El Wes­tern de Tarantino

ONCE UPON A TIMEIN HOLLY­WOOD. Esta­dos Uni­dos, 2019. Un film escri­to y diri­gi­do por Quen­tin Tarantino

Este film ha sido aguar­da­do con impa­cien­cia por haber sido rea­li­za­do por Quen­tin Taran­tino como así tam­bién por la enor­me popu­la­ri­dad de sus pro­ta­go­nis­tas, Leo­nar­do DiCa­prio y Brad Pitt. Afor­tu­na­da­men­te en Once Upon A Time…in Holly­wood, su nove­na pelí­cu­la, Taran­tino no defrau­dó las expec­ta­ti­vas rati­fi­can­do una vez más su sol­ven­cia de gran cineas­ta y uno de los mejo­res den­tro del con­tex­to internacional.

Brad Pitt y Leo­nar­do DiCaprio

La his­to­ria trans­cu­rre en 1969 en Los Ánge­les pre­sen­tan­do a Rick Dal­ton (DiCa­prio), un actor de cow­boys en series tele­vi­si­vas que duran­te cier­to tiem­po logró el favor del públi­co; sin embar­go su popu­la­ri­dad se ha ido des­va­ne­cien­do en la medi­da que este tipo de pro­gra­mas ya no con­ci­ta la mis­ma atrac­ción. A su lado se encuen­tra Cliff Booth (Pitt), su mejor ami­go, cho­fer y hom­bre de con­fian­za quien a la vez es el doble que lo reem­pla­za en la fil­ma­ción de accio­nes ries­go­sas. Como la indus­tria de Holly­wood está en ple­na muta­ción, el renom­bra­do y sagaz publi­cis­ta Mar­tin Sch­warzs (Al Pacino) le hace notar a Rick que los tiem­pos han cam­bia­do y le sugie­re que se des­pla­ce a Roma don­de allí podrá seguir inter­pre­tan­do a vaque­ros del oes­te dado que en Ita­lia el spa­guet­ti wes­tern se halla en pleno apogeo.

El rela­to que no es pre­ci­sa­men­te lineal, mues­tra a Rick habi­tan­do en una amplia man­sión ubi­ca­da en Cie­lo Dri­ve, Beverly Hills, que se encuen­tra veci­na a la de Roman Polans­ki (Rafal Zawie­ru­cha) y su espo­sa Sha­ron Tate (Mar­got Rob­bie). En la medi­da que el per­so­na­je de Tate adquie­re cier­ta impor­tan­cia en el rela­to, ese hecho crea la intri­ga de saber cómo se rela­cio­na­rá con los de Rick y Cliff, tenien­do en cuen­ta el mor­tal gol­pe que el des­tino le ases­ta­ría. En todo caso, el rela­to de Taran­tino se cui­da muy bien de no alu­dir a su cruel ase­si­na­to de agos­to de 1969.

Evi­tan­do sumi­nis­trar más deta­lles sobre cómo con­ti­núa la tra­ma, no resul­ta indis­cre­to men­cio­nar que una de las mejo­res esce­nas del film tie­ne lugar cuan­do Cliff se intro­du­ce en un amplio des­ven­ci­ja­do ran­cho don­de se solían fil­mar los wes­terns de anta­ño y que aho­ra alo­ja a una ban­da de hip­pies per­te­ne­cien­tes al sinies­tro clan Man­son; ese encuen­tro pro­du­ce un enfren­ta­mien­to vio­len­to gene­ran­do un cli­ma de con­si­de­ra­ble tensión.

Esta pelí­cu­la, don­de el vene­ra­do rea­li­za­dor mez­cla ade­cua­da­men­te dis­tin­tos géne­ros ‑come­dia pop, dra­ma, wes­tern, acción, vio­len­cia y suspenso‑, cons­ti­tu­ye un home­na­je a la tele­vi­sión de fina­les de los años 50 e ini­cios de la déca­da del 60 como igual­men­te a un cine que ya no exis­te más; en tal sen­ti­do la gran pasión de Taran­tino por el sép­ti­mo arte que­da evi­den­cia­da a tra­vés de múl­ti­ples refe­ren­cias ciné­fi­las; entre las mis­mas se hallan las vin­cu­la­das con los wes­terns de Ser­gio Leo­ne y Ser­gio Cor­buc­ci, extrac­tos de fil­mes alu­si­vos y la par­ti­ci­pa­ción de acto­res de ese enton­ces como Ste­ve McQueen (Damien Lewis), Sam Wana­ma­ker (Nicho­las Ham­mond) y Bru­ce Lee (Mike Moh).

La inter­pre­ta­ción es uno de los fac­to­res que valo­ri­zan al film; den­tro de un mul­ti­tu­di­na­rio elen­co se des­ta­can Pitt ‑ofre­cien­do algu­nas de las secuen­cias más gra­cio­sas de la his­to­ria– así como DiCa­prio don­de a tra­vés de los per­so­na­jes que ambos com­po­nen trans­mi­ten la cáli­da amis­tad que los une. Igual­men­te cabe men­cio­nar la exce­len­te repro­duc­ción de épo­ca don­de se evi­den­cia los cam­bios cul­tu­ra­les de ese enton­ces. No menos impor­tan­te es la incor­po­ra­ción de casi una vein­te­na de temas musi­ca­les de la épo­ca uti­li­za­dos en la ban­da sono­ra, como Sum­mer­ti­me, Mrs. Robin­son y Cali­for­nia Drea­min’, ofre­cien­do al rela­to un aire de nos­tal­gia muy bien logra­do. Final­men­te, lo más remar­ca­ble es la pues­ta escé­ni­ca del rea­li­za­dor y los sabro­sos diá­lo­gos vol­ca­dos en su guión; así, a tra­vés de un rit­mo flui­do y diná­mi­co Taran­tino deja su impron­ta en este espec­tácu­lo alta­men­te entre­te­ni­do que com­pla­ce­rá al públi­co que fiel­men­te lo sigue. Jor­ge Gutman

Fe Reli­gio­sa ver­sus Secularismo

THE OTHER STORY. Israel, 2018. Un film de Avi Nesher

Al men­cio­nar a Israel, lo pri­me­ro que a uno le vie­ne a la men­te es el con­flic­to per­ma­nen­te entre israe­líes y pales­ti­nos. Sin embar­go más allá del aspec­to polí­ti­co, exis­te otro moti­vo de ten­sión que late en las entra­ñas de esta dimi­nu­ta nación oca­sio­na­do por el anta­go­nis­mo exis­ten­te entre el sec­tor de la pobla­ción secu­lar y aquel otro com­pe­ne­tra­do con el judaís­mo reli­gio­so. Este es el apa­sio­nan­te tema que abor­da el pres­ti­gio­so rea­li­za­dor israe­lí Avi Nesher en The Other Story en el mar­co de un rela­to de fic­ción muy bien construido.

Joy Rie­ger y Maya Dagan

Uno de los per­so­na­jes es Anat (Joy Rie­ger) una joven israe­lí que habién­do­se des­en­vuel­to en el mun­do de los clu­bes noc­tur­nos de Tel Aviv ha deci­di­do renun­ciar a los ava­ta­res de la vida moder­na y vol­car­se con total devo­ción a la fe reli­gio­sa; al pro­pio tiem­po es su inten­ción de casar­se con Shahar (Nathan Goshen), un can­tan­te y letris­ta de can­cio­nes que habien­do sido una popu­lar estre­lla del rock igual­men­te ha opta­do por la orto­do­xia estric­ta sumer­gién­do­se en la Torah. La acti­tud de Anat con­tra­ría pro­fun­da­men­te a su abue­lo Shlo­mo (Sas­son Gabai) ‑un psi­quia­tra y per­ti­naz ateo- y más aún a su madre Tali (Maya Dagan) que como exi­to­sa mujer de nego­cios nada quie­re saber con la reli­gión. Como con­se­cuen­cia de lo que acon­te­ce Tali que está divor­cia­da de Jonathan (Yuval Segal), quien dejó Israel hace algu­nos años para vivir en Esta­dos Uni­dos, jun­to con Schlo­mo logran que él retor­ne al país para que uni­dos pue­dan impe­dir que la boda se efec­túe y que Anat retor­ne a la vida secular.

Para­le­la­men­te hay otra his­to­ria que se desa­rro­lla. En una tarea asig­na­da por un juez a Schlo­mo, él le pide a su hijo que es igual­men­te psi­quia­tra para que ambos actúen de con­se­je­ros a fin de resol­ver el caso de una pare­ja que se está divor­cian­do y que se dispu­ta la cus­to­dia de su dota­do hiji­to. Sari (Avi­gail Hara­ri) que dejó el opre­si­vo ambien­te ultra orto­do­xo de su fami­lia para lle­var una vida espi­ri­tual de mayor liber­tad se unió a su mari­do Rami (Maa­yan Bloom) con quien tam­po­co logró ser feliz; es así que aho­ra está embar­ca­da en un cul­to femi­nis­ta pagano des­ti­na­do a luchar con­tra el patriar­ca­do vigen­te; por esa razón el padre del niño teme que si su mujer lle­ga a lograr el cui­da­do del peque­ño, él verá afec­ta­do su bien­es­tar al estar influi­do por su madre.

El guión del rea­li­za­dor y de Noam Shpan­cer ‑quien es un pres­ti­gio­so psi­có­lo­go- per­mi­te que las dos sub­tra­mas se inter­ca­len al entre­cru­zar­se los des­ti­nos de dos jóve­nes rebel­des muje­res ‑Anat y Sari- con ideo­lo­gías reli­gio­sas com­ple­ta­men­te divergentes.

Entre otros aspec­tos, el film abre paso a la dis­cu­sión sobre aspec­tos cla­ves con­cer­nien­tes al sig­ni­fi­ca­do de la ver­dad cuan­do con total con­vic­ción cada una de las par­tes en pug­na cree ser due­ña de la mis­ma. ¿Resul­tan más vera­ces aqué­llos que sos­tie­nen que el encuen­tro con Dios se pro­du­ce a tra­vés de la fe reli­gio­sa que quie­nes por el con­tra­rio sos­tie­nen que la liber­tad secu­lar es la que per­mi­te la total ple­ni­tud y rea­li­za­ción del ser humano? Evi­den­te­men­te es muy difí­cil res­pon­der a esta pre­gun­ta, si aca­so exis­te una res­pues­ta valedera.

Entre otros aspec­tos, la temá­ti­ca del film per­mi­te medi­tar has­ta dón­de los padres tie­nen el dere­cho de deci­dir, inter­fe­rir y/o modi­fi­car el camino empren­di­do por los hijos. Cier­ta­men­te este fas­ci­nan­te tópi­co a su vez pone a prue­ba los lazos de fami­lia cuan­do en su seno no todos coin­ci­den en mate­ria reli­gio­sa con el ries­go de crear grie­tas difí­ci­les de superar.

En resu­men, una ágil direc­ción, un exce­len­te guión nutri­do de com­ple­jos per­so­na­jes y un cali­fi­ca­do elen­co con­tri­bu­yen a enri­que­cer este pujan­te dra­ma fami­liar. Jor­ge Gutman

Una Tier­na Despedida

THE FARE­WELL. Esta­dos Uni­dos-Chi­na, 2019. Un film escri­to y diri­gi­do por Lulu Wang

Ins­pi­ra­da en situa­cio­nes que per­so­nal­men­te vivió, la direc­to­ra Lulu Wang esbo­zó una agri­dul­ce come­dia dra­má­ti­ca que infun­de amor y ternura.

Difí­cil resul­ta expre­sar la varia­da gama de emo­cio­nes expe­ri­men­ta­das cuan­do un entra­ña­ble miem­bro de la fami­lia atra­vie­sa la últi­ma eta­pa de su exis­ten­cia. Sin embar­go Awk­wa­fi­na, la agra­cia­da joven actriz ame­ri­ca­na que gra­ta­men­te impre­sio­nó el año pasa­do en Crazy Rich Adams, lo logra amplia­men­te en el rol pro­ta­gó­ni­co que le ha sido asig­na­do en The Fare­well.

Zhao Shu­zen y Awkwafina

Como Wang lo anti­ci­pa en los cré­di­tos ini­cia­les, el rela­to se basa en una ver­da­de­ra men­ti­ra. Awk­wa­fi­na da vida a Billi, una joven que habien­do deja­do Chi­na a los 6 años, se radi­có con sus padres Hai­yan (Tzi Ma) y Jian (Dia­na Lin) en Brooklyn. Eso no le impi­de man­te­ner una flui­da comu­ni­ca­ción con Nai Nai (Zhao Shu­zen), su ado­ra­da abue­la pater­na, que vive en Chang­chun. Cuan­do a tra­vés de Little Nai Nai (Lu Hong), la her­ma­na menor de la abuela,.se lle­ga a saber que la ancia­na pade­ce de un cán­cer ter­mi­nal al pul­món, del cual no está ente­ra­da, la noti­cia des­con­sue­la tre­men­da­men­te a Billi. Es así que ella y sus padres deci­den via­jar a visi­tar­la don­de se le pide a Billi, que con­tra­ria­men­te a su deseo, es impor­tan­te que Nai Nai no sepa cuan gra­ve­men­te se encuen­tra. En con­se­cuen­cia, la joven debe­rá some­ter­se for­za­da­men­te a la blan­ca men­ti­ra por­que la ver­dad con­tra­di­ría el espí­ri­tu de la tra­di­ción chi­na de no reve­lar al pacien­te la gra­ve­dad de su estado.

La excu­sa para que los fami­lia­res cer­ca­nos se con­gre­guen por pri­me­ra vez en 25 años alre­de­dor de Nai Na es la cele­bra­ción de la boda de Hao Hao (Chen Han) ‑hijo del her­mano de Hai­yan (Jiang Yong­bo) radi­ca­do con su núcleo fami­liar en Japón — con Aiko (Aoi Mizuha­ra). Así todo está dis­pues­to para que los fami­lia­res reu­ni­dos escon­dien­do la ver­dad a Nai Nai mani­fies­ten su ale­gría fren­te a ella alre­de­dor de varias comi­das rea­li­za­das en vís­pe­ras del inmi­nen­te enla­ce matrimonial.

El rela­to se com­ple­men­ta con una secuen­cia de agra­da­bles viñe­tas don­de van emer­gien­do peque­ños deta­lles que deno­tan las carac­te­rís­ti­cas pecu­lia­res de cada uno de los miem­bros de esta fami­lia. A ello se aña­den algu­nas situa­cio­nes cómi­cas muy bien resuel­tas con­tem­plan­do el com­por­ta­mien­to de la caris­má­ti­ca Nai Nai; así se la ve dis­po­nien­do los deta­lles de la boda, cui­dan­do que nada fal­te en cuan­to a la comi­da dis­pues­ta y sobre todo indi­can­do a los novios cómo deben posar para la foto­gra­fía prin­ci­pal, pidién­do­les que son­rían y demues­tren quererse.

Con todo uno de los tópi­cos apre­cia­bles de esta his­to­ria radi­ca en el con­tras­te de los valo­res tra­di­cio­na­les de la socie­dad chi­na que Billi comien­za a apre­ciar con los pre­va­le­cien­tes en la moder­na cul­tu­ra ame­ri­ca­na don­de ella ha sido edu­ca­da. Es por esa razón que sien­te una gran frus­tra­ción ocul­tan­do a su vene­ra­da abue­la lo que le está sucediendo.

A pesar de su som­brío tras­fon­do Wang evi­ta caer en la tram­pa de des­bor­dar en un exa­cer­ba­do melo­dra­ma como tam­po­co en la far­sa. Por el con­tra­rio, adop­tan­do un bajo per­fil la direc­to­ra equi­li­bra entre son­ri­sas y penas un deli­ca­do film que refle­ja abso­lu­ta auten­ti­ci­dad gra­cias a la mag­ní­fi­ca pres­ta­ción de los acto­res que inte­gran su repar­to; por la gra­vi­ta­ción de sus roles se dis­tin­guen tan­to Awk­wa­fi­na- como la vete­ra­na actriz chi­na Zhao Shu­zen, logran­do que sus exce­len­tes actua­cio­nes con­quis­ten al públi­co. Jor­ge Gutman

Lo Vis­to en Fantasia

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

He aquí el comen­ta­rio de 7 pelí­cu­las pre­sen­ta­das en Fantasia.

Un buen docu­men­tal es lo que ofre­ce la direc­to­ra Kim Lon­gi­not­to en Shoo­ting the Mafia (Irlan­da-Esta­dos Uni­dos) cen­tran­do su aten­ción en la labor aco­me­ti­da por la fotó­gra­fa perio­dis­ta Leti­zia Battaglia.
Con sus 84 años de edad, ella ha sido tes­ti­go de los múl­ti­ples inci­den­tes vio­len­tos acon­te­ci­dos en su ciu­dad natal de Paler­mo, Sici­lia. Con un carác­ter fir­me y deci­di­do esta valien­te mujer va recons­tru­yen­do su vida en la cual des­de tem­pra­na edad así como en su ado­les­cen­cia se vio for­za­da a desa­fiar la auto­ri­dad machis­ta impe­ran­te don­de la mujer de la socie­dad tra­di­cio­nal debía casar­se y ser bue­na espo­sa y madre para sus hijos. Es así que a los 16 años habien­do cono­ci­do a su pri­mer mari­do huye con él; sin embar­go, en su matri­mo­nio igual­men­te se sien­te limi­ta­da fren­te a un espo­so que no desea que ella pue­da estu­diar para lograr una bue­na for­ma­ción profesional.
Median­te mate­rial de archi­vo entre­mez­cla­do con fotos y fil­mes case­ros, se apre­cia a Bat­ta­glia quien, des­pués de su divor­cio, se desem­pe­ñó como perio­dis­ta y pos­te­rior­men­te a los 40 años de edad, acom­pa­ñó sus artícu­los con foto­gra­fías que fue­ron publi­ca­das en el dia­rio L’O­ra de Paler­mo don­de tomó más de medio millón de fotos has­ta que el perió­di­co cerró en 1992.
Como fotó­gra­fa le dis­pen­só espe­cial aten­ción a los crí­me­nes come­ti­dos por la mafia, cap­tan­do emble­má­ti­cas imá­ge­nes de los cuer­pos san­grien­tos de las víc­ti­mas ase­si­na­das. Eso le ha vali­do a que fue­se expues­ta a seve­ras ame­na­zas de muer­te; a pesar de todo, ella no se dejó ame­dren­tar demos­tran­do su valen­tía en tes­ti­mo­niar la vio­len­cia refle­ja­da por la Cosa Nos­tra sici­lia­na, sobre todo en una épo­ca en que el poder de la temi­ble orga­ni­za­ción era prác­ti­ca­men­te imbatible.
El film alcan­za su máxi­ma dimen­sión emo­cio­nal cuan­do el rela­to se aden­tra en el con­tex­to polí­ti­co al hacer refe­ren­cia a la amis­tad que unió a la fotó­gra­fa con el ínte­gro juez Gio­van­ni Fal­co­ne quien al igual que el magis­tra­do Pao­lo Bor­se­llino fue ase­si­na­do por la orga­ni­za­ción cri­mi­nal debi­do a la lucha empren­di­da denun­cian­do sus atro­ces crímenes.
A tra­vés de una muy bue­na edi­ción Lon­gi­not­to ofre­ce un valio­so docu­men­to del esta empren­di­da y deter­mi­na­da mujer que dedi­có gran par­te de su vida a expo­ner a tra­vés de su crea­ción artís­ti­ca, uno de los gran­des males que afec­tó a la socie­dad italiana.

Shoo­ting the Mafia

Ins­pi­ra­do en un hecho real, el direc­tor Fred Gri­vois narra en L’In­ter­ven­tion (Fran­cia-Bél­gi­ca), un dra­má­ti­co suce­so acae­ci­do en una colo­nia fran­ce­sa de África.
A los pocos minu­tos de ini­cia­do el rela­to, la tran­qui­li­dad de una aldea de Dji­bou­ti se ve alte­ra­da cuan­do un gru­po arma­do de rebel­des soma­líes negros en 1976 secues­tran arre­ba­ta­da­men­te un ómni­bus esco­lar con 21 niños de Fran­cia, ame­na­zan­do no solo a los chi­cos sino al con­duc­tor del vehícu­lo a fin de que los con­duz­ca hacia la fron­te­ra con Somalia.
Para quien no cono­ce la his­to­ria de este país afri­cano, cabe acla­rar que en el año en que trans­cu­rre la acción ha sido una de las últi­mas colo­nias de Fran­cia en el con­ti­nen­te negro. Ese dato es bien impor­tan­te de saber dado que en el film no que­da muy cla­ro cuál es la ver­da­de­ra moti­va­ción de los secues­tra­do­res sal­vo que demues­tran su des­pe­cho hacia los fran­ce­ses, pre­ten­dien­do que esta colo­nia for­me par­te inte­gral de Soma­lia libre de ves­ti­gio colonial.
Al no poder tras­pa­sar la fron­te­ra, los terro­ris­tas con los chi­cos pri­sio­ne­ros en el ómni­bus se ven con­fron­ta­dos con las auto­ri­da­des fran­ce­sas. Es así que Fran­cia con­vo­ca a una éli­te de fran­co­ti­ra­do­res alta­men­te entre­na­dos lide­ra­dos por André Ger­val (Alban Lenoir) para efec­tuar su res­ca­te en una ope­ra­ción que a todas luces se vuel­ve alta­men­te arries­ga­da A todo ello Jane Ander­sen (Olga Kury­len­ko), la maes­tra ame­ri­ca­na de los niños, se ofre­ce como rehén a fin de ofre­cer­les su pro­tec­ción y cari­ño mater­nal fren­te a la odi­sea que atraviesan.
A medi­da que avan­za el rela­to poco es lo que acon­te­ce dado que la estra­te­gia pre­pa­ra­da por Ger­val se ve obs­ta­cu­li­za­da por las órde­nes pro­ve­nien­tes de París a fin de lograr una solu­ción diplo­má­ti­ca antes que recu­rrir al abier­to asal­to del ómni­bus. Sin embar­go cuan­do los esfuer­zos de solu­cio­nar pací­fi­ca­men­te el gra­ve con­flic­to fra­ca­san y tenien­do en cuen­ta que con más de 24 horas de secues­tro aumen­ta el peli­gro para los rehe­nes, el equi­po de res­ca­te ini­cia el ata­que dan­do lugar a 15 minu­tos de gue­rra con la vio­len­cia gene­ra­da entre el gru­po coman­do y los secuestradores.
Si bien las esce­nas de acción cobran vida hacia el final, el film no logra has­ta ese momen­to la ten­sión nece­sa­ria; eso es debi­do a que la mayor par­te del rela­to se cen­tra fun­da­men­tal­men­te en las con­ver­sa­cio­nes e his­to­rias per­so­na­les de los miem­bros del gru­po de res­ca­te sin que cobren mayor inte­rés. Por el con­tra­rio, el poco estruc­tu­ra­do guión deja de lado la com­ple­ja reali­dad geo­po­lí­ti­ca de esta par­te de Áfri­ca en el momen­to en que trans­cu­rre el rela­to; al no hacer­lo, los secues­tra­do­res que­dan ilus­tra­dos como des­al­ma­dos terro­ris­tas negros en vez de haber sido enfo­ca­do como libre lucha­do­res que tra­tan de libe­rar­se del opre­sor yugo colonial.
Apre­cian­do la cali­dad téc­ni­ca de la pro­duc­ción, el film tam­bién se des­ta­ca por la huma­na carac­te­ri­za­ción que Kury­len­ko brin­da a su per­so­na­je como así tam­bién la de Lenoir como el coman­dan­te de la uni­dad anti­te­rro­ris­ta quien hacia el final no pue­de con­te­ner la inten­sa emo­ción que le pro­du­ce una vic­to­ria que para él es al pro­pio tiem­po dolo­ro­sa en la medi­da que la mis­ma ha cobra­do la vida de una cria­tu­ra inocente.
La nota incor­po­ra­da en los cré­di­tos fina­les seña­la que la acción de este gru­po coman­do ha sido la géne­sis del deno­mi­na­do Grou­pe d’ inter­ven­tion de la Gen­dar­me­rie natio­na­le (GIGN) de Fran­cia que es uno de las más exper­tas uni­da­des anti­te­rro­ris­tas del mun­do habien­do inter­ve­ni­do en más de 1800 misio­nes y res­ca­ta­do a más de 600 rehenes.

L’ Inter­ven­tion

En carác­ter de pri­mi­cia nor­te­ame­ri­ca­na el fes­ti­val ha pre­sen­ta­do el film A Som­bra Do Pai (Bra­sil), un dra­ma escri­to y diri­gi­do por Gabrie­la Amarai.
La his­to­ria que trans­cu­rre en Sao Pau­lo pre­sen­ta a Dal­va (Nina Medei­ros), una niña de 9 años de edad quien tras la recien­te pér­di­da de su que­ri­da madre prác­ti­ca­men­te se encuen­tra des­pro­te­gi­da; eso se debe a que su padre Jor­ge (Julio Macha­do), un alba­ñil que pade­ce de fuer­te depre­sión, va adop­tan­do una acti­tud com­ple­ta­men­te extra­ña hacia ella; eso se tra­du­ce en un mar­ca­do dis­tan­cia­mien­to entre ambos así como una laten­te vio­len­cia de Jor­ge hacia su hija. Para su solaz, Dal­va encuen­tra par­te del afec­to que anhe­la en su tía Cris­ti­na (Lucia­na Paes) quien le hace ver que median­te la magia negra podrá revi­vir el espí­ri­tu de su madre; en con­se­cuen­cia, ella inten­ta prac­ti­car­la con el pro­pó­si­to de recons­ti­tuir su desin­te­gra­da familia.
Para des­cri­bir la angus­tia de sus per­so­na­jes, la rea­li­za­do­ra entre­mez­cla la reali­dad con la fan­ta­sía y lo sobre­na­tu­ral den­tro del mar­co de un rela­to per­tur­ba­dor bien inte­gra­do. Esta pelí­cu­la aun­que un poco len­ta está correc­ta­men­te fil­ma­da y cuen­ta con un plan­tel de bue­nos intér­pre­tes don­de sobre­sa­le Nina Medei­ros trans­mi­tien­do acer­ta­da­men­te los ava­ta­res de una menor que por impe­rio de las cir­cuns­tan­cias está obli­ga­da a madu­rar antes de tiempo.

A Som­bra Do Pai

Repro­du­cien­do el pro­fun­do sen­ti­mien­to de recha­zo a inmi­gran­tes, refu­gia­dos y musul­ma­nes que se mani­fies­ta en varios paí­ses de Euro­pa, Ulaa Salim en su debut como rea­li­za­dor ofre­ce en Sons of Den­mark (Dina­mar­ca) un pro­vo­ca­ti­vo docu­men­to polí­ti­co que aun­que no del todo per­fec­to no obs­tan­te con­cen­tra la aten­ción del público.
La acción se desa­rro­lla en Copenha­gue en un futu­ro pró­xi­mo don­de una orga­ni­za­ción de extre­ma dere­cha no disi­mu­la su pro­fun­da isla­mo­fo­bia cau­san­do aten­ta­dos terro­ris­tas. En medio de ese cli­ma el joven musul­mán Zaka­ria (Moham­med Ismail Moham­med) de 19 años sin­tién­do­se frus­tra­do por el inci­den­te terro­ris­ta es reclu­ta­do y adoc­tri­na­do por un gru­po mili­tan­te para ase­si­nar a Mar­tin Nordhal (Ras­mus Bjerb); este polí­ti­co ultra­na­cio­na­lis­ta que lide­ra un par­ti­do neo­na­zi con­tem­pla en su pro­gra­ma la repa­tria­ción for­za­da de los inmi­gran­tes que viven en Dina­mar­ca, cual­quie­ra fue­se su estatus.
Simul­tá­nea­men­te a esos hechos, Ali (Zaki Yous­sef), un ofi­cial de poli­cía musul­mán per­te­ne­cien­te al mis­mo gru­po de Zaka­ria, se entre­mez­cla con los neo-nazis tra­tan­do de lograr su sim­pa­tía; esa ambi­güe­dad de con­duc­ta asu­mien­do una doble iden­ti­dad brin­da al rela­to una mar­ca­da tensión.
Aun­que el guión no está estruc­tu­ra­do ade­cua­da­men­te, de todas mane­ras se apre­cia la soli­dez narra­ti­va del novel rea­li­za­dor ilus­tran­do los moti­vos por los que insos­pe­cha­dos jóve­nes para sobre­vi­vir se sien­ten impul­sa­dos a come­ter actos de vio­len­cia en un medio social don­de los inmi­gran­tes ya no son más bienvenidos.

Har­poon (Cana­dá-Beli­ze) es un thri­ller que no tie­ne otro pro­pó­si­to que el de entre­te­ner y en tal sen­ti­do logra su obje­ti­vo. Con tres úni­cos per­so­na­jes, aun­que no muy pro­fun­di­za­dos, el direc­tor y guio­nis­ta Rob Grant los intro­du­ce a tra­vés de un rela­tor (la voz en off de Brett Gel­man) que los va describiendo.
Uno de ellos es Jonah (Mun­ro Cham­bers), un des­afor­tu­na­do per­de­dor quien es el gran ami­go de Richard (Chris­topher Gray), de bue­na posi­ción eco­nó­mi­ca con un carác­ter dema­sia­do tem­pe­ra­men­tal, quien tie­ne como pare­ja a Sasha (Emily Tyra). A pesar de la gran amis­tad que los une, en la pri­me­ra esce­na del rela­to se lo ve a Richard quien con furia vio­len­ta trom­pea a su ami­go por­que cree que man­tie­ne rela­cio­nes con su novia. Cuan­do Richard y Sasha le acla­ran que su sos­pe­cha es infun­da­da pues­to que no exis­te nin­gún víncu­lo sen­ti­men­tal, Richard inten­ta repa­rar el daño cau­sa­do invi­tán­do­lo jun­to con su novia a un paseo en el con­for­ta­ble yate de su padre. El paseo trans­cu­rre pla­cen­te­ra­men­te has­ta que a tra­vés de vuel­tas de giro que van emer­gien­do a tra­vés de los diá­lo­gos, esa supues­ta gran amis­tad es pues­ta a prue­ba; para peor el yate se des­com­po­ne en alta mar y todo con­ver­ge para que final­men­te este via­je adquie­ra visos infernales.
Aun­que lo expues­to no se carac­te­ri­za nece­sa­ria­men­te por su vero­si­mi­li­tud, el dina­mis­mo impre­so por el rea­li­za­dor con­tan­do con un muy buen trío acto­ral per­mi­te gene­rar la ten­sión nece­sa­ria para que el film se deje ver como un ameno pasatiempo.

Har­poon

En Astro­naut (Cana­dá) la direc­to­ra y guio­nis­ta She­lagh McLeod abor­da una huma­na his­to­ria pro­ta­go­ni­za­da por Richard Dreyfuss.
El vete­rano intér­pre­te carac­te­ri­za a Angus, un inge­nie­ro civil jubi­la­do de 75 años de edad quien habien­do enviu­da­do recien­te­men­te vive con su hija Molly (Kris­ta Brid­ges), su yerno Jim (Lyriq Bent) y su vivaz nie­to Bar­ney (Richie Law­ren­ce). Des­de siem­pre ha sen­ti­do una gran pasión por la astro­no­mía y esa incli­na­ción la com­par­te aho­ra con Bar­ney con quien guar­da una espe­cial afi­ni­dad; así le hace saber que su máxi­ma aspi­ra­ción es algún día poder rea­li­zar un via­je espa­cial. Al pro­pio tiem­po, debi­do a su decli­nan­te esta­do de salud, acep­ta con reluc­tan­cia la suge­ren­cia de su hija y yerno de tras­la­dar­se a una resi­den­cia de ancia­nos don­de pue­da ser mejor atendido.
La his­to­ria adquie­re un matiz espe­cial cuan­do Angus se ente­ra por la tele­vi­sión que Mar­cus (Colm Feo­re), un poten­ta­do millo­na­rio, a tra­vés de una lote­ría brin­da la posi­bi­li­dad de ofre­cer un asien­to en el vue­lo espa­cial que rea­li­za­rá en bre­ve. Aun­que Angus no reúne las con­di­cio­nes reque­ri­das de no supe­rar la edad de los 65 años y encon­trar­se en buen esta­do de salud, esti­mu­la­do por su nie­to resuel­ve par­ti­ci­par lle­nan­do los datos en línea en don­de alte­ra su ver­da­de­ra edad y ocul­ta el pro­ble­ma car­día­co que lo aque­ja. Si bien resul­ta pre­de­ci­ble quien resul­ta­rá el gana­dor de la lote­ría, el guión ofre­ce unos giros impre­vi­si­bles que des­pier­tan la intri­ga por saber si final­men­te Angus logra­rá o no con­cre­tar su anhe­la­do viaje.
A tra­vés de una his­to­ria sen­ci­lla pero efec­ti­va por estar muy bien narra­da, McLeod evi­den­cia su afec­to hacia la gen­te de la ter­ce­ra edad des­ta­can­do cómo el pro­ta­go­nis­ta de esta his­to­ria no es dema­sia­do vie­jo para demos­trar que su sapien­cia tec­no­ló­gi­ca de inge­nie­ría y saga­ci­dad men­tal serán de vital tras­cen­den­cia para evi­tar un terri­ble acci­den­te. Al pro­pio tiem­po la rea­li­za­do­ra resal­ta la impor­tan­cia de los valo­res de la fami­lia, a tra­vés del pro­fun­do amor y pena que Angus sien­te por su mujer des­apa­re­ci­da como igual­men­te en el tierno víncu­lo que man­tie­ne con Bar­ney. En cuan­to a su elen­co, se dis­tin­gue la nota­ble com­po­si­ción que Drey­fuss efec­túa de su per­so­na­je como así tam­bién la par­ti­ci­pa­ción natu­ral y genui­na de Lawrence.

El rea­li­za­dor y guio­nis­ta Johan­nes Nyholm enfo­ca en Koko-Di Koko-Da (Sue­cia-Dina­mar­ca) una tra­ge­dia fami­liar sin lle­gar a cla­ri­fi­car si lo expues­to es fan­ta­sía o realidad.
Tobias (Leif Edlund), su espo­sa Elin (Yiva Gallon) jun­to con su hiji­ta Maja (Kata­ri­na Jacob­son) se encuen­tran dis­fru­tan­do de una plá­ci­da vaca­ción cuan­do de mane­ra com­ple­ta­men­te ines­pe­ra­da, apa­ren­te­men­te por comi­da con­ta­mi­na­da en el res­tau­ran­te al que asis­tie­ron, la niña mue­re en su sue­ño pre­ci­sa­men­te el día en que cum­pli­ría 8 años. Está demás expli­ci­tar el dolor que esa des­gra­cia pro­du­ce en el matri­mo­nio en el momen­to en que des­cu­bren su deceso.
Nada se sabe qué es lo que psi­co­ló­gi­ca­men­te acon­te­ce con la pare­ja duran­te los 3 años siguien­tes sal­vo que tras ese perío­do, ellos resuel­ven salir nue­va­men­te de vaca­cio­nes optan­do esta vez por acam­par en un bos­que fron­do­so y com­ple­ta­men­te ais­la­do de la ruta al cual lle­gan con su coche. En ple­na noche, unos sádi­cos per­so­na­jes los ata­can vio­len­ta­men­te don­de se supo­ne que han que­da­do mal­tre­chos o muer­tos; pero no es así por­que apa­ren­te­men­te se tra­tó de un horri­ble sue­ño. Esa horri­ble esce­na con leves varian­tes se repi­te 4 veces afec­tan­do el inte­rés de la his­to­ria; eso es así por­que ya no pro­du­ce sobre­sal­tos al saber de ante­mano que los ata­ques de los psi­có­pa­tas no son más que una pesa­di­lla de Tobías o de Elin dado que a la maña­na siguien­te ambos des­pier­tan sanos y sal­vos como si nada hubie­se pasado.
El rela­to de Nyholm de mane­ra algu­na se pres­ta a efec­tuar una inda­ga­ción psi­co­ló­gi­ca de sus pro­ta­go­nis­tas a tra­vés de sus sue­ños, excep­to que juz­gan­do su des­en­la­ce se podría infe­rir que cons­ti­tu­ye una metá­fo­ra de los efec­tos trau­má­ti­cos del matri­mo­nio por la pér­di­da de Maja. Lo con­cre­to es que a tra­vés de un comien­zo pro­mi­so­rio, la pelí­cu­la cons­ti­tu­ye un ver­da­de­ro cru­ci­gra­ma que sólo el direc­tor pue­de resol­ver pero que en últi­ma ins­tan­cia no logra satisfacer.

Koko-Di Koko-Da

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Pri­me­ros Títu­los del TIFF 2019

Came­ron Bai­ley y Joa­na Vicen­te ‑CEOs y co-direc­to­res del TIFF han anun­cia­do la pri­me­ra lis­ta de pelí­cu­las que inte­gra­rán la pro­gra­ma­ción de la 44ta. edi­ción de 2019 (5 – 15 de sep­tiem­bre). En los 18 títu­los de GALA y los 38 de Spe­cial Pre­sen­ta­tions se des­ta­can la pre­sen­cia de con­sa­gra­dos direc­to­res como Pedro Almo­dó­var, Mar­ja­ne Satra­pi, Michael Win­ter­bot­tom, Ste­ven Soder­bergh, Fer­nan­do Mei­re­lles, Ale­jan­dro Ame­ná­bar, los her­ma­nos Benny y Josh Saf­die, Pablo Larraín y Fra­nçois Girard, entre otros.

Cabe des­ta­car que entre los films de la sec­ción Gala, la mitad de los mis­mos son diri­gi­dos o co-rea­li­za­dos por muje­res. La selec­ción para este año igual­men­te inclu­ye 29 pri­mi­cias mun­dia­les, 13 nor­te­ame­ri­ca­nas y 8 canadienses.

El film de aper­tu­ra es Once Were Brothers: Rob­bie Rober­tson and The Band de Daniel Roher don­de por pri­me­ra vez el TIFF selec­cio­nó un docu­men­tal para inau­gu­rar la mues­tra; esta pelí­cu­la cana­dien­se está basa­da en el libro Tes­ti­mony de Rober­tson publi­ca­do en 2016 don­de a tra­vés de mate­rial de archi­vo iné­di­to, cele­bra­das can­cio­nes y entre­vis­tas a ami­gos y cola­bo­ra­do­res del músi­co se rese­ña la tra­yec­to­ria de su céle­bre banda.

El film de clau­su­ra es Radio­ac­ti­ve de Mar­ja­ne Satra­pi con la inter­pre­ta­ción cen­tral de Rosa­mund Pike y Sam Riley. Esta pro­duc­ción bri­tá­ni­ca está basa­da en la nove­la ilus­tra­da de Lau­ren Red­niss que se refie­re a la bio­gra­fía de Marie Curie, la pres­ti­gio­sa cien­tí­fi­ca y su apa­sio­na­do roman­ce y casa­mien­to con el cien­tí­fi­co fran­cés Pie­rre Curie, ambos gana­do­res del Pre­mio Nóbel de Físi­ca por sus estu­dios en el cam­po de la radio­ac­ti­vi­dad. 

He aquí los films anun­cia­dos en la sec­ción Gala y Spe­cial Presentations

Gala 

A Beau­ti­ful Day in the Neigh­borhood (Esta­dos Uni­dos) de Marie­lle Heller

Abo­mi­na­ble (Esta­dos Uni­dos) de Jill Culton

Ame­ri­can Woman (Cana­dá) de Semi Chellas

Black­bird (Gran Bre­ta­ña) de Roger Michell

Cle­mency (Esta­dos Uni­dos) de Chi­non­ye Chukwu

Ford v Ferra­ri (Esta­dos Uni­dos) de Crowley

FORD V FERRARI

The Gold­finch (Esta­dos Uni­dos) de John Crowley

Harriet  (Esta­dos Uni­dos) de Kasi Lemmons

Hustlers (Esta­dos Uni­dos) de Lore­ne Scafaria

Joker (Esta­dos Uni­dos) de Todd Phillips

Just Mercy (Esta­dos Uni­dos) de Des­tin Daniel Cretton

Once Were Brothers: Rob­bie Rober­tson and The Band (Cana­dá) de Daniel Roher

Ordi­nary Love (Gran Bre­ta­ña) de Lisa Barros D’Sa, Glenn Leyburn

Radio­ac­ti­ve (Gran Bre­ta­ña) de Mar­ja­ne Satrapi

The Sky Is Pink (India) de Sho­naly Bose

The Song of Names (Cana­dá) de Fra­nçois Gira y Bru­ce Springsteen

THE SONG OF NAMES

True His­tory of the Kelly Gang (Aus­tra­lia) de Jus­tin Kurzel

Wes­tern Stars (Esta­dos Uni­dos) de Thom Zimny y Bru­ce Springsteen

Spe­cial Pre­sen­ta­tions 

A Her­da­de (Por­tu­gal) de Tia­go Guedes …

Bad Edu­ca­tion (Esta­dos Uni­dos) de Cory Finley

Coming Home Again (Corea del Sur) de Way­ne Wang

Dole­mi­te Is My Name (Esta­dos Uni­dos) de Craig Brewer

Dolor y Glo­ria (Espa­ña) de  Pedro Almo­dó­var

Ema (Chi­le) de Pablo Larraín

EMA

Endings, Begin­nings (Esta­dos Uni­dos) de Dra­ke Doremus

Fran­kie (Fran­cia-Por­tu­gal) de  Ira Sachs

Greed  (Gran Bre­ta­ña) de Michael Winterbottom

Guest of Honour (Cana­dá) de Atom Egoyan

GUEST OF HONOUR

Honey Boy( Esta­dos Uni­dos) de Alma Har’el

Hope Gap (Gran Bre­ta­ña) de William Nicholson

How to Build a Girl (Gran Bre­ta­ña) de Coky Giedroyc

I Am Woman (Aus­tra­lia) de Unjoo Moon

Jojo Rab­bit (Esta­dos Uni­dos) de Tai­ka Waititi

Judy (Gran Bre­ta­ña) de Rupert Goold

Kni­ves Out (Esta­dos Uni­dos) de Rian Johnson

La Belle Épo­que (Fran­cia) de Nico­las Bedos

La Odi­sea de los Giles (Argen­ti­na-Espa­ña) de Sebas­tian Borensztein

LA ODI­SEA DE LOS GILES

Marria­ge Story (Esta­dos Uni­dos) de  Noah Baum­bach

Mien­tras Dure La Gue­rra (Espa­ña-Argen­ti­na) de Ale­jan­dro Amenábar

Mili­tary Wives (Gran Bre­ta­ña) de Peter Cattaneo

Mother­less Brooklyn (Esta­dos Uni­dos) de Edward Norton

No.7 Cherry Lane (Hong Kong) de Yonfan

Para­si­te (Gisaeng­chung) (Corea del Sur) de Bong Joon-ho

Peli­can Blood (Peli­kan­blut) (Ale­ma­nia-Bul­ga­ria) de Katrin Gebbe

Por­trait de la jeu­ne fille en feu (Fran­cia) de Céli­ne Sciamma

Satur­day Fic­tion (Lan Xin Da Ju Yuan) (Chi­na) de Lou

The Friend  (Esta­dos Uni­dos) de Gabrie­la Cowperthwaite

The Laun­dro­mat (Esta­dos Uni­dos) de Ste­ven Soderbergh

The Lighthou­se (Esta­dos Uni­dos) de  Robert Eggers

The Other Lamb (Bél­gi­ca-Irlan­da-Esta­dos Uni­dos) de Mal­gor­za­ta Szumowska

The Pain­ted Bird (Repú­bli­ca Che­ca-Ucra­nia-Eslo­va­quia) de Václav Marhoul

The Per­so­nal His­tory of David Cop­per­field (Gran Bre­ta­ña) de Arman­do Iannucci

The Report (Esta­dos Uni­dos) de Scott Z. Burns

The Two Popes (Esta­dos Uni­dos-Gran Bre­ta­ña-Ita­lia-Argen­ti­na) de Fer­nan­do Meirelles

Uncut Gems (Esta­dos Uni­dos) de Benny Saf­die y Josh Safdie

Weathe­ring With You (Japón) de Mako­to Shinkai

Nue­vos anun­cios se irán efec­tuan­do en el trans­cur­so de las pró­xi­mas sema­nas como así tam­bién el film de aper­tu­ra y el de clau­su­ra del Festival.

La sinop­sis de los 56 fil­mes anti­ci­pa­dos, elen­co, fotos e infor­ma­ción adi­cio­nal pre­sio­ne aquí y aquí