Cuan­do la fe es pues­ta a prueba

MIRA­CLE ON THE 34TH STREET

Pro­si­guien­do con la serie de Clas­sic Films, opor­tu­ni­dad que se tie­ne para ver los títu­los que se han con­ver­ti­do en inol­vi­da­bles fil­mes en la gran pan­ta­lla, Cine­plex pro­yec­ta­rá en for­ma­to digi­tal la ver­sión ori­gi­nal de Mira­cle on the 34th Street rea­li­za­da en 1947 y cuyo tema es con­cu­rren­te con las fes­ti­vi­da­des navi­de­ñas que se están aproximando.

Edmund Gween

En la épo­ca actual y sobre todo en un año car­ga­do de vio­len­cia mani­fes­ta­da en dife­ren­tes aspec­tos ‑racis­mo, cri­sis de los refu­gia­dos, aco­so sexual por par­te de per­so­na­li­da­des que pare­cían into­ca­bles, etc.- sur­ge como un vien­to de aire puro con­tem­plar nue­va­men­te un film que tra­ta de res­ca­tar lo más bello que se ani­da en la con­di­ción huma­na. En tal sen­ti­do, este cuen­to navi­de­ño es el típi­co ejem­plo de lo que ver­da­de­ra­men­te impli­ca la cele­bra­ción de la Navi­dad: tra­tar de real­zar la gene­ro­si­dad ofre­cien­do al pró­ji­mo todo aque­llo que uno qui­sie­ra reci­bir del mis­mo. En su adap­ta­ción cine­ma­to­grá­fi­ca el rea­li­za­dor Geor­ge Sea­ton, en base a una his­to­ria con­ce­bi­da por Valen­ti­ne Davies, ha logra­do una pelí­cu­la de nota­ble sen­ci­llez exal­tan­do los valo­res espi­ri­tua­les del ser humano.

Nata­lie Wood y Edmund Gween

La acción trans­cu­rre duran­te el perío­do fes­ti­vo toman­do como epi­cen­tro la gran tien­da Mac­y’s de Nue­va York. Como todos los años, este empo­rio rea­li­za el tra­di­cio­nal des­fi­le del Día de Acción de Gra­cias con la pre­sen­cia de San­ta Claus; pero en esta opor­tu­ni­dad, se topa con el pro­ble­ma de que la per­so­na que debe­ría encar­nar­lo no se halla en con­di­cio­nes de hacer­lo por­que se encuen­tra ebria. De allí que Doris Wal­ker, una de las eje­cu­ti­vas del esta­ble­ci­mien­to, con­tra­ta al anciano bona­chón Kris Krin­gle como el nue­vo San­ta Claus. Al vin­cu­lar­se con la gen­te, este caris­má­ti­co indi­vi­duo apre­cia que el ver­da­de­ro espí­ri­tu navi­de­ño se encuen­tra ausen­te y por lo tan­to tra­ta de recu­pe­rar­lo con sus bue­nas accio­nes. Sin embar­go, Doris, una mujer divor­cia­da que ha sufri­do des­en­can­tos en su vida, es escép­ti­ca y sólo admi­te lo que es tan­gi­ble; de allí que cría a su hiji­ta hacién­do­le no creer en fan­ta­sías ni tam­po­co en San­ta. Cuan­do Kris afir­ma ser el ver­da­de­ro Papa Noel y es decla­ra­do demen­te y some­ti­do a jui­cio para ser ence­rra­do en una ins­ti­tu­ción psi­quiá­tri­ca, la fe de todo el mun­do es pues­ta a prueba.

Narra­do en tono de fábu­la, este entra­ña­ble film cuen­ta con un muy buen elen­co don­de en los pape­les más impor­tan­tes se des­ta­can Edmund Gwenn, Mau­reen O’Ha­ra, John Pay­ne y la niñi­ta de ocho años lla­ma­da Nata­lie Wood; en ese enton­ces se esta­ba lejos de ima­gi­nar que con el tiem­po la peque­ña Nata­lie lle­ga­ría a alcan­zar noto­rie­dad pro­ta­go­ni­zan­do, entre otros fil­mes memo­ra­bles, Rebel Without a Cau­se (1955), Splen­dor in the Grass (1961) y West Side Story (1962).

Mira­cle on the 34th Street obtu­vo tres Oscars: Edmund Gween como el mejor actor de repar­to, Geor­ge Sea­ton por el mejor guión adap­ta­do y Valen­ti­ne Davies por la mejor his­to­ria original.

El film será exhi­bi­do el 2 y el 13 de Diciem­bre en los cines per­te­ne­cien­tes al cir­cui­to Cine­plex. Para infor­ma­ción sobre los cines par­ti­ci­pan­tes y hora­rios loca­les pre­sio­ne aquí y aquí