THAT AWKWARD MOMENT. Estados Unidos, 2013. Un film escrito y dirigido por Tom Gormican
En su primer film como realizador y guionista, Tom Gormican encara un tema que además de haber sido considerado en numerosas oportunidades anteriores, sin agregar nada nuevo está relatado de la manera más pedestre posible. Pero lo que es peor aún que intentando brindar una comedia romántica bosqueja un retrato de jóvenes veintiañeros que de ningún modo puede ser considerado, aunque fuese en tono jocoso, como representantes de esta generación.
La historia que transcurre en Brooklyn y Manhattan se centra en tres amigos, Jason (Zac Efron), Daniel (Miles Teller) y Mikey (Michael B. Jordan) completamente desajustados del mundo real que los circunda. Cuando Mikey, el único casado del grupo, se siente abandonado por su mujer (Jessica Lucas) que le pide un divorcio para irse con otro hombre, los muchachos se comprometen firmemente a permanecer solteros y aprovechar lo máximo que se pueda del sexo opuesto a través del placer ocasional de una noche y sin ningún compromiso o atadura emocional. Claro que las intenciones comienzan a trastabillar cuando Jason encuentra la oportunidad de encontrar amor en Ellie (Imogen Poots), una atractiva joven con quien mantuvo una noche de sexo, en tanto que Daniel y Mikey también encuentran lo suyo, sin que cada uno sepa de los otros; como consecuencia, el pacto sellado deja de ser cumplido.
Si en su inicio el film prometía ofrecer un liviano entretenimiento romántico, muy pronto las esperanzas se diluyen al contemplar un relato misógino donde las mujeres son consideradas como un mero objeto sexual por parte de este trío de inservibles desgraciados. Para peor, el realizador no escatima recursos para sazonar su historia con chistes gruesos y escatológicos que difícilmente cumplen el efecto de producir la risa espontánea o natural perseguida. No hay nada en el film que tenga contenido humano; lo que se presencia es un falso retrato de una juventud hueca que solo piensa en el sexo como el único factor que motiva y guía su existencia. Aunque Efron, Teller y Jordan han probado ser buenos y carismáticos actores, aquí no pueden librarse de la pobre calidad del guión y de un director a quien, por lo que aquí se juzga, le falta mucho para madurar como tal. Jorge Gutman