HOT DOCS 2022 (Segun­da Parte)

A con­ti­nua­ción se ana­li­zan 6 docu­men­ta­les pre­sen­ta­dos en este festival

Pun­to de Encuen­tro (Chi­le)

La trá­gi­ca dic­ta­du­ra vivi­da por Chi­le ori­gi­na­da por el gol­pe de esta­do del gene­ral Pino­chet, ha deja­do hon­das secue­las para quie­nes han sido direc­ta­men­te afec­ta­dos. Ese es el tema que con­si­de­ra en este docu­men­tal el direc­tor Rober­to Bae­za y que ha sido pro­du­ci­do por Pau­li­na Cos­ta y Alfre­do Vega quie­nes son los hijos de dos pri­sio­ne­ros polí­ti­cos que fue­ron dete­ni­dos y tor­tu­ra­dos duran­te el san­grien­to régi­men militar.

Todo comien­za cuan­do en el hogar de la fami­lia Vega, la seño­ra de Alfre­do Vega mues­tra a sus hijos foto­gra­fías del abue­lo Alfre­do Gar­cía Vega que fue arres­ta­do el 18 de enero de 1974 en San­tia­go, pocos días des­pués del naci­mien­to de su hiji­to Alfre­do; des­de enton­ces no se tie­ne noti­cia algu­na de él aun­que no cabe duda que ha sido ase­si­na­do. A la reu­nión se incor­po­ra Sil­via Vega (73 años), la viu­da del des­apa­re­ci­do y pron­ta­men­te lle­gan a la casa Pau­li­na Cos­ta con su padre Lucho (Luis Alber­to Cos­ta) de 71 años quien logró sal­var su vida, a pesar de haber sido igual­men­te pri­sio­ne­ro y ator­men­ta­do. Aflo­ran­do la memo­ria el sep­tua­ge­na­rio Lucho recuen­ta como él con Alfre­do, no habién­do­se cono­ci­do pre­via­men­te, fue­ron des­ti­na­dos al cen­tro de tor­tu­ras de Villa Gri­mal­di, en las afue­ras de San­tia­go; esa con­vi­ven­cia com­par­tien­do una de las estre­chas cel­das del lugar, en don­de ambos fue­ron humi­lla­dos y tor­tu­ra­dos, fina­li­za cuan­do diez días des­pués Alfre­do es reti­ra­do del lugar con des­tino des­co­no­ci­do y nun­ca vuel­to a ver.

A fin de regis­trar los hechos acae­ci­dos cua­tro déca­das y media des­pués, Pau­li­na y Alfre­do resol­vie­ron repro­du­cir dra­má­ti­ca­men­te los acon­te­ci­mien­tos gene­ran­do un film den­tro de otro. A tra­vés de esa recons­ti­tu­ción el pasa­do resu­ci­ta con pode­ro­sa fuer­za, en gran par­te debi­do a la enco­mia­ble carac­te­ri­za­ción de los acto­res Pablo Medi­na y Félix Villar ani­man­do a Lucho y Alfre­do duran­te su estan­cia en Villa Grimaldi.

Como resul­ta­do de este ejer­ci­cio de fic­ción Bae­za logra un con­mo­ve­dor docu­men­tal que aun­que no pue­da mate­ria­li­zar por com­ple­to las viven­cias sufri­das por las tor­tu­ras infli­gi­das cons­ti­tu­ye un lega­do a la vez que una catar­sis para las fami­lias de Pau­la y Alfredo.

NAVALNY. (Esta­dos Unidos)

En un cau­ti­van­te rela­to don­de la reali­dad supera amplia­men­te a cual­quier fan­ta­sía, el docu­men­ta­lis­ta Daniel Roher cen­tra su aten­ción en la odi­sea atra­ve­sa­da por el famo­so opo­si­tor polí­ti­co ruso Ale­xei Navalny, cuya per­so­na­li­dad tras­cen­dió mun­dial­men­te fren­te a la ten­ta­ti­va de ase­si­na­to del que fue objeto.

El rea­li­za­dor entre­vis­ta al caris­má­ti­co Navalny pasan­do revis­ta a su exis­ten­cia tres años antes de su enve­ne­na­mien­to. Aun­que en par­te lo que se exhi­be es cono­ci­do, el docu­men­tal adquie­re un inusi­ta­do inte­rés gra­cias a la alo­cu­ción de su pro­ta­go­nis­ta como asi­mis­mo a la par­ti­ci­pa­ción, entre otros, del perio­dis­ta búl­ga­ro Chris­to Gro­zev y del efi­cien­te equi­po de tra­ba­jo de María Pev­chikh quie­nes con­tri­bu­ye­ron a des­en­mas­ca­rar el complot.

Con­si­de­ra­do como el prin­ci­pal enemi­go públi­co del Pre­si­den­te Putin, Navalny no tuvo empa­cho alguno de mani­fes­tar­se abier­ta­men­te en su cam­pa­ña polí­ti­ca para aspi­rar a la pre­si­den­cia denun­cian­do el alto nivel de corrup­ción del equi­po gober­nan­te. El con­flic­to dra­má­ti­co se pro­du­ce cuan­do el 17 de agos­to de 2020 en el vue­lo des­de la remo­ta ciu­dad de Tomsk en Sibe­ria en direc­ción a Mos­cú, Navalny comien­za a sen­tir­se muy mal y en con­se­cuen­cia el avión ate­rri­za de emer­gen­cia en Omsk, tam­bién en Sibe­ria. Sos­pe­cho­sa del tra­ta­mien­to reci­bi­do por el ser­vi­cio hos­pi­ta­la­rio del lugar, su abne­ga­da espo­sa Yulia enfren­tan­do a la poli­cía logra final­men­te que el enfer­mo sea tras­la­da­do a Ale­ma­nia don­de en un labo­ra­to­rio mili­tar se detec­ta que ha sido enve­ne­na­do por el agen­te ner­vio­so Novichock.

Duran­te la esta­día en Ale­ma­nia, el equi­po de Navalny lle­ga a detec­tar a varios sos­pe­cho­sos agen­tes de segu­ri­dad del Esta­do ruso que habían via­ja­do a Sibe­ria con el pro­pó­si­to de con­cre­tar el enve­ne­na­mien­to. De allí en más el rela­to adquie­re el carác­ter de un ten­so rela­to de espio­na­je. Es así que el docu­men­ta­lis­ta ilus­tra la esce­na en que Navalny rodea­do de sus cola­bo­ra­do­res comien­za a efec­tuar lla­ma­das tele­fó­ni­cas a varios de los sos­pe­cho­sos cri­mi­na­les pero éstos cor­tan de inme­dia­to la comu­ni­ca­ción al saber quién les está lla­man­do; es enton­ces que él cam­bia de tác­ti­ca lla­man­do a otro de los impli­ca­dos y hacién­do­se pasar por un ofi­cial del Krem­lin; al pre­gun­tar­le por­qué la ope­ra­ción cri­mi­nal fra­ca­só, el enga­ña­do ofi­cial le res­pon­de que lamen­ta­ble­men­te eso se debió a que el ate­rri­za­je de emer­gen­cia del avión impi­dió su muerte.

Lo demás es lamen­ta­ble­men­te his­to­ria cono­ci­da; el deseo de Navalny de retor­nar a Rusia para con­ti­nuar la misión empren­di­da en pro de la liber­tad moti­vó a que en enero de 2021 al arri­bar a su tie­rra fue­se arres­ta­do y con­de­na­do a varios años de pri­sión en un jui­cio far­ses­co en el que ha sido acu­sa­do de frau­de, obvia­men­te imple­men­ta­do por el gobierno ruso. En todo caso, en su men­sa­je trans­mi­ti­do des­de su pri­sión el valien­te disi­den­te mani­fies­ta que la úni­ca for­ma de ven­cer al demo­nio es el de no clau­di­car y seguir luchan­do para que el pue­blo de Rusia se impon­ga de lo que está ocurriendo.

Mere­ci­da­men­te dis­tin­gui­do con el pre­mio de la audien­cia del públi­co y como mejor docu­men­tal en el Fes­ti­val de Sun­dan­ce de este año, el públi­co tie­ne la oca­sión de asis­tir a un apa­sio­nan­te rela­to en don­de a nivel fami­liar se des­ta­ca la inter­ven­ción de su espo­sa como así tam­bién la de su hija Dasha de 19 años y su hijo menor Zahar; cla­ro está que lo que más tras­cien­de son los repor­ta­jes al acti­vis­ta de la anti­co­rrup­ción quien mane­ján­do­se en ruso ade­más de su impe­ca­ble cono­ci­mien­to de inglés con­quis­ta de inme­dia­to la sim­pa­tía del públi­co. Con un ágil cri­te­rio perio­dís­ti­co y una flui­da narra­ción Roher ofre­ce un imper­di­ble documental.

THE KILLING OF A JOUR­NA­LIST (Eslo­va­quia, 2022. 100 minutos).

Con el mis­mo impac­to que pro­du­ce la visión del Navalny, el rea­li­za­dor Matt Sar­nec­ki ofre­ce en The Killing of a Jour­na­list un tris­te docu­men­tal abor­dan­do la muer­te de un pres­ti­gio­so perio­dis­ta de investigación.

Eslo­va­quía es un país que habien­do emer­gi­do del comu­nis­mo y logra­do su inde­pen­den­cia en 1993 des­de enton­ces has­ta 2006 efec­túa una bue­na tran­si­ción hacia la demo­cra­cia, fac­tor que le per­mi­tió ser acep­ta­do miem­bro de la Unión Euro­pea; sin embar­go no todo es oro lo que relu­ce pues­to que detrás de esa apa­ci­ble visión, cier­tas gra­ves ano­ma­lías acon­te­cie­ron con la actua­ción de pode­ro­sos oli­gar­cas vin­cu­la­dos con el poder polí­ti­co. Uno de los mis­mos ha sido Marian Koč­ner, un pode­ro­so hom­bre de nego­cios rela­cio­na­do con el cri­men orga­ni­za­do — inclui­do algu­nos inte­gran­tes de la mafia ita­lia­na- que a su vez man­tu­vo estre­chos con­tac­tos con altas figu­ras del par­ti­do gober­nan­te, jue­ces corrup­tos y una poli­cía igual­men­te envi­cia­da. Es en ese con­tex­to que el infa­ti­ga­ble perio­dis­ta inves­ti­ga­ti­vo Ján Kuciak denun­ció sus des­ho­nes­tas prác­ti­cas a tra­vés de varios artícu­los publi­ca­dos en el sitio Aktuality.sk espe­cia­li­za­do en el frau­de fiscal.

El docu­men­tal sigue la tra­yec­to­ria de Kuciak quien a los 27 años de edad el 21 de febre­ro de 2018 es ase­si­na­do con su novia Mari­na Kuŝ­ni­ro­vá en su hogar del dis­tri­to de Galan­ta en Eslo­va­quia. El cri­mi­nal epi­so­dio moti­vó las cíni­cas expre­sio­nes de con­do­len­cias del jefe de poli­cía Tibor Gaŝ­par así como las del pri­mer minis­tro Robert Fico..De inme­dia­to las demos­tra­cio­nes de indig­na­ción se hicie­ron sen­tir en las calles de Bra­tis­la­va y en otras ciu­da­des del país lle­gan­do a con­gre­gar has­ta 60 mil per­so­nas exi­gien­do la renun­cia de Fico. La cri­sis polí­ti­ca des­ata­da pro­du­jo su dimi­sión 22 días des­pués del cri­men como así tam­bién la renun­cia de Gaŝpar.

El peso del film resi­de en la extra­or­di­na­ria labor rea­li­za­da por la perio­dis­ta de inves­ti­ga­ción Pavla Hol­co­vá acom­pa­ña­da de un efi­cien­te equi­po de perio­dis­tas y la del soció­lo­go y pro­fe­sor Michal Vaŝeč­ka. Valién­do­se de men­sa­jes cifra­dos y espe­cial­men­te videos secre­tos Hol­co­vá lle­ga a deter­mi­nar en qué for­ma polí­ti­cos, altos fun­cio­na­rios del gobierno, jue­ces y sobre todo la poli­cía fun­cio­nan en un esta­do de total corrupción.

Lo más espec­ta­cu­lar del rela­to es cuan­do cla­ra­men­te se evi­den­cia que Koč­ner fue el que orde­nó el cri­men con­tan­do con la cola­bo­ra­ción de Ale­na Zsuz­so­vá, otros dos secua­ces y el sica­rio que eje­cu­tó la ope­ra­ción quien abier­ta­men­te con­fie­sa el ase­si­na­to. Curio­sa­men­te, en sep­tiem­bre de 2020 la jus­ti­cia deter­mi­na la no cul­pa­bi­li­dad de los acu­sa­dos; some­ti­do el caso a la cor­te supre­ma eslo­va­ca, la mis­ma recha­za el vere­dic­to de ino­cen­cia de Koč­ner y de Zsuz­so­vá; con todo, resul­ta para­dó­ji­co que Koč­ner sea sen­ten­cia­do a 19 años de pri­sión por frau­de finan­cie­ro pero de nin­gún modo vin­cu­la­do con los ase­si­na­tos de Ján y Martina.

Impe­ca­ble­men­te rea­li­za­do este cau­ti­van­te docu­men­tal de Sar­nec­ki es un home­na­je al lega­do de Kuciak quien no tuvo empa­cho en denun­ciar las falen­cias del sis­te­ma de gobierno de su país. Al fina­li­zar su pro­yec­ción, el docu­men­tal deja un sin­sa­bor al com­pro­bar cómo la jus­ti­cia pue­de ser bas­tar­dea­da en Eslovaquia.

SAM NOW (Esta­dos Uni­dos. 82 minutos).

Este docu­men­tal inte­gra la lis­ta de aqué­llos que impreg­na­dos de bue­nas inten­cio­nes no alcan­zan a fruc­ti­fi­car debi­do a que su foco espe­cí­fi­co se va dilu­yen­do a medi­da que el metra­je progresa.

El direc­tor Reed Hark­ness deci­de expo­ner la his­to­ria de su her­ma­nas­tro Sam Hark­ness quien a los 11 años de edad expe­ri­men­ta el gol­pe emo­cio­nal cuan­do su madre Jois aban­do­na a su fami­lia resi­den­te en Seattle.

¿Dón­de se encuen­tra y cuál es el moti­vo de haber des­apa­re­ci­do sin dejar ras­tros? Ésa es la pre­gun­ta sin res­pues­ta que se man­tie­ne duran­te la pri­me­ra mitad del film. A tra­vés de pelí­cu­las case­ras en Super 8, video films, videos con­tem­po­rá­neos y entre­vis­tas a dife­ren­tes miem­bros de la fami­lia inclu­yen­do a Jared ‑el her­mano de Sam‑, su padre Randy y la abue­la Doris, el docu­men­tal abor­da dicho tema demos­tran­do cómo trans­cu­rrió la vida de Joys con su núcleo fami­liar has­ta el momen­to de su fuga. Con su cáma­ra el docu­men­ta­lis­ta sigue los pasos de Sam en su reco­rri­do de más de 3000 kiló­me­tros a tra­vés de la cos­ta oes­te de Esta­dos Uni­dos para loca­li­zar a Jois y la sor­pre­sa mayor sur­ge cuan­do en 2003, tres años des­pués de no haber­la vis­to, con­si­gue ubi­car­la. Curio­sa­men­te en ese reen­cuen­tro deci­di­da­men­te amis­to­so pare­ce­ría como si nada hubie­se pasa­do; más aún, cuan­do se le inda­ga sobre la razón por la cual par­tió sin dar noti­cias, su res­pues­ta es la de que pre­fi­rió expe­ri­men­tar una nue­va vida sin tener que con­ti­nuar preo­cu­pán­do­se por sus hijos; ahí sale a la luz aspec­tos expe­ri­men­ta­dos por esta mujer en su infan­cia cuan­do fue adop­ta­da en Japón.

En 2013, Joys visi­ta su anti­guo hogar de Seattle y es allí que la recep­ción de su fami­lia es de lo más cáli­da, don­de todo el mun­do pare­ce son­rien­te y feliz. No obs­tan­te, en el momen­to actual Sam de 33 años man­tie­ne una rela­ción sui gene­ris con su madre don­de pare­cie­ra que él qui­sie­ra ven­gar­se de ella por el daño cau­sa­do en el pasa­do al no res­pon­der de inme­dia­to sus lla­ma­das telefónicas.

Fil­ma­do des­hil­va­na­da­men­te y con una narra­ción no siem­pre cla­ra, el docu­men­tal no impac­ta dra­má­ti­ca­men­te. El pro­pó­si­to del rea­li­za­dor de ilus­trar la diná­mi­ca fami­liar y los trau­mas fren­te a la ausen­cia de un ser que­ri­do no lle­gan a con­cre­tar­se en la medi­da que lo narra­do no logra emo­cio­nal­men­te impac­tar ni tam­po­co per­mi­te empa­ti­zar con sus personajes.

BOY­LES­QUE (Polo­nia-Repú­bli­ca Checa)

La direc­to­ra pola­ca Bog­na Kowal­czyk cen­tra su aten­ción en un hom­bre gay de 81 años vivien­do en Var­so­via. De nom­bre Lula, este indi­vi­duo de con­si­de­ra­ble ener­gía a su edad, sien­te que aún la vida pue­de depa­rar­le satis­fac­ción sin correr la suer­te de un ínti­mo ami­go que se sui­ci­dó. No obs­tan­te y cons­cien­te de su inmor­ta­li­dad lo pri­me­ro que el docu­men­tal mues­tra es el encar­go que él rea­li­za para la fabri­ca­ción de una urna de gran tama­ño, capaz de alber­gar un par de zapa­tos feme­nino de enor­mes tacos en don­de se pue­da vol­car las ceni­zas de su cuerpo.

El res­to del redu­ci­do metra­je enfo­ca a Lula reu­ni­do con algu­nos de sus ami­gos más jóve­nes que él, pasean­do en las calles con su atuen­do feme­nino de drag queen (pelu­ca, zapa­tos de pla­ta­for­ma, maqui­lla­je exa­ge­ra­do), par­ti­ci­pan­do en un fes­ti­val del géne­ro, así como ani­man­do “el show de Lula” para un públi­co reu­ni­do en un café-concert.

Aun­que muy acti­vo, el docu­men­tal deja entre­ver que un sen­ti­mien­to de sole­dad nutre la exis­ten­cia de este octo­ge­na­rio; a fin de ate­nuar­la, tra­ta de cana­li­zar su alto libi­do pro­cu­ran­do encon­trar a tra­vés de la red un hom­bre con quien com­par­tir el pla­cer sexual; final­men­te logra su pro­pó­si­to en un indi­vi­duo casa­do y padre de dos hijos.

En gene­ral, los dife­ren­tes epi­so­dios del “joven” anciano no alcan­zan rele­van­cia dra­má­ti­ca con excep­ción de la nota cier­ta­men­te huma­na en la visi­ta que rea­li­za a una resi­den­cia de gen­te madu­ra don­de se encuen­tra su mejor ami­ga a quien la invi­ta a bai­lar en un club.

El docu­men­tal elu­de con­si­de­rar cuál es la situa­ción actual de Polo­nia con res­pec­to a la gen­te de dife­ren­te orien­ta­ción sexual. En todo caso, sin obje­tar la rea­li­za­ción de Kowal­czyk, Boy­les­que se deja ver aun­que sin lle­gar a trascender.

ERNES­TO, GRA­CIAS. (Cos­ta Rica).

Una de las agra­da­bles sor­pre­sas de esta mues­tra es la pre­sen­ta­ción en pri­mi­cia inter­na­cio­nal del film diri­gi­do por la cineas­ta colom­bia­na Lau­ra Ángel Cór­do­ba, con­si­de­ran­do el deli­ca­do tema del autismo.

Esta afec­ción pue­de adop­tar diver­sas moda­li­da­des pero en gene­ral se carac­te­ri­za por una ausen­cia del desa­rro­llo cere­bral que a su vez se tra­du­ce en difi­cul­ta­des man­te­ni­das en la inter­ac­ción social y la comu­ni­ca­ción. En base a lo que pre­ce­de, la direc­to­ra se sumer­ge en su pro­pia fami­lia retra­tan­do con gran afec­to a su her­mano adul­to Ernes­to, quien a los 3 años fue diag­nos­ti­ca­do autis­ta, como asi­mis­mo a Lilia­na, su madre monoparental.

Con suma deli­ca­de­za, Lau­ra ilus­tra cómo se desa­rro­lla la con­vi­ven­cia fami­liar con un autis­ta no ver­bal, tra­tan­do de lidiar con un sis­te­ma médi­co no muy infor­ma­do con res­pec­to al tra­ta­mien­to espe­cí­fi­co que Ernes­to debe adop­tar. A todo ello, se agre­ga el pro­ble­ma eco­nó­mi­co cuan­do esta fami­lia enfren­ta la ame­na­za de evic­ción que obvia­men­te cons­ti­tu­ye un fac­tor deci­di­da­men­te desestabilizador.

Dejan­do de lado las con­ven­cio­nes del géne­ro de esta enfer­me­dad, a tra­vés de su obser­va­ción y viven­cia la per­cep­ti­va rea­li­za­do­ra va cap­tan­do ins­tan­cias abso­lu­ta­men­te autén­ti­cas refle­jan­do sus sen­ti­mien­tos y preo­cu­pa­cio­nes rela­ti­vos a su estoi­ca madre como así tam­bién a su que­ri­do Ernes­to. A todo ello Lau­ra des­cu­bre que se encuen­tra en esta­do de emba­ra­zo y lo úni­co que anhe­la es here­dar de su madre la fuer­za y resi­lien­cia que posee a fin de ilu­mi­nar el engran­de­ci­mien­to del núcleo familiar.

Aun­que no haya cura pre­vis­ta para el mal de Ernes­to, el emo­ti­vo docu­men­tal cul­mi­na con una nota opti­mis­ta ofre­cien­do un aura de poe­sía a este muy logra­do tra­ba­jo de Cór­do­ba que ha sido pro­du­ci­do por el reco­no­ci­do docu­men­ta­lis­ta y edi­tor cos­ta­rri­cen­se Juan Manuel Fer­nán­dez. Jor­ge Gutman