FRIENDSHIP. Estados Unidos, 2024. Un film escrito y dirigido por Andrew DeYoung. 97 minutos
Haciendo su debut en el largometraje, el realizador Andrew DeYoung ofrece en Friendship una absurda comedia centrada en la personalidad de un individuo socialmente inadaptado.

Tim Robinson y Paul Rudd
Tim Robinson interpreta a Craig Waterman quien en la primera escena se lo ve acompañado de su esposa Tami (Kate Mara) en un grupo de terapia de apoyo para sobrevivientes del cáncer, siendo ella una de las personas que pudo superar esa afección; un comentario inapropiado que él realiza en esa reunión comienza a dar una idea de su extraña persona. Gradualmente se aprecia que existe un vacío en su vida, teniendo en cuenta que su agradable esposa florista no siente mayor interés por él en tanto que su hijo adolescente (Jack Dylan Grazer) se mantiene indiferente.
La trama adquiere impulso cuando Craig erróneamente recibe del correo una encomienda cuya dirección pertenece a una casa instalada en la vereda de enfrente; es así que de inmediato él se dirige hacia allí para entregar el paquete y sale al encuentro de Austin Carmichael (Paul Rudd), un vecino recién instalado en la zona que lo invita a entrar a su hogar. Prontamente se inicia una corriente de simpatía entre ambos y en especial, Craig que nunca tuvo amigos comienza a sentirse fascinado por Austin, un meteorólogo de profesión, que lo invita a conocer su casa como asimismo a transitar por un oculto acueducto que le permite obtener una visión de la ciudad. A medida que los días transcurren Craig que trabaja en una empresa tecnológica utiliza su tiempo libre para estar con él en la medida que ha encontrado el amigo que nunca tuvo hasta el presente. Sin embargo ese amistoso lazo no dura mucho tiempo cuando en una reunión con un grupo de amigos de Austin a la que Craig ha sido invitado, él trasunta su espectro antisocial asumiendo un comportamiento violento; consecuentemente, Austin le comunica que el vínculo existente ha concluido.
De allí en más, la historia adopta un tono decididamente extravagante con situaciones surrealistas contemplando a Craig convertido prácticamente en un enajenado mental por haber perdido a su amigo, lo que igualmente motiva su despido en su trabajo por demostrar similares arrebatos de violencia. Si bien la historia parte de una premisa interesante describiendo a un personaje inepto y masoquista, a la postre resulta imposible empatizar con el mismo. Aunque la dirección de DeYoung es correcta, su intención de generar un humor malsano en torno a las torpezas cometidas por su psicodélico protagonista resulta ciertamente discutible.
En cuanto al elenco, Robinson brinda una actuación impecable a la vez que mantiene una buena química con el personaje convincentemente interpretado por Rudd; pero eso no compensa las limitaciones del guión esbozando un relato que termina careciendo de sentido común. Jorge Gutman