Dos Her­ma­nos, Dos Destinos

BROTHER. Cana­dá, 2022. Un film escri­to y diri­gi­do por Cle­ment Vir­go. 119 minutos.

En 2021 el cine cana­dien­se delei­tó al ciné­fi­lo con el mag­ní­fi­co film Scar­bo­rough; es aho­ra el rea­li­za­dor Cle­ment Vir­go quien ubi­ca la acción de Brother en el mis­mo subur­bio pró­xi­mo a Toron­to, enfo­can­do a una fami­lia inte­gra­da por dos her­ma­nos cari­be­ños y su madre naci­da en Jamaica.

Lamar John­son y Aaron Pierre

Basa­do en la pre­mia­da nove­la de David Cha­riandry publi­ca­da en 2017, el guión de Vir­go intro­du­ce a Fran­cis (Aaron Pie­rre) y a su her­mano menor Michael (Lamar John­son) quie­nes des­de su infan­cia han sido muy uni­dos y tra­tan­do de sobre­lle­var el aso­mo de vio­len­cia que en la déca­da del 90 comen­zó a mani­fes­tar­se en Scarborough.

Estruc­tu­ra­do de mane­ra no cro­no­ló­gi­ca, Vir­go se vale de con­ti­nua­dos flash­backs entre pre­sen­te y pasa­do para pre­sen­tar la his­to­ria de los her­ma­nos en dis­tin­tas épo­cas que trans­cu­rren des­de 1990 has­ta el año 2000. En ausen­cia de un padre, el adul­to Fran­cis actúa como pro­tec­tor del sen­si­ble ado­les­cen­te Michael, tra­tan­do de aca­llar sus temo­res en tan­to que su madre Ruth (Marsha Stepha­nie Bla­ke) se ausen­ta duran­te lar­gas horas en su tra­ba­jo de enfer­me­ra para sub­ve­nir a las nece­si­da­des del hogar.

Con­tras­tan­do las per­so­na­li­da­des de ambos her­ma­nos, sin que exis­ta riva­li­dad algu­na se apre­cia cómo el tími­do Michael tra­ta de emu­lar a Fran­cis quien a su vez le incul­ca cómo lle­gar a ser todo un hom­bre. La mas­cu­li­ni­dad está implí­ci­ta en el rela­to en la medi­da que Fran­cis tra­ta de demos­trar­la hacién­do­se valer con un cuchi­llo siem­pre a mano para defen­der­se lle­ga­do al caso, como asi­mis­mo man­te­nien­do una rela­ción con su mejor ami­go Jelly (Lovell Adams-Gray) que deja en sus­pen­so por saber si aca­so exis­te algo más íntimo.

Debi­do a una tra­ge­dia acae­ci­da, el rela­to alcan­za un nivel dra­má­ti­co cuan­do años más tar­de el her­mano menor debe aten­der a su frá­gil madre sumi­da en un pro­fun­do dolor emo­cio­nal; asi­mis­mo, Aisha (Kia­na Madei­ra), la novia de anta­ño de Michael, retor­na para brin­dar­les con­fort y consuelo.

Abar­can­do temas como el des­per­tar sexual, la soli­da­ri­dad fra­ter­nal uni­da al incon­di­cio­nal amor de fami­lia, la hom­bría, la iden­ti­dad y en espe­cial el de la bru­ta­li­dad poli­cial no exen­ta de racis­mo, el film intere­sa aun­que sin atra­par. Eso es debi­do a que Vir­go uti­li­za una narra­ción inne­ce­sa­ria­men­te com­pli­ca­da, median­te las idas y veni­das a tra­vés del tiem­po en don­de varios aspec­tos de lo que está acon­te­cien­do recién se acla­ran al final de la expo­si­ción, cuan­do el espec­ta­dor logra enca­jar las pie­zas de este sin­gu­lar rompecabezas.

Lo más tras­cen­den­te del film resi­de en la bue­na repro­duc­ción de épo­ca con la remar­ca­ble foto­gra­fía de Guy God­free cap­tan­do la atmós­fe­ra y la gen­te del lugar en que se desa­rro­lla el rela­to y fun­da­men­tal­men­te en la exce­len­te inter­pre­ta­ción del elen­co. John­son es una reve­la­ción com­po­nien­do al joven inex­per­to que vivien­do el pro­ce­so de madu­rez, trans­mi­te cabal­men­te su ino­cen­cia y sumi­sión hacia su men­tor her­mano. No menos impor­tan­te es la actua­ción de Pie­rre que no obs­tan­te la con­fian­za y segu­ri­dad que su per­so­na­je trans­mi­te con su for­ni­do físi­co y caris­ma, expre­sa asi­mis­mo su frus­tra­ción y vul­ne­ra­bi­li­dad por la for­ma en que la socie­dad tra­ta a los de su raza. Igual­men­te se des­ta­ca Bla­ke como la abne­ga­da pro­ge­ni­to­ra pro­cu­ran­do el bien­es­tar de sus hijos, en tan­to que Madei­ra y Adams-Gray apor­tan con­vic­ción en roles de apo­yo. Jor­ge Gutman