La Inmor­tal Tra­ge­dia de Shakespeare

LA ÓPE­RA HAMLET

Con­clu­yen­do la tem­po­ra­da 2021 – 2022 de trans­mi­sio­nes de ópe­ras des­de el Metro­po­li­tan Ope­ra de Nue­va York (MET) a los cines del mun­do, el públi­co cana­dien­se ten­drá la opor­tu­ni­dad de juz­gar Ham­let, la crea­ción líri­ca del com­po­si­tor aus­tra­liano Brett Dean a tra­vés de la adap­ta­ción rea­li­za­da por el libre­tis­ta cana­dien­se Matthew Jocelyn de la excep­cio­nal obra shakesperiana.

El Elen­co (Foto:Karen Almond)

La ópe­ra fue estre­na­da mun­dial­men­te en el 2017 en el Fes­ti­val de Glyn­de­bour­ne de Ingla­te­rra y es por pri­me­ra vez que la com­pa­ñía la pre­sen­ta.  Si bien el céle­bre prín­ci­pe de Dia­mar­ca con­ce­bi­do por el inmor­tal Bar­do de Avon ha sido obje­to de varias ver­sio­nes tea­tra­les y cine­ma­to­grá­fi­cas, nun­ca había sido can­ta­da y menos aún en un ámbi­to contemporáneo.

De acuer­do a los comen­ta­rios de la crí­ti­ca espe­cia­li­za­da, el com­po­si­tor ha sali­do airo­so del desa­fío que enfren­ta­ba y es así que en su estreno del MET del 13 de mayo últi­mo, la ópe­ra logró una cáli­da recep­ción. La pro­duc­ción es del direc­tor de tea­tro aus­tra­liano Neil Arm­field quien tam­bién fue el res­pon­sa­ble de la pues­ta escé­ni­ca de 2017.

Bren­da Rae y Allan Clay­ton (Foto: Karen-Almond)

Varios de los can­tan­tes del ori­gi­nal elen­co inte­gran el actual repar­to inclu­yen­do al tenor Allan Clay­ton. Efec­tuan­do su debut en el MET se des­ta­ca el tenor Allan Clay­ton en el rol titu­lar. El vete­rano bajo barí­tono John Rel­yea carac­te­ri­za a la figu­ra fan­tas­ma­gó­ri­ca del des­apa­re­ci­do padre de Ham­let como tam­bién ani­ma al sepul­tu­re­ro. La mez­zo soprano Sarah Con­nolly ani­ma a Ger­tru­de, la madre de Ham­let y actual rei­na y el barí­tono Rod Gilfry es el rey de Dina­mar­ca que ase­si­nó a su her­mano para lograr el trono. La soprano Bren­da Rae ani­ma a la frá­gil Ophe­lia quien es la hija de Polo­nius, inter­pre­ta­do por el tenor William Bur­den. En otros roles par­ti­ci­pan el tenor David Butt Phi­lip como Laer­tes, el ven­ga­ti­vo hijo de Polo­nius y her­mano de Ofe­lia, el barí­tono Jac­ques Imbrai­lo como Hora­tio en tan­to que los con­tra­te­no­res Aryhek Nuss­baum Cohen y Chris­topher Low­rey can­tan los roles de Rosen­crantz y Guildenstern.

La Orques­ta es diri­gi­da por el maes­tro Nicho­las Car­ter efec­tuan­do su debut en el MET. La esce­no­gra­fía es de Ralph Myer, el con­tem­po­rá­neo ves­tua­rio ha sido dise­ña­do por Ralph Babid­ge, en tan­to que Jon Clark es res­pon­sa­ble de la ilu­mi­na­ción.

Ham­let será trans­mi­ti­da en direc­to e 4 de junio de 2022 en su ver­sión ori­gi­nal ingle­sa en los cines de Cine­plex para ser retrans­mi­ti­da a par­tir del 23 de julio de 2022.

Los Pre­mios de Cannes

Cró­ni­ca de José Ridoutt Polar

TRIAN­GLE OF SAD­NESS se lle­va la Pal­ma de Oro en el Fes­ti­val de Can­nes 2022

La bes­tial y deli­ran­te sáti­ra del sue­co Ruben Östlund, ha logra­do el codi­cia­do máxi­mo pre­mio, la Pal­ma de Oro, en la 75º edi­ciión del Fes­ti­val de Can­nes que aca­ba de con­cluir. . Una pelí­cu­la des­ter­ni­llan­te y gro­tes­ca sobre el mun­do del éxi­to, el dine­ro y el bur­do pos­tu­reo en el que vivi­mos es lo que el rea­li­za­dor ilustra.

De acuer­do con el Pre­si­den­te del Jura­do, Vin­cent Lin­don, “todas las deci­sio­nes se han toma­do por mayo­ría y han sido demo­crá­ti­cas”. Lin­don estu­vo acom­pa­ña­do por la actriz, pro­duc­to­ra, guio­nis­ta y direc­to­ra Rebec­ca Hall, las actri­ces Dee­pi­ka Padu­ko­ne y Noo­mi Rapa­ce, la actriz y direc­to­ra Jaz­mín Trin­ca, el direc­tor, pro­duc­tor y guio­nis­ta Asghar Farha­di, el direc­tor, guio­nis­ta, actor y pro­duc­tor Ladj Ly, y los direc­to­res y guio­nis­tas Jeff Nichols y Joa­chim Trier.

Trian­gle of Sad­ness cuen­ta la his­to­ria de una pare­ja de mode­los que son invi­ta­dos a un cru­ce­ro de lujo. Cuan­do el yate se hun­de aca­ban en una isla desier­ta con un gru­po de mul­ti­mi­llo­na­rios y una seño­ra de la lim­pie­za. En la lucha por la super­vi­ven­cia, las anti­guas jerar­quías se tras­to­can ya que la lim­pia­do­ra es la úni­ca que sabe pescar.

Solo el ale­mán Michael Hane­ke (La cin­ta blan­ca y Amor) y el danés Bille August (Pelle el con­quis­ta­dor y Las mejo­res inten­cio­nes) habían logra­do ganar dos Pal­mas de Oro con dos pelí­cu­las con­se­cu­ti­vas. Aho­ra Ruben Östlund se suma a esta pare­ja gra­cias a Trian­gle of Sad­ness. Hace cin­co años, el cineas­ta sue­co ya la había gana­do con otra sáti­ra. Si en esta oca­sión se bur­la de la moda y de la opu­len­cia eco­nó­mi­ca de los mul­ti­mi­llo­na­rios, en 2017 se cen­tró en el arte en The Squa­re.

Su pasión por la sáti­ra pro­ce­de de dos cineas­tas que con­si­de­ra sus maes­tros: Luis Buñuel y su com­pa­trio­ta Roy Anders­son, el gran ada­lid del humor en el cine y en la vida. “A mí siem­pre me ha intere­sa­do Buñuel por­que juga­ba con sen­sa­cio­nes y jamás fue polí­ti­ca­men correc­to. Esta vez se la ha juga­do con una pelí­cu­la divi­di­da en tres epi­so­dios. El títu­lo se refie­re al entre­ce­jo, el pri­mer lugar don­de se apli­ca botox para qui­tar arru­gas, es su pri­me­ra pelí­cu­la en inglés y con repar­to de diver­sas nacio­na­li­da­des. “Yo que­ría unir a lo mejor del cine esta­dou­ni­den­se, que pri­ma la diver­sión y el entre­te­ni­mien­to, con la gran ven­ta­ja del euro­peo, más entra­do en lo inte­lec­tual. Muchas veces los euro­peos no somos un buen públi­co, nos sen­ta­mos a ver las pelí­cu­las dema­sia­do serios, con los bra­zos cru­za­dos”, ase­gu­ra. “Por eso me he pasa­do al inglés. Como direc­tor quie­res lle­gar a la mayor can­ti­dad de gen­te posible”.

Si The Squa­re se bur­la­ba de su con­di­ción de divor­cia­do con dos hijos, con la sen­sa­ción de estar fue­ra de lugar, Trian­gle Of Sad­ness se basa en expe­rien­cias de su segun­da espo­sa. “Hace ocho años cono­cí a mi actual mujer, Susan­na, que es fotó­gra­fa de moda, y me intro­du­jo en ese mun­do. Empe­za­mos a con­ver­sar sobre cómo se mane­ja la belle­za como un valor de mer­ca­do, y de que, por eso, la belle­za pue­de resul­tar a la vez atrac­ti­va y ate­rra­do­ra”. Algo muy atrac­ti­vo para un cineas­ta cono­ci­do por su rotun­di­dad y su ego, del que se bur­la muy a menudo.

Con la sáti­ra aca­ba una tri­lo­gía. “No esta­ba pen­sa­da así en sus ini­cios, pero al final Fuer­za mayor, The Squa­re y Trian­gle of Sad­ness refle­xio­nan sobre las expec­ta­ti­vas de la mas­cu­li­ni­dad, y sobre lo que sig­ni­fi­ca ser hom­bre hoy en día”.

El pre­mio espe­cial del jura­do lo com­par­tie­ron una vete­ra­na cineas­ta, Clai­re Denis, y un recién lle­ga­do, el bel­ga Lukas Dhont. Stars at Noon es un thri­ller eró­ti­co con momen­tos muy sen­sua­les y Clo­se de Dhont, es una pelí­cu­la cons­trui­da des­de la memo­ria y el dolor de un niño que ante los mie­dos y pre­sio­nes socia­les de su frá­gil trán­si­to a la ado­les­cen­cia trai­cio­na a su mejor ami­go. Clo­se es una poé­ti­ca coreo­gra­fia de ges­tos y mira­das alre­de­dor del due­lo y la culpa.

Un fil­me que el azar ha que­ri­do que esté conec­ta­do por el cor­dón umbi­li­cal con los her­ma­nos Jean-Pie­rre y Luc Dar­den­ne, que reci­bie­ron el pre­mio espe­cial por el 75º ani­ver­sa­rio del fes­ti­val por su tris­tí­si­ma Tori y Loki­ta, un fil­me rotun­do y feroz con­tra la Euro­pa de los niños sin papeles.

El pre­mio al mejor direc­tor dis­tin­guió la indis­cu­ti­ble maes­tría del cineas­ta coreano Park Chan-wook, que en su noir Deci­sión to Lea­ve ofre­ce toda una lec­ción de ele­gan­cia y vir­tuo­sis­mo for­mal. El vie­jo cineas­ta pola­co Jerzy Sko­li­mows­ki reci­bió el Pre­mio del Jura­do ex aequo por su oda ani­ma­lis­ta EO jun­to a los direc­to­res de Las ocho mon­ta­ñas, Char­lot­te Van­der­meersch y Felix Van Groeningen.

El mejor guion fue para la pelí­cu­la egip­cia Boy From Hea­ven, de Tarik Saleh. En cuan­to a los pre­mios de actua­ción, el del mejor actor fue adju­di­ca­do para la estre­lla del cine sur­co­reano Song Kang-ho, que en la pre­cio­sa Bro­ker, del japo­nés Hiro­ka­zu Kore-eda, inter­pre­ta a un delin­cuen­te común, un inde­sea­ble pero tierno tra­fi­can­te de bebés, enfren­ta­do a su pater­ni­dad rota; el de mejor actriz fue para la pro­ta­go­nis­ta del thri­ller Holy Spi­der, la actriz ira­ní Zah­ra Amir Ebrahi­mi, que rea­li­za un tra­ba­jo estu­pen­do en este fil­me sobre un ase­sino en serie de pros­ti­tu­tas en un país don­de la vida de las muje­res no vale nada.

Gana­do­res del 75° Fes­ti­val de Can­nes:

  • Pal­ma de Oro: Trian­gle of Sad­ness, de Ruben Östlund.
  • Gran Pre­mio: Clo­se, de Lukas Dhont, y Stars at Noon, de Clai­re Denis.
  • Pre­mio espe­cial del 75 ani­ver­sa­rio de Can­nes: Jean-Pie­rre y Luc Dar­den­ne por Tori and Loki­ta.
  • Pre­mio del Jura­do: EO, de Jerzy Sko­li­mows­ki, y The Eight Moun­tains, de Char­lot­te Van­der­meersch y Felix Van Groeningen.
  • Mejor Actriz: Zar Amir-Ebrahi­mi por Holy Spi­der.
  • Mejor Actor: Song Kang Ho por Bro­ker.
  • Mejor Direc­tor: Park Chan-wook por Deci­sion to Lea­ve.
  • Mejor Guión: Tarik Saleh por Boy from Hea­ven.
  • Cáma­ra de Oro: War Pony, de Gina Gam­mell y Riley Keough.
  • Pal­ma de Oro para Cor­to­me­tra­je: The Water Mur­murs, de Story Chen.

Muy Bue­na Secuela

TOP GUN: MAVE­RICK. Esta­dos Uni­dos, 2022. Un film de Joseph Kosins­ki. 131 minutos

Des­pués de varias pos­ter­ga­cio­nes debi­do a la pan­de­mia final­men­te el públi­co tie­ne la oca­sión de juz­gar Top Gun: Mave­rick pro­ta­go­ni­za­do por el popu­la­rí­si­mo Tom Crui­se, en el mejor film de su carrera.

Para quie­nes han teni­do la opor­tu­ni­dad de haber vis­to en 1986 Top Gun del rea­li­za­dor Tony Scott, esta secue­la diri­gi­da aho­ra por Joseph Kosins­ki es deci­di­da­men­te supe­rior debi­do en gran par­te al muy buen guión de Ehren Kru­ger, Eric Warren Sin­ger y Chris­topher McQuarrie.

Tom Crui­se

¿Que ha sido de la vida de Pete “Mave­rick” Mit­chell (Crui­se)? Aun­que más enve­je­ci­do, dado que los 36 años trans­cu­rri­dos dejan sus hue­llas, este soli­ta­rio capi­tán y excep­cio­nal pilo­to de caza no pue­de con su genio al supe­rar los lími­tes de velo­ci­dad per­mi­ti­da, fas­ti­dian­do de este modo a su supe­rior Beau “Cyclo­ne” Sim­pson (Jon Hamm); es así que tras ven­cer los rece­los del almi­ran­te Cain (Ed Harris), pero apo­ya­do por el almi­ran­te Ice­man (Val Kil­mer) que fue­ra su anti­guo rival y lo con­si­de­ra como un insu­pe­ra­ble ins­truc­tor, el rebel­de Mave­rick es tras­la­da­do des­de el desier­to de Moja­va don­de se encuen­tra has­ta San Die­go a fin de desem­pe­ñar­se como pro­fe­sor en la renom­bra­da escue­la de éli­tes Top Gun. En ese esta­ble­ci­mien­to don­de se gra­dúan los mejo­res pilo­tos del pla­ne­ta el desig­na­do pro­fe­sor ten­drá la misión de adies­trar duran­te el lap­so de tres sema­nas a aven­ta­ja­dos alum­nos; el pro­pó­si­to es que pue­dan par­ti­ci­par en una deli­ca­da y arries­ga­dí­si­ma misión con­sis­ten­te en la des­truc­ción de una plan­ta enri­que­ce­do­ra de ura­nio de una poten­cia enemi­ga y en don­de son muy bajas las posi­bi­li­da­des de éxito.

De lo que ante­ce­de una con­si­de­ra­ble par­te del metra­je se cen­tra en dicha eta­pa de for­ma­ción don­de Mave­rick inter­ac­túa con los nue­vos pilo­tos de com­ba­te (inter­pre­ta­dos entre otros por Glen Powell, Jay Ellis, Moni­ca Bar­ba­ro y Danny Ramí­rez) y en espe­cial con el tenien­te Brad­ley “Roos­ter” Bradshaw (Miles Teller); este joven que es el hijo de Goo­se, un gran ami­go de Mave­rick que en el film pre­ce­den­te mue­re en un acci­den­te de vue­lo, man­tie­ne una ten­sa rela­ción con el ins­truc­tor debi­do al resen­ti­mien­to que le guar­da por haber­lo decep­cio­na­do tiem­po atrás. En otros aspec­tos, la tra­ma alter­na con el víncu­lo sen­ti­men­tal de Mave­rick con Penny (Jen­ni­fer Con­nelly), un anti­guo amor suyo que aho­ra es due­ña del bar que se encuen­tra pró­xi­mo al lugar de la academia.

Si has­ta ese enton­ces el rea­li­za­dor logra que la pelí­cu­la flu­ya de mane­ra inta­cha­ble, lo más impac­tan­te se pro­du­ce cuan­do el pro­fe­sor Mave­rick se invo­lu­cra en la peli­gro­sa misión. Así, en los últi­mos vein­te minu­tos del rela­to se asis­te a un mag­ní­fi­co espec­tácu­lo de acción con­tem­plan­do la carre­ra empren­di­da por los avio­nes de caza en don­de la mayo­ría de las sor­pren­den­tes esce­nas aéreas han sido fil­ma­das sin haber recu­rri­do a la tec­no­lo­gía digi­tal; es allí que que­da reafir­ma­da la dies­tra direc­ción de Kosins­ki real­za­da por la mag­ní­fi­ca foto­gra­fía de Clau­dio Miranda.

Si hay algo que dis­tin­gue a este block­bus­ter de otros del géne­ro es su gran con­te­ni­do humano y el extra­or­di­na­rio mag­ne­tis­mo que Crui­se des­pier­ta en la carac­te­ri­za­ción de su per­so­na­je. Hay varias esce­nas en que trans­mi­te con­si­de­ra­ble emo­ción inclu­yen­do la de la visi­ta que Mave­rick efec­túa al gra­ve­men­te enfer­mo Ice­man quien lucha con­tra el cán­cer de gar­gan­ta que lo afec­ta; igual­men­te rebo­sa ter­nu­ra la rela­ción man­te­ni­da con Penny y en espe­cial el con­mo­ve­dor abra­zo de recon­ci­lia­ción con Bradshaw.

En suma, este film con­fir­ma que con un repar­to de lujo enca­be­za­do por un exce­len­te actor y un buen direc­tor es posi­ble lograr un entre­te­ni­mien­to de cali­dad supe­rior que sin duda el públi­co habrá de dis­fru­tar­lo. Jor­ge Gutman

Cora­zo­nes Valientes

COEURS VAI­LLANTS. Fran­cia-Bél­gi­ca, 2021. Un film de Mona Acha­che. 92 minutos

Nun­ca habrán de fal­tar his­to­rias vin­cu­la­das con situa­cio­nes acae­ci­das en la Segun­da Gue­rra y espe­cí­fi­ca­men­te duran­te el régi­men de Vichy en que Fran­cia estu­vo ocu­pa­da por las fuer­zas mili­ta­res del Ter­cer Reich.

Una esce­na de COEURS VAILLANTS

En la drás­ti­ca reda­da que tuvo lugar con­tra los judíos fran­ce­ses en julio de 1942 don­de fue­ron tras­la­da­dos al Veló­dro­mo de Invierno de París, muchos chi­cos fue­ron sepa­ra­dos de sus padres que­dan­do des­pro­te­gi­dos. La rea­li­za­do­ra Mona Acha­che, ins­pi­ra­da en su abue­la judía que cuan­do niña vivió esa dra­má­ti­ca expe­rien­cia, escri­bió el guión con Chris­tophe Offens­tein y Jean Cot­tin cen­tran­do la aten­ción en algu­nos de esos niños y ado­les­cen­tes que tuvie­ron que afron­tar esa situación.

La his­to­ria comien­za en Agos­to de 1942 en que Han­nah (Maé Rou­det Rubens) Jac­ques (Leo Riehl), Josef (Fer­di­nand Redou­loux), Cla­ra (Lila-Rose Gil­ber­ti), Hen­riet­te (Asia Suis­sa-Fue­ller) y Léon (Luka Hag­gè­ge) via­jan escon­di­dos en un camión que trans­por­ta varios bul­tos de cua­dros pro­ce­den­tes del Lou­vre y de otros museos nacio­na­les y colec­cio­nes pri­va­das; el des­tino es el cas­ti­llo de Cham­bord a fin de que las valio­sas obras de arte que­da­ran allí depo­si­ta­das y cui­da­das por el cura­dor (Swann Arlaud) mien­tras dura­se el con­flic­to béli­co para evi­tar que sean expo­lia­das por los nazis. Una vez en el cas­ti­llo, estos niños judíos des­em­bar­can y Rosa (Cami­lle Cot­tin), la con­ser­va­do­ra del Museo de Lou­vre, los toma a su cui­da­do. Pero pron­ta­men­te esta arries­ga­da y valien­te mujer com­pren­de que el cas­ti­llo resul­ta peli­gro­so para pro­te­ger­los debi­do a la pre­sen­cia de sol­da­dos nazis que mero­dean el lugar; de allí que el modo más ade­cua­do para poder sal­var­los es a tra­vés del reco­rri­do que los niños debe­rán efec­tuar en el bos­que que domi­na al cas­ti­llo con la espe­ran­za de poder pasar a la zona libre, aún no ocu­pa­da por Alemania.

La direc­to­ra adop­ta un tra­ta­mien­to sen­ci­llo en su expo­si­ción logran­do una bue­na pues­ta escé­ni­ca y aun­que el film no lle­ga a insu­flar por com­ple­to la ten­sión del peli­gro que atra­vie­san sus per­so­na­jes a fin de sus­ci­tar una emo­ción más inten­sa, de todos modos que­da com­pen­sa­do por la soli­dez de su elen­co. Los meno­res acto­res refle­jan ple­na auten­ti­ci­dad en sus roles, trans­mi­tien­do el sen­ti­mien­to de pena sus­ci­ta­do cuan­do Cla­ra, mue­re en un pan­tano. Asi­mis­mo Cot­tin carac­te­ri­za muy bien a la osa­da mujer preo­cu­pa­da en ampa­rar a los chi­cos como asi­mis­mo ase­gu­rar que las pie­zas de los museos que­den en buen res­guar­do; resul­ta intere­san­te acla­rar que para este per­so­na­je los guio­nis­tas se ins­pi­ra­ron en Rose Valland, quien ha sido una pres­ti­gio­sa his­to­ria­do­ra de arte y que ade­más de haber par­ti­ci­pa­do en la Resis­ten­cia Fran­ce­sa duran­te la gue­rra, en 1941 fue cura­do­ra del Museo Jeu de Pau­me de París.

Si bien lo que se apre­cia es un rela­to de fic­ción, su ilus­tra­ción está basa­da en acon­te­ci­mien­tos reales; es así que en los cré­di­tos fina­les se lee que entre 1940 y 1945 más de 11 mil niños judíos han sido depor­ta­dos y ase­si­na­dos en los cam­pos nazis en tan­to que 60 mil pudie­ron sal­var sus vidas escondiéndose.

Glo­bal­men­te con­si­de­ra­do, Coeurs Vai­llants es un film hones­to y meri­to­rio de con­tem­plar en el que la rea­li­za­do­ra rin­de tri­bu­to a niños y ado­les­cen­tes que enfren­ta­ron la muer­te duran­te el Holo­caus­to. Jor­ge Gutman

Un Buen Rela­to Psicológico

PINK LAKE. Cana­dá, 2020. Un film escri­to y diri­gi­do por Emily Gan y Daniel Schach­ter. 80 minutos.

Un dra­ma román­ti­co y la pater­ni­dad son dos temas que se entre­mez­clan en Pink Lake. En este pri­mer lar­go­me­tra­je Emily Gan y Daniel Schach­ter logran un film ínti­mo cen­tra­do en el estu­dio psi­co­ló­gi­co de los pro­ta­go­nis­tas del relato.

Aly­sa Toua­ti, Char­les Brooks y Marie-Mar­gue­ri­te Sabongui

El guión de los rea­li­za­do­res ubi­ca la acción en una cabi­na situa­da en las sie­rras de Gati­neau en Que­bec; allí resi­de la pare­ja inte­gra­da por Sam (Char­les Brooks) y Cora (Aly­sa Toua­ti), quie­nes lle­van una apa­ci­ble e idí­li­ca vida; la úni­ca diver­gen­cia de opi­nión entre ambos que no lle­ga a afec­tar la rela­ción es debi­da a que él desea­ría for­mar una fami­lia pero Cora no se encuen­tra emo­cio­nal­men­te pre­pa­ra­da para asu­mir la maternidad.

La ruti­na se ve alte­ra­da con la visi­ta de Nadia (Marie-Mar­gue­ri­te Sabon­gui) quien es una muy que­ri­da ami­ga de lar­ga data de Sam, lle­ga­da del exte­rior y que aca­ba de sufrir una des­ilu­sión amo­ro­sa al haber sido deja­da por su pareja.

Habi­da cuen­ta de su voca­ción mater­nal lo que Nadia fer­vien­te­men­te anhe­la fer­vien­te­men­te es con­ce­bir un hijo; es así que en una de las cami­na­tas rea­li­za­das con Sam, le pre­gun­ta si esta­ría dis­pues­to a donar­le su esper­ma, dejan­do en cla­ro que ella sería la úni­ca en ocu­par­se de la even­tual cria­tu­ra como madre mono­pa­ren­tal sin que él asu­ma res­pon­sa­bi­li­dad pater­nal algu­na ni tam­po­co uti­li­zar su ape­lli­do. Ante la inusi­ta­da sor­pre­sa por dicha pro­pues­ta, él comen­ta con Cora la con­ver­sa­ción que man­tu­vo con Nadia en don­de ella acep­ta ese sin­gu­lar arre­glo; sin embar­go gra­dual­men­te la duda comien­za a corroerla.

Lo que valo­ri­za al rela­to es el acer­ta­do enfo­que de los rea­li­za­do­res a tra­vés de la diná­mi­ca rela­ción que se va sus­ci­tan­do entre los tres per­so­na­jes. Por una par­te, se obser­va cómo a tra­vés de la inse­gu­ri­dad y con­tra­dic­cio­nes de Cora, eso va afec­tan­do su román­ti­co víncu­lo con Sam; por su par­te él está a la expec­ta­ti­va aguar­dan­do que la incer­ti­dum­bre que envuel­ve a su pare­ja pue­da final­men­te que­dar resuel­ta; fren­te a ello, la acti­tud de Nadia es la de espe­rar y con­fiar de que podrá con­cre­tar su propósito.

Tal como está expues­to, Pink Lake no pre­ten­de plan­tear un pro­ble­ma moral aun­que per­mi­te cavi­lar sobre cuál sería la reper­cu­sión emo­cio­nal que podría gene­rar un emba­ra­zo dis­pues­to de ese modo y has­ta qué pun­to podría dejar indi­fe­ren­te a Sam como padre bio­ló­gi­co como asi­mis­mo a Cora. De todos modos, a tra­vés de la bue­na des­crip­ción de carac­te­res y con la muy con­vin­cen­te actua­ción de su bre­ve elen­co, los nove­les cineas­tas brin­dan un film que sin gran­di­lo­cuen­cia algu­na está satis­fac­to­ria­men­te ela­bo­ra­do y capaz de cap­tar la adhe­sión del espec­ta­dor. Jor­ge Gutman