Cora­zo­nes Valientes

COEURS VAI­LLANTS. Fran­cia-Bél­gi­ca, 2021. Un film de Mona Acha­che. 92 minutos

Nun­ca habrán de fal­tar his­to­rias vin­cu­la­das con situa­cio­nes acae­ci­das en la Segun­da Gue­rra y espe­cí­fi­ca­men­te duran­te el régi­men de Vichy en que Fran­cia estu­vo ocu­pa­da por las fuer­zas mili­ta­res del Ter­cer Reich.

Una esce­na de COEURS VAILLANTS

En la drás­ti­ca reda­da que tuvo lugar con­tra los judíos fran­ce­ses en julio de 1942 don­de fue­ron tras­la­da­dos al Veló­dro­mo de Invierno de París, muchos chi­cos fue­ron sepa­ra­dos de sus padres que­dan­do des­pro­te­gi­dos. La rea­li­za­do­ra Mona Acha­che, ins­pi­ra­da en su abue­la judía que cuan­do niña vivió esa dra­má­ti­ca expe­rien­cia, escri­bió el guión con Chris­tophe Offens­tein y Jean Cot­tin cen­tran­do la aten­ción en algu­nos de esos niños y ado­les­cen­tes que tuvie­ron que afron­tar esa situación.

La his­to­ria comien­za en Agos­to de 1942 en que Han­nah (Maé Rou­det Rubens) Jac­ques (Leo Riehl), Josef (Fer­di­nand Redou­loux), Cla­ra (Lila-Rose Gil­ber­ti), Hen­riet­te (Asia Suis­sa-Fue­ller) y Léon (Luka Hag­gè­ge) via­jan escon­di­dos en un camión que trans­por­ta varios bul­tos de cua­dros pro­ce­den­tes del Lou­vre y de otros museos nacio­na­les y colec­cio­nes pri­va­das; el des­tino es el cas­ti­llo de Cham­bord a fin de que las valio­sas obras de arte que­da­ran allí depo­si­ta­das y cui­da­das por el cura­dor (Swann Arlaud) mien­tras dura­se el con­flic­to béli­co para evi­tar que sean expo­lia­das por los nazis. Una vez en el cas­ti­llo, estos niños judíos des­em­bar­can y Rosa (Cami­lle Cot­tin), la con­ser­va­do­ra del Museo de Lou­vre, los toma a su cui­da­do. Pero pron­ta­men­te esta arries­ga­da y valien­te mujer com­pren­de que el cas­ti­llo resul­ta peli­gro­so para pro­te­ger­los debi­do a la pre­sen­cia de sol­da­dos nazis que mero­dean el lugar; de allí que el modo más ade­cua­do para poder sal­var­los es a tra­vés del reco­rri­do que los niños debe­rán efec­tuar en el bos­que que domi­na al cas­ti­llo con la espe­ran­za de poder pasar a la zona libre, aún no ocu­pa­da por Alemania.

La direc­to­ra adop­ta un tra­ta­mien­to sen­ci­llo en su expo­si­ción logran­do una bue­na pues­ta escé­ni­ca y aun­que el film no lle­ga a insu­flar por com­ple­to la ten­sión del peli­gro que atra­vie­san sus per­so­na­jes a fin de sus­ci­tar una emo­ción más inten­sa, de todos modos que­da com­pen­sa­do por la soli­dez de su elen­co. Los meno­res acto­res refle­jan ple­na auten­ti­ci­dad en sus roles, trans­mi­tien­do el sen­ti­mien­to de pena sus­ci­ta­do cuan­do Cla­ra, mue­re en un pan­tano. Asi­mis­mo Cot­tin carac­te­ri­za muy bien a la osa­da mujer preo­cu­pa­da en ampa­rar a los chi­cos como asi­mis­mo ase­gu­rar que las pie­zas de los museos que­den en buen res­guar­do; resul­ta intere­san­te acla­rar que para este per­so­na­je los guio­nis­tas se ins­pi­ra­ron en Rose Valland, quien ha sido una pres­ti­gio­sa his­to­ria­do­ra de arte y que ade­más de haber par­ti­ci­pa­do en la Resis­ten­cia Fran­ce­sa duran­te la gue­rra, en 1941 fue cura­do­ra del Museo Jeu de Pau­me de París.

Si bien lo que se apre­cia es un rela­to de fic­ción, su ilus­tra­ción está basa­da en acon­te­ci­mien­tos reales; es así que en los cré­di­tos fina­les se lee que entre 1940 y 1945 más de 11 mil niños judíos han sido depor­ta­dos y ase­si­na­dos en los cam­pos nazis en tan­to que 60 mil pudie­ron sal­var sus vidas escondiéndose.

Glo­bal­men­te con­si­de­ra­do, Coeurs Vai­llants es un film hones­to y meri­to­rio de con­tem­plar en el que la rea­li­za­do­ra rin­de tri­bu­to a niños y ado­les­cen­tes que enfren­ta­ron la muer­te duran­te el Holo­caus­to. Jor­ge Gutman