SOUND OF METAL. Estados Unidos, 2019. Un film de Darius Marder. 120 minutos.
Esta notable ópera prima del realizador Darius Marder enfoca el tema de la discapacitación auditiva de un apasionado músico del heavy metal. El guión del realizador escrito con su hermano Abraham presenta a Ruben (Riz Ahmed), un baterista que junto con su novia Lou (Olivia Cooke) como cantante integran una pequeña banda de art metal actuando a través de Estados Unidos en un recorrido efectuado en una casa rodante. Para él su actividad musical constituye la razón de su existencia: así el atronador sonido musical es lo que le permite alcanzar un inigualable éxtasis, suplantando de esta manera su adicción a la heroína de la cual ha logrado mantenerse sobrio durante los últimos 4 años.
La vida nómade de esta pareja se altera considerablemente cuando un día antes de un concierto programado Ruben se percata haber perdido una parte considerable de su sentido de audición. Al principio, en un estado confuso pretende ignorar lo que le está ocurriendo; su negación se transforma en cólera cuando su novia lo disuade de continuar con la gira. Su pesimismo se intensifica cuando un médico especializado le comunica que su insuficiencia auditiva seguirá progresando y lo único que puede hacer es someterse a una operación aunque de ningún modo habrá de recuperar por completo su audición. Temiendo que Ruben pueda recaer en la droga a causa de la desesperación que lo envuelve, Lou le sugiere que resida temporalmente en un centro que agrupa a gente sorda bajo la dirección de Joe (Paul Raci); este veterano de guerra de Vietnam adopta la filosofía de que la sordera no es realmente una discapacitación y es necesario saber convivir con ella. Aunque el músico no está de acuerdo con dicha ideología, durante un período convive con ese grupo donde aprende el lenguaje de los sordos además de tener contacto con niños disminuidos auditivamente.
El director ha logrado un vigoroso drama de máxima autenticidad sumergiendo al espectador en la problemática psicológica de su protagonista. En tal sentido el diseño de sonido juega un rol preponderante en el relato, en la medida que transmite fielmente lo que el decepcionado instrumentista percibe en sus oídos. Así cuando después de una operación a la que se somete en donde se le efectúa un implante coclear, el distorsionado sonido que experimenta a través de sus oídos dista de ser el que el oía antes de su pérdida auditiva.
Sin recurrir a ningún tipo de clisés, el director entrega un film elocuentemente sensible a la vez que rudo y en algunos momentos violento ilustrando el impacto emocional sufrido por su vulnerable protagonista; en tal sentido la magistral interpretación de Ahmed cunde hondamente al haber sabido transmitir la fragilidad de un individuo que debe ajustarse psicológicamente a una realidad diferente por más dura e incómoda que le pueda resultar.
En su debut como realizador Marder ofrece un cine artístico de notable calidad a través de una fascinante temática agraciada por su excelente interpretación y por su riqueza sensorial y visual. Jorge Gutman