WORDS AND PICTURES. Estados Unidos, 2013. Un film de Fred Schepisi
¿Tiene Romeo y Julieta de William Shakespeare mayor resonancia artística que el extraordinario Guernica de Pablo Picasso? Esta pregunta fuera de contexto resulta un tanto absurda por cuanto es imposible comparar dos obras de trascendencia universal en donde una de ellas transmite su riqueza interior a través de la palabra escrita mientras que la otra subyuga al mundo con sus dramáticas imágenes. Sin embargo, ese interrogante se plantea en este original film de Fred Schepisi generando una relación conflictiva entre el valor de las palabras y la emoción de las imágenes.
La acción transcurre en una pequeña ciudad de Maine en Estados Unidos, donde Jack Marcus (Clive Owen) se desempeña como profesor de literatura inglesa en una reputada escuela de enseñanza media. Si bien años atrás se destacó como autor literario, su adicción al alcohol le ha hecho perder la inspiración necesaria para proseguir como escritor y poeta, además de ver peligrada su posición de docente debido a su vicio. En todo caso, eso no impide que demuestre un gran entusiasmo cuando está dictando clases, tratando de insuflar a sus alumnos el invalorable poder de la palabra escrita como medio de comunicación humana mediante citas de algunos extractos de libros de célebres escritores.
La incorporación a la escuela de la pintora italiana Dina Delsanto (Juliette Binoche) como la nueva profesora de arte, es el elemento generador del conflicto que nutre al relato. Su carácter poco sociable se debe a que sufre de artritis reumatoide, lo que la obliga a movilizarse con un bastón y a adoptar posturas especiales cuando pinta. En su carácter de instructora, se vale de algunas pinturas para transmitir a la clase la importancia del arte donde las imágenes de los cuadros adquieren una fuerza y dimensión de comunicación que –según ella- de ningún modo pueden cubrir las palabras que no son más que “trampas” y “mentiras”. A partir de allí queda entablado un duelo verbal entre Dina y Jack a quien ella no tolera por su sarcasmo y arrogancia, y en donde toda la escuela se convierte al poco tiempo en testigo de las irreconciliables posiciones que envuelven a estos dos personajes. De todos modos, la animosidad entre ambos no es óbice para que exista una disimulada atracción, en parte sustentada por los juegos de polisílabas que practican entre ellos, lo que agrega al relato un condimento romántico.
Si bien el público asiste a una estimulante discusión intelectual, en parte gracias a los jugosos diálogos del guión de Geral DiPego, la película contiene varias subtramas (el alcoholismo de Jack, su plagio de un trabajo realizado, el distanciamiento con su hijo adulto, el acoso que sufre una alumna) que aunque no dejan de despertar interés, distraen la atención de su foco central.
Las vitales interpretaciones de Binoche y Owen confieren a Words and Pictures un peso significativo. La calificada actriz francesa realiza una remarcable caracterización de la profesora que a pesar de su hosquedad inicial demuestra que es capaz de albergar nobles sentimientos; por su parte Owen, como el carismático profesor que trata de influir en sus alumnos sobre el valor de la literatura, realiza un meritorio trabajo. A pesar de que en principio son irreductibles enemigos, ambos personajes logran una muy buena química.
Conclusión: Un amable film que contraponiendo el arte con la literatura motiva a pensar y llegar a la conclusión de que en lugar de excluirse ambas expresiones creativas se complementan. Jorge Gutman