EZRA. Estados Unidos, 2023. Un film de Tony Goldwyn. 100 minutos
El autismo se caracteriza por tener dificultades para la comunicación e interacción social en la persona que lo presenta. Esa condición que padece uno de los miembros de una familia es el tema tratado por Tony Goldwyn en Ezra.
La historia se desarrolla en New Jersey presentando a Max (Bobby Cannavale), un comediante humorista con un trabajo inestable, quien está separado de su mujer Jenna (Rose Byrne); ambos son padres de Ezra (William Fitzgerald), un niño de 11 años diagnosticado con autismo. No obstante que el chico es precoz e inteligente, su comportamiento impulsivo en el colegio al cual asiste motiva a que eso pueda perjudicar a los restantes alumnos de su clase; es así que la dirección de la escuela solicita a sus padres que le envíen a un colegio especializado; ese consejo lo ratifica el médico que trata al chico además de recomendar una medicación para atenuar sus efectos.
El punto de partida del guión esbozado por Tony Spiridakis resulta interesante al mostrar la divergencia de opinión de los padres de Ezra. Jenna, que tiene un trabajo estable y está a cargo de la tenencia del menor, considera adecuado el cambio de escuela así como los remedios prescriptos; la actitud de Max es completamente diferente en tanto que se opone a que su hijo asista a una institución especializada dado que eso lo aislaría de otros chicos normales de su edad. Ese conflicto se agrava cuando Max llega a atacar a uno de los médicos de Ezra y debe pasar una noche en prisión con la orden de que temporalmente no pueda acercarse a su hijo.
El relato pierde vuelo a partir del momento en que Max, que vive con su padre (Robert De Niro), en horas nocturnas abandona su casa para dirigirse a la de su mujer y sin su permiso, prácticamente secuestra a Ezra para llevarlo a Hollywood donde aspira participar como comediante, en un popular programa de televisión. De allí en más se asiste a un forzado melodrama sentimental nutrido de escenas que resisten credibilidad.
Lo mejor del film reside en su elenco. Cannavale impresiona como el padre que dispuesto a adoptar medidas extremas con tal de proteger a su hijo llega a autodestruirse; Byrne a su vez convence como la madre igualmente dispuesta a brindar el máximo cariño a Ezra, en tanto que Fitzgerald es toda una revelación transmitiendo con completa autenticidad la naturaleza del niño autista. Una vez más es admirable la veteranía de De Niro como el cariñoso abuelo que mantiene una excelente relación con su nieto; en tanto en papeles periféricos salen airosos Rainn Wilson, Woopi Goldberg y Vera Farmiga.
A pesar de la loable intención del realizador sobre cómo ayudar a chicos autistas, el film no alcanza a satisfacer las expectativas de su inicio por no haber sido desarrollado de manera más realista; al dejar de lado el criterio lógico en varias ocasiones, impide generar la empatía de la audiencia. Jorge Gutman