JERUSALEM 3D. Canada 2013. Un film documental de Daniel Ferguson.
Jerusalén, cuna de las tres religiones monoteístas más importantes del mundo, es objeto de una singular experiencia cinematográfica en el nuevo film IMAX 3‑D que acaba de presentarse en Montreal.
A través de casi 5 años de considerable esfuerzo que incluyó 14 visitas realizadas a la capital de Israel, el realizador Daniel Ferguson ofrece un film fascinante y único. Lo que a primera vista deja una magnífica impresión es la espectacular filmación realizada al ir sobrevolando en helicóptero la vieja ciudad a baja altura, brindando al espectador una visión vívida y majestuosa de la misma y de sus regiones circundantes como Capernaum en la orilla noroccidental del Mar de Galilea y la imponente fortaleza de Massada. Reconociendo el mérito de la excepcional fotografía de Reed Smoot, lo que cabe resaltar es que a través de escasos 45 minutos el espectador que no haya aún conocido este rincón del mundo tendrá una clara idea del carácter multifacético de una pequeña franja de tierra en donde además de las distintas religiones yuxtapuestas se asiste a un conglomerado humano que por sus diferentes culturas milenarias pareciera formar parte de diferentes ciudades.
El propósito del film narrado por Benedict Cumberbatch es dejar a un costado cualquier aspecto ideológico/político, prescindiendo consecuentemente de considerar el conflicto reinante en la zona entre palestinos e israelíes, para explorar algunos de los sitios históricos que indudablemente están íntimamente relacionados con la religión; así entre otros lugares visitados se encuentra el sagrado Muro de los Lamentos, la Iglesia del Santo Sepulcro que es el santuario más reverenciado de la cristiandad y el famoso monumento islámico la Cúpula de la Roca.
Otro de los aspectos que resaltan la importancia de este documental es la participación de Jodi Magness, renombrada arqueóloga y profesora de la Universidad de Carolina del Norte, quien acompañada de un grupo de estudiantes de arqueología va explorando sitios históricos filmados bajo tierra, como por ejemplo un túnel que data del séptimo siglo antes de la era cristiana, permitiendo ofrecer una mejor comprensión de la razón por la que esta venerada ciudad es también uno de los principales centros arqueológicos de nuestra civilización.
Además de los valores ya citados, lo que más trasciende desde el ángulo narrativo es la presencia de Revital Zacharie, Farah Ammouri y Nadia Tadros, tres jóvenes adolescentes pertenecientes a diferentes religiones. Aunque comparten el reducido espacio de la ciudad, habitan en secciones separadas de la misma y es así que bien podría aplicarse la frase de “juntas pero no unidas”; aunque cada una de ellas va transmitiendo las historias de sus respectivas familias judías, cristianas y musulmanas, así como los vínculos que las unen a esta ciudad, queda claro que no se suscita intercambios o discusión alguna entre ellas porque las comunidades a las cuales pertenecen evitan entrar en contacto entre sí. Así es que la ciudad santa de Jerusalén es objeto de diferentes visiones e interpretaciones históricas según sea la fe a la que pertenecen sus habitantes. Queda abierta la pregunta sobre si algún día su gente llegará a confraternizar a pesar de la herencia común que la une.
Conclusión: La historia de la sagrada ciudad reflejada en un documental muy bien narrado. Jorge Gutman