20th CENTURY WOMEN. Estados Unidos, 2016. Un film escrito y dirigido por Mike Mills
Inspirado en experiencias vividas en su etapa juvenil, Mike Mills considera en 20th Century Women los lazos que lo unieron a su madre.
Ubicando la acción en Santa Bárbara en 1979, el realizador presenta a su alter ego; se trata de Jamie (Lucas Jade Zumann), un muchacho de 15 años de edad que vive con Dorothea (Annette Bening), su madre divorciada de 55 años, con quien mantiene una buena relación; eso queda traslucido en ciertos actos, como cuando ella lo excusa de asistir a la escuela por razones injustificadas, o bien compartiendo con él la visión de películas antiguas que se pasan en la televisión. Con todo, la sensible mujer percibe que hay algo elusivo en el comportamiento de su hijo y que de algún modo impide que la comunicación resulte más fluida; para tratar de desentrañar aspectos que puede desconocer de él recurre a dos personas para que la ayuden en dicha tarea. Una de ellas es Abbie (Greta Gerwig), una fotógrafa punk de 24 años recuperándose de un cáncer cervical que arrienda una pieza en su hogar; la otra es Julie (Elle Fanning), una vecina de 17 años con activa vida sexual que siendo la mejor amiga de Jamie todas las noches se introduce subrepticiamente en su cama sin que ella le permita que exista sexo alguno para no dañar la relación amistosa.
A través de la voz en off, se van conociendo detalles de cada uno de estos personajes que se completan con el de William (Billy Crudup), un tímido pensionista del hogar que se ocupa de efectuar reparaciones en la casa además de ser una figura paternal para Jamie.
El realizador opta en su relato por una narrativa zigzagueante y episódica recurriendo a una sucesión de escenas que no siempre logran el efecto deseado y la más de las veces resultan deshilvanadas. Si bien el propósito central radica en la forma en que tiene lugar el proceso de madurez de Jamie, conviviendo con mujeres de diferentes generaciones, más allá de algunos buenos diálogos contenidos en el guión el tema no está explotado con la profundidad necesaria. A ello deben agregarse ciertas situaciones que resisten la credibilidad; así, en una escena que tiene lugar en una cena social, Abbie trata de afirmar su feminismo y su carencia de inhibiciones insistiendo en que cada uno de los comensales repita la palabra “menstruación”; a todo ello Julie responde señalando que su primer período lo tuvo a los 14 años en momentos en que estaba en un cine viendo una película.
A falta de una mejor precisión del relato, el director logra una buena reconstrucción de época, captando el ambiente social y cultural imperante; eso se refleja a través de las discotecas con música punk rock, la literatura, la ratificación del feminismo comenzado años atrás, así como ofreciendo algunos bosquejos del momento político imperante donde el presidente Carter en un discurso televisivo alude a “la crisis de confianza” por la que atraviesa el pueblo americano.
No obstante las observaciones que merece este nostálgico relato, tanto Gerwig, Fanning, Zumann y Crudup, realizan apreciables trabajos, pero el alma del film descansa en la gran actuación de Bening; en un complejo rol no exento de contradicciones, la veterana actriz encarna a una mujer de gran corazón que aspira a que su hijo sea un ser mejor en la vida logrando la felicidad que ella no pudo alcanzar. Jorge Gutman