Una Com­ba­ti­va Madre

PETI­TE FILLE. Fran­cia-Dina­mar­ca, 2020. Un film de Sebas­tien Lifshitz. 90 minutos.

Un tema deli­ca­do como la dis­fo­ria de géne­ro es ana­li­za­do con minu­cio­so deta­lle por Sebas­tien Lifshitz en este con­mo­ve­dor documental.

Kari­ne Novak y su hija

La dis­cor­dan­cia exis­ten­te entre la iden­ti­dad de géne­ro y el sexo físi­co al momen­to de nacer es lo que acon­te­ce con Sasha una peque­ña de 8 años de edad vivien­do con sus padres y her­ma­nos en una peque­ña ciu­dad pro­vin­cial del nor­des­te de Fran­cia. Habien­do naci­do con el cuer­po de un niño, a los 3 años mani­fies­ta a su madre Kari­ne Novak que cuan­do crez­ca él será una chi­ca; si bien al prin­ci­pio sus padres lo atri­bu­ye­ron como gra­cia del niño al año siguien­te la madre evi­den­cia que no se tra­ta de un mero capri­cho sino de algo real en la medi­da que Sacha se iden­ti­fi­ca por com­ple­to como niña.

Kari­ne no pue­de ocul­tar la angus­tia que la afli­ge al pen­sar en prin­ci­pio que cuan­do esta­ba emba­ra­za­da de Sacha aspi­ra­ba a tener una mujer­ci­ta y que a lo mejor eso pudo haber influi­do en la iden­ti­fi­ca­ción sexual de su hijo. Pero lo que más preo­cu­pa a estos padres es la situa­ción que Sasha atra­vie­sa en la escue­la al ser mar­gi­na­do por sus com­pa­ñe­ros de cla­se. La ten­sión se inten­si­fi­ca aún más cuan­do la ins­ti­tu­ción esco­lar acu­sa a Kari­ne de pre­sio­nar a Sacha para ser una niña.

Des­pués de una visi­ta al doc­tor local que no es un enten­di­do en la mate­ria Kari­ne con todo el ímpe­tu y deter­mi­na­ción de una madre cora­je, jun­to con su hiji­ta via­jan a París para asis­tir a un cen­tro hos­pi­ta­la­rio don­de reci­ben la aten­ción de una abne­ga­da doc­to­ra espe­cia­li­za­da en psi­co­pa­to­lo­gía infan­til y ado­les­cen­te. Es allí que con la gran ayu­da reci­bi­da de dicha facul­ta­ti­va, Kari­ne obtie­ne una car­ta ofi­cial del hos­pi­tal don­de se cer­ti­fi­ca el sexo feme­nino de Sacha para que la escue­la la regis­tre como tal.

Ade­más del inte­rés didác­ti­co que ofre­ce este film es des­ta­ca­ble la saga­ci­dad del rea­li­za­dor en retra­tar a esta uni­da fami­lia y sobre todo el pro­fun­do amor y com­pren­sión de los padres hacia su que­ri­da hiji­ta. La muy bue­na narra­ción de Lifshitz se com­ple­men­ta con la mag­ní­fi­ca labor del direc­tor de foto­gra­fía Paul Ghilhau­me cap­tan­do en pri­me­ros pla­nos el sen­ti­mien­to tra­sun­ta­do por la niña y su madre a tra­vés de esta difi­cul­to­sa odisea.

Pleno de emo­ción y ter­nu­ra este impe­ca­ble docu­men­tal adquie­re espe­cial reso­nan­cia al abo­gar por la tole­ran­cia y la no dis­cri­mi­na­ción, alber­gan­do la espe­ran­za que casos simi­la­res sean tra­ta­dos con la defe­ren­cia, con­si­de­ra­ción y huma­ni­dad debi­da. Jor­ge Gutman