THE PLACE BEYOND THE PINES. Estados Unidos, 2012. Un film de Derek Cianfrance
Después de haber impresionado gratamente con Blue Valentine (2010), un profundo drama emocional sobre la desintegración de un matrimonio, el realizador Derek Cianfrance vuelve a ofrecer otra historia íntima que aunque no alcance un nivel parejo a lo largo de sus casi dos horas y media de duración, atrapa el interés por ciertos problemas morales planteados y por el nivel de calidad de su elenco.
Ryan Gosling anima a Luke, un motociclista acróbata itinerante que después de haber estado tiempo atrás en Schenectady, una pequeña localidad del estado de Nueva York, al regresar al lugar se entera de que es padre de un niño de pocos meses de edad, producto de la relación que había mantenido con Romina (Eva Mendez), mesera de un restaurante local. Sorprendido, y dueño de una sensibilidad que le impulsa a cumplir con su deber de padre en lo que al mantenimiento financiero se refiere, decide dejar su trabajo poco estable y redituable para buscar algún empleo local, lo que logra al ser empleado por un mecánico de la zona (Ben Mendelshonn); sin embargo, el pequeño negocio no permite que Luke obtenga un salario importante por lo que decide atender al consejo de su patrón quien le indica que hay maneras más lucrativas de hacer dinero, como por ejemplo asaltando establecimientos bancarios. Todo marcha bien en un comienzo hasta que en uno de esos golpes maestros, el destino hace que se tope con Avery (Bradley Cooper), un honesto policía local.
En la segunda parte del film, el relato se centra en Avery quien es proclamado héroe por su acción desplegada como oficial policial. Graduado en leyes, casado y con un hijo de un año de edad, trata de combatir la injusticia del lugar y es así que se encuentra en dificultad cuando comprueba la corrupción e inmoralidad de algunos de sus compañeros de trabajo (Ray Liotta); además, se llega a saber ‑por la confesión realizada a su terapeuta- que arrastra un gran sentimiento de culpa por haber matado a un delincuente en acto de servicio.
El tramo final de esta historia que transcurre 15 años después vincula nuevamente al asaltante bancario con el íntegro policía a través de sus respectivos hijos (Dane DeHaan, Emory Cohen); como compañeros de escuela, estos adolescentes mantienen una particular relación basada en los contactos que uno de ellos tiene con traficantes de drogas, y la habilidad del otro de transformar la mercadería ilegal en dinero fácil.
La intención del film es resaltar el modo en que la actitud de los adultos en el pasado repercutirá en la conducta de una nueva generación. A pesar de que las primeras dos secciones del film están narradas en forma impecable, manteniendo buena tensión y suspenso generado por los acontecimientos que tienen lugar, el capítulo final carece de una conclusión realista en función de lo que el film previamente expuso. De todos modos, la observación señalada no alcanza a desmerecer la calidad de sus dos primeros segmentos teniendo en cuenta su inteligente estructuración y sobre todo la original forma en que el foco del relato se traslada de Luke a Avery.
Aunque todo el elenco se desempeña muy bien, indudablemente Gosling y Cooper se distinguen maravillosamente como los dos perturbados protagonistas del relato.
Conclusión: Queda como balance un ambicioso estudio sobre la responsabilidad paternal, el verdadero sentido del heroísmo y la forma en que las acciones humanas por mejor intencionadas que fueran, pueden conducir a situaciones no buscadas dejando una marca indeleble e imposible de olvidar. Jorge Gutman