Romeo y Julieta

BRA­NAGH THEA­TRE LIVE

La com­pa­ñía tea­tral de Ken­neth Bra­nagh está actual­men­te repre­sen­tan­do en el tea­tro Garrick del West End de Lon­dres la pie­za Romeo and Juliet. Este trá­gi­co dra­ma román­ti­co de William Sha­kes­pea­re escri­to en 1597 es jun­to a Ham­let y Mac­beth una de las obras más popu­la­res repre­sen­ta­das mundialmente. .

(Lily James. (Foto de Johan Persson)

(Lily James. (Foto de Johan Persson)

La his­to­ria de amor prohi­bi­do de los jóve­nes aman­tes per­te­ne­cien­tes a fami­lias enemi­gas y su devas­ta­do­ra con­se­cuen­cia está inter­pre­ta­da en los roles cen­tra­les por Richard Mad­den y Lily James con la direc­ción escé­ni­ca de Ken­neth Bra­nagh y Rob Ashfor.

La pre­sen­te pro­duc­ción está ambien­ta­da en la déca­da del 50 en la Ita­lia de pos­gue­rra y en la adap­ta­ción del rela­to rea­li­za­da para la pre­sen­te oca­sión hay un aspec­to intere­san­te para resal­tar con res­pec­to al per­so­na­je de Mer­cu­tio ‑el gran ami­go y con­fi­den­te de Romeo-; aquí está inter­pre­ta­do por el vete­rano actor Derek Jaco­bi de 77 años de edad, lo que pone en evi­den­cia la exis­ten­cia de un gap gene­ra­cio­nal que no exis­te en la ver­sión ori­gi­nal de la pieza.

Lily James. (Foto de Johan Persson)

Lily James. (Foto de Johan Persson)

El elen­co com­ple­to inclu­ye en orden alfa­bé­ti­co a Mari­sa Beren­son, Jack Col­gra­ve Hirst, Tom Han­son, Matthew Hawks­ley, Derek Jaco­bi, Lily James„ Tay­lor James, Ansu Kabia, Richard Mad­den, Racheal Ofor, Nik­ki Patel, Chris Por­ter, Zoë Rai­ney, Michael Rou­se, Mee­ra Syal, Sam Valen­ti­ne y Kathryn Wilde.

Los dise­ños de pro­duc­ción están a car­go de Chris­topher Oram, la ilu­mi­na­ción per­te­ne­ce a Howard Hud­son y el soni­do a Chris­topher Schutt.

Esta pro­duc­ción será difun­di­da en alta defi­ni­ción el 7 de julio en las salas cana­dien­ses per­te­ne­cien­tes al cir­cui­to de exhi­bi­ción CINE­PLEX. Cabe seña­lar que la trans­mi­sión a los cines de esta pie­za es diri­gi­da por Ben­ja­min Caron, quien recien­te­men­te tam­bién diri­gió la difu­sión de The Win­te­r’s Tale.

Para infor­ma­ción sobre los tea­tros que trans­mi­ti­rán esta obra y los hora­rios loca­les per­ti­nen­tes pre­sio­ne aquí

Ambi­cio­nes Que Matan

A PLA­CE IN THE SUN

Den­tro del mar­co de la serie de Films Clá­si­cos que pre­sen­ta CINE­PLEX, la pró­xi­ma pelí­cu­la que será exhi­bi­da es A Pla­ce In The Sun del direc­tor Geor­ge Ste­vens. El film que se cono­ció en 1951, con­si­de­ra­do como uno de los más impor­tan­tes títu­los de la his­to­ria del cine del pasa­do siglo, está basa­do en el libro de Theo­do­re Drei­ser An Ame­ri­can Tra­gedy don­de su autor se ins­pi­ró en un hecho verí­di­co acon­te­ci­do en 1906 en el esta­do de Nue­va York.

Shelley Winters y Montgomery Clift

She­lley Win­ters y Mont­go­mery Clift

Ade­más de haber con­ta­do con un elen­co de impor­tan­tes y popu­la­res acto­res de la épo­ca, el film que en espa­ñol se deno­mi­na Ambi­cio­nes que Matan se carac­te­ri­za por su meticu­losa rea­li­za­ción en don­de cada deta­lle fue rigu­ro­sa­men­te con­tro­la­do por Ste­vens, las exce­len­tes actua­cio­nes de Eli­za­beth Tay­lor, Mont­go­mery Clift y She­lley Win­ters en los pape­les cen­tra­les y, sobre todo, por la natu­ra­le­za dra­má­ti­ca del rela­to espe­cial­men­te por su tema que con­cen­tra la per­ma­nen­te aten­ción des­de la pri­me­ra has­ta la últi­ma escena.

Elizabeth Taylor y Montgomery Clift

Eli­za­beth Tay­lor y Mont­go­mery Clift

La his­to­ria gira en torno de Geor­ge East­man (Clift), un joven de humil­de ori­gen que logra ser emplea­do en la fábri­ca tex­til de su tío Char­les (Her­bert Heyes). Aun­que las nor­mas de la usi­na esta­ble­cen estric­tas reglas que impi­den la rela­ción sen­ti­men­tal entre sus emplea­dos, Char­les se vin­cu­la con Ali­ce Tripp (Win­ters) que per­te­ne­ce a su mis­ma con­di­ción social.

El con­flic­to que impul­sa el desa­rro­llo de la his­to­ria se pro­du­ce cuan­do en una fies­ta ofre­ci­da por su tío cono­ce a Ange­la Vic­kers (Tay­lor), una her­mo­sa y mima­da joven de la alta socie­dad. La dife­ren­cia de cla­se no es esco­llo para que sur­ja un apa­sio­na­do roman­ce entre ellos. Sin embar­go, el obs­tácu­lo se pro­du­ce cuan­do Ali­ce le hace saber a Geor­ge que está emba­ra­za­da y lo apre­mia para que se case con ella. En la medi­da que él no ha sen­ti­do más que una atrac­ción sexual hacia su com­pa­ñe­ra de tra­ba­jo, uni­do al hecho de que su amor hacia Ange­la le per­mi­te asu­mir que podrá mejo­rar su con­di­ción social y lograr que el sue­ño ame­ri­cano se con­vier­ta en reali­dad, el joven urde un plan para des­li­gar­se de Ali­ce que final­men­te lo con­du­ci­rá a un camino de autodestrucción.

Esta remar­ca­ble pelí­cu­la podrá ver­se en los cines de CINE­PLEX el 10, 20 y 25 de Julio. Para infor­ma­ción adi­cio­nal pre­sio­ne aqui

Encuen­tro de Dos Desconocidos

2 NIGHTS TILL MOR­NING. Fin­lan­dia-Litua­nia, 2015. Un film escri­to y diri­gi­do por Mik­ko Kuparinen

Una pelí­cu­la muy bien fil­ma­da y eje­cu­ta­da por el rea­li­za­dor y guio­nis­ta fin­lan­dés Mik­ko Nou­siai­nen es lo que se apre­cia en 2 Nights Till Mor­ning. Con una his­to­ria sen­ci­lla y sin nece­si­dad de acu­dir a sofis­ti­ca­dos efec­tos espe­cia­les es posi­ble cons­ta­tar cómo se pue­de lograr un buen rela­to sobre una aven­tu­ra román­ti­ca de esca­sa duración.

En el bar de un hotel de Vil­nius don­de ambos se hos­pe­dan se pro­du­ce el encuen­tro oca­sio­nal de dos des­co­no­ci­dos. Ella es Caro­li­ne (Marie-Josée Cro­ze), una arqui­tec­ta de 40 años de edad que vive en París y que se encuen­tra en la ciu­dad por razo­nes de tra­ba­jo don­de pro­lon­gó su esta­día por un día y al siguien­te debe par­tir de regre­so; él es Jaak­ko (Mik­ko Nou­sia­ni­nen), un DJ fin­lan­dés que debe efec­tuar una pre­sen­ta­ción al día siguien­te. La con­ver­sa­ción entre ellos no pue­de ser muy flui­da por­que Caro­li­ne mani­fies­ta igno­rar el inglés, que podría ser la len­gua común de comu­ni­ca­ción; en todo caso la barre­ra del idio­ma no cons­ti­tu­ye un obs­tácu­lo para que ambos pue­dan enten­der­se y así ella acep­tar pasar la noche en la habi­ta­ción de Jaakko.

Marie-Josée Croze y Mikko Nousianinen

Marie-Josée Cro­ze y Mik­ko Nousianinen

La acción se tras­la­da a la maña­na siguien­te don­de una erup­ción vol­cá­ni­ca sur­gi­da en Islan­dia pro­du­ce una nube de ceni­zas que lle­ga a los paí­ses bál­ti­cos moti­van­do a que el espa­cio aéreo per­ma­nez­ca cerra­do; con los vue­los can­ce­la­dos, el encuen­tro de Caro­li­ne y Jaak­ko se pro­lon­ga más allá de lo espe­ra­do; al mis­mo tiem­po ella demues­tra que domi­na el inglés, cau­san­do natu­ral sor­pre­sa en su oca­sio­nal compañero.

En el affai­re sur­gi­do ambos son cons­cien­tes de que se tra­ta de un víncu­lo efí­me­ro; sin embar­go eso no impi­de que huma­na­men­te pue­dan conec­tar­se ínti­ma­men­te don­de cada uno brin­da a la otra par­te deta­lles de su vida per­so­nal; de ese modo se lle­ga a saber que él es padre de un niño en Fin­lan­dia en tan­to que Caro­li­ne le reve­la que en Fran­cia vive en pare­ja con Céli­ne (Arly Jover) quien aguar­da su regreso.

Aun­que la his­to­ria rela­ta­da dis­te de ser ori­gi­nal, cier­tos giros ines­pe­ra­dos gene­ran sor­pre­sas que man­tie­nen la aten­ción del espec­ta­dor. Fun­da­men­tal­men­te, lo que aquí tras­cien­de es el modo en que el rea­li­za­dor des­cri­be a sus com­ple­jos per­so­na­jes refle­jan­do su evo­lu­ción duran­te las pocas horas que trans­cu­rren en común y des­ta­can­do sus vir­tu­des y defec­tos. Todo ello es logra­do gra­cias a las sen­si­bles inter­pre­ta­cio­nes de Cro­ze y Nou­sia­ni­nen quie­nes apro­ve­chan los mati­ces y suti­le­zas con­te­ni­dos en el melan­có­li­co e intros­pec­ti­vo guión de Kupa­ri­nen para trans­mi­tir sus emo­cio­nes. Lejos de la acción que brin­dan los block­bus­ters de Holly­wood, el públi­co selec­ti­vo tie­ne la opor­tu­ni­dad de juz­gar un film sóli­do y atra­yen­te. Jor­ge Gutman

Dos Tram­po­sos Productores

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

THE PRO­DU­CERS. Libro: Mel Brooks y Tho­mas Meehan. Músi­ca y Letra: Mel Brooks. Direc­ción Escé­ni­ca: Ani­sa Came­ron. Direc­ción Musi­cal: Nick Bur­gess.Tra­duc­ción al Idish del libro: Mariam Hoff­man. Tra­duc­ción al Idish de la letra de las can­cio­nes: Rai­sel Can­dib y Aron Gonshor. Coreó­gra­fo: Jonathan Pat­ter­son. Esce­no­gra­fía: Jeremy Gor­da­neer. Dise­ño del Ves­tua­rio: Loui­se Bou­rret. Ilu­mi­na­ción: Luc Prai­rie. Dise­ño del Soni­do: Peter Balov. Elen­co por orden alfa­bé­ti­co: Stephen Booth, Sam Bou­cher, Her­bert Browns­tein, Mit­chell Browns­tein, Arie­lle Buch-Froh­lich, Danie­lle Buch, Toby Clark, Bai­ley Cohen-Kri­chevsky, Chloé Edwards, Pau­la Wolf­man Frank, Janet Gar­mai­se, Anna­bel Gutherz, Helen Gwiaz­da, Nico­la Han­chet, Renée Hod­gins, Amber Jonas, Kas­sie Kar­dos, Judy Kenigs­berg, Betty Kis Marer, Ryan Klig­man, Nao­mi Kraj­den, Elan Kunin, Emma Loe­rick, Gabriel Mahar­jan, Jean­ne Motulsky, Jonathan Pat­ter­son, Karyn Pellatt-Caron, Jonah Pres­ser, Robert Pres­ser, Stephen Maclean Rogers, Alisha Ruiss, Mikey Sam­ra, Bran­don Sch­wartz, Han­nah Shef­fren, Bever­ley Sil­ver­man, Kenny Stein, Sam Stein, Ari Ster­lin, Miran­da Tuwaig y Cori­na Vin­ce­lli. Dura­ción: 2 horas 50 minu­tos (inclu­yen­do un entre­ac­to de 20 minu­tos.) Repre­sen­ta­cio­nes: Has­ta el 10 de julio de 2016 en la sala prin­ci­pal del Segal Cen­tre (www.segalcentre.org)

La com­pa­ñía del Cen­tro Segal con­clu­ye su tem­po­ra­da 2016 – 2017 con la pie­za musi­cal de Mel Brooks The Pro­du­cers. En un esfuer­zo con­jun­to con la par­ti­ci­pa­ción de la Dra­ma­tic Society de Cȏte Saint-Luc se ha logra­do un espec­tácu­lo que no tie­ne des­per­di­cio alguno.

Mikey Samra y Sam Stein (Foto de Andree Lanthier).

Elan Kunin, Mikey Sam­ra y Sam Stein (Foto de Andrée Lanthier).

Esta come­dia musi­cal que habien­do sido estre­na­da en Broad­way en 2001 logró el récord de 12 pre­mios Tony, es por pri­me­ra vez repre­sen­ta­da en idish. Es por eso que antes de juz­gar sus valo­res intrín­se­cos es nece­sa­rio elo­giar el extra­or­di­na­rio resul­ta­do obte­ni­do con la tra­duc­ción efec­tua­da de los diá­lo­gos y la letra de los núme­ros musi­ca­les a dicho idio­ma; en tal sen­ti­do no sola­men­te se ha man­te­ni­do el espí­ri­tu de la ver­sión ori­gi­nal sino que ade­más ha sido cap­ta­do el con­ta­gio­so humor judío que carac­te­ri­za a las ope­re­tas musi­ca­les de dicha lengua.

Sam Stein y Mikey Samra (Foto de Andree Lanthier)

Mikey Sam­ra y Sam Stein (Foto de Andrée Lanthier)

Esta sáti­ra musi­cal se basa en la pelí­cu­la de igual nom­bre que diri­gió Brooks en 1968; en la mis­ma se siguen los pasos de dos pro­duc­to­res tea­tra­les: Max Bialys­tock (Sam Stein), un vete­rano empre­sa­rio de Broad­way, y su apo­ca­doo con­ta­dor Leo Bloom (Mikey Sam­ra). Ambos con­ci­ben un plan para vol­ver­se millo­na­rios recau­dan­do 2 millo­nes de dóla­res de poten­cia­les inver­so­res para pro­du­cir el peor musi­cal que algu­na vez haya sido mon­ta­do en Broad­way; la obra selec­cio­na­da lle­va como títu­lo “Spring­ti­me for Hitler”” (Pri­ma­ve­ra para Hitler) y dada su pési­ma cali­dad ellos están con­ven­ci­dos de que baja­rá de car­tel inme­dia­ta­men­te y así ambos podrán que­dar­se con el dine­ro sobran­te recau­da­do anti­ci­pa­da­men­te. Sin embar­go nada resul­ta de acuer­do a lo pla­nea­do por­que la pie­za logra un reso­nan­te éxi­to de crí­ti­ca y públi­co y como con­se­cuen­cia de ello los dos embau­ca­do­res deben vér­se­las con las auto­ri­da­des impo­si­ti­vas por el frau­de que han urdido.

Sam Stein y Mikey Samra (Foto de Andree-Lanthier)

Sam Stein y Mikey Sam­ra (Foto de Andrée Lanthier)

En esen­cia, el humor irre­ve­ren­te y pro­fano de The Pro­du­cers logró con­quis­tar al públi­co de los dife­ren­tes luga­res don­de ha sido repre­sen­ta­da; algo simi­lar ha ocu­rri­do con los espec­ta­do­res de Mon­treal, a juz­gar por la gran ova­ción brin­da­da en la vela­da de estreno que tuvo lugar esta sema­na; a decir ver­dad, los aplau­sos han sido amplia­men­te merecidos.

Uno de los fac­to­res que con­tri­bu­ye al éxi­to de la pre­sen­te pro­duc­ción es la ima­gi­na­ti­va pues­ta escé­ni­ca de Ani­sa Came­ron que supo supe­rar el incon­ve­nien­te de dis­po­ner de un redu­ci­do esce­na­rio al haber con­se­gui­do que el espec­tácu­lo luz­ca bri­llan­te, al mejor esti­lo de Broad­way. Lo cier­to es que ella le impri­mió un rit­mo flui­do y tam­bién supo extraer lo mejor de su mul­ti­ta­len­to­so elenco.

Sam Stein, Mikey Samra y Compañía (Foto de Andree Lanthier)

Sam Stein, Mikey Sam­ra y Com­pa­ñía (Foto de Andrée Lanthier)

Como uno de los dos pro­ta­go­nis­tas Sam Stein vuel­ca una sor­pren­den­te ener­gía logran­do una his­trió­ni­ca carac­te­ri­za­ción del vete­rano empre­sa­rio Bialys­tok que a toda cos­ta quie­re seguir sien­do “El Rey de Broad­way” y lo expre­sa can­tan­do con brío Keneg Fun Broad­way. A su lado, Mikey Sam­ra impre­sio­na favo­ra­ble­men­te como el tími­do Bloom que anhe­la con­ver­tir­se en pro­duc­tor; tam­bién demues­tra agi­li­dad en la inter­pre­ta­ción de can­cio­nes y bai­les logran­do man­te­ner una bue­na quí­mi­ca con Stein. Risas a gra­nel des­pier­ta Elan Kunin como el neo­na­zi e his­té­ri­co autor ger­mano de la obra que se mon­ta­rá en Broad­way y está impa­ga­ble en el núme­ro músi­cal Haben Sie Gehoert Das Deu­t­che Band así como inter­pre­tan­do Der Guten Tag Hop-Clop jun­to a Max y Leo. Jonathan Pat­ter­son se des­ta­ca como el inep­to direc­tor escé­ni­co gay Roger De Bris ofre­cien­do gra­cia y sim­pa­tía en el núme­ro musi­cal Keep It Gay; por su par­te Ryan Klig­man se luce como su afe­mi­na­do asis­ten­te Car­men Ghia. Final­men­te, Alisha Ruiss atrae como la rubia y sen­sual Ulla que logra hacer batir el cora­zón de Bloom.

Ade­más de los ele­men­tos men­cio­na­dos, el espec­tácu­lo es igual­men­te resal­ta­do por la exce­len­te labor del coreó­gra­fo Jonathan Pat­ter­son en la coreo­gra­fía de los núme­ros musi­ca­les así como por el vis­to­so ves­tua­rio dise­ña­do por Loui­se Bou­rret y la ade­cua­da esce­no­gra­fía de Jeremy Gor­dan­ner que per­mi­te que los cam­bios escé­ni­cos se reali­cen en con­ta­dos segundos.

De lo que ante­ce­de, pue­de seña­lar­se que esta pro­duc­ción reúne todos los ele­men­tos nece­sa­rios para que se con­vier­ta en una expe­rien­cia tea­tral de nota­ble cali­dad artística.

Que­ri­da Madre

MIA MADRE. Ita­lia-Fran­cia, 2015. Un film de Nan­ni Moretti

Des­pués de algu­nos años de ausen­cia, el popu­lar direc­tor ita­liano Nan­ni Moret­ti regre­sa al cine ofre­cien­do un film don­de el humor soca­rrón se entre­mez­cla con el tono dra­má­ti­co como es la inmi­nen­te des­apa­ri­ción de un ser que­ri­do. Aun­que este últi­mo tra­ba­jo del rea­li­za­dor no alcan­ce la gran­de­za de sus obras mayo­res, como Caro Dia­rio (1993) o La Stan­za del Figlio (2001) por la que obtu­vo la Pal­ma de Oro, de todos modos Mia Madre se des­ta­ca por su gran cali­dez y rique­za emocional.

Si en el film lau­rea­do en Can­nes tra­ta­ba magis­tral­men­te el due­lo de los padres enfren­tan­do la des­apa­ri­ción pre­ma­tu­ra de un hijo, aquí Moret­ti vuel­ca aspec­tos de su vida per­so­nal ins­pi­rán­do­se en los tris­tes momen­tos vivi­dos duran­te la eta­pa de post pro­duc­ción de su pre­ce­den­te pelí­cu­la Habe­mus Papam (2011) cuan­do per­dió a su madre.

Margherita Buy y John Turturro

Marghe­ri­ta Buy y John Turturro

En un sen­ci­llo pero efec­ti­vo guión que le per­te­ne­ce jun­to a Fran­cis­co Pic­co­lo y Valia San­te­lla, el rea­li­za­dor uti­li­za como su alter ego al per­so­na­je de Marghe­ri­ta, mag­ní­fi­ca­men­te inter­pre­ta­do por Marghe­ri­ta Buy. Ella ani­ma a una direc­to­ra de cine tem­pe­ra­men­tal, con una bue­na dosis de neu­ro­sis y muy absor­ta en sí mis­ma; en el momen­to en que se la ve debe lidiar con varios pro­ble­mas a la vez, entre ellos su cri­sis de pare­ja, algu­nas dife­ren­cias meno­res con su hija ado­les­cen­te (Bea­tri­ce Man­ci­ni) pero sobre todo el tener que afron­tar emo­cio­nal­men­te la con­di­ción de su madre (gran tra­ba­jo de Giu­lia Laz­za­ri­ni) quien seria­men­te enfer­ma y hos­pi­ta­li­za­da, va dete­rio­rán­do­se físi­ca y men­tal­men­te. A todo eso, su her­mano mayor Gio­van­ni (inter­pre­ta­do por Moret­ti), igual­men­te cons­ter­na­do por la enfer­me­dad de su pro­ge­ni­to­ra, opta por dejar su tra­ba­jo para poder estar a su lado.

Simul­tá­nea­men­te, el guión intro­du­ce al film den­tro de otro dado que Marghe­ri­ta está en ple­na fil­ma­ción de una nue­va pelí­cu­la; com­pro­me­ti­da con un cine de con­te­ni­do social, la direc­to­ra abor­da la resis­ten­cia impues­ta por los tra­ba­ja­do­res de una fábri­ca por los des­pi­dos masi­vos ini­cia­dos. En la fic­ción del film en roda­je el nue­vo due­ño de la empre­sa es desem­pe­ña­do por Barry Hug­gins (John Tur­tu­rro), un actor ame­ri­cano ego­cén­tri­co y capri­cho­so que es inca­paz de memo­ri­zar los diá­lo­gos del libre­to; su excén­tri­co com­por­ta­mien­to gene­ra algu­nos de los momen­tos más reide­ros de Mia Madre.

Moret­ti ape­la a una for­ma sen­ci­lla de narra­ción, sin un enfo­que aca­dé­mi­co o solem­ne que tor­ne com­pli­ca­do ni tam­po­co didác­ti­co a su rela­to; a pesar del dra­ma que se desa­rro­lla como telón de fon­do, él opta por la sobrie­dad evi­tan­do car­gar las tin­tas para no abru­mar al espec­ta­dor. Lo que más tras­cien­de de este tierno y deli­ca­do film es la sen­si­bi­li­dad del cineas­ta para resal­tar sus valo­res huma­nos a tra­vés del amor que Marghe­ri­ta y su her­mano sien­ten por la pro­ge­ni­to­ra que se les está yen­do. Al pro­pio tiem­po, el film cons­ti­tu­ye un con­mo­ve­dor tri­bu­to que el cineas­ta brin­da a su que­ri­da madre des­apa­re­ci­da; por si eso fue­se la úni­ca razón, sin duda algu­na ame­ri­ta su visión. 
Jor­ge Gutman