Una Prin­ce­sa Maltratada

SNOW WHI­TE. Esta­dos Uni­dos, 2025. Un film de Marc Webb. 109 minutos

En 1937 Walt Dis­ney mara­vi­lló al públi­co con Blan­ca Nie­ves y los 7 Enanos, el pri­mer y sobre­sa­lien­te film de ani­ma­ción basa­do en el cuen­to de hadas de los her­ma­nos Grimm que a la hora actual sigue sien­do un clá­si­co del géne­ro. Eso ha moti­va­do a los estu­dios Dis­ney para efec­tuar una nue­va ver­sión aun­que en esta opor­tu­ni­dad ya no se tra­ta de un film ani­ma­do sino que Snow Whi­te es “live action”.

Rachel Zegler

La guio­nis­ta Erin Cres­si­da Wil­son res­pe­ta la his­to­ria ori­gi­nal aun­que con algu­nos per­so­na­jes cam­bia­dos. El cuen­to está ambien­ta­do en un mági­co rei­no don­de el rey (Had­ley Fra­ser) y la rei­na (Lore­na Andrea) jun­to con su hija Blan­ca Nie­ves (Rachel Zegler) viven en com­ple­ta armo­nía con el pue­blo que los apre­cian. La tra­ge­dia irrum­pe con la muer­te de la rei­na pro­vo­can­do con­go­ja en su mari­do e hija. Al poco tiem­po el sobe­rano con­trae enla­ce con una mis­te­rio­sa bella dama (Gal Gadot); cuan­do se ausen­ta en una misión y lle­ga a des­apa­re­cer, la con­sor­te toma las rien­das del poder y tra­ta des­pó­ti­ca­men­te a su hijas­tra; es así que pron­ta­men­te la rei­na se con­vier­te en una mal­va­da autó­cra­ta y los cam­pe­si­nos del lugar son aho­ra los sol­da­dos des­ti­na­dos a seguir sus órde­nes. Cuan­do la sobe­ra­na des­cu­bre a tra­vés de su mági­co espe­jo que Blan­ca Nie­ves la supera en belle­za, ella orde­na a un subal­terno caza­dor (Ansu Kabia) de lle­var­la al bos­que y matar­la, aun­que final­men­te éste la deja esca­par con vida. En su odi­sea reco­rrien­do la fores­ta encan­ta­da la joven prin­ce­sa lle­ga a vin­cu­lar­se con los 7 enani­tos, que en este caso no son repre­sen­ta­dos por seres ver­da­de­ros sino ani­ma­dos a tra­vés de imá­ge­nes gene­ra­das por orde­na­dor. La deter­mi­na­ción, bon­dad y valen­tía de Blan­ca Nie­ves que con­ta­rá con el apo­yo de los enanos y de Jonathan (Andre Bur­nap), un sim­pá­ti­co pillo que es el inte­rés román­ti­co de la prin­ce­sa, gene­ra­rá la rebe­lión que derro­ta­rá a la des­pia­da­da reina.

Adop­tan­do el tono de come­dia musi­cal, don­de la músi­ca se inter­ca­la en la narra­ción, las clá­si­cas can­cio­nes Heigh-ho y Whistle Whi­le You Work del film de ani­ma­ción vuel­ven a ser ento­na­das jun­to con otras nue­vas agra­da­bles can­cio­nes com­pues­tas por Jeff Morrow, Benj Pasek y Jus­tin Paul.

Con esta adap­ta­ción, el pro­pó­si­to Marc Webb ha sido el de moder­ni­zar su con­te­ni­do a fin de adap­tar­lo a la épo­ca actual refle­jan­do el empo­de­ra­mien­to de la mujer a tra­vés de su pro­ta­go­nis­ta. Diga­mos que ese aspec­to femi­nis­ta está logra­do aun­que la ver­sión actual a pesar de estar correc­ta­men­te diri­gi­da no alcan­za la exce­len­cia del film ani­ma­do. Con todo, el públi­co asis­te a un agra­da­ble entre­te­ni­mien­to, real­za­do por la bue­na carac­te­ri­za­ción que Zegler obtie­ne de su per­so­na­je así como por su afi­na­da cuer­da vocal en las can­cio­nes que inter­pre­ta. En otros aspec­tos, cabe des­ta­car el mag­ní­fi­co des­plie­gue visual así como el impe­ca­ble dise­ño de pro­duc­ción de Kave Quinn.
Jor­ge Gutman