PRISONERS. Estados Unidos, 2013. Un film de Denis Villeneuve
Denis Villeneuve, el realizador canadiense cuyo film Incendies (2010) fue nominado por la Academia para la mejor película extranjera, incursiona por primera vez en el cine estadounidense con un potente drama de considerables implicaciones morales.
En base al guión de Aaron Guzikowski, Villeneuve narra una perturbadora historia que logra tener resonancia universal, tomando como referencia el impacto brutalmente emocional que puede causar la desaparición misteriosa de un hijo, que aún se agrava cuando se trata de un menor. Todo comienza en un animado encuentro de dos familias vecinas que viven en un suburbio de Pensilvania para celebrar el Día de Acción de Gracias. Por un lado se encuentran los Dover con Keller (Hugh Jackman), su señora Grace (Maria Bello), el hijo adolescente Ralph (Dylan Minnette) y la hijita de 6 años Anna (Erin Gerasimovich), quienes son los invitados de la familia Birch integrada por el matrimonio Nancy y Franklin (Viola Davis y Terrence Howard) y la pequeña Joy (Kyla Drew Simmons) de la misma edad que Anna. La reunión transcurre animadamente hasta el momento en que a la hora de los postres las niñitas, sin supervisión de los mayores, salen al exterior y desaparecen sin dejar rastro alguno. La intranquilidad de los adultos se convierte rápidamente en exasperante angustia y la única pista que se dispone es que las chiquitas habían estado jugando alrededor de una furgoneta estacionada cerca de la casa. Cuando las sospechas recaen en Alex Jones (Paul Dano) el conductor del vehículo que revela ser un individuo con cierto retraso mental e infantil, el detective policial Loki (Jake Gyllenhaal) procede a su arresto temporal; pero después de 48 horas y al no haber evidencia concreta de que ha sido la persona que ha secuestrado a las niñas, es dejado en libertad. El hecho irrita sobremanera al dolorido Keller quien está totalmente convencido de ser el perpetrador del delito y resuelve convertirse en vigilante implacable secuestrando a Alex a fin recurrir a cualquier medio posible para lograr su confesión sobre el lugar donde se encuentran las niñas.
De aquí en más la historia va adquiriendo progresivamente un carácter cada vez más sombrío y perturbador a través de las maquinaciones introducidas en el guión donde el espectador asiste a escenas intensas y escalofriantes. Las situaciones que se van sucediendo son ciertamente impredecibles y adelantar lo que ocurre durante las dos horas y media de metraje malograría el interés del potencial espectador.
Villeneuve ha logrado imprimir al relato una inusitada tensión describiendo el derrotero de un padre desesperado que se encuentra próximo al borde de la locura para ubicar a su hija, y la de un detective que con calmada pero perseverante determinación prosigue su investigación. Dentro de ese escenario, el realizador logra un perfecto equilibrio en la interrelación que se establece entre los diferentes personajes caracterizados en forma multidimensional. A la excelente dirección de Villeneuve cabe añadir la excepcional interpretación de Jackman y Gyllenhaal así como la de todo el elenco que integra el homogéneo reparto de este relato, incluyendo la participación de Melissa Leo que anima a la tía de Alex y que juega un papel preponderante en la trama planteada.
Solamente se podrá objetar que a través de los giros sorpresivos del relato la última parte del film y su forzada conclusión puedan resultar discutibles y no del todo convincentes. Pero eso no empaña los valores de Prisoners que aunque resulte difícil y doloroso de contemplar decididamente merece la pena de ser visto.
Conclusión: Un sólido drama que confirma a Denis Villeneuve como un importante realizador a nivel internacional. Jorge Gutman