Crónica de Jorge Gutman
THE LAST WIFE. Autor: Kate Hennig – Dirección: Eda Holmes — Elenco: Mikaela Davies, Diana Donnelly, Alessandro Gabrielli, Robert Persichini, Anne-Marie Saheb y Antoine Yared — Musica de los Compositores: Anna Atkinson y Alexander MacSween Escenografía y Vestuario: Michael Gianfrancesco – Iluminación: Andrea Lundy Duración: 2 horas 30 minutos (incluyendo entreacto) — Representaciones: hasta el 3 de Marzo de 2019 en el Centaur Theatre
Esta obra de la dramaturga y actriz canadiense Kate Hennig no puede resultar más oportuna; así, en la época actual en que el empoderamiento femenino adquiere considerable vigor al demostrar cómo la mujer puede y está a la altura de su contraparte masculina, Hennig aborda a Katherine Parr, la última esposa del monarca Henry VIII, destacando sus logros como reina consorte de Inglaterra mediante su decidida determinación, inteligencia y pragmatismo en su convivencia con el soberano. El mérito de la autora es no haber concebido la pieza como un drama histórico al haber sustraído a los personajes de la realeza del siglo 16 de su torre de marfil para ilustrar en cambio su dimensión humana en la dinámica familiar establecida.
La acción que comienza en Inglaterra en 1543 durante el período en que reina Henry VIII (1509- 1547), introduce en su comienzo a Katherine, cuyo segundo esposo John Neville, se encuentra a punto de morir; en su hogar recibe la visita de su amante Thomas Seymour ‑cuñado del monarca ya que su hermana Jane Seymour había sido su tercera cónyuge y murió a los pocos días de haber nacido Edward (Eddie)- quien está apasionadamente enamorado de ella. De inmediato irrumpe el rey quien interesado en unirse sentimentalmente a Katherine, al ver a Thomas e intuyendo que es su rival le asigna un puesto en Holanda donde podrá retornar a Inglaterra cada 3 meses.
Sorprendida por el interés que le demuestra el monarca, Katherine que siempre ha sido una mujer independiente y segura de sí misma, no tiene ningún resquemor de imponerle condiciones para aceptarlo como esposo, entre las mismas se encuentran aspectos vinculados a cuándo y cómo mantendrán sus íntimas relaciones conyugales. Igualmente en esta graciosa escena ella llega a persuadirlo para que además de que su hijo menor Edward sea su heredero, sus otras dos hijas Mary ‑de su unión con su primera mujer Catherine de Aragón- y Elizabeth ‑del matrimonio con su segunda esposa Anne Boleyn- no estén ausentes en la sucesión del trono.
Olvidando el contexto histórico de fondo, Hennig condimenta su relato con 6 personajes que perfectamente podrían estar viviendo en el presente siglo. Así, ya sea por los atuendos utilizados, y el lenguaje empleado, todo hace suponer que el vínculo familiar de Henry, Kate, sus tres hijos y Thomas adquieren un toque absolutamente moderno donde los tópicos considerados son totalmente relevantes en la época actual.
Lo interesante es apreciar cómo Katherine es capaz de manejar las relaciones de poder, con un marido que como soberano se ha comportado en forma tiránica y cruel, sin adoptar el papel de mujer sumisa o subyugada. Pero sobre todo es interesante apreciar cómo la autora ha resaltado la personalidad de esta mujer ilustrando el modo en que su actuación permite la reconciliación del rey con sus hijas y la manera en que ella ha sabido fomentar una muy buena relación con sus hijastros ganando su afecto y cariño; al propio tiempo destaca óomo su inquietud intelectual le permite volcar su vocación en la escritura siendo la primera mujer en haber publicado en Inglaterra un libro con su nombre.
Eda Holmes ha sabido aprovechar el inteligente texto de Hannig equilibrando sabiamente el drama, humor, sarcasmo e ironía que emerge de su contenido a través de una dinámica puesta escénica y con la colaboración de un entusiasta elenco.
En el papel protagónico Diana Donnelly logra una excelente caracterización de Kate demostrando su fuerte carácter y determinación tratando de domar al tiránico monarca. A su lado Robert Persichini brinda total convicción como Henry ofreciendo una de las escenas más graciosas de la pieza cuando de rodillas le propone matrimonio a quien será su futura esposa; el actor personifica muy bien al envejecido déspota que se encuentra con la horma de su zapato frente a la mujer que resolvió desposar. Con una brillante carrera realizada hasta la fecha, el joven actor Alessandro Gabrielli demuestra que es uno de los más importantes de su generación en la interactuación de Eddie con los restantes personajes y sobre todo con Katherine. Igualmente, tanto Antoine Yared como Thomas, Mikaela Davies como Elizabeth y Anne-Marie Saheb como Mary ofrecen satisfactorias prestaciones.
En esencia, Hennig con esta pieza celebra inteligente e ingeniosamente el espíritu femenino a través de Katherine Parr quien abrió el camino para que futuras mujeres pudiesen ser las forjadoras de su propio destino sin tener que humillarse o doblegar su voluntad ante nadie.