MONSTERS UNIVERSITY. Estados Unidos, 2013. Un film de Dan Scanlon
Resulta imposible dejar de comparar el maravilloso film que los estudios Pixar ofrecieron en 2001 con Monsters Inc. puesto que Monsters University no es la continuación de esa historia sino que por el contrario se remite a sus antecedentes. Si aquélla película de animación ofrecía la sorpresa de encontrarnos con dos simpatiquísimos personajes como lo fueron Mike, el monstruo verde de ojo único y rápido hablar y Sulley, su compinche grandote y peludo, dando como resultado una película original y muy divertida, puede que en este caso el film que nos ocupa no sorprenda tanto en términos de originalidad; de todos modos conserva la misma gracia, encanto y humor del film precedente con su sencilla y eficaz trama que permite que tanto adultos como niños lo disfruten plenamente.
El guión del realizador Dan Scanlon escrito con Robert L. Baird y Daniel Gerson introduce un prólogo donde el pequeño Mike (Noah Johnston) en un viaje escolar que realiza llega a la conclusión de querer convertirse en un temible asustador. Años después y ya adulto Mike (Billy Crystal) se inscribe en la Monsters University con la intención de estudiar en la Facultad del Miedo y llegar a graduarse de Asustador Profesional que es un diploma académico muy importante para quien se precie de ser un verdadero monstruo. En la universidad llega a conocer al fornido y fanfarrón Sulley (John Goodman) quien se jacta de provenir de una familia de asustadores; dueño de una personalidad completamente opuesta a la de Mike, al principio nada los une sino más bien todo los separa. Prontamente ambos quedarán expulsados de la facultad, aunque por diferentes razones: Mike por no reunir condiciones mínimas necesarias para asustar en tanto que Sulley por su arrogancia y por ser un perezoso estudiante. La maquiavélica y temible Hardscrabble (Helen Mirren), decana de la institución, aceptará readmitirlos siempre y cuando logren salir ganadores en la competencia anual de “Juegos del Miedo” demostrando que son los mejores para generar pánico a terceros. Frente a ese gran contratiempo, Mike y Sulley, a pesar de ser aparentemente irreconciliables enemigos, llegan a la conclusión que deben aunar sus esfuerzos; así, y en colaboración con otros estudiantes no muy brillantes, actuando como un grupo cohesionado tendrán mejores posibilidades para enfrentar a otros equipos rivales mejor preparados. ¿Pero realmente podrán lograrlo?
Además de destacar el valor de la amistad a través de la relación que va cimentándose entre Mike y Sulley demostrando cómo los contrastes y diferencias de caracteres ceden paso a la creación de una nueva y única personalidad común, el relato destila una gran ternura; así, poco importa que esta peculiar historia de monstruos resulte fantasiosa en la medida que sus personajes trasuntan un sentimiento de humanidad y nobleza que permite al público encariñarse con los mismos. Sin apelar a groserías, golpes bajos o chistes de dudoso gusto, esta película filmada en 3D se nutre de sabrosos diálogos y es dueña de una hilarante gracia lograda a través de situaciones divertidas y de irresistibles gags.
Como lo hicieron hace 12 años, Crystal y Goodman vuelven a prestar sus voces en forma muy convincente permitiendo que el dúo de monstruos que caracterizan resulte a todas luces entrañable; no menos importante es el aporte de Helen Mirren quien apelando a un sonido vocal distintivo brinda el tono que se ajusta con precisión a la personalidad de la despiadada Hardscrabble.
Visualmente excelente y con una animación irreprochable, los estudios Pixar ofrecen un film que aunque no llegue al nivel de máxima excelencia como lo fuera por ejemplo la serie de Toy Story, de todos modos cuenta con legítimos atributos para gratificar y dejar contento al público amante de los buenos filmes de animación.
El film va precedido por The Blue Umbrella, un encantador cortometraje de animación que muestra la romántica relación que se establece entre un paraguas azul y otro rojo; en suma, un buen aperitivo de escasos minutos para saborear la comida principal que seguirá después. Jorge Gutman