ONLY LOVERS LEFT ALIVE. Gran Bretaña-Alemania, 2013. Un film escrito y dirigido por Jim Jarmush
Internándose en un terreno inusual, Jim Jarmush ofrece un relato romántico de una atípica pareja de vampiros humanos. El realizador, que por primera vez filma una película en forma digital, insufla a su relato con música y cierto contenido poético, aunque sin dejar de lado los clichés propios del género.
Los amantes sobrevivientes que dan título al film son dos vampiros que viven en diferentes lugares del planeta pero que a pesar del espacio geográfico que los separa el amor permanece intacto entre ellos. Adam (Tom Hiddleston) es un músico rockero en estado depresivo y sin gran motivación que reside en una gótica casa de la decaída ciudad de Detroit; este sujeto parece evidenciar cierto cansancio por una inmortalidad no del todo deseada después de haber vivido largamente durante varios siglos. Completamente retraído del mundo exterior por despreciar a la sociedad en que vive, su contacto con humanos lo realiza a través de dos personas; una de ellas es el Dr. Watson (Jeffrey Wright) quien le suministra la sangre obtenida del hospital local donde trabaja, de modo que Adam no necesita atacar a la gente para poder alimentarse; el otro humano es Ian (Anton Yelchin), un músico colega que le provee guitarras y/o balas en el caso que opte suicidarse. Eve (Tilda Swinton), la esposa de Adam, habita en Tánger y responde a un carácter totalmente opuesto al suyo por cuanto disfruta plenamente de su existencia y sus inclinaciones intelectuales le permiten gozar en las conversaciones literarias mantenidas con el centenario poeta vampiro Christopher Marlowe (John Hurt) quien parece haber sido el autor de las obras de Shakespeare.
El reencuentro del matrimonio se produce cuando Eve en una conversación de video que mantiene con su marido lo nota desesperanzado; es así que ella vuela de inmediato a Detroit para tratar de estimularlo sobre las cosas lindas que la vida puede seguir ofreciéndoles a pesar de estar rodeados de zombies, tal como ellos denominan a los humanos a quienes califican de estúpidos. El romántico encuentro de estas dos almas gemelas se ve alterado con la llegada inesperada de Ada (Mia Wasikowska), la rebelde e irascible hermana menor de Eve, quien perturba la intimidad de los enamorados. Si bien el tono de comedia melancólica está bien logrado, la última parte del relato con su dramático desenlace resulta deslucida.
Argumentalmente, la historia es relativamente endeble y lánguida sin que pase mucho en su desarrollo como para suscitar intriga o gran emoción; sin embargo lo que trasciende en este film es la buena interpretación central de Hiddlestone y Swinton quienes dentro de las características especiales impuestas por el relato transmiten adecuadamente los sentimientos que animan a sus personajes. Contrastando el nihilismo de Adam con la luminosidad de Eve, ambos intérpretes dotan a sus personajes una apreciable melancolía. Además de un humor irónico ‑característico de las películas de Jarmush- el film se nutre de referencias relacionadas con la ciencia, literatura, danza y otras ramas de la cultura que se acoplan adecuadamente al mismo.
Visualmente elegante, la fotografía de Yorick le Saux crea la atmósfera necesaria funcional a la trama donde, entre otros elementos, queda resaltada la desolada visión nocturna de Detroit. Finalmente Jarmush, que antes que cineasta fue músico, otorga especial atención a la banda sonora, sobre todo porque la música juega en este film un rol importante; para ello contó con la participación de Jozef van Wissem y Sqürl, incluyendo tanto música clásica como así también melodías de carácter popular matizada por las canciones de Wanda Jackson, Denise la Salle o bien la ofrecida por la excelente cantante libanesa Yasmine Hamdam.
Conclusión: Una ensoñadora historia de vampiros un tanto desnivelada que conformará a los cinéfilos adictos al cine de Jarmush. Jorge Gutman