ta de Quan y por los daños cola­te­ra­les de los actos cri­mi­na­les de la orga­ni­za­ción a la cual per­te­ne­ció en el pasa­do. Jor­ge Gutman