Crónica de Jorge Gutman
EL VALIOSO LEGADO DE UNA SENSIBLE ADOLESCENTE
LE JOURNAL D’ANNE FRANK – Texto: Eric-Emmanuel Schmitt, basado en El Diario de Ana Frank – Dirección: Lorraine Pintal — Elenco: Sébastien Dodge, Paul Doucet, Benoît Drouin-Germain, Jacques Girard, Marie-France Lambert, Kasia Malinowska, Sophie Prégent, Mylène St-Sauveur, Marie-Hélène Thibault — Decorados: Danièle Lévesque – Vestuario: Marc Senécal – Iluminación y conceptos de video: Erwann Bernard – Música Original y Arreglos: Jorane. Duración: 2 horas (sin entreacto). Representaciones: Hasta el 13 de febrero de 2015 en el Théâtre du Nouveau Monde (www.tnm.qc.ca)
Verdaderamente inteligente ha sido la decisión de Lorraine Pintal, directora artística del TNM, de montar ahora esta pieza para conmemorar el septuagésimo aniversario de la muerte de Ana Frank como así también los 75 años del comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Al así hacerlo esta compañía teatral rinde tributo a una extraordinaria adolescente que estaba lejos de suponer que su diario personal llegaría a trascender mundialmente a través de la literatura, cine, teatro y televisión, manteniendo vigencia con el paso del tiempo.
Uno de los aspectos sólidos de la producción que se comenta reside en la adaptación teatral realizada por el dramaturgo Eric-Emmanuel Schmitt; respetando la esencia de la obra original, introduce un prólogo muy interesante teniendo en cuenta la perspectiva y visión del padre de Ana.
La pieza comienza cuando Otto Frank (Paul Doucet) habiendo logrado salvarse del campo de concentración de Auschwitz donde su esposa murió retorna después de la guerra a Amsterdam con la esperanza de reencontrarse con sus hijas Ana y Margot Al enterarse de que ellas han muerto en los meses finales de la guerra, el gran dolor que siente es en parte atenuado cuando al retornar a su empresa Miep Gies (Sophie Prégent), la fiel empleada no judía que ayudó a la familia durante su cautiverio, le entrega el diario escrito por Ana que había recibido de él cuando cumplió 13 años y que la policía alemana había dejado abandonado en el suelo después de que los Frank fuesen arrestados. Es ahí que Otto comienza su lectura y a medida que se impone de lo que su hija había escrito desde junio de 1942 hasta agosto de 1944 queda emotivamente sorprendido por la profundidad e imaginación de Ana y es así que el fantasma del pasado revive en su memoria los dos años en que la familia vivió encerrada en un piso superior anexo a su empresa para ocultarse de la Gestapo.
En el contenido del diario queda plasmada la honda sensibilidad de su escritora expresando sus íntimos sentimientos y su amor por la vida a pesar de estar enclaustrada en el escondrijo con otras 7 personas que incluyen a sus padres (Doucet, Marie-France Lambert), su hermana mayor (Kasia Malinowska), el matrimonio Van Pels (Jacques Girard Van Pels, Marie-Hélène Thibault) y su hijo Peter (Benoît Drouin-Germain) de 16 años y un dentista judío (Sébastien Dodge). A pesar de las circunstancias negativas que implica el encierro, la narración no excluye, entre otras situaciones, algunos momentos de humor generados por la insoportable señora Van Pels, ciertas asperezas de la adolescente con su madre así como las primeras sensaciones amorosas que experimenta en su relación con Peter.
Además de la lograda adaptación de Schmitt, cabe destacar la acertada puesta en escena de Lorraine Pintal quien dirigiendo a un inobjetable elenco logra que sus actores transmitan plenamente las variadas emociones y sinsabores experimentados durante el obligado cautiverio. No menos destacable es el minimalista decorado de Danièle Lévesque que comprende dos pisos unidos por una escalera, donde uno de los mismos representa la oficina de Otto y el otro es el escondrijo donde están confinados los personajes de esta historia. Para resaltar el desarrollo dramático de la narración, la experiencia teatral se conjuga con un eficaz lenguaje visual gracias al admirable trabajo de Erwann Bernard quien con la aplicación de una sofisticada tecnología crea una visión cinematográfica realista del contexto histórico del extermino nazi a través de fotos y material de archivo, incluyendo entre los mismos el transporte en tren de los judíos a los campos de concentración. La música de Jorane es otro elemento que funcionalmente se acopla a los momentos dramáticos del relato.
Más allá de la historia afectiva que une a un padre con su hija, la pieza deja a la humanidad el legado maravilloso de una sensible adolescente que a pesar del calvario vivido con su familia, se desprende de su diario que ella “cree en la bondad innata del ser humano, que la brutalidad llegara a su fin y que la calma y la paz volverán a reinar al mundo”.
Esta sublime y dramática pieza deja algunas importantes lecciones a la nueva generación de este siglo a fin de que los horrendos episodios del Holocausto no vuelvan a repetirse. En tal sentido, su mensaje no puede ser más oportuno para que siguiendo la prédica de Ana, debamos alentar nuestro optimismo de un mundo mejor a pesar del rebrote de violencia y antisemitismo que aflige a Europa y a diferentes regiones del planeta en estos difíciles momentos.
Conclusión: Una obra de visión imprescindible, realzada por la calidad de producción de la presente versión de Eric Emmanuel Schmitt.