Con­mo­ve­dor Pro­ce­so de Madurez

HOU­SE OF HUM­MING­BIRD. Corea del Sur, 2019. Un film escri­to y diri­gi­do por Bora Kim. 139 minu­tos. Dis­po­ni­ble en VOD en la pla­ta­for­ma de cinemamoderne.com

Tras el gran espal­da­ra­zo que el cine de Corea del Sur reci­bió con Para­si­te, film difun­di­do con estruen­do­so éxi­to en todo el mun­do, tam­bién es jus­to remar­car que otras nota­bles pro­duc­cio­nes pro­vie­nen de este país asiá­ti­co como es el caso de Hou­se of Hum­ming­bird. En un impre­sio­nan­te debut como direc­to­ra y guio­nis­ta Kim Bora demues­tra poseer una espe­cial sen­si­bi­li­dad feme­ni­na al explo­rar con suma deli­ca­de­za el difí­cil perío­do de la ado­les­cen­cia a tra­vés de su per­so­na­je principal.

Saeb­yeo Kim and Jihu Park

La acción trans­cu­rre en Seúl en 1994 don­de algu­nos acon­te­ci­mien­tos tuvie­ron lugar pre­ci­sa­men­te en ese año al cual el film alu­de. Allí habi­ta Eunhee (Jihu Park) de 14 años de edad con su padre abu­si­vo (Ingi Jeong), su madre ocu­pa­da e indi­fe­ren­te tra­tan­do de man­te­ner el sta­tu quo del hogar (Seung Lee), su rebel­de her­ma­na Suhee (Suyeon Bak) y su bru­tal her­mano mayor Daehoon (Sang­yeon Son) que en más de una oca­sión la abofetea.

En el mar­co de un cua­dro fami­liar dis­fun­cio­nal, Eunhee se sien­te extra­ña a la vez que mar­gi­na­da por la fal­ta de amor y la nece­sa­ria aten­ción que un hogar bien cons­ti­tui­do debe­ría pro­di­gar­le. Es así que ella tra­ta de encon­trar solaz con su ami­ga Jisuk (Sae­yun Park), su novie­ci­to Jiwan (Yun­seo Jeong) ‑don­de expe­ri­men­ta­rá los pri­me­ros sín­to­mas de su sexua­li­dad- y pos­te­rior­men­te con Yuri (Hyein Seol), una com­pa­ñe­ra de escue­la con quien man­tie­ne una ambi­gua rela­ción. Sin embar­go lo que más habrá de recon­for­tar­la aní­mi­ca­men­te es su víncu­lo con Youn­gi Kim (Saeb­yeok Kim), su pro­fe­so­ra pri­va­da de chino-man­da­rín, quien a tra­vés de las cla­ses va com­pe­ne­trán­do­se con la sole­dad que la embar­ga brin­dán­do­le el ver­da­de­ro afec­to y cari­ño de las cua­les ella care­cía has­ta ese enton­ces; en su tra­to coti­diano esta docen­te le ofre­cer a su alum­na la con­fian­za y la auto­es­ti­ma nece­sa­ria, que inclu­ye su aspi­ra­ción de artis­ta como dibu­jan­te, para que apre­cie el amor por la vida.

A tra­vés de poco más de dos horas, la nota­ble rea­li­za­do­ra ‑basán­do­se en algu­nas de sus pro­pias expe­rien­cias– brin­da una inme­jo­ra­ble pin­tu­ra de las cosas de la vida por las que Eunhee atra­vie­sa en su pro­ce­so de madu­rez; en ese tran­ce, ade­más de lidiar con su com­ple­ja fami­lia, expe­ri­men­ta­rá la pér­di­da de un fami­liar, afron­ta­rá el ries­go de some­ter­se a una ope­ra­ción por un tumor apa­re­ci­do deba­jo de su ore­ja dere­cha, así como la des­ilu­sión pro­du­ci­da por el aban­dono de algu­nas de sus amis­ta­des; con todo lo más tras­cen­den­te resi­de en la for­ta­le­za asu­mi­da al reci­bir una muy tris­te noti­cia rela­cio­na­da con la tra­ge­dia oca­sio­na­da por el derrum­be de un puen­te col­gan­te de Seúl, acon­te­ci­da en octu­bre de ese año. Simul­tá­nea­men­te Bora Kim no deja de refle­jar los atis­bos del machis­mo exis­ten­te y la dis­cri­mi­na­ción que con­se­cuen­te­men­te gene­ra el tra­to des­igual del géne­ro sexual.

La mag­ní­fi­ca inter­pre­ta­ción de la joven Park per­mi­te que el espec­ta­dor empa­ti­ce por com­ple­to con su per­so­na­je que por pri­me­ra vez en su vida logra que alguien la con­si­de­re en su ver­da­de­ra con­di­ción huma­na. Ade­más de la irre­pro­cha­ble direc­ción de Kim, que man­tie­ne un bajo per­fil emo­cio­nal en su narra­ción, se des­ta­ca la impe­ca­ble foto­gra­fía de Gookh­yun Kang cap­tan­do en pri­me­ros pla­nos los sen­ti­mien­tos con­flic­ti­vos evi­den­cia­dos por Eunhee.

Esta bella ópe­ra pri­ma, que ha mere­ci­do tres impor­tan­tes pre­mios en la cate­go­ría inter­na­cio­nal del Fes­ti­val de Tri­be­ca de 2019 (mejor direc­ción, actua­ción pro­ta­gó­ni­ca y foto­gra­fía), cons­ti­tu­ye una exce­len­te car­ta de pre­sen­ta­ción para Bora Kim a la vez que crea con­si­de­ra­ble expec­ta­ti­va para los futu­ros pro­yec­tos que ella deci­da enca­rar. Jor­ge Gutman

Una Elec­tri­zan­te Acusación

J’AC­CU­SE. Fran­cia, 2019. Un film de Roman Polans­ki. 126 minutos.

Ante­ce­den­tes

Resul­ta difí­cil ana­li­zar este film sin hacer refe­ren­cia a los aspec­tos per­so­na­les de su pres­ti­gio­so rea­li­za­dor. Como es bien sabi­do, en 1977 Roman Polans­ki ha sido acu­sa­do de haber vio­la­do a una menor de 13 años. Sin haber retor­na­do a Esta­dos Uni­dos, don­de ocu­rrió el lamen­ta­ble inci­den­te, a tra­vés del “mea cul­pa” y com­pen­sa­ción mone­ta­ria de por medio, la víc­ti­ma logró per­do­nar­lo y él pro­si­guió con su exi­to­sa carre­ra en Euro­pa don­de reafir­mó su talen­to en varios de sus fil­mes siguien­tes; así, El Pia­nis­ta obtie­ne la Pal­ma de Oro en el Fes­ti­val de Can­nes de 2002 y en 2003 es dis­tin­gui­do con el Oscar al mejor direc­tor. Todo cam­bió a par­tir de octu­bre de 2017 con la apa­ri­ción del movi­mien­to #metoo en don­de el rea­li­za­dor cayó en des­gra­cia al ser­le reti­ra­do la mem­bre­sía de la Aca­de­mia de Holly­wood a la vez que su film D’A­près une his­to­ire vrai que en mayo de 2017 clau­su­ró el Fes­ti­val de Can­nes no pudo ser estre­na­do en varios paí­ses del mun­do, inclui­do Canadá.

Con res­pec­to a J’ac­cu­se, su últi­mo opus y uno de los títu­los que fue ele­gi­do para com­pe­tir en el Fes­ti­val de Vene­cia de 2019, la direc­to­ra argen­ti­na Lucre­cia Mar­tel que pre­si­dió el jura­do comen­tó que no asis­ti­ría al estreno ofi­cial para no ofen­der a las víc­ti­mas que fue­ron obje­to de vio­la­ción sexual. Con esa afir­ma­ción ya esta­ba sem­bra­da la semi­lla del escán­da­lo aun­que a pesar de todo, el film obtu­vo el Gran Pre­mio del Jura­do. De todos modos, eso no aca­lló los comen­ta­rios nega­ti­vos sobre el cineas­ta que se mani­fes­ta­ron en oca­sión de su estreno en Fran­cia y pos­te­rior­men­te con el movi­mien­to de pro­tes­ta en oca­sión de la cere­mo­nia de entre­ga de los César de este año don­de la pelí­cu­la obtu­vo 3 dis­tin­cio­nes, inclui­da la del mejor director.

¿Y aho­ra? Lamen­ta­ble­men­te nada ha cam­bia­do y es así que el públi­co cana­dien­se se ve por segun­da vez impe­di­do de apre­ciar un valio­so tra­ba­jo de Polans­ki debi­do a que nin­gún dis­tri­bui­dor se ha atre­vi­do a adqui­rir­lo por temor a las pro­tes­tas que pudie­ra gene­rar su exhi­bi­ción en sala. Dada la situa­ción des­crip­ta, por el momen­to uno de los medios para juz­gar J’ac­cu­se es adqui­rien­do el DVD o Blu-ray en línea.

Eva­lua­ción

Dejan­do de lado cual­quier tipo de pre­jui­cio, se pue­de ade­lan­tar que el film es una obra maes­tra. Polans­ki, valién­do­se del guión por el escri­to en cola­bo­ra­ción con Robert Harris quien es el autor de la nove­la en que se basa, ofre­ce una admi­ra­ble repro­duc­ción de un deni­gran­te acto de into­le­ran­cia que tuvo lugar en Fran­cia en 1895; eso acon­te­ció cuan­do el capi­tán del ejér­ci­to fran­cés de ori­gen judío Alfred Drey­fus fue juz­ga­do por sus pares como trai­dor por haber actua­do como espía de los ale­ma­nes. A pesar de cla­mar viva­men­te su ino­cen­cia, Drey­fus (Louis Garrel) fue des­po­ja­do de su inves­ti­du­ra mili­tar y cas­ti­ga­do a pri­sión per­pe­tua en la terro­rí­fi­ca cár­cel de Isla del Dia­blo en la Gua­ya­na francesa.

Jean Dujar­din

En su sobria narra­ción Polans­ki evi­ta la nota emo­cio­nal para que en cam­bio el espec­ta­dor cere­bral­men­te ana­li­ce los por­me­no­res que pos­te­rior­men­te acae­cie­ron a tra­vés de la ópti­ca del coro­nel Geor­ges Pic­quart (Jean Dujar­din). Este fun­cio­na­rio del ejér­ci­to que había sido pro­fe­sor de Drey­fus en la escue­la mili­tar no tuvo empa­cho alguno en hacer­le saber en su momen­to que a pesar de su ani­mo­si­dad a los judíos él lo res­pe­ta­ba como ser humano.

La acción empie­za des­pués de que Drey­fus es con­de­na­do y cuan­do Pic­quart es pro­mo­vi­do a coro­nel actuan­do como jefe del ser­vi­cio de con­tra­es­pio­na­je de Fran­cia Por impe­rio de for­tui­tas cir­cuns­tan­cias, este alto fun­cio­na­rio mili­tar lle­ga a deter­mi­nar que real­men­te ha habi­do un gra­ve error en las prue­bas que fue­ron some­ti­das duran­te el jui­cio de Drey­fus y por lo tan­to deci­de inves­ti­gar a fon­do el per­ti­nen­te lega­jo. Sin embar­go, su tarea se ve obs­ta­cu­li­za­da por los incon­ve­nien­tes inter­pues­tos por sus supe­rio­res, entre ellos el del des­de­ña­ble y arro­gan­te gene­ral Gon­se (Her­vé Pie­rre); a pesar de las evi­den­cias demos­tra­das de que el ver­da­de­ro cul­pa­ble había sido el mayor Fer­di­nand Wal­sin Esterhazy y que Drey­fus fue obje­to de una vil mani­pu­la­ción, Pic­quart reci­be la orden de no pro­se­guir con la inves­ti­ga­ción; cla­ra­men­te, el ejér­ci­to no esta­ba dis­pues­to a reco­no­cer la ver­dad para no menos­ca­bar su reputación.

Lo que sigue es his­to­ria bien cono­ci­da por la gran difu­sión alcan­za­da a nivel públi­co. En gran par­te eso es debi­do a que el abe­rran­te acto de injus­ti­cia hacia el ex capi­tán es denun­cia­do en 1898 por el renom­bra­do escri­tor Émi­le Zola; su valien­te ale­ga­to inti­tu­la­do J’ accu­se diri­gi­do al pri­mer minis­tro fran­cés Félix Fau­re, alcan­za dimen­sión nacio­nal al apa­re­cer en pri­me­ra pla­na del perió­di­co L’Au­ro­re.

Con gran pre­ci­sión y sumi­nis­tran­do con­si­de­ra­ble dosis de intri­ga al rela­to, Polans­ki sin recu­rrir a exqui­si­te­ces visua­les des­cri­be magis­tral­men­te a un hom­bre que a pesar de su anti­pa­tía hacia los semi­tas se con­vier­te en el devo­to defen­sor de un con­de­na­do ino­cen­te. El rea­li­za­dor ha encon­tra­do en Dujar­din al intér­pre­te ideal quien de mane­ra con­te­ni­da carac­te­ri­za a un indi­vi­duo que debien­do su leal­tad al ejér­ci­to, sin embar­go se nie­ga a cum­plir las ins­truc­cio­nes de sus supe­rio­res res­pon­dien­do así al dic­ta­do que le sumi­nis­tra su con­cien­cia de actuar como un ínte­gro pro­fe­sio­nal. Aun­que en muy segun­do plano, igual­men­te satis­fa­ce Garrel como el chi­vo expia­to­rio de la mons­truo­si­dad come­ti­da por el ejér­ci­to fran­cés infec­ta­do por un fuer­te antisemitismo.

El film per­ma­ne­ce en la memo­ria lar­go tiem­po des­pués de su visión dejan­do una impre­sión de pro­fun­da tris­te­za y amar­gu­ra. A pesar de que Drey­fus es final­men­te reha­bi­li­ta­do en 1906 por el deli­to que nun­ca come­tió, el anti­se­mi­tis­mo per­sis­tió. Lo más lamen­ta­ble es que este nega­ti­vo sen­ti­mien­to de recha­zo hacia las per­so­nas de ascen­den­cia o nacio­na­li­dad judía se man­tie­ne vigen­te, sobre todo con su recru­de­ci­mien­to tan­to en Fran­cia como en otros sitios del mun­do. De allí que este excep­cio­nal dra­ma de Polans­ki impac­ta sen­si­ble­men­te en la medi­da que per­mi­te al públi­co refle­xio­nar sobre uno de los endé­mi­cos males que afli­ge a la huma­ni­dad. Jor­ge Gutman

Intras­cen­den­te Rela­to de Ficción

AME­RI­CAN WOMAN. Cana­dá, 2019. Un film escri­to y diri­gi­do por Semi Che­llas. 85 minu­tos. Dis­po­ni­ble en diver­sas pla­ta­for­mas de streaming

Recrean­do las últi­mas sema­nas de una céle­bre joven secues­tra­da en la déca­da del 70, la direc­to­ra y guio­nis­ta Semi Che­llas ofre­ce en Ame­ri­can Woman un rela­to de fic­ción que no lle­ga a trascender.

Patty Camp­bell Hearst, la nie­ta y rica here­de­ra del famo­so mag­na­te de pren­sa William Hearst, fue rap­ta­da en la noche del 4 de febre­ro de 1974 de su depar­ta­men­to del cam­pus de la Uni­ver­si­dad de Ber­ke­ley. Sus secues­tra­do­res eran miem­bros del Ejér­ci­to de Libe­ra­ción Sym­bio­ne­se, un gru­po de terro­ris­tas de ultra­iz­quier­da. Curio­sa­men­te duran­te los 20 meses de su cau­ti­ve­rio fue víc­ti­ma del Sín­dro­me de Esto­col­mo, don­de des­pués de un lava­do de cere­bro se unió a sus cap­to­res trans­for­mán­do­se en una genui­na guerrillera.

Hong Chau y Sarah Gadon

En base a lo que ante­ce­de Che­llas ubi­ca la acción en las últi­mas sema­nas antes de su deten­ción en 1975. La tra­ma adop­ta el pun­to de vis­ta de Jenny Shi­ma­da (Hong Chau); una fer­vo­ro­sa anti­bé­li­ca acti­vis­ta que se man­tie­ne fugi­ti­va por haber par­ti­ci­pa­do en la explo­sión de un edi­fi­cio en un movi­mien­to de pro­tes­ta con­tra la gue­rra de Viet­nam. A tra­vés de uno de sus con­tac­tos ella es asig­na­da para que se infil­tre y obser­ve el accio­nar de Juan (John Gallagher Jr.) e Yvon­ne (Lola Kir­ke), una pare­ja de ines­ta­bles e inma­du­ros acti­vis­tas revo­lu­cio­na­rios que se encuen­tran reclui­dos en una caba­ña soli­ta­ria al nor­te de Nue­va York don­de man­tie­nen cau­ti­va a Pau­li­ne (Sarah Gadon), la fic­ti­cia Patty Hearst, ideo­ló­gi­ca­men­te aso­cia­da a la cau­sa de estos guerrilleros.

A pesar de su bre­ve dura­ción este psi­co­dra­ma se tor­na fati­go­so. Aun­que la direc­to­ra tie­ne bue­nos ante­ce­den­tes como escri­to­ra de un par de series con­ce­bi­das para la tele­vi­sión, en su debut para el cine ella se vale de un guión poco ins­pi­ra­do que no per­mi­te que la his­to­ria narra­da lle­gue a cun­dir. Así. con una ende­ble des­crip­ción de sus per­so­na­jes, el rela­to se nutre de situa­cio­nes que no alcan­zan a cohe­sio­nar­se satisfactoriamente.

A pesar de las limi­ta­cio­nes del libre­to, Chau ofre­ce una muy bue­na carac­te­ri­za­ción de una acti­vis­ta polí­ti­ca no exen­ta de con­tra­dic­cio­nes; igual­men­te resul­ta pota­ble el lazo de afec­to que gra­dual­men­te va sur­gien­do entre su per­so­na­je y el de Pau­li­ne ‑con la con­vin­cen­te actua­ción de Gadon- cuan­do aban­do­nan la cabi­na de refu­gio e ini­cian un via­je a lo lar­go del camino. De todos modos, estos ele­men­tos posi­ti­vos más la bue­na repro­duc­ción de épo­ca no alcan­zan a com­pen­sar las falen­cias de este rela­to caren­te de un foco pre­ci­so. Jor­ge Gutman

TIFF 2020

Pri­me­ros Anuncios 

En un comu­ni­ca­do de pren­sa el Toron­to Inter­na­tio­nal Film Fes­ti­val ‑la mues­tra de cine más impor­tan­te de Amé­ri­ca del Nor­te- dio a cono­cer algu­nos deta­lles de la 45ª edi­ción que ten­drá lugar des­de el 10 has­ta el 19 de sep­tiem­bre de 2020.

Tenien­do en cuen­ta la gra­ve­dad que el mun­do atra­vie­sa debi­do al Covid 19, TIFF ofre­ce­rá una híbri­da edi­ción adap­ta­da a las cir­cuns­tan­cias que inclui­rá una muy redu­ci­da can­ti­dad de pelí­cu­las com­pues­tas de 50 lar­go­me­tra­jes y cin­co pro­gra­mas de cortos.

CON­CRE­TE COW­BOY (Foto: TIFF)

Duran­te los pri­me­ros cin­co días de la mues­tra se efec­tua­rán pro­yec­cio­nes físi­cas en 3 dife­ren­tes luga­res ade­más de otras rea­li­za­das en auto­ci­nes, res­pe­tan­do la reque­ri­da dis­tan­cia social. Simul­tá­nea­men­te se ofre­ce­rán pro­yec­cio­nes vir­tua­les. Asi­mis­mo, por esta vía habrán alfom­bras rojas, entre­vis­tas y con­fe­ren­cias de pren­sa con rea­li­za­do­res y artis­tas, colo­quios como así tam­bién char­las de la industria.

Los films anti­ci­pa­dos has­ta el momen­to por Joan­na Vicen­te y Came­ron Bai­ley, los direc­to­res del TIFF, inclu­yen 4 selec­cio­na­dos ofi­cial­men­te por el Fes­ti­val de Can­nes: Amo­ni­te (Gran Bre­ta­ña), de Fran­cis Lee, Another Round (Dina­mar­ca), de Tho­mas Vin­ter­berg; Spring Blos­som (Fran­cia), ópe­ra pri­ma de Suzan­ne Lin­don y True Mothers (Japón), de Nao­mi Kawase.

En pri­mi­cia mun­dial se pre­sen­ta­rán Brui­sed (Esta­dos Uni­dos), ópe­ra pri­ma de Halle Berry; Con­cre­te Cow­boy (Esta­dos Uni­dos), de Ricky Staub; Fau­na (Méxi­co-Cana­dá), de Nico­lás Pere­da y Good Joe Bell (Esta­dos Uni­dos), de Rei­nal­do Mar­cus Green.

Para esta edi­ción, TIFF dará la bien­ve­ni­da a 50 cele­bra­dos direc­to­res y acto­res invi­ta­dos que sin duda con­tri­bui­rán a real­zar el even­to. Entre algu­nos de los pres­ti­gio­sos invi­ta­dos ombres se encuen­tran los de​Ava DuVernay​,​Tai­ka Waititi​,​Anu­rag Kashyap​,​Nico­le Kidman​,​Mar­tin Scorsese​,​Nadi­ne Labaki​,​Alfon­so Cuarón​,​Tan­too Cardinal​,​Riz Ahmed​,​Rian Johnson​,​Jason Reitman​,​Isa­be­lle Huppert​,​Clai­re Denis​,​Atom Egoyan​,​Pri­yan­ka Chopra​,​Vig­go Mortensen,​Zhang Ziyi​,​David Oyelowo​,​Lulu Wang​,​Rosa­mund Pike​,​Sarah Gadon​y​Denis Villeneuve.

Una Madre Sustituta

THE SURRO­GA­TE. Esta­dos Uni­dos, 2020. Un film escri­to y diri­gi­do por Jeremy Hersh. Dis­po­ni­ble en la pla­ta­for­ma cinemaduparc.com

Es bien sabi­do que muchos padres que no pue­den tener hijos pro­pios ya sea por infer­ti­li­dad o por inca­pa­ci­dad de con­ce­bir recu­rren a madres sus­ti­tu­tas para lograr­lo. A veces sue­len gene­rar­se situa­cio­nes difí­ci­les si- por ejem­plo- la mujer por­ta­do­ra al haber­se enca­ri­ña­do con el bebé duran­te el perío­do de ges­ta­ción, des­pués del par­to se nie­ga a ceder­lo a quie­nes le han soli­ci­ta­do su ser­vi­cio. Aun­que este tema ya ha sido con­si­de­ra­do ante­rior­men­te, con The Surro­ga­te el novel direc­tor y guio­nis­ta Jeremy Hersh lo enfo­ca a tra­vés de una ópti­ca dife­ren­te; al hacer­lo ha logra­do un bello film que al no ser posi­ble de estre­nar­se en las salas de cine se tie­ne la posi­bi­li­dad de apre­ciar­lo en línea.

Jas­mi­ne Bat­che­lor carac­te­ri­za a Jess, una joven gra­dua­da uni­ver­si­ta­ria que se desem­pe­ña como dise­ña­do­ra de sitios web para una orga­ni­za­ción sin fines de lucro en Brooklyn. Aun­que sen­ti­men­tal­men­te no logra ple­na satis­fac­ción con su ena­mo­ra­do Nate (Bran­don Michael Hall), en cam­bio cele­bra y dis­fru­ta de la amis­tad man­te­ni­da con su gran ami­go Josh (Chris Per­fet­ti) y su mari­do Aaron (Sulli­van Jones). Como esta pare­ja desea tener un hijo, ella acep­ta gus­to­sa­men­te ser la madre sus­ti­tu­ta sin nece­si­dad de recu­rrir a for­ma­li­da­des legales.

Sulli­van Jones, Jas­mi­ne Bat­che­lor y Chris Perfetti

Cuan­do Jess com­prue­ba que está emba­ra­za­da y comu­ni­ca su esta­do a los futu­ros papás, el trío com­par­te entu­sias­ma­da­men­te la bue­na nue­va; sin embar­go, la eufo­ria será de cor­to alcan­ce. El motor que impul­sa al rela­to es cuan­do en un examen pre­na­tal se des­cu­bre que el bebé que se está ges­tan­do nace­rá con el sín­dro­me Down. Esta noti­cia entris­te­ce a Josh y Aaron y en los días que siguen se pro­du­ce una inde­ci­sión sobre cómo pro­ce­der fren­te a tal situación.

La ori­gi­na­li­dad de la his­to­ria plan­tea­da por Hersh resi­de en el dile­ma moral que con­lle­va. Ade­más del aspec­to finan­cie­ro que requie­re la crian­za y edu­ca­ción del futu­ro hijo, en este caso se agre­ga el dis­po­ner del tiem­po nece­sa­rio para cui­dar­lo. Si ambos padres tra­ba­jan sur­ge la pre­gun­ta de quién se ocu­pa­rá del niño, qué será de él cuan­do vaya cre­cien­do y sobre todo cómo sobre­lle­var la car­ga emo­cio­nal que todo ello impli­ca. La cues­tión más rele­van­te resi­de en la res­pon­sa­bi­li­dad de traer al mun­do a una cria­tu­ra discapacitada.

Resul­ta impo­si­ble per­ma­ne­cer indi­fe­ren­te al pro­ble­ma plan­tea­do en este dra­ma sutil­men­te expues­to. En tal sen­ti­do el guión intro­du­ce situa­cio­nes de con­si­de­ra­ble sen­si­bi­li­dad como cuan­do Jess, cons­ter­na­da por lo que suce­de, deci­de acu­dir a un cen­tro comu­ni­ta­rio para saber cómo se con­du­cen los padres de hijos que pade­cen de ese sín­dro­me; emo­ti­vas esce­nas se pro­du­cen a tra­vés de su encuen­tro con Brid­get (Broo­ke Bloom), la joven madre de un niño (Leon Lewis) con ese pro­ble­ma, y pos­te­rior­men­te con San­dra (Meg Gib­son) quien es otra madre que atra­vie­sa la mis­ma situación.

El con­flic­to dra­má­ti­co se acre­cien­ta por­que Jess desea pro­se­guir el emba­ra­zo en tan­to que sus ami­gos no están de acuer­do con su deci­sión. No es con­ve­nien­te reve­lar cómo que­da resuel­to el intri­gan­te dile­ma para no des­in­cen­ti­var el inte­rés del públi­co deseo­so de verlo.

A la muy bue­na rea­li­za­ción e impe­ca­ble guión de Hersh se agre­gan la inter­pre­ta­ción de Bat­che­lor quien mag­ní­fi­ca­men­te trans­mi­te la varia­da gama emo­cio­nal que adquie­re su per­so­na­je a medi­da que el con­flic­to de la his­to­ria pro­gre­sa; su nota­ble actua­ción no des­me­re­ce las de Per­fet­ti y Jones quie­nes infun­den elo­cuen­te auten­ti­ci­dad carac­te­ri­zan­do a los frus­tra­dos padres. El repar­to inclu­ye efi­cien­tes acto­res en roles de apo­yo don­de ade­más del muy buen desem­pe­ño de Broo­ke Bloom, igual­men­te se des­ta­can Leon Addi­son Brown y Ton­ya Pin­kins como los padres de Jess así como Ebo­ni Booth como su her­ma­na mayor.

Con su ópe­ra pri­ma el direc­tor logró.un dra­ma moral de gran cali­dad que se ubi­ca entre los mejo­res fil­mes vis­tos duran­te este pan­dé­mi­co año. Jor­ge Gutman