FIRECRACKERS. Canadá, 2018. Un film escrito y dirigido por Jasmin Mozaffari
En su primer largometraje la realizadora y guionista Jasmin Mozaffari ofrece en Firecrackers una visión poco complaciente sobre algunos de los problemas que anidan en ciertas regiones canadienses, apartadas de las grandes urbes.

Michaela Kurimsky y Karena Evans
La acción se desarrolla en un pueblo rural de la provincia de Ontario presentando a dos jóvenes amigas. Una de ellas es Lou (Michaela Kurimsky) que habita en un trailer de reducido espacio con su ex drogadicta madre (Tamara LeClair) y su hermano menor (Callum Thompson). Exaltada, extrovertida y bastante mal hablada, esta chica se encuentra asfixiada por el medio que la rodea. Chantal (Karena Evans), más introvertida, no tiene familia y lo que la une a su amiga es el deseo común de abandonar el lugar en que viven donde las autoridades actúan con indiferencia sin mejorar la economía de la región, como así también desprenderse de la arrogancia masculina allí imperante. En consecuencia, valiéndose del dinero que han ahorrado trabajando como mucamas en un motel local deciden trasladarse a Nueva York en procura de un futuro más promisorio y lograr la libertad e independencia que hasta ahora no han conseguido. Habrá que ver si ellas podrán superar los obstáculos que se les interponen para emprender el deseado viaje.
Aunque el tema abordado por la novel realizadora no es novedoso, lo que distingue al film es la buena pintura de Mozaffari retratando la devastadora pobreza que en algunos caso genera violencia y confrontación, tal como acontece con Lou en determinados momentos del relato. Con cámara en mano, la directora imprime al relato una singular intensidad que se encuentra favorecido por las buenas actuaciones de Kurimsky y Evans.
Sin ser excepcional, en parte porque el guión no explora suficientemente los personajes secundarios, este film supera el promedio del género y ciertamente constituye para la realizadora una buena carta de presentación para futuros proyectos. Jorge Gutman