LES 2 ALFRED. Francia, 2020. Un film de Bruno Podalydès. 92 minutos
Existiendo indudable compenetración fraternal entre el realizador Bruno Podalydès y su hermano menor Denys Podalydès como actor, esta comedia burlona cuyo guión pertenece a ambos, utiliza el humor como pretexto para ilustrar los efectos de una sociedad viviendo al compás de la tecnología digital.

Sandrine Kiberlain y Denis Podalydès
El personaje central es Alexandre (Denys) un desempleado y soñador individuo de mediana edad que porta como referencia personal el de ser una persona honesta y amable. Mientras su mujer está ausente por un par de meses cumpliendo una misión especial para la armada, él está a cargo de sus hijos y debe probar que es un padre responsable.
Acudiendo a una entrevista de empleo en una empresa de alta tecnología, a pesar de no tener experiencia alguna en la materia, el peculiar gerente de la misma (Yann Frisch) está dispuesto a contratarlo siempre y cuando reúna dos condiciones: no tener hijos y estar dispuesto a trabajar intensamente los 7 días de la semana a cualquier horario que fuese. Sin otra alternativa, Alexandre no tiene resquemor alguno en negar su paternidad, manifestando que se encontrará disponible en cualquier momento que sea necesario; en consecuencia, llega a ser reclutado.
El problema que ahora se presenta es quién se ocupará de los niños cuando él este ocupado en su trabajo; el inconveniente queda obviado al conocer a Arcimboldo (Bruno) un pintoresco bohemio que se considera empresario de sí mismo aunque en realidad está sujeto a ocupaciones periódicas de menor nivel. A manera de un ángel guardián, él está dispuesto a ayudar a Alexandre en el cuidado de sus hijos a cambio de procurarle alojamiento en su hogar.
Ya en la empresa el novel empleado se enfrenta con un universo desconocido donde las tareas a realizar se transmiten con acrónimos en lugar de la palabra completa y el lenguaje utilizado apela a menudo a anglicismos. Para complicar la situación, tiene como jefa a Séverine (Sandrine Kiberlain), una mujer poco menos que histérica quien involucrada en la tecnología contemporánea está encargada de proyectos hiperconectados y requiere de su subordinado una completa eficiencia en el cumplimiento de los trabajos encomendados.
Ciertamente se asiste a una leve comedia que en algunas situaciones bordea la caricatura. Pero lo más relevante del film es cómo el realizador ilustra las consecuencias que la era digital acarrea en el comportamiento de la gente al compás de la nueva tecnología imperante; así, la uberización, los androides que flotan a través de la ciudad y los vehículos autónomos circulando por las calles, son algunas de las manifestaciones de este fenómeno.
Satíricamente el film efectúa una implícita critica a una sociedad altamente tecnificada donde el individuo no es más que un móvil que solo cuenta por lo que puede rendir y que para ello es necesario que esté desprovisto de cualquier compromiso familiar. No obstante, la nota positiva se produce en un desenlace, que aunque complaciente desea demostrar que nada impide conciliar la tarea laboral con el espíritu humano que a la postre es el que debe prevalecer.
Al entusiasmo volcado por los hermanos Podalydès en los roles centrales, asimismo cabe resaltar la participación en roles de apoyo de Michel Vuillermoz, Luàna Bajrami, Isabelle Candelier, Jean-Noël Brouté y la brevísima aparición especial de Vanessa Paradis caracterizando a la esposa de Alexandre. Jorge Gutman