La Mafia Oriental

NEW WORLD. Corea del Sur, 2013. Un film escri­to y diri­gi­do por Park Hoon Jeong 

A pocas sema­nas de haber­se cono­ci­do el thri­ller de espio­na­je de Corea del Sur The Ber­lin File lle­ga una nue­va pro­duc­ción de ese país que reúne varios aspec­tos que se le ase­me­jan. New World es un film de sus­pen­so don­de el mun­do de los espías es reem­pla­za­do aquí por el de los topos o infor­man­tes que deben adop­tar una fal­sa iden­ti­dad para el cum­pli­mien­to de sus fun­cio­nes. 

El direc­tor Park Hoon Jeong abor­da un tema bas­tan­te fami­liar pues­to que el cine de Hong Kong lo tra­tó en !nter­nal Affairs (2002) y pos­te­rior­men­te lo con­si­de­ró Mar­tin Scor­ce­se en The Depar­ted (2006). En todo caso, lo impor­tan­te es cómo está rela­ta­do y en tal sen­ti­do el resul­ta­do es satis­fac­to­rio. 

La his­to­ria gira en torno del cri­men orga­ni­za­do de Corea del Sur y la poli­cía que tra­ta de des­en­mas­ca­rar a sus inte­gran­tes. Cuan­do el padrino de la mafia más impor­tan­te del país mue­re súbi­ta­men­te, sur­ge una sen­sa­ción de sos­pe­cha e inco­mo­di­dad entre sus inte­gran­tes por­que no que­dan muy cla­ras las cau­sas en que el dece­so se pro­du­jo. El paso inme­dia­to es tra­tar de lle­nar el pues­to don­de dos impor­tan­tes subor­di­na­dos del des­apa­re­ci­do jefe ansían reem­pla­zar­lo. Uno de ellos es Lee Joong-goo (Park Seong-woong) y el otro es Jeong Cheong (Hwang Jeong-min); este últi­mo, tie­ne como prin­ci­pal asis­ten­te a Lee Ja-seong (Lee Jeong-jae), quien ade­más de mere­cer­le la máxi­ma con­fian­za lo tra­ta como si fue­se un fami­liar direc­to. Lo que Cheong igno­ra es que Lee es un encu­bier­to poli­cía que tra­ba­jó duran­te 8 años bajo la aten­ta mira­da del jefe poli­cial Kang (Choi Min-sik). Pre­ci­sa­men­te, en este momen­to cla­ve en que debe ele­gir­se un nue­vo líder, Kang tra­ta de uti­li­zar­lo para que le sumi­nis­tre los máxi­mos deta­lles sobre lo que acon­te­ce en la orga­ni­za­ción duran­te esos momen­tos deci­si­vos a fin de tra­tar de influir en la mis­ma para dañar las rela­cio­nes exis­ten­tes entre los con­ten­dien­tes al codi­cia­do puesto.

Choi Min-sik

Choi Min-sik

El rea­li­za­dor logra crear un cli­ma de efec­ti­va ten­sión a medi­da que los dos altos eje­cu­ti­vos mafio­sos tra­tan de mover­se para que cada uno de ellos resul­te ele­gi­do. Pero con todo, la nota más dra­má­ti­ca se pro­du­ce con res­pec­to al con­flic­to que la doble iden­ti­dad pro­du­ce a Ja-seong, don­de su seño­ra –recien­te­men­te emba­ra­za­da- igno­ra el doble jue­go en el que está envuel­to y dón­de no vis­lum­bra el modo cómo des­li­gar­se de esta situa­ción; algo que le que­da cla­ro es que está arries­gan­do su vida por­que si sur­ge la menor sos­pe­cha sobre su cola­bo­ra­ción poli­cial, el sin­di­ca­to del cri­men lo eli­mi­na­rá en for­ma inme­dia­ta. Para peor, no pue­de expo­ner su pro­ble­ma a per­so­na algu­na por­que sabe que cual­quier comen­ta­rio que hicie­ra no haría más que agra­var su segu­ri­dad per­so­nal. 

Lo que dife­ren­cia este film de otros típi­cos del géne­ro es la exce­len­te des­crip­ción de per­so­na­jes que cobran vida a tra­vés de bue­nas actua­cio­nes; ade­más cuen­ta con una intri­ga que ofre­ce la emo­ción nece­sa­ria para que la his­to­ria no pier­da inte­rés, cul­mi­nan­do con un impre­vi­si­ble des­en­la­ce que ofre­ce cier­to mar­gen para la refle­xión. 

Con­clu­sión: Un intere­san­te film que abor­da el con­flic­to de la doble per­so­na­li­dad, así como otros aspec­tos vin­cu­la­dos con la dupli­ci­dad, leal­tad, trai­ción y super­vi­ven­cia huma­na Jor­ge Gutman