ESPERANDO A DALI. España, 2023. Un film escrito y dirigido por David Pujol. 115 minutos. Disponible en las principales plataformas de streaming
En los créditos iniciales de esta disfrutable comedia se lee que en los últimos años de la dictadura franquista, los jóvenes salieron a la calle con un nuevo espíritu de libertad y cambio. Ahora bien, la historia propuesta por el director y guionista David Pujol deja a un costado la política propiamente dicha para centrar la atención en la alegría de vivir generada por el arte culinario.
La historia de Esperando a Dali comienza en Barcelona en 1974, un año antes de la muerte de Franco, donde el experto cocinero Fernando (Ivan Massagué) y su hermano menor Alberto (Pol López) que lo ayuda trabajan en un restaurant local. En la medida que los tumultos callejeros se intensifican y Alberto está implicado en los mismos, los dos hermanos consideran que es necesario dejar la ciudad y buscar nuevos horizontes; en consecuencia con la ayuda de su amigo François (Nicolas Cazalé) que conoce muy bien Cadaqués, ellos llegan al bello puerto pesquero. Merced a la ayuda de François, cuya novia Lola (Clara Ponsot), es hija de Jules (José García), un francés expatriado que es dueño del restaurante El Surreal, los hermanos consiguen trabajar en dicho establecimiento, donde Fernando es uno de los cocineros en tanto que Alberto se ocupa de lavar los platos.
Jules como apasionado admirador de Salvador Dalí que reside en el verano en la Costa Brava, desea fervientemente que el excéntrico artista visite su restaurante, claro está que no es muy fácil lograrlo. Así cuando en la playa Dalí (Gal Soler) especularmente emerge de un gigante huevo saludando con un “buenos días” junto a su esposa Gala (Vicky Peña), en medio de los fotógrafos ansiosos de captar su imagen, Jules le solicita a Gala que visiten su restaurante, a lo que ella responde que lo haría a cambio de recibir 10 mil dólares. En todo caso, por el momento Jules se encuentra satisfecho al comprobar el alto nivel culinario de Fernando que ahora es el nuevo chef ocupándose de crear exquisitos manjares, lo que contribuye a aumentar la fama del restaurante. Uno de los momentos más graciosos del film tiene lugar cuando a bordo de una barca en el mar y avizorando a lo lejos al genial catalán que también se encuentra navegando, Jules trata de acercarse a él ofreciéndole una sabrosa sopa bullabesa a fin de tentarlo para que visite El Surreal.
En un guión muy bien bosquejado y nutrido de pintorescos personajes, el relato se desenvuelve entre la imaginativa y artística creación culinaria de Fernando y la marcada obsesión de Jules por el egocéntrico artista donde recibirlo en su establecimiento significa el gran sueño de su vida. A todo ello, aunque sin connotaciones dramáticas la trama se nutre de crear una leve tensión entre los animados hippies de Cadaqués y el autoritario teniente Garrido (Paco Tous) en momentos en que el país se aproxima a la democracia.
Dotado de un dinámico ritmo, Pujol logra una chispeante comedia prestigiada por un entusiasta elenco; entre sus integrantes trascienden Massagué como el chef revolucionario y García como el ansioso empresario que no perderá el entusiasmo para conseguir que el mítico pintor le haga el honor de degustar los originales y deleitosos platos de su restaurante. Asimismo, entre los rubros técnicos de producción resalta la magnífica fotografía de Ramón Martínez de Bujo captando los paisajes panorámicos y el espíritu que anima a la región y el aporte de la agradable música de Pascal Comelade acompañando al desarrollo del relato. Jorge Gutman