Mons­truos del Pacífico

PACI­FIC RIM. Esta­dos Uni­dos, 2013. Un film de Gui­ller­mo del Toro 

Con­si­de­ra­do como un maes­tro del cine fan­tás­ti­co, Gui­ller­mo del Toro incur­sio­na aho­ra en una aven­tu­ra de cien­cia fic­ción sobre el ya cono­ci­do tema de la extin­ción del mun­do que en este caso es debi­do a impia­do­sos enemi­gos que sur­gen de las pro­fun­di­da­des oceá­ni­cas. 

Charlie Hunnam y Rinco Kikuchi

Char­lie Hun­nam y Rin­co Kikuchi

En decla­ra­cio­nes a la pren­sa el rea­li­za­dor ha mani­fes­ta­do su entu­sias­mo por las his­to­rias vin­cu­la­das con gigan­tes­cos y anor­ma­les engen­dros de la natu­ra­le­za. De allí que jun­ta­men­te con el guio­nis­ta Tra­vis Bea­cham haya pre­pa­ra­do un guión en don­de enor­mes robots crea­dos por el hom­bre ten­drán que enfren­tar a los terri­bles mons­truos que están devas­tan­do nues­tro pla­ne­ta. La típi­ca his­to­ria de las fuer­zas del bien luchan­do con­tra las del mal es la excu­sa para que el públi­co asis­ta a un film de gran acción carac­te­ri­za­do por bata­llas des­co­mu­na­les que visual­men­te habrán de des­lum­brar al públi­co asi­duo a este tipo de espec­tácu­los. 

La acción que se ubi­ca en un futu­ro cer­cano des­cri­be la con­ti­nua­da bata­lla que los huma­nos man­tie­nen con los “Kai­ju”; se tra­ta de cria­tu­ras mons­truo­sas que se ele­van des­de el Océano Pací­fi­co cau­san­do devas­ta­cio­nes y cobran­do innu­me­ra­bles víc­ti­mas. Para enfren­tar al terri­ble mal, la huma­ni­dad tra­ta de defen­der­se con los “Jae­ger”, nom­bre adju­di­ca­do a metá­li­cos robots de casi 100 metros de altu­ra, don­de cada uno de los mis­mos está mane­ja­do por dos pilo­tos tele­pá­ti­ca­men­te vinculados. 

Den­tro del con­tex­to des­crip­to, Raleigh Bec­kett (Char­lie Hun­nam), un ex gue­rre­ro y expe­ri­men­ta­do pilo­to quien 5 años atrás per­dió a su her­mano en un encuen­tro ante­rior con un Kai­ju, es con­vo­ca­do por Stac­ker Pen­te­cost (Idris Elba), el direc­tor del pro­gra­ma Jae­ger,  para mane­jar uno de los anti­guos robots con la asis­ten­cia de Mako Mori (Rin­ko Kiku­chi), una joven apren­diz sin mucha expe­rien­cia que actua­rá de copi­lo­to; se tra­ta de un últi­mo recur­so para tra­tar de derro­tar al impla­ca­ble enemi­go.  

Dada la natu­ra­le­za de esta his­to­ria, que en líneas gene­ra­les está des­pro­vis­ta de sor­pre­sas, se hace difí­cil pre­ten­der algu­na pro­fun­di­dad en sus per­so­na­jes. En mate­ria de actua­ción, tam­po­co hay nada espe­cial para resal­tar por par­te de los acto­res prin­ci­pa­les, sal­vo que lla­ma la aten­ción la fal­ta de quí­mi­ca que debe­ría exis­tir entre los per­so­na­jes de Raleigh y Mako; den­tro de los intér­pre­tes secun­da­rios, en cam­bio se des­ta­can Char­lie Day y Burn Gor­man quie­nes como dos cien­tí­fi­cos locos ofre­cen la cuo­ta de humor nece­sa­ria para ali­viar ten­sio­nes. 

Lo que aquí se apre­cia es una pelí­cu­la de acción y aven­tu­ras a gra­nel que a pesar de ser uno de los tra­ba­jos menos rele­van­tes del inven­ti­vo cineas­ta mexi­cano, hay cier­tos ele­men­tos que lo dis­tin­guen de otros fil­mes del mis­mo géne­ro. En pri­mer lugar, habrá que reco­no­cer la sen­ci­llez con que el rea­li­za­dor rela­ta esta fan­ta­sía y sobre todo la pues­ta escé­ni­ca emplea­da en la expo­si­ción de las bata­llas cam­pa­les que se pro­du­cen entre las par­tes en pug­na, don­de el espec­ta­dor tie­ne cla­ra idea sobre lo que está acon­te­cien­do. Otro ele­men­to impor­tan­te es que los efec­tos visua­les del film lo con­vier­ten en su ver­da­de­ro pro­ta­go­nis­ta y en tal sen­ti­do es apre­cia­ble la meticu­losi­dad del direc­tor quien rodea­do de un valio­so equi­po de pro­duc­ción ha logra­do sor­pren­der con los inge­nio­sos dise­ños de los mons­truos del Pací­fi­co y de los inmen­sos robots.

Con­clu­sión: Del Toro ofre­ce un exu­be­ran­te espec­tácu­lo que aun­que pre­de­ci­ble ofre­ce efec­ti­vas bata­llas épi­cas de sor­pren­den­te des­plie­gue visual. Jor­ge Gutman