STAND! Canadá, 2019. Un film de Robert Adetuyi
Las comedias musicales no son precisamente las que abundan en Canadá y menos aún las que enfocan aspectos sociales basados en hechos reales. De allí que concite atención, el estreno de STAND!, un film canadiense del director Robert Adetuyi que está basado en el musical Strike de 2005 tomando como referencia una histórica huelga acaecida en Winnipeg.
Con libreto del compositor Danny Schur y de Rick Chafe, la historia transcurre en la capital de Manitoba en 1919, algunos meses después de haber finalizado la Gran Guerra. En esa época, se destaca la presencia de inmigrantes europeos que han llegado a Canadá vislumbrando un futuro mejor. Entre los mismos se encuentran Mike Sokolowsky (Gregg Henry) y su joven hijo Stefan (Marshall Williams), quienes dejaron la Ucrania natal convulsionada por la revolución bolchevique; sin embargo la impuesta realidad de trabajar duramente y percibiendo magros salarios desvanece el tan ansiado sueño canadiense. Ese resentimiento se extiende a otros trabajadores extranjeros obteniendo migajas salariales y conscientes de que son explotados por sus empleadores.
Al cuadro descripto se agrega la circunstancia de que estos humildes obreros sufren el acoso de los veteranos soldados canadienses que habiendo retornado al país, menosprecian a quienes ellos creen que les han usurpado sus fuentes de trabajo. Simultáneamente, en ese clima de tensión se asiste al romance entre el católico Stefan y la joven activista judía Rebeca Almazoff (Laura Wiggins) que se ve obstaculizado por la oposición del padre del muchacho como así también por Moishe, el hermano mayor de Rebeca (Tristan Carlucci).
El foco central del relato se produce cuando los trabajadores ‑tanto los no sindicalizados como aquéllos que lo están- deciden unir sus esfuerzos efectuando una masiva e histórica huelga contra el establishment, aquí personificado por el empresario A.J. Anderson (Paul Essiembre) con fuertes conexiones políticas quien trata de acallar la insurrección. Ese movimiento de protesta terminará con los sangrientos acontecimientos que tuvieron lugar en Winnipeg el 21 de junio de 1919.
La música de Schur constituye un ingrediente importante dentro del contexto del film; en tal sentido las canciones introducidas, sin alcanzar la dimensión de los grandes dramáticos musicales como West Side Story y Les Miserables, se insertan armoniosamente en la historia relatada.
Sin mayor pretensión Adetuyi ofrece un film honesto, muy bien actuado y sobre todo de gran interés al exponer aspectos poco conocidos ocurridos en Canadá, donde los problemas de inmigración, discriminación, abuso policial y conflictos de fe interracial de un siglo atrás son en la actualidad igualmente pertinentes.
Para finalizar cabe señalar que en los créditos finales se señala que la huelga general de Winnipeg que perduró durante 6 semanas fue la precursora e inspiradora de los movimientos sociales vigentes en Canadá. Jorge Gutman