THE FIRE INSIDE. Estados Unidos, 2024. Un film de Rachel Morrison. 109 minutos
La notable fotógrafa cinematográfica Rachel Morrison debuta como directora en The Fire Inside, un competente film deportivo basado en las vicisitudes atravesadas por la famosa campeona de boxeo Claressa Shields. Lo que en principio podría asemejarse a otros filmes del género, el loable trabajo de la realizadora se distingue en gran medida parte por el preciso guión esbozado por Barry Jenkins, el laureado director de Moonlight (2016).

Ryan Destiny y Brian Tyree Henry
La acción comienza en 2006 en Flint, Michigan, donde habita Claressa (Jazmin Headley) de 12 años de edad. Tratando de encontrar una vía de escape de su empobrecida familia y sintiendo una decidida pasión por la actividad pugilista, ella se aproxima al club de boxeo local pidiendo al entrenador Jason Crutchfield (Brian Tyree Henry) que le permita participar en el deporte; dado que es considerada una actividad típicamente masculina, Jason se resiste al principio pero al observar la pericia y habilidad de Claressa, decide tomarla a su cargo.
El relato se traslada a 2011 donde se aprecia a la adolescente Claressa (Ryan Destiny), convertida en una diestra boxeadora preparada por Jason para competir en Londres en los juegos olímpicos de 2012. Su brillante actuación es recompensada con la medalla de oro, siendo a los 17 años la primera mujer estadounidense en la historia del boxeo en obtener el anhelado trofeo.
Lo que diferencia a este relato de otros similares es que al margen de reflejar este deporte, considera serios aspectos vinculados con la identidad genérica. Así, siendo mujer tras su éxito en Londres, Claressa no logra capitalizar su éxito, dada su condición femenina. Eso repercute en ella en la medida que debe solventar las necesidades de su humilde familia, con una atribulada madre (Olunike Adeliyi) y un padre ausente (Adam Clark) que estuvo en prisión. Asimismo y sintiéndose extraña con su núcleo familiar, dada la excelente relación mantenida con Jason, ella se muda a su hogar encontrando en él y su esposa la calidez y el afecto de una segunda familia, sin que ello implique dejar de lado a la suya..
Tras vencer algunos obstáculos, en 2016 Claressa vuelve a ser coronada en las olimpiadas de Río de Janeiro, siendo en consecuencia la única persona boxeadora americana ‑indistintamente del sexo- de haber obtenido la medalla de oro en dos competencias consecutivas. De allí en más el cielo es el límite para la sensacional carrera deportiva de esta mujer.
Sin apelar a trillados clisés, la novel realizadora demuestra una asombrosa madurez con su sólida narración resaltando la disparidad existente en la remuneración inferior que recibe una atleta si se la compara con la obtenida por deportistas masculinos; asimismo queda reflejada la sutil misoginia existente.
Además de la remarcable puesta escénica de Morrison y del emotivo libreto de Jenkins, la gravitación del film reside en sus magnificaciones actuaciones. En tal sentido, Destiny ofrece una excelente composición de la carismática deportista, transmitiendo intensamente la determinación, resiliencia e incluso fiereza como boxeadora e igualmente como ferviente luchadora para lograr la igualdad genérica en el deporte; por su parte Henry demuestra su competencia actoral como el sagaz y sensible entrenador de Claressa.
Los factores mencionados contribuyen a que este drama deportivo de calidad superior al promedio del género, resulte altamente inspirador, permitiendo que el espectador fácilmente se identifique y empatice con sus personajes protagónicos. Jorge Gutman