THE SUMMIT. Irlanda-Gran Bretaña-Suiza-Estados Unidos, 2012. Un film de Nick Ryan
Este documental se refiere al trágico accidente que en Agosto de 2008 cobró la vida de 11 montañeros en el intento de escalar K2. Esta montaña que se encuentra en el corazón de la cordillera del Karakórum en el norte de Pakistán tiene una altura de 8600 metros y aunque es más baja en 200 metros que el monte Everest resulta más difícil de escalar por su dificultad técnica y por la inestabilidad climatológica reinante. De allí que la segunda montaña más alta del mundo (también conocida como la “Montaña Salvaje”) se haya convertido también en la más peligrosa para quienes experimentan la pasión del alpinismo.
Basándose en material de archivo así como en reportajes efectuados a algunos de los sobrevivientes de la expedición que llevó a 22 escaladores provenientes de diferentes países a emprender esta audaz aventura, el realizador Nick Ryan trata de recrear dramáticamente los hechos con la intención de clarificar –si acaso realmente existe explicación alguna- las causas del desastre; según las declaraciones del holandés Wilco van Rooijen, líder de la expedición y uno de los sobrevivientes, parecería que las preparaciones poco organizadas de este viaje contribuyeron al desafortunado desenlace.
En el dramático incidente se sabe que de los 22 alpinistas, 18 de ellos lograron llegar a la cumbre, sin imaginar lo que podría sobrevenir después. Según las declaraciones de los expertos en la materia el descenso es decididamente más difícil y arriesgado que el ascenso; de allí que solamente 7 de ellos hayan logrado retornar a la base. De los desafortunados que no pudieron sobrevivir se encontraba Ger McDonnell, un ingeniero que fue el primer irlandés en llegar a la cumbre de K2; se cree que en la etapa del descenso él se apresuró a auxiliar a tres heridos alpinistas con el precio de pagar con su vida la asistencia realizada; de algún modo ese hecho plantea en el film una pregunta no exenta de connotaciones morales acerca de si según las reglas no escritas de este deporte, como medio de preservación uno debe proseguir en lo suyo dejando de lado a quienes pudieran requerir auxilio.
En líneas generales el documental impresiona por sus imágenes aunque no necesariamente en lo que concierne a la narración; eso se debe a que hay demasiada información recogida que muchas veces resulta contradictoria y además porque el realizador frecuentemente deja de lado el tema central del relato para intercalar historias que de alguna manera distraen atenuando el interés del espectador, como es el caso del material de archivo de una expedición de características similares que tuvo lugar en 1954.
Conclusión: The Summit se distingue por su belleza panorámica pero sin aclarar convenientemente cómo se produjo la muerte de los 11 alpinistas. Jorge Gutman